Aves, personas y culturas Estudios de Etno-ornitología 1 - PDF Descargar libre (2024)

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1 Marco Antonio Vásquez Dávila / EDITOR Aves, personas y culturas Estudios de Etno-ornitología 1

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3 AINSTITUTO TECNOLOGICO DEL V Aves, personas y culturas Estudios de Etno-ornitología 1 Marco Antonio Vásquez Dávila EDITOR LLE RED DE ETNOECOLOGÍA Y PATRIMONIO BIOCULTURAL D E O A X A A C

4 AVES, PERSONAS Y CULTURAS. ESTUDIOS DE ETNO ORNITOLOGÍA 1. 1a. edición. Oaxaca, México DR Marco Antonio Vásquez Dávila, Editor DR Autores, por sus capítulos DR Red de Etnoecología y Patrimonio Biocultural, CONACYT Asistencia editorial: Edgar Alan Montaño Contreras y Clemencia Elizabeth Sánchez Cortés ISBN: Portada: Textil nanj nï ïn (triqui alta) con figuras yachru uj (zopilotes), yataj a (pájaros) y yahui lastuni nañún ga anj niñuúj (mariposa de listón con cuatro movimientos). Diseño editorial: Carteles Editores/Richi Sandoval Vásquez Se permite la reproducción de los contenidos editoriales de este libro solicitando se cite la fuente. Se terminó de imprimir en julio de 2014 en los talleres de Carteles Editores P.G.O., S.A. de C.V., oficinas ubicadas en Colón 605-4, Centro, Oaxaca, Oaxaca, México.

5 Los pájaros dialogan con la comunidad, cuentan sueños; pero solo los escuchan aquellas personas que tienen ch ulel (conciencia). Manuel Bolom Pale, poeta tsotsil, 1979 Volverás a mi huerto y a mi higuera: por los altos andamios de las flores pajareará tu alma colmenera de angelicales ceras y labores. Miguel Hernández, poeta español,

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7 ÍNDICE PLUMAS, PICOS Y CULTURA, A MANERA DE PRESENTACIÓN Marco Antonio Vásquez-Dávila, Edgar Alan Montaño-Contreras y Clemencia E. Sánchez-Cortés VAMOS A PESCAR!: LOS NIÑOS MAYAS Y LAS AVES DE YUCATÁN, MÉXICO Maricarmen Uc Keb y María Dolores Cervera Montejano USO DE LA FAUNA SILVESTRE POR COMUNIDADES MAYAS DE CAMPECHE, MÉXICO. EL CASO DE LAS AVES Oscar Gustavo Retana Guiascón, Román Abraham Puc Gil y Lucía Guadalupe Martínez Pech APROVECHAMIENTO DE PSITÁCIDOS EN CAUTIVERIO EN LA VILLA LUIS GIL PÉREZ, CENTRO, TABASCO, MÉXICO Wendy A. Parcero Vázquez y Juana Lourdes Trejo Pérez USO TRADICIONAL DEL ZOPILOTE NEGRO (Coragyps atratus) EN DOS RANCHERÍAS DE NACAJUCA, TABASCO, MÉXICO Luis Miguel Frías Ovando y Miguel Alberto Magaña Alejandro AVES SILVESTRES CRIADAS EN CAUTIVERIO EN HUAPACAL SEGUNDA SECCIÓN, JALPA DE MÉNDEZ, TABASCO, MÉXICO Melquicedec Escalante Vargas y Juana Lourdes Trejo Pérez CONOCIMIENTO LOCAL SOBRE EL MANEJO SANITARIO DE AVES DE TRASPATIO EN DOS GRUPOS MAYENSES DEL SURESTE DE MÉXICO Sergio Guerrero-Sánchez, Eréndira J. Cano-Contreras, Ramón Mariaca Méndez y Fernando Guerrero Martínez

8 LAS RELACIONES HUMANO-AVES EN LACANJÁ-CHANSAYAB, SELVA LACANDONA, CHIAPAS, MÉXICO Juan Elmar Jiménez-Díaz, Marco Antonio Vásquez-Dávila, Eduardo Jorge Naranjo Piñera y Martha Patricia Jerez-Salas APROXIMACIÓN A LA COSMOVISIÓN Y EL CONOCIMIENTO ZOQUE SOBRE EL QUETZAL (Pharomachrus mocinno) EN TAPALAPA, CHIAPAS, MÉXICO Rafael Eslein Guirao-Cruz, Lilly Gama y Stefan Louis Arriaga-Weiss IMPORTANCIA SOCIOECONÓMICA Y CULTURAL DE LAS GALLINAS LOCALES EN UNA COMUNIDAD TSOTSIL DE CHIAPAS, MÉXICO Guadalupe Sántiz Ruiz, Raúl Perezgrovas Garza, Guadalupe Rodríguez Galván y Lourdes Zaragoza Martínez CONOCIMIENTOS Y PERCEPCIONES DE NIÑAS Y NIÑOS SOBRE LAS AVES EN SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS, MÉXICO Primavera Romero-González, Paula L. Enríquez y Guadalupe Álvarez-Gordillo ASPECTOS ETNOECOLÓGICOS DE LA ORNITOFAUNA ENTRE LOS IKOOT DE SAN MATEO DEL MAR, OAXACA, MÉXICO Marco Antonio Cruz Jacinto, Marco A. Vásquez-Dávila, Patricia Colunga García-Marín y Martha Patricia Jerez Salas AVES SILVESTRES Y DOMÉSTICAS DE LOS CHONTALES DE SAN ANDRÉS TLAHUILOTEPEC, DISTRITO DE YAUTEPEC, OAXACA, MÉXICO Fredy De la Cruz Montesino, Marco Antonio Vásquez-Dávila, Martha Patricia Jerez-Salas, Edgar Alan Montaño Contreras y Yuri Villegas Aparicio ORNITOLOGÍA ZAPOTECA DE SAN JOSÉ QUIANITAS, SIERRA SUR DE OAXACA, MÉXICO Rosalinda Vásquez-Cruz, Marco Antonio Vásquez-Dávila, Edgar Alan Montaño Contreras y Martha Patricia Jerez-Salas LA ETNOCLASIFICACIÓN DE LAS AVES DE LOS ZAPOTECOS DEL RINCÓN, OAXACA, MÉXICO Donato Acuca Vázquez, Graciela Alcántara Salinas, Leopoldo Valiñas Coalla, Roy F. Ellen, Patricia Escalante Pliego, K. Babb Stanley y Arturo Argueta Villamar

9 Crax rubra Y OTRAS AVES SILVESTRES EN LA SIERRA NORTE DE OAXACA, MÉXICO Marco Antonio Camacho-Escobar, Marco Antonio Vásquez-Dávila, Janelle C. Kollas, Rosa María Núñez-García, Edgar Iván Sánchez-Bernal, Narciso Ysac Ávila-Serrano, Jaime Arroyo-Ledezma USO Y MANEJO DE LA AVIFAUNA EN SAN MIGUEL TZINACAPAN, MUNICIPIO DE CUETZALAN DEL PROGRESO, PUEBLA, MÉXICO Mónica Ivonne Jaimes Yescas, Graciela Gómez Álvarez, Noé Pacheco Coronel y Sabel René Reyes Gómez LAS AVES DE EL CIELO: ETNOBIOLOGÍA Y OBSERVACIÓN DE LA NATURALEZA PARA SU CONSERVACIÓN EN UNA ÁREA NATURAL PROTEGIDA DE TAMAULIPAS, MÉXICO Claudia E. González Romo, Héctor A. Garza Torres, Eduardo Padrón Serrano, Ricardo Jiménez Ramírez y Esteban Berrones Benítez LAS AVES Y CANTOS TRADICIONALES DE LOS COMCÁAC DE SONORA, MÉXICO Thor Morales Vera y Enriqueta Velarde González LA ETNO-ORNITOLOGÍA AL SERVICIO DE LAS AVES, TURISTAS Y HABITANTES DE GUNA YALA, PANAMÁ Mónica Martínez Mauri COSMOVISIÓN Y APROVECHAMIENTO DE LAS AVES EN EL NOROCCIDENTE DE COLOMBIA Nayive Pino Benítez ECOLOGÍAS CULTURALES DE BUITRES Y ÁGUILAS EN LA GRECIA MODERNA Kalliopi Stara, Rigas Tsiakiris y Lavrentis Sidiropoulos UNA PERSPECTIVA SOBRE EL PAPEL DE LAS AVES EN LAS MANIFESTACIONES CULTURALES María de Lourdes Navarijo Ornelas AUTORES ÁRBITROS Y REVISORES

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11 Vásquez Dávila, M.A., E.A. Montaño-Contreras y C.E. Sánchez Cortés Plumas, picos y cultura, a manera de presentación. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p PLUMAS, PICOS Y CULTURA, A MANERA DE PRESENTACIÓN Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo, porque no es lo que importa llegar solo ni pronto sino llegar con todos y a tiempo. león felipe, poeta español, Las aves fascinan a la especie humana. El vuelo, colorido plumaje, capacidad de comunicación a través del canto, son, entre otros, atributos de la Clase Aves que ha llevado la interacción de los humanos con los dinosaurios voladores a múltiples manifestaciones, e. g., conocerlas, imaginarlas, representarlas, usarlas, manejarlas, valorarlas, por citar unas cuantas. Producto de este interés y afecto, algunos investigadores han dedicado parte de su quehacer al estudio de la relación entre las aves, las personas y las sociedades. Estos estudios encuentran un escenario de exhibición (como los despliegues del cortejo aviar) y debate en el campo interdisciplinario de la Etno-ornitología. El primer volumen del libro Aves, personas y culturas, estudios de etno-ornitología está formado por 22 contribuciones de 62 autores de diversas instituciones y nacionalidades. Originalmente estas aportaciones fueron expuestas en tres simposios de etno-ornitología efectuados entre 2012 y El primer simposio tuvo como marco al VIII Congreso Mexicano de Etnobiología en Tabasco, México, en abril del 2012 y fue coordinado por Marco A. Vásquez-Dávila; el segundo formó parte del XIII Congreso de la Sociedad Internacional de Etnobiología en Montpellier, Francia, en mayo de ese mismo año, organizado por Bob Gosford y Fleur Ng weno, y el tercero, dentro del Primer Congreso Internacional de Pueblos Indígenas de América Latina, en Oaxaca, México, en octubre del 2013, bajo la convocatoria de la investigadora venezolana Francia Medina Apolinar. 9

12 Antes de presentar una visión de conjunto de los enfoques, métodos, aportaciones y reflexiones que, a juicio de cada uno de los autores, constituye la esencia de sus trabajos, ofrecemos una nota aclaratoria sobre el empleo de negritas e itálicas en todo el libro: los nombres científicos, las palabras en latín y los nombres de las revistas se escribieron en cursivas o itálicas y se utilizaron las negrillas para los términos en idioma diferente al español (exceptuando, claro está, el latín). También debemos informar que el ordenamiento de las listas de aves se basa en el propuesto por The American Ornithologists Union. Maricarmen Uc Keb y María Dolores Cervera presentan un estudio sobre las ideas y prácticas de niños mayas de Xcunyá, Yucatán, México, pues consideran que los niños son capaces de construir su propia cultura, a partir del conocimiento ecológico tradicional que circula en su nicho de desarrollo. Las autoras centran su trabajo en la captura infantil de las aves, conocida localmente como pesca. Emplearon recorridos, cuestionarios, entrevistas y observación participante. Documentan la capturan de 26 especies; siete son utilizadas como señuelo o mascota con las que establecen una relación afectiva: las nombran, cuidan, llevan a pasear, juegan con ellas, entierran y guardan duelo. Los niños desde temprana edad usan trampas para capturar aves en las huertas familiares y en la selva. La captura de aves es un elemento estructurador de la construcción del conocimiento infantil sobre las aves y su entorno, así como también un elemento que refuerza la responsabilidad y el respeto, elementos centrales de la teoría psicológica maya sobre desarrollo infantil y de la noción de persona. Se trata de una actividad de autoconsumo no exenta de aspectos negativos, que deben ser trabajados con ellos a través del diálogo y la negociación. Uc y Cervera concluyen que todo esfuerzo de conservación debe considerar a los niños, por ser portadores y constructores del conocimiento ecológico tradicional. Óscar Retana, Román Puc y Lucía Martínez muestran el uso de las aves silvestres en siete localidades mayas de Campeche, México. Para ello, emplearon el método de valoración participativa, aplicando las técnicas de talleres comunitarios y entrevistas estandarizadas. De esta manera, registraron 47 especies con valor de uso, las cuales pertenecen taxonómicamente a 14 órdenes, 23 familias y 41 géneros. Los órdenes mejor representados fueron: Passeriformes, Columbiformes, Galliformes, Piciformes, Psittaciformes y Strigirformes. Las 47 especies de aves registradas se usan como alimento, medicina, mascota, ornamento y herramienta o tienen un valor comercial o mítico. Los autores concluyen que el conocimiento que las comunidades mayas campechanas poseen en torno a las aves y a la fauna silvestre forma parte de un sistema cogni- 10

13 tivo comunal, producto de una larga interacción con su entorno natural, que les ha permitido subsistir y mantener su cultura e identidad como grupo étnico. El artículo de Wendy Parcero y Lourdes Trejo examina la cría de psitácidos en una localidad del municipio del Centro, en Tabasco, México. Encuestaron a la población sobre el uso y manejo de polluelos, juveniles y adultos, la forma de obtención y los precios. Registraron 52 individuos de cuatro especies: tres de Aratinga nana, dos de Amazona farinosa, 19 de A. albifrons y 28 de A. autumnalis. Se aprovecha 96 % como aves de ornato y el resto con fines comerciales. La forma de adquisición fue siempre como obsequio. Las aves registradas son alimentadas dependiendo de su etapa del ciclo de vida. Entre los cuidados más frecuentes está la limpieza diaria de la jaula, el corte de alas, atención de las enfermedades y baños tres veces al día en el caso de polluelos y cada mes para aves adultas. Luis Miguel Frías y Miguel Alberto Magaña indagaron a una especie singular, el zopilote negro (Coragyps atratus, Cathartidae) en dos localidades de otro municipio tabasqueño, Nacajuca. Algunas personas (ganaderos, carniceros) aprovechan de esta especie su función de eliminadores de desperdicios de ganado y becerros, caballos o perros muertos. Otras lo emplean como medicina, para combatir reumas, fiebre, asma y migraña; unos más en rituales de brujería e incluso como mascota. Para lograr una visión objetiva que pueda usarse para la creación de programas de conservación, Melquicedec Escalante y Lourdes Trejo realizaron encuestas familiares en una comunidad rural del municipio de Jalpa de Méndez, Tabasco, México, sobre el aprovechamiento de aves silvestres en cautiverio. Registraron 14 especies (que forman parte de las familias Cardinalidae y Thraupidae, predominantemente) utilizadas con fines comerciales, ornato y como compañía. Las actividades de aprovechamiento son efectuadas principalmente por niños y jóvenes. Sergio Guerrero-Sánchez, Eréndira Cano-Contreras, Ramón Mariaca Méndez y Fernando Guerrero-Martínez describen las prácticas tradicionales que realizan los dueños y dueñas de huertas familiares indígenas de los estados de Campeche, Tabasco y Chiapas ubicados en la República Mexicana, para prevenir y tratar diversas enfermedades que afectan a sus parvadas de gallinas (Gallus gallus domesticus) y pavos (Meleagris gallopavo). Las técnicas de recolección de la información fueron talleres participativos y la aplicación de entrevistas libres y semiestructuradas. Dentro de la etnoveterinaria ch ol, 13 plantas se emplean en diez afecciones, mientras que los mayas tratan seis enfermedades con dos plantas. Los autores encontraron elementos de innovación en el 11

14 acervo terapéutico de los choles como el uso de baterías eléctricas y de la medicina alópata. Además, reflexionan sobre el papel de los técnicos para fortalecer los conocimientos locales. El estudio etno-ornitológico de Juan Elmar Jiménez-Díaz, Marco Vásquez-Dávila, Eduardo Naranjo y Patricia Jerez-Salas se realizó con los mayas lacandones de Lacanjá-Chansayab, Chiapas, México. El objetivo fue conocer la cosmovisión, conocimientos, relaciones antropocéntricas (positivas y negativas) y el manejo de las aves silvestres y domesticas. Se entrevistaron a 30 mujeres y hombres mayores de 15 años con apoyo de imágenes de la avifauna de la región. Se registraron 43 especies de importancia etno ornitológica: siete se relacionan con la cosmovisión maya, pues forman parte de los relatos y creencias; 43 aves tienen que ver con el conocimiento tradicional, e. g. la anatomía externa y particularmente aspectos etnoecológicos del faisán (Crax rubra). Los lacandones usan por lo menos 28 aves: 27 son aprovechadas en la alimentación, 16 como ornato, 15 se comercializan, 10 con fines artesanales, dos medicinales, dos como mascota y una en la fabricación de un utensilio. Los autores encontraron 16 especies consideradas ornitofauna nociva por ser depredadoras de aves de corral o dañinas en los cultivos. En cuanto al manejo, Jiménez-Díaz y colaboradores realizan la descripción de la cacería lacandona de aves, así como los instrumentos y métodos de captura. Complementan su estudio aportando información sobre la cría de aves: las condiciones ambientales, alimentación, tratamiento de enfermedades, producción y cuidados. Una especie emblemática de Mesoamérica es el quetzal (Pharomachrus mocinno, Trogonidae) que habita en los bosques de niebla. Rafael Guirao-Cruz, Lilly Gama y Stefan Arriaga-Weiss estudiaron, de manera preliminar, el conocimiento que los zoques del municipio de Tapalapa, Chiapas, México, tienen de esta ave. Para ello, realizaron entrevistas utilizando la técnica de bola de nieve. Los autores describen el valor utilitario, cultural y afectivo del q un (quetzal, en lengua zoque) y algunos aspectos del conocimiento local, como la auto-ecología y hábitos alimenticios. En el artículo denominado Importancia socioeconómica y cultural de las gallinas locales en una comunidad tsotsil de Chiapas, México, Guadalupe Sántiz, Raúl Perezgrovas, Guadalupe Rodríguez y Lourdes Zaragoza describen y analizan el papel de la avicultura tradicional practicada por los tsotsiles de Tajlevilhó del municipio de Larráinzar. Mediante la aplicación de encuestas y entrevistas semiestructuradas, recopilaron información sobre aspectos socioculturales, económicos y técnicos. La avicultura en Tajlevilhó se lleva a cabo dentro de los traspatios; 12

15 las aves son principalmente criollas y se crían en sistemas tradicionales heredados de forma oral, que se diseñan y aplican de acuerdo al entorno comunitario. Las encargadas de las aves son las mujeres, con apoyo de los niños. Los principales propósitos de la cría de gallinas son: a) consumo directo en forma de carne y/o huevo, b) reemplazo para conservar y multiplicar el pie de cría, c) venta para generar ingresos monetarios directos y d) uso en rituales de curación. Las aves se reproducen con facilidad, no exigen una gran inversión y se alimentan con insumos locales; de esta manera se generan aportaciones nutricionales y económicas para la familia; además de estar relacionadas con la práctica de la medicina tradicional, parte fundamental de la cultura étnica. Primavera Romero-González, Paula L. Enríquez y Guadalupe Álvarez-Gordillo analizaron los conocimientos y percepciones sobre las aves de 454 niñas y niños de 9 a 11 años de edad, en primarias rurales y urbanas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. Los participantes de las primarias urbanas conocen varios lugares en donde viven las aves y más especies en peligro de extinción, compartieron más relatos, pero mencionaron menos nombres comunes que los participantes de las primarias rurales; asignaron un valor naturalista a las aves y, además, percibieron problemas directos antrópicos que enfrentan. En las primarias rurales, mencionaron el uso comestible de las aves y les asignaron un valor estético. Las autoras relacionan sus resultados con el contexto social y ambiental y con base en ello proponen estrategias educativas para la conservación ornitológica. La etnoecología ikoot de las aves silvestres y domesticas de San Mateo del Mar, distrito de Tehuantepec, Oaxaca, México, es abordada por Marco Cruz, Marco Vásquez-Dávila, Patricia Colunga y Patricia Jerez con el fin de aportar elementos que abonen al aprovechamiento sustentable del recurso avifaunístico regional. El estudio de campo consistió en entrevistas, talleres participativos y recorridos en la localidad. La etno-ornitología ikoot está compuesta por 84 especies. Los ikoot diferencian tres variedades de guajolotes (M. gallopavo) según la coloración de las plumas: negras, grises y cafés y cinco variedades de gallinas (G. gallus domesticus): chiens, león, pelonas o de mareño, mapuch (de huevos azules o celestes) y las mol. De éstas, las más abundantes son las de mareño o pelonas, mientras que las menos abundantes son las mapuch. Fredy de la Cruz-Montesino, Marco Vásquez-Dávila, Patricia Jerez y Yuri Villegas describieron y sistematizaron la etno-ornitología silvestre y doméstica en San Andrés Tlahuilotepec, localidad chontal la Sierra Sur del estado de Oaxaca, México. Realizaron recorridos para observar 13

16 las aves y talleres participativos para recopilar sus nombres y usos, basándose en una guía de preguntas para entrevistas etno-ornitológicas. De las 96 especies documentadas, los chontales reconocen 58 especies, de las cuales 16 relacionan forman parte de relatos o creencias. Las categorías antropocéntricas de uso son: comestible, ornamental, bioindicador, canto, medicinal, comercio y ritual. En su lengua materna asignan un nombre a 48 especies y reconocen 12 partes del ave. La cría de aves de traspatio (G. gallus y M. gallopavo) es una actividad que realizan las mujeres junto con los niños y las niñas. El manejo tradicional incluye actividades como la protección, alimentación, prácticas sanitarias, producción y reproducción. El destino de la producción es principalmente para autoconsumo. Las gallinas de los chontales tienen diferentes colores y una gran variedad de combinaciones; se clasifican de manera tradicional tomando en consideración cuatro aspectos: color, origen, tamaño y distribución del plumaje (por ejemplo, las pelucas carecen de plumas en el cuello y las normales no). Rosalinda Vásquez-Cruz, Marco Vásquez-Dávila, Patricia Jerez y Yuri Villegas estudiaron los recursos avifaunísticos silvestres y domesticados en la comunidad zapoteca de San José Quianitas, ubicada al sur del municipio de Santa María Quiegolani, en el Distrito de Yautepec, perteneciente a la región Sierra Sur del estado de Oaxaca en México. El estudio de campo se efectuó mediante talleres participativos y recorridos en la localidad. Con base en la revisión bibliográfica se enlistaron 369 especies de posible ocurrencia en el área de estudio, de las cuales 92 están en alguna categoría de riesgo según la normatividad oficial mexicana. Los sabedores locales reportaron 42 especies, distribuidas en 12 órdenes y 25 familias, asignándoles a la mayoría de ellas nombres en zapoteco, en el listado generado se encuentran 13 que según la norma mexicana entran en alguna categoría de riesgo. La gente tiene una relación positiva con 26 especies: 10 son comestibles, seis bioindicadores, cinco ornamentales, cinco se comercializan, cuatro son medicinales y una se emplea como amuleto. Con cuatro especies existe una relación negativa (pues son plagas de los cultivos agrícolas o depredan a las aves domésticas). La población de aves domésticas se conforma de la siguiente manera: 89 % gallinas, 9 % guajolotes y 2 % patos (Anatidae). Los pobladores locales clasifican a las gallinas como de rancho, a aquellas provenientes de la localidad y que en este caso conforman al 80 % y las de carro, aves que provienen del exterior y son comercializadas por personas que las llevan en sus vehículos automotores. Donato Acuca, Graciela Alcántara, Leopoldo Valiñas, Roy Ellen, Patricia Escalante, Kathleen Babb Stanley y Arturo Argueta documen- 14

17 tan la etnoclasificación de las aves de los zapotecos del Rincón, Oaxaca, México. Su estudio lo realizaron en San Miguel Tiltepec, del municipio de Ixtlán, en la Sierra Norte de Oaxaca, México. El objetivo del trabajo fue exponer la manera en que los zapotecos de Tiltepec se interrelacionan con la avifauna presente en la zona en el contexto cultural y utilitario. La investigación se basó en el inventario avifaunístico y la etnografía involucrando métodos de la antropología, etnobiología y biología para conocer la percepción y etnoclasificación. Obtuvieron un inventario de 209 especies de aves correspondientes a 30 taxones genéricos, 77 taxones específicos y 11 varietales. Usando el modelo taxonómico jerárquico desarrollado por Brent Berlin encontraron que las aves se ubican en cuatro grupos principales o de nivel intermedio que son las terrestres (bëa gishi), las nocturnas (bëa artaba rhela), las que remontan muy alto en los cielos (bëa lurshba) y las voladoras (bëa rhsbaa). Las agrupaciones encontradas utilizan diferentes contextos que modifican los comportamientos de clasificación hasta ahora descritos. Camacho-Escobar, Vásquez-Dávila, Kollas, Núñez-García, Sánchez-Bernal, Ávila-Serrano y Arroyo-Ledezma estudiaron el conocimiento, uso y manejo de Crax rubra L. (Aves: Cracidae) y otras Galliformes y Tinamiformes silvestres en localidades zapotecas, chinantecas y ayuuk (mixes) de 20 municipios de la Sierra Norte de Oaxaca, México. Los autores comparan dos técnicas para recabar el conocimiento etno-ornitológico local: a) solicitud de la descripción emic y b) uso del estímulo visual de una guía de campo ilustrada. Los pobladores de la Sierra Norte reconocen ocho especies similares a las aves domésticas ubicadas en seis géneros, dos familias y dos órdenes. Reconocen y aprovechan a C. rubra por su tamaño, aporte de carne y posibilidad de cría en cautiverio. La presencia de esta ave se relaciona con el período de cosecha del café y su ausencia con el inicio de la temporada de lluvia. Las plumas son utilizadas para elaborar disfraces para fiestas o juguetes. Mónica Jaimes, Graciela Gómez, Noé Pacheco y Sabel Reyes describen el uso y manejo de las aves en una localidad nahua asentada en un bosque mesófilo de montaña: San Miguel Tzinacapan, municipio de Cuetzalan del Progreso, Puebla, México. Ellos realizaron entrevistas estructuradas, utilizando imágenes de las aves, previamente observadas y colectadas en el campo. De acuerdo a cada categoría de uso, se calcularon los índices de Frecuencia y Valor de uso. Registraron las técnicas para cazar o atrapar a las aves. Los pobladores reconocieron 131 aves, de las cuales usan 91, principalmente como alimento. Son usadas 13 especies de colibríes como amuletos y para curar padecimientos cardiacos; los búhos se relacionan con prácticas mágicas; Aratinga nana, un psitá- 15

18 cido protegido por la norma mexicana, recibe diversos usos; entre las aves consideradas para alimento, destaca la paloma Leptoptila verreauxi. Las técnicas más usadas para la captura de aves son trampas hechas con varas flexibles y duras, las jaulas de madera y la resortera. Claudia González Romo, Héctor Garza, Eduardo Padrón, Ricardo Jiménez y Esteban Berrones estudiaron el conocimiento local sobre las aves de la Reserva de la Biosfera El Cielo, en Tamaulipas, México. El empleo de una perspectiva etnobiológica y de inventarios fue importante en la capacitación de un grupo local campesino. El aprendizaje de nombres locales en español, en inglés y científicos son la base para la interpretación ambiental y la atención a avituristas extranjeros y funciona como un instrumento de conservación y educativo sobre las aves neotropicales migratorias. Los autores realizaron talleres etnobiológicos adaptando el método del banco de la memoria oral memory banking que consiste en documentar, reconstruir y sistematizar el conocimiento sobre las aves mediante identificación de fotografías, observación en campo, enlistados, fichas, mapeo de presencia y entrevistas con un enfoque de etno-ornitología. Encontraron que los campesinos que habitan en la Reserva El Cielo poseen un rico conocimiento sobre las aves residentes y migratorias, que les permite nombrar y clasificar 86 especies. Otro logro fue el registro de 35 nuevos ornito-nombres locales. El conocimiento ornitológico de los campesinos les permite: a) identificar a las aves mediante la observación (y en un caso por canto), b) nombrarlas en español, inglés y por nombre científico y c) participar de manera activa tanto en la interpretación ambiental como en el avistamiento de aves para su conservación y del conocimiento local. Thor Morales Vera y Enriqueta Velarde González trabajaron con personas del grupo étnico comcáac, conocido como seri en la franja costera del desierto de Sonora, México. Realizaron trabajo bibliográfico y de campo con ancianos y expertos en aves de dos comunidades comcáac (Punta Chueca y Desemboque) en diferentes años. Encontraron 150 especies de aves (divididas en 19 órdenes, 50 familias, 28 subfamilias y 112 géneros) con nombre en lengua cmiique iitom (seri), de las cuales 30 tienen uso. Son genéricos 51 nombres y 94 son específicos; 77 nombres autóctonos tienen un significado literal. Figuran 62 especies dentro de la tradición oral (cantos, historias, usos). Reportan 23 creencias, 17 fábulas, 35 cantos, 24 topónimos, 25 términos que indican relaciones ecológicas, 25 términos de la anatomía de las aves y 17 usos. La importancia de las aves en la cultura comcáac no se deriva únicamente de un interés utilitario. En épocas remotas, le daban un uso comestible a una gran cantidad de especies y las utilizaban para vestido y otros 16

19 productos; sin embargo, no han dejado de ser parte importante de la cultura y tradición oral comcáac. La información cultural reflejó un amplio conocimiento sobre hábitat, conducta, alimentación y migración de las aves. Concluyen Morales y Velarde afirmando que el saber ecológico comcáac sobre las aves es profundo, respetuoso y proporciona una plataforma indispensable para la conservación y el mejor conocimiento de la avifauna regional. De acuerdo con Mónica Martínez Mauri, en La etno-ornitología al servicio de las aves, turistas y habitantes de Guna Yala, Panamá, dos tópicos de investigación poco explorados aún por la etnografía y la biología tropical panameña son tanto la avifauna de la Comarca Kuna Yala como la forma en que la gente kuna clasifica a la naturaleza. Dada la carencia de un estudio sistemático de los sistemas indígenas de clasificación de las aves en Panamá, la autora propuso el proyecto Las aves del sector occidental de Kuna Yala: Inventario, etnotaxonomía y turismo para promover el inventario de las aves de la región y documentar el conocimiento tradicional del pueblo kuna en cuanto a su cosmología, sus formas tradicionales de supervivencia y el uso de los recursos naturales. El proyecto tiene como meta promover el ecoturismo en la región, elaborar documentos como guías y listas de verificación además de entrenar a personas locales como eco-guías. En su artículo, Martínez Mauri ilustra la labor emprendida por los antropólogos y biólogos con los pueblos indígenas para promover el turismo de observación de aves, al tiempo que examina la evolución del proyecto, sus retos y principales resultados. Nayive Pino Benítez muestra parte de la cosmovisión de los pobladores afrodescendientes de 15 comunidades en cinco municipios del Chocó, en el noroccidente de Colombia, en particular la relación hombre-fauna silvestre, principalmente los tabúes sobre la ingesta de carne de monte durante el embarazo así como los tratamientos zoo-terapéuticos de algunas enfermedades locales percibidas como frecuentes. La autora documenta el uso de 12 aves en cuatro categorías antropocéntricas de uso: ocho se emplean como mascota, cuatro en la alimentación, dos son medicinales y otras dos hacen parte de las expresiones populares. Kalliopi Stara, Rigas Tsiakiris y Lavrentis Sidiropoulos consideran que la modernización y los dramáticos cambios subsecuentes en las prácticas rurales en Europa han planteado nuevos desafíos a los paisajes y a la diversidad biocultural relacionada y toman como estudio de caso la ecología cultural de buitres y águilas en la Grecia moderna. Mediante el empleo de técnicas bibliográficas, de archivo y etnográficas, los autores han estudiado durante más de una década la conceptualización local 17

20 sobre los buitres y águilas, especies carismáticas de la Grecia montañosa. Estas emblemáticas aves funcionan como símbolos culturales en las percepciones populares, representaciones políticas, cosmologías locales y códigos morales. La relación especial de las aves carroñeras con la muerte y los cadáveres insepultos se percibe como demoníaca por los nuevos griegos ortodoxos, llevándolos a conceptualizarlas como criaturas salvajes, apartadas y siniestras. Así lo confirman las ceremonias de purificación de las partes de las aves, con el fin de ser utilizados como artefactos (por ejemplo, los huesos para hacer flautas) y acciones mágicas, cuyo objetivo es proteger el mundo humanizado de las fuerzas peligrosas y crudas de la naturaleza. Lourdes Navarijo Ornelas escribió un ensayo titulado Una perspectiva sobre el papel de las aves en las manifestaciones culturales con el objetivo doble de, por una parte, explorar dicha función en diferentes contextos y, por otra, tratar de explicar esas tendencias universales. La autora reconoce que el tema es vasto y destaca la participación de G. gallus en las expresiones culturales; también revisa los casos de las aves acuáticas y las rapaces; opina que ello constituye una muestra significativa sobre la utilización y sublimación de la que han sido objeto las aves como parte de las actividades humanas a través del tiempo. Concluye que las distintas especies de aves son parte imprescindible en nuestras vidas por: a) los beneficios utilitarios, b) satisfacer necesidades subjetivas o místicas y c) ser parte de la visión y comprensión del universo en el plano acuático, terrestre y aéreo. Con el sincero agradecimiento para la labor conjunta de las personas que coordinaron los simposios antes mencionados, las y los autores y revisores, diseñador gráfico y empresa editorial, así como con el reconocimiento tanto a la Red de Etnoecología y Patrimonio Biocultural del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (en especial al Dr. Víctor Manuel Toledo por su apoyo constante en el impulso de la ciencia para la gente) como a la Universidad Tecnológica del Chocó (Colombia), compartimos el vuelo de la lectura de los textos aquí reunidos con el convencimiento de que siempre la unión de esfuerzos es fundamental para construir escenarios de respeto no únicamente de aves y humanos, sino a todas las manifestaciones de la vida. 18 Oaxaca, México, febrero del 2014 Marco Antonio Vásquez-Dávila Edgar Alan Montaño-Contreras Clemencia Elizabeth Sánchez-Cortés

21 Uc Keb, M. y M.D. Cervera Vamos a pescar!: Los niños mayas y las aves de Yucatán, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p VAMOS A PESCAR!: LOS NIÑOS MAYAS Y LAS AVES DE YUCATÁN, MÉXICO maricarmen uc keb maría dolores cervera montejano INTRODUCCIÓN México es un país megadiverso. Se estima que alrededor del 10 % de la diversidad global se concentra en nuestro país (Ceballos, 2001; Moreno, 2001; SEMARNAT, 2005). En cuanto a riqueza de aves, ocupa el décimo primer lugar a nivel mundial, ya que alberga especies (Berlanga, 2001; Navarro y Benítez, 1995). Su importancia alimentaria, medicinal, ornamental, así como su papel en procesos biológicos como la polinización y dispersión de semillas han sido ampliamente documentados (Arizmendi et al., 1990; Cajas, 2010; Ceballos-Lascuráin et al., 2000; Chablé y Delfín, 2010; Guevara et al., 2005; Hernández-López et al., 2013; Peters y Nibbelink, 2011). La península de Yucatán es un área de importancia para la diversidad y conservación de aves, ya que se han registrado 543 especies, que representan el 51.0 % del total de especies en México, además de que se reconoce como un corredor importante para las aves migratorias. En el estado de Yucatán, se ha documentado la presencia de 83.9 % de las especies de aves presentes en la Península y 12 de ellas son endémicas (Chablé y Pasos, 2010; Lynch, 1989; MacKinnon, 2005; Paynter, 1955). Esta riqueza avifaunística genera un compromiso de conservación, basado en la investigación no únicamente desde la perspectiva del conocimiento científico sino desde la perspectiva de los sistemas de conocimiento de las diversas comunidades culturales de nuestro país. Una forma de aproximarnos al estudio de las relaciones entre las comunidades culturales y su entorno es a través del conocimiento ecológico tradicional (CET), definido como el conjunto de conocimientos, prácticas

22 y creencias, sistemáticos y detallados, que las personas construyen a través de la observación y experimentación cotidiana de y en los paisajes y recursos a los que tienen acceso y, que por tanto, usan y manejan. Se trata de un conocimiento local, holístico y portador de una cosmovisión que integra aspectos físicos y espirituales, que se transmite a través de procesos diversos de enseñanza-aprendizaje (diferente a la escolarizada) que incluyen normas, mitos, metáforas, sueños, plegarias y ceremonias. Es un conocimiento dinámico que representa la experiencia de múltiples generaciones y está sujeto a cambios continuos, razón por la cual se agrega, se integra, se gana, se desplaza y se pierde información (Berkes et al., 2000; Berkes y Turner, 2006; Dahlberg y Trygger, 2009; Silliote y Marzano, 2009). A nivel nacional como internacional, la mayoría de los estudios se han centrado en el CET de adultos sobre flora (Toledo, 1990; Toledo et al., 2001). Los pocos trabajos sobre CET de niños son recientes y también se han enfocado a la botánica, con excepción de unos cuantos sobre fauna. Estos estudios muestran que los niños preservan, pero también modifican e incluso, pierden conocimientos y prácticas de su comunidad cultural y que sus aportaciones son relevantes para generar estrategias de conservación (Ayantunde et al., 2008; Guimbo et al., 2011; Navarijo, 2002; Pizarro Neyra, 2011; Wyndham, 2010; Zarger, 2002; Zarger y Stepp, 2004). No existe ningun estudio enfocado al CET sobre aves en niños. En este trabajo presentamos resultados parciales de un estudio sobre las ideas y prácticas en torno a las aves de un grupo de niños mayas del estado de Yucatán. 1 La investigación partió de la experiencia de la primera autora quien observo niños capturando aves, al trabajar en el componente de educación ambiental de una asociación civil con sede en la comunidad de estudio y de la integración a su formación como bióloga, de tres perspectivas: 1) la antropología de la niñez y los niños, que considera que los niños son capaces de crear una cultura propia (Hirschfeld, 2002), en este caso sobre las aves, a partir de los elementos que les ofrece su 2) nicho de desarrollo o entorno inmediato (Super y Harkness, 1986), en el cual, al estar organizado culturalmente, circula un conjunto de saberes, prácticas y creencias construidas por y en su comunidad cultural, entre los que se encuentra 3) el conocimiento ecológico tradicional. LOS NIÑOS, SU COMUNIDAD Y NUESTRA APROXIMACIÓN METODOLÓGICA Realizamos el estudio en la comunidad de Xcunyá, subcomisaría del municipio de Mérida, Yucatán. Xcunyá se localiza a 15 km al norte de Mérida, ciudad capital del estado. 2 Fue una hacienda henequenera de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, como lo atestiguan sus ahora derruidas casa principal y casa de máquinas, por donde los niños 20

23 acostumbran pasear (Figura 1). En 2010, contaba con 907 habitantes (462 hombres y 445 mujeres); entre la población de 5 años y más, 35.8 % era bilingüe maya-español (INEGI, 2010). La comunidad contaba con un jardín de niños, una primaria y una telesecundaria. Las principales actividades económicas son el trabajo asalariado, la ganadería y la meliponicultura (crianza de abejas sin aguijón). Figura 1. Niños paseando alrededor de la casa principal de la exhacienda de Xcunyá. Fotografía: Maricarmen Uc Keb. Invitamos a participar en el estudio a los niños de 4, 5 y 6 de primaria, cuyas edades fluctuaban entre los 8 y 12 años (Cuadro 1). Todos se mostraron muy entusiasmados en participar y varios niños recordaban a la primera autora por su trabajo previo en la asociación civil. Utilizamos una aproximación etnográfica que consistió en invitar a los niños a organizar salidas para observar e identificar aves; la aplicación del cuestionario Los pájaros que conozco, elaborado para registrar las aves que conocían, sus ideas y prácticas, pues este tipo de instrumento ha sido utilizado ampliamente para obtener información sobre las percepciones, concepciones, actitudes y valores de los niños (Barraza, 2003; Barraza y Ceja-Adame, 2003; Borgerhoff et al., 2009; Fernández et al., 2010; Wyndham, 2010). Posterior a su aplicación, realizamos reuniones individuales y colectivas para aclarar dudas. Seleccionamos un subgrupo de seis, tres niñas y tres niños, para realizar entrevistas con ellos y con sus madres, con el objeto de profundizar en sus ideas y prácticas y la forma en que las construyen (Taylor y Bogdan, 1987). 21

24 Cuadro 1. Niños participantes por género y grado GRADO NIÑAS NIÑOS TOTAL Total La selección del subgrupo se basó en el rapport establecido, la experiencia individual en relación con las aves y la capacidad de comunicación (Jorgensen, 1989). Complementamos estas herramientas con observación participante a lo largo de todo el trabajo de campo. PESCA: DÓNDE, CUÁNDO, CÓMO Y QUÉ AVES? Entre los 49 participantes, 67.3 % atrapaban o, como ellos dicen, pescaban aves. Significativamente más niños (23) que niñas (10) lo hacían (x 2 = 4.62, p = 0.032). Únicamente cinco practicaban la cacería, pero todos distinguían la pesca de la caza: 22 Cazar es matar y pescar es atraparlos. Cazar es cuando lo matas y pescar es cuando lo pescas y se te queda. Es cuando pescas y lo vas a mantener. Niños y niñas comienzan a pescar, o intentan hacerlo, alrededor de los seis años. Pescan en el solar y en el monte aledaño a su hogar. Los niños pescan en el monte alejado del asentamiento e incursionan en caminos que conducen a otras poblaciones cercanas (Figura 2). Niños y niñas tienen la oportunidad de observar y escuchar aves cuando acompañan a sus padres al monte con el propósito de leñar (recoger leña para el fogón), recoger tierra o atender los apiarios o el ganado, Mi mamá y papá van allá al monte y voy A buscar leña y a buscar cortar las matas. Voy allá al monte, llevo comida así mi agua se me cayó una vez y comenzaron a bajar los pajaritos y a tomar mi agua. Les quise tomar una foto cuando uaa!, se van volando, se van volando. No les llegué a tomar la foto. Los niños explican que la temporada de pesca es la primavera. De acuerdo con ellos, ésta abarca de febrero a junio. Este período coincide, aproximadamente, con la época de secas y de mayor abundancia migratoria.

25 Además, la pesca debe realizarse temprano por la mañana. Los niños nos explicaron: Porque ésa es la época de los pájaros. Y ponen sus cositas así, sus botecitos de agua y van y tapitas. Porque no hay agua, ellos [los pájaros] buscan agua, cuando hay agua no vienen. A partir de las 10 ya no hay. Como a las 6 debes dejar ya tu trampa y cuando regreses ya cayó. Figura 2. Niños en camino a pescar aves. Fotografía: Maricarmen Uc Keb. Registramos 23 aves, correspondientes a 26 especies, que los niños pescan; tres son sus favoritas y suelen quedarse con ellas. Éstas son el cardenal (Cardinalis cardinalis), el azulejo (Passerina cyanea) y el siete colores (Passerina ciris). Los niños identifican a las aves por sus características morfológicas y de comportamiento. El color y el canto son las más empleadas, seguidas del tamaño, la forma del pico y de la cola y, en menor medida, el lugar en el que viven y su forma de volar (Figura 3). Los niños usan nombres específicos y genéricos para las aves. Los primeros se refieren a una sola especie biológica y son los más frecuentemente utilizados. Los segundos incluyen más de una especie que comparte alguna característica morfológica que los hace lucir similares. Por ejemplo, los niños emplean el término maya cau para designar aves de plumaje negro y tamaño mediano, que corresponden a tres especies distintas (Crotophaga sulcirostris, Dives dives y Quiscalus mexicanus). 23

26 Figura 3. Características usadas por los niños para identificar a las aves por tipo de criterio (n = 49). Para pescar aves, la mayoría de los niños usa boca-trampas que compran o que les son proporcionadas por parientes adultos que las elaboran. Se trata de jaulas de madera y alambre que cuentan con un compartimiento central y tres o cuatro laterales con tapas que se cierran cuando un ave pisa el gatillo ubicado en su interior (Figura 4). Figura 4. Izquierda: Boca-trampa. Derecha: Niño en camino a pescar con su boca-trampa. Fotografía: Maricarmen Uc Keb. 24

27 Los niños utilizan agua o alpiste como carnada y los colocan en los compartimientos laterales. También utilizan aves como carnada, que colocan en el compartimiento central (Figura 5, izquierda). Cuelgan las boca-trampas en el tronco o las ramas de árboles. Algunos utilizan ganchos o clavos para colgarlas y otros simplemente las atoran en alguna rama (Figura 5, derecha). Primero, observan y escuchan para identificar si las aves de su preferencia se encuentran en el árbol; si detectan iguanos o gatos cerca, cambian el lugar elegido para evitar que se coman el ave, Como veo que hay mucho pájaro en la mata de zapote, ahí puse mi trampa. Figura 5. Izquierda: Boca-trampa con alpiste, agua y ave como carnadas. Derecha: Niños colocando boca-trampas. Fotografía: Maricarmen Uc Keb. LAS AVES COMO MASCOTA, DE ACUERDO A LA VERSIÓN DE LOS NIÑOS Y A LA NUESTRA A las aves que utilizan como carnadas, los niños las denominan mascotas, tenerlo de adorno no te va servir para nada, solo pa adornar tu casa, en cambio [como mascota] puedes pescar más [pájaros] con ese mismo. Identificamos siete aves usadas como mascotas. Entre éstas, los niños llaman maestrines a las que mejor funcionan como carnada. Suelen ser aves adultas que han estado en cautiverio por más tiempo y tienen canto y colores llamativos. Los cardenales y los azulejos son los más apreciados como maestrines. Las aves que no reciben un nombre específico suelen ser aquellas recientemente capturadas, sin colores y canto llamativos pero que, de acuerdo con la experiencia de los niños, atraen a otras; éste 25

28 es el caso del dominico (Sporophila torqueola) y el tsilil (Tiaris olivaceus). Es común entre los niños, prestarse mascotas para salir a pescar. Además de su función como carnada, las mascotas también sirven para enseñarles a comer a otras aves: Lo saco y lo meto donde está el otro, cuando así, cuando yo me vaya ya sae comer. Los niños desarrollan una relación afectiva con las aves que pescan y mantienen en su casa. Por ello, también son sus mascotas en la acepción de animales de compañía (Figura 6). Les ponen nombres, juegan con ellas, las alimentan, las sacan a pasear, las cuidan y protegen de animales que puedan hacerles daño, las curan si se enferman y cuando mueren se afligen y algunos las entierran, Lobato, Sansón, ya se me olvidaron los demás, a uno le pusimos Lola, era un hembrita y les dices su nombre y empieza a cantar. Con mi azulejo yo jugaba, lo soltaba aquí en mi casa, abría las ventanas, salía y después regresaba, salía y luego regresaba. Yo juego con él y lo abrazo. Darle agua siempre, igual su comida favorita, el chile. Con la trampa lo sacó a pasear. Cuidarlo de los gatos. Esos [ardillas, tlacuaches] a veces matan a los pájaros por su ruido. Ellos [los pájaros] se trauman, se trauman y se mueren. Que no se moje. Daniel, cuando se murió su cardenal lo puso en una tumba. Triste porque es de la familia. Los niños tienen al menos un ave en su casa, pero en temporada de pesca el número se incrementa y pueden llegar a tener más de 20. Mantienen a las aves como mascotas (animales de compañía) entre uno y tres años o hasta que mueren. Sin embargo, en ocasiones las liberan por una de cuatro razones: el costo del alimento, pues son los niños los que tienen que sufragarlo; cuando el ave se enferma y no pueden curarla; fuera de la temporada cuando ya casi nadie o nadie pesca; cuando ya no tienen tiempo para atenderlas. 26

29 Figura 6. Niños observando a sus mascotas. Fotografía: Maricarmen Uc Keb. FUENTES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE CONOCIMIENTOS Y PRÁCTICAS Todos los niños señalaron que aprenden sobre las aves, incluyendo la pesca, de sus familiares. Entre ellos, el más mencionado fue el padre (42.8 %), a quien siguieron tíos (24.4 %) y primos (20.4 %) y, en menor proporción, abuelos y hermanos: [Mi papá] Que de los cardenales, que cuando lo pescas no lo debes agarrar, porque si lo agarras dicen que deja de cantar y queda manso. [Mi primo] no me ha platicado mucho! Como él me enseñó a cómo pescarlo, cómo sacarlo. [Mi papá] Que no me acerque, porque si te acercas se va; que no vaya a ver cada rato. Sus padres también les ayudan con la pesca, como nos comentó la madre de uno de los participantes, Ah sí! Cuando se vaya a la escuela, lleva su trampita en donde está la mata de ramón, ahí lo cuelga y me dice: Vigílalo y si cae un pájaro lo traes en la trampa, allá en la otra de los grandes!. Sí, tá bien, tá bien! Si cae el pajarito, se lo traigo, lo ayudo a pescar [se ríe]. No todos los padres, o al menos las madres, están de acuerdo en que sus hijos pesquen aves, pero respetan su decisión. De ahí que, el cuidado y alimentación de las aves que pescan son responsabilidad de los niños, 27

30 28 Si tú traes un animal es para criar, pero si tú no lo vas a criar esos pobres pajaritos, ni siquiera te acuerdas a veces de darle agua, se muere, mejor déjalo allá que ande allá volando arriba, porque tá mejor. Después de los familiares, los niños refirieron que aprenden también de amigos, de personas que no identificaron y de la primera autora (26.5 %). Mis amigos cuando iba a pescar, mis amigos me decían los nombres. Sin embargo, las salidas con los niños nos mostraron que el intercambio entre ellos es un elemento de gran importancia en la construcción de sus conocimientos y prácticas, pues frecuentemente salen a pescar en grupos. Por ejemplo, en una de las salidas, la autora principal observó cómo cuando un niño le señaló un ave y la llamó halcón, otro niño lo corrigió, No es un halcón, es un zopilote!. La siguiente vez que vieron volar un ave similar, el primer niño señaló Ahí stá el zopilote!. Los últimos lugares los ocuparon fuentes externas (20.4 %), que incluyen libros, internet, televisión y visitas a zoológicos, en las que aprenden sobre aves exóticas, es decir, aquellas que no observan directamente en su comunidad (por ejemplo, tucán y flamenco), y experiencia personal (18.3 %), es decir, cuando observan o escuchan ellos mismos. En cable veo Animal Planet y todo eso. Pero el que más me interesa mucho es el tucán y la guacamaya. Lo tengo dibujado en mi libreta. Es que un día estaba me iba a subir [a la mata de zapote] y ta allá comiendo tiki tiki tiki tiki [imita el sonido del ave], después me subí a la mata y allá taka taka taka taka, y alcancé a verlo un poquito! y era su su pelo era así rojo, su pico era como así como naranja la punta. La escuela no juega un papel importante en la construcción de sus conocimientos y prácticas. Los libros de texto de Ciencias Naturales de 4 a 6 grado no contienen temas específicos sobre las aves, aunque incluyen fotografías o dibujos de algunas como águilas, flamencos, loros, guajolotes, pingüinos emperador y de algunas extintas, como el Archaeopteryx. Las maestras de 1 y 2 no te platican de eso, ni la de 3. Los de 5 y 6 no sé si platican de eso, no sé. No obstante, los profesores saben de la pesca pues observan o escuchan a los niños y, algunos, llegan a preguntar si se venden en la comunidad,

31 Sí, a veces me dicen que les gusta. La otra vez, el maestro Gabriel me preguntó y el maestro Ramón: Dónde venden pájaros acá?. Y los llevamos Antonio los llevó a ver y ahí compraron un azulejo, el maestro. Únicamente tres niños comentaron que habían aprendido algunos aspectos sobre la morfología y comportamiento de las aves en 3 er grado: [En la escuela aprendí] Cómo es su color, su lo que tiene acá, su su pico y sus pies, sus uñas, sus plumas. Que cuando tá haciendo hueco en la mata, dice que es pa que busque comida. CONOCIMIENTO ECOLÓGICO TRADICIONAL, PESCA Y NICHO DE DESARROLLO Antes de iniciar el estudio, y aún en las primeras etapas de su realización, debido a su experiencia previa trabajando en una asociación civil con sede en Xcunyá, la primera autora consideraba que era necesario instruir a los niños para eliminar la pesca de aves, basada en reportes que señalan que esa práctica afecta de manera negativa su conservación (Meadours, 2012; Olguín, 2011; Olguín, 2010). Sin embargo, al integrar a su formación como bióloga, las perspectivas de la antropología de la niñez y los niños (Hirschfeld, 2002), el nicho de desarrollo (Super y Harkness, 1986) y el conocimiento ecológico tradicional (Berkes et al., 2000; Berkes y Turner, 2006; Dahlberg y Trygger, 2009; Silliote y Marzano, 2009), como base del estudio, y conforme fue realizando el trabajo de campo, su visión cambió. La pesca es una experiencia formativa, a partir de la cual los niños construyen su propia cultura sobre las aves y se constituyen en expertos. Sus prácticas y conocimientos son parte del conocimiento ecológico tradicional que circula en su comunidad y al cual tienen acceso mediante la observación y participación en actividades adultas, pero también mediante la transmisión horizontal. Es decir, la interacción entre pares, al salir en grupo a pescar aves. Además de este aprendizaje directo, los niños que no salen a pescar, también aprenden de manera indirecta, al observarlas en su casa o la de parientes y amigos y al escuchar las pláticas en torno a ellas. La escuela no juega un papel importante. Los libros de texto no ofrecen información específica sobre las aves; dependiendo del interés e idiosincrasia de los profesores, se abordan aspectos de sus características morfológicas y de comportamiento o en torno a la posibilidad de adquirirlas en la comunidad. Aunque la pesca es una actividad predominantemente masculina, también algunas niñas la practican. Sea 29

32 porque lo hacen o porque acceden de manera indirecta, las niñas también poseen un vasto conocimiento sobre las aves de su comunidad. No obstante, la liberación de aves enfermas cuando los niños no encuentran una manera de curarlas y la captura de un gran número de aves son prácticas no recomendables. La primera puede conducir a la transmisión o contagio de enfermedades a otras poblaciones silvestres (Guillén y Ramírez, 2004) la segunda propicia el hacinamiento y, por tanto, puede tambien a contribuir a la transmisión de enfermedades y crea un hambiente que puede ser estresante para las aves. La pesca también constituye un elemento que refuerza la responsabilidad y el respeto, elementos centrales de la teoría psicológica maya sobre desarrollo infantil y de la noción de persona (Cervera, 2007, 2008, 2014). Entre las madres entrevistadas, varias manifestaron su desacuerdo con que sus hijos pescaran aves. No obstante, respetaban su decisión y dejaban bajo su responsabilidad su cuidado. Por ello, cuando no pueden sufragar el costo del alimento o no tienen tiempo para atenderlas, los niños liberan aves. CONCLUSIONES La experiencia del estudio, del que reportamos resultados parciales, nos muestra la necesidad de ampliar la mirada en cualquier esfuerzo de conservación, sea de aves o de otras especies vegetales o animales, para incluir la racionalidad cultural que da origen y sentido a los conocimientos, práctica y creencias de las diversas comunidades culturales de nuestro país y, en general, del planeta. La noción de que la pesca de aves que realizan los niños afecta de manera negativa a su conservación debe evaluarse a la luz de su fin. Es decir, en el caso de Xcunyá, y probablemente de muchas otras comunidades mayas de Yucatán, se trata de una actividad de autoconsumo, no dirigida a su comercialización. Como actividad de autoconsumo, la pesca es un elemento estructurador de la construcción de los conocimientos sobre las aves y, en general, sobre las características y cambios en el entorno en que viven los niños. Es también una práctica a través de la cual los niños establecen una relación afectiva con las aves, es decir, éstas se constituyen en mascotas en el sentido de animales de compañía. La pérdida o prohibición de esta práctica podría impactar de manera negativa el vasto acervo de conocimientos de los niños. Al mismo tiempo, es necesario trabajar con ellos, y también con los adultos, los aspectos negativos de la práctica (número de aves mantenidas y razones de su liberación) mediante el diálogo y la negociación. Finalmente, este trabajo muestra la relevancia de estudiar los saberes y prácticas de los niños como portadores y constructores del conoci- 30

33 miento ecológico tradicional. Todo compromiso para la conservación de aves, y de cualquier especie vegetal y animal, debe incorporarlos. NOTAS 1 Ideas y prácticas sobre las aves en niños mayas de Xcunyá, Yucatán. Tesis de Maestría en Ciencias en la especialidad de Ecología Humana. Maricarmen Uc Keb. Departamento de Ecología Humana. Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, Unidad Mérida. 2 En México, es común que los municipios y su ciudad cabecera tengan el mismo nombre. En nuestro caso, Mérida hace referencia a la ciudad capital del estado y al municipio en el que se ubica así como también un conjunto de comisarías y subcomisarías. BIBLIOGRAFÍA Arizmendi, M., H. Berlanga, L. Márquez, L. Navarijo y J. Ornelas Avifauna de la región de Chamela, Jalisco. UNAM (Cuadernos del Instituto de Biología, vol. 4). México. 62 p. Ayantunde, A., M. Briejer, P. Hiernaux, H. Udo y R. Tabo Botanical knowledge and its differentiation by age, gender and ethnicity in southwestern Niger. Human Ecology 36 (6): Barraza, L La formación de conceptos ambientales: el papel de los padres en la comunidad indígena de San Juan Nuevo Parangaricutiro. Gaceta Ecológica 66: Barraza, L., y P. Ceja-Adame Los niños de la comunidad: su conocimiento ambiental y su percepción sobre naturaleza. In: A. Velásquez, A. Torres y G. Bocco (eds.). Las enseñanzas de San Juan: Investigación participativa para el manejo integral de recursos naturales. Instituto Nacional de Ecología y SEMARNAT. México. p Berkes, F., J. Coldin y C. Folke Rediscovery of traditional ecological knowledge as adaptative management. Ecological Applications 10 (5): Berkes, F., y N. Turner Knowledge, learning and the evolution of conservation practice for social-ecological system resilience. Human Ecology 34 (4): Berlanga, H La iniciativa para la conservación de las aves de América del Norte (ICAAN-NABCI). Biodiversitas 38: 1-8. Borgerhoff, M., R. Schacht, T. Caro, J. Schacht y B. Caro Knowledge and attitudes of children of the Rupununi: Implications for conservation in Guyana. Biological Conservation 142 (4): Cajas, A Las aves de los mayas prehispánicos. Asociación FLAAR Mesoamérica. [Consulta: 26-junio-2012] < FLAAR_Reports_on_Mayan_archaeology_Iconography_publications_books_articles/17_ Mayas_arte_plumario_prehispanico_aves_mitologicas_celestial_moan_buhos_lechuzas_comercio.pdf>. 31

34 Ceballos, G Especies raras, el conocimiento de la diversidad biológica y la conservación. Biodiversitas 38: Ceballos-Lascuráin, H., N. Howell, M. Ramos y S. Byron Aves comunes de México. Una guía de campo para identificar las aves comunes de México. Diana. México. 102 p. Cervera, M.D El hetsmek como expresión simbólica de la construcción de los niños mayas yucatecos como personas. Pueblos y Fronteras Digital 4: [Consulta: 28- mayo-2012] < a07n4/art_09.html>. Cervera, M.D La construcción cultural de los niños mayas de Yucatán. In: J. Lizama (coord.). Escuela y proceso cultural. Ensayos sobre la educación formal dirigida a los mayas. CIESAS. México. p Cervera, M.D Studying Yucatec Maya children through the eyes of their mothers. In: V. Pache, E. Guillermet y C.-E. de Suremain (eds.). Production politique et institutionnelle de l enfance autour du monde/politics and institutional production of childhood around the world. Les Presses Universitaires de Liège (Colec. Mondes de l enfance). Liège, Bélgica. (en prensa) Chablé, J., y H. Delfín Uso tradicional de fauna silvestre. In: R. Durán y M. Méndez (eds.). Biodiversidad y desarrollo humano en Yucatán. CICY, PPD- FMAM, CONABIO y SEDUMA. Mérida, México. p Chablé, J., y R. Pasos Aves. In: R. Durán y M. Méndez (eds.). Biodiversidad y desarrollo humano en Yucatán. CICY, PPD-FMAM, CONABIO y SEDUMA. Mérida, México. p Dahlberg, A., y S. Trygger Indigenous medicine and primary health care: the importance of lay knowledge and use of medicinal plants in rural South Africa. Human Ecology 37 (1): Fernández Tarrio, R., L. Porter-Bolland y J. Sureda N Percepciones y conocimientos ambientales de la población infantil y juvenil de una comunidad rural de Veracruz, México. Revista de Educación y Desarrollo 12: Guevara Sada, J. Laborde y R.G. Sánchez Los árboles que la selva dejó atrás. Interciencia 30 (10): Guimbo, I. D., J. Muller y M. Larwanou Ethnobotanical knowledge of men, women and children in rural Niger: a mixed-methods approach. Ethnobotany Research & Applications 9: Hernández-López, A., E. López-Alamilla, A. Rodríguez R. y V. Aquino-Bravata Diagnóstico del uso de la fauna silvestre, en el área de protección de flora y fauna Cañón del Usumacinta, Tenosique Tabasco. Ra-Ximhai. Revista de Sociedad, Cultura y Desarrollo Sustentable 9 (1): Hirschfeld, L Why don t anthropologists like children? American Anthropologist 104 (2): INEGI Censo de Población y Vivienda Principales resultados por localidad. [Consulta: 20-agosto-2011] < proyectos/bd/consulta>. 32

35 Jorgensen, D. L Participant observation. A methodology for human studies. SAGE. EUA. 133 p. Lynch, J. F Distribution of overwintering nearctic migrants in the Yucatan Peninsula, I. General patterns of ocurrence. The Condor 91 (3): MacKinnon, B Aves y reservas de la Península de Yucatán. Amigos de Sian Ka an. Cancún, México. 220 p. Meadours, S The Yucatan and Houston Student Exchange Project. Texas Birds Annual 8: Moreno, C Métodos para medir la biodiversidad. M&T-Manuales y Tesis Vol. I. CYTED-UNESCO-Sociedad Entomológica Aragonesa. Zaragoza, España. 84 p. Navarro, A., y H. Benítez El dominio del aire. Fondo de Cultura Económica. México. 211 p. Olguín, M. K La observación de aves con niños. Una herramienta de la educación ambiental con enfoque crítico. Ponencia presentada en el XI Congreso para el Estudio y Conservación de las Aves en México, Mazatlán, México. Olguín, M. K., P. Hernández, F. Quijano y G. Guerrero Talleres de observación de aves para niños, un trabajo multidisciplinario. Ponencia presentada en el X Congreso para el Estudio y Conservación de las Aves en México, Xalapa, Veracruz, México. Paynter, R The ornithogeography of the Yucatan Peninsula. Peabody Museum of Natural History-Yale University. New Haven, EUA. 347 p. Peters, V. E., y N. Nibbelink The value of fruit security for the conservation of a neotropical frugivore in human-dominated landscape. Biodiversity and Conservation 20 (9): SEMARNAT Informe de la situación del medio ambiente en México. Compendio de estadísticas ambientales. 380 p. [Descarga: 13-noviembre-2011] < app1.semarnat.gob.mx/dgeia/informe_04/>. Sillitoe, P., y M. Marzano Future of indigenous knowledge research in development. Futures 41 (1): Super, C. M., y S. Harkness The developmental niche: A conceptualization at the interface of child and culture. International Journal of Behavioral Development 9 (4): Taylor, S. J., y R. Bogdan Introducción a los métodos cualitativos de investigación. Páidos. Barcelona. 331 p. Toledo, V La perspectiva etnoecológica. Cinco reflexiones acerca de las ciencias campesinas sobre la naturaleza con especial referencia a México. Ciencias 4: Toledo, V., P. Alarcón-Chaires, P. Moguel, M. Olivo, A. Cabrera, E. Leyequien y A. Rodríguez-Aldabe El atlas etnoecológico de México y Centroamérica: fundamentos, métodos y resultados. Etnoecológica 6 (8):

36 Wyndham, F Environments of learning: Rarámuri children s plant knowledge and experience of schooling, family, and landscapes in the Sierra Tarahumara, Mexico. Human Ecology 38: Zarger, R. K Acquisition and transmission of subsistence knowledge by Q eqchi Maya in Belize. In: J. Stepp, F. Wyndham y R. K. Zarger (eds.). Ethnobiology and biocultural diversity. International Society of Ethnobiology. Athens, EUA. p Zarger, R. K., y J. Stepp Persistence of botanical knowledge among Tzeltal Maya children. Current Anthropology 45 (3):

37 Retana Guiascón, O.G., R.A. Puc Gil y L.G. Martínez Pech Uso de la fauna silvestre por comunidades mayas de Campeche, México: El caso de las aves. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p USO DE LA FAUNA SILVESTRE POR COMUNIDADES MAYAS DE CAMPECHE, MÉXICO: EL CASO DE LAS AVES oscar gustavo retana guiascón román abraham puc gil lucía guadalupe martínez pech INTRODUCCIÓN En la historia de la humanidad, la biodiversidad ha desempeñado un papel importante en el proceso evolutivo y sociocultural del hombre; las primeras sociedades homínidas de cazadores-recolectores utilizaron distintas especies vegetales y animales para generar una gran cantidad de bienes alimentarios, medicinales, mágico-religiosos, artesanales, entre otros. Actualmente, el uso de la diversidad biológica es fundamental para muchas sociedades humanas, en particular las indígenas, ya que éstas continúan satisfaciendo gran parte de sus necesidades materiales y culturales a partir del aprovechamiento directo de la flora y fauna que existe en las áreas naturales en las que han habitado por generaciones (Robinson y Redford, 1997; Retana, 2006). Bajo la perspectiva anterior, a partir del informe Ecosistemas y Bienestar del Hombre: Síntesis de Biodiversidad (Millennium Ecosystem Assessment, 2005) se establecieron las líneas estratégicas necesarias para favorecer el uso sustentable de la diversidad biológica, entre las cuales se ha ubicado a las comunidades indígenas y campesinas como actores clave, ya que además de ser el sector más vulnerable ante la degradación ecológica, poseen un conjunto de conocimientos y prácticas que se fundamentan en los principios de sustentabilidad, producto de una larga historia de interacción y conocimiento de su entorno natural. En este sentido, a nivel internacional se ha reconocido la importancia que tiene la aplicación de los saberes locales o indígenas en la conservación de los ecosistemas, así como de los bienes y servicios que nos proporcionan de manera directa o indirecta.

38 En México, la trascendencia de involucrar a las comunidades rurales en el proceso de sustentabilidad y conservación del patrimonio natural es fundamental, ya que cerca del 50 % del total de los recursos naturales que existen actualmente en el territorio mexicano se encuentran en los territorios indígenas y campesinos. Igualmente, entre 70 y 80 % de los bosques y selvas están siendo manejados por ese sector y aproximadamente 60 % de las áreas de la región sur y sureste recomendadas para su conservación corresponden a terrenos comunales (Toledo, 2001; Sarukhán et al., 2009). Por lo tanto, el desarrollo de estudios que abordan el rescate de los conocimientos indígenas se ubica como una prioridad en la agenda ambiental del nuevo milenio, ya que el conocer la multiplicidad de usos y beneficios que una especie reporta, involucra todo un sistema cognitivo ligado a su hábitat, biología y manejo múltiple (Toledo et al., 2008). Por lo cual, constituye un instrumento de análisis para la instrumentación de políticas locales y/o regionales sobre diversificación productiva y aprovechamiento sustentable de la biodiversidad. En este sentido, el objetivo del presente trabajo fue documentar el uso de las aves silvestres por indígenas mayas de comunidades del estado de Campeche, como una aportación diagnostica del conocimiento de la biodiversidad local y su importancia en la planificación de estrategias regionales de conservación y desarrollo comunitario. MÉTODO Se trabajó en las comunidades mayas Ich-Ek, Chencoh, Santa Cruz, Villa de Guadalupe, Pich, Nunkini y San Antonio Sahcabchen. El trabajo de campo se realizó de agosto de 2008 a febrero de 2011 y se empleó el método de valoración participativa (Chambers, 1994), aplicando las técnicas de talleres comunitarios, entrevistas semiestandarizadas y especialmente entrevistas estandarizadas (n = 396). La entrevista se dirigió mayormente a adultos, entre los que se ubicaron conocedores locales clave como cazadores, curanderos y el H-men, que es la persona de mayor autoridad de una comunidad maya, ya que además de ser el curandero es el único que puede conducir los actos ceremoniales para la buena cosecha y lluvias. En este trabajo, se utiliza el término mítico para referirse al uso simbólico o material de un animal o parte de éste en aspectos de tipo moral, sagrado o etiológico para explicar el bien o el mal, el origen de algo o algún fenómeno natural y que al considerarse verdaderos influyen en la vida de los individuos y la comunidad. Asimismo, bajo esta 36

39 categoría se incluyen los aspectos de tipo ceremonial en lo que se suelen usar aves en una fecha especial bajo ciertas normas para solicitar una bondad o fortuna individual o colectiva RESULTADOS Y DISCUSIÓN Conforme a la información obtenida en las siete comunidades mayas estudiadas, se obtuvo el registro de 47 especies de aves con valor de uso, las cuales pertenecen taxonómicamente a 14 órdenes, 23 familias y 41 géneros (Cuadro 1). Los órdenes mejor representados son: Passeriformes con nueve especies, Columbiformes con seis especies, Galliformes con seis especies, Piciformes con cinco especies, así como Psittaciformes y Strigiformes con cuatro especies cada uno (Figura 1). Cuadro 1. Aves aprovechadas en comunidades mayas campechanas. ORDEN Familia Especie TINAMIFORMES Tinamidae NOMBRE COMÚN NOMBRE MAYA USO* Crypturellus soui Perdiz mancolona - Al Crypturellus cinnamomeus Perdiz Noon Al-Ma ANSERIFORMES Anatidae Dendrocygna autumnalis Pijiji aliblanco Pijiji Al-Ma Cairina moschata Pato real Bóx pato Al GALLIFORMES Cracidae Ortalis vetula Chacalaca Baach Al-Ma Penelope purpurascens Cojolita Cox Al Crax rubra Faisán J-Káa buul Al-Ma, Or Odonthophoroidae Colinus nigrogularis Codorniz yucateca Beech Al-Ma Dactylortyx thoracicus Codorniz Bach Al-Ma Phasianidae Meleagris ocellata Pavo de monte Kuuts Al-Ma-Co- Or, He 37

40 ACCIPITRIFORMES Cathartidae Coragyps atratus Zopilote J-Ch oon Me-Mi Accipitridae Buteo nitidus Aguililla gris Yoksadz Me GRUIFORMES Rallidae Aramides cajanea Polla de agua X Béch jáh Al COLUMBIFORMES Columbidae Patagioeneas speciosa Paloma pinta Úukún Al-Me, Ma Patagioeneas flavirostris Paloma morada Chukibaas Al-Me, Ma Zenaida asiatica Paloma alablanca Sák pakál Al-Me, Ma Columbina passerina Tortolita Mukúy Al Columbina talpacoti Tortolita Mukúy Al-Mi Leptotila verreauxi Paloma arrollera Tsuutsúy Al-Ma CUCULIFORMES Cuculidae Geococcyx velox Correcaminos X -K únk umí Al Crotophaga sulcirostris Garrapatero Chik Bul Me STRIGIFORMES Tytonidae Tyto alba Lechuza J-X ooch Me-Mi Strigidae Bubo virginianus Búho Kulté Mi Glaucidium brasilianum Lechuza enana X nuk Mi Ciccaba virgata Búho café Tunkuruchu Mi CAPRIMULGIFORMES Caprimulgidae Nyctidromus albicollis Tapacamino Púhjúy Mi Nyctiphrynus yucatanicus Tapacamino yucateco Chac Púhjúy Mi APODIFORMES Trochilidae Amazilia yucatanensis Colibrí X -ts unúhún Mi 38

41 PICIFORMES Ramphastidae Ramphastos sulfuratus Tucán - Al-Ma, Mi-He Picidae Melanerpes pygmaeus Carpintero yucateco J-Ch ujún Al-Ma, Mi Melanerpes aurifrons Carpintero frentidorado J-Ch ujún Me Picoides scalaris Carpintero listado Chan ch ujún Ma Dryocopus lineatus Carpintero listado Colonté Al FALCONIFORMES Falconidae Herpetotheres cachinnans Halcón guaco Kos Me PSITTACIFORMES Psittacidae Aratinga nana Perico pechisucio X -k ilíh Ma-Co Amazona albifrons Loro frentiblanco X -t uut Al-Ma, Co Amazona xantholora Loro yucateco X -éek x ikín Al-Me, Ma- Or Amazona autumnalis Cocha X -t uut Ma PASSERIFORMES Tyrannidae Pyrocephalus rubinus Mosquero cardenal - Ma Corvidae Cyanocorax yucatanicus Chara yucateca Ch eel Al Hirundinidae Hirundo sp. Golondrina Kutzam Me Cardinalidae Cardenalis cardenalis Cardenal Chac Tzitzib Ma-Mi Passerina cyanea Azulejo Ch ojóoh Ma Icteridae Dives dives Tardo cantor Pich Al Quiscalus mexicanus Zanate J-K áháw Me Molothrus aeneus Vaquero ojirojo Dziu Me Icterus gularis Calandria X -Yuuyá Mi *Al = Alimento, Co = Comercio, He = Herramienta, Me = Medicinal, Ma = Mascota, Mi = Mítico, Or = Ornamental 39

42 FAMILIAS GENEROS ESPECIES Figura 1. Número de familias, géneros y especies de aves por orden taxonómico aprovechadas en las comunidades mayas de Campeche, México. Las 47 especies de aves registradas se aprovechan bajo siete categorías de uso: 1) alimento (53 %), 2) mascota (40 %), 3) medicinal (28 %), 4) mítico (28 %), 5) comercio (6 %), 6) ornamental (6 %) y 7) herramienta (4 %) (Figura 2). El pavo ocelado (M. ocellata) es una de las aves con mayor importancia de uso, ya que aparte de tener una alta importancia alimentaria se aprovecha bajo otras cuatro categorías de uso: mascota, comercio, ornamental y herramienta. Asimismo destacan el loro yucateco (A. xantholora) y el tucán (R. sulfuratus), ya que son especies utilizadas en cuatro categorías de uso cada una. No. ESPECIES VALOR PORCENTUAL Alimento Mascota Medicinal Mitico Comercio Ornamental Herramienta CATEGORIAS DE USO Figura 2. Especies de aves utilizadas por categoría de uso. 40

43 CATEGORÍA DE USO ALIMENTO En esta categoría se aprovechan 25 especies de nueve órdenes, 13 familias y 21 géneros, siendo las familias Tinamidae (Tinamiformes), Anatidae (Anseriformes), Phasianidae (Galliformes) y Columbidae (Columbiformes) las más utilizadas, ya que los pobladores tienen cierta preferencia por el pijiji aliblanco (D. autumnalis), la perdiz (C. soui), la chachalaca (O. vetula), el faisán (C. rubra), la cojolita (P. purpurascens), el pavo de monte (M. ocellata) y las palomas (Z. asiatica, P. flavirostris, P. speciosa y L. verreauxi) silvestres (Figura 3). Esto demuestra que gran parte de la dieta de los pobladores aún se sustenta en el consumo de carne de monte, lo que permite a las familias de las comunidades complementar la demanda de proteína animal. Algunos autores reportan que después de los mamíferos, las aves son el grupo con más especies utilizadas con fines alimenticios, esto concuerda con los patrones de uso de animales silvestres en México y América Latina (Pérez-Gil et al., 1995; Robinson y Redford, 1997; Montiel et al., 1999; Vélez, 2004; León, 2006 y Racero et al., 2008). CATEGORÍA DE USO MASCOTA La captura de aves silvestres para mantenerlas como animales de compañía ha sido una actividad practicada en México desde tiempos prehispánicos. En este sentido, la captura de aves para uso como mascotas es frecuente en las comunidades, en esta categoría se registraron un total de 19 especies, siendo su motivación principal la adquisición de algunas especies de loros (A. albifrons), palomas (Z. asiatica, L. verreauxi) y el tucán (R. sulfuratus), los cuales son extraídos del nido siendo polluelos y son alimentados por lo niños y las mujeres. Asimismo, se registró la captura de algunas aves canoras como el azulejo y el cardenal, a través de trampas rústicas hechas de madera y alambre. El motivo primordial del uso de estas especies se debe principalmente a los brillantes colores de sus plumajes, melodiosos y variados cantos, así como por su docilidad y por ser buenos animales de compañía. En este contexto, en Mesoamérica, se ha registrado un gran número de especies de aves utilizadas como mascota, esto se debe a que de México hasta la cuenca del Amazonas se localiza el área con mayor diversidad de especies de aves de todo el mundo (Robinson y Redford, 1997; Bodmer y Pezo, 1999; Noss et al., 2003; Vélez, 2004; Racero, 2008). El uso de aves como mascotas es frecuente en las comunidades mayas como una forma de mantener su relación y pertenencia con la naturaleza, en esta categoría destaca el uso como aves de compañía de cuatro especies de loros como el frentiblanco (A. albifrons) y cuatro de palomas como la alablanca (Z. asiatica). 41

44 CATEGORÍA DE USO MEDICINAL Dado que el proceso salud-enfermedad es una preocupación básica a nivel local que se da dentro de las comunidades de estudio, hace que la presencia de 13 especies de aves se aprovechen para fines medicinales, de éstas se usan cinco partes o productos (carne, animal entero, plumas, excremento y sangre) para aliviar tanto padecimientos de origen natural; por ejemplo: el uso de la sangre del carpintero (M. aurifrons) y la carne del garrapatero (C. sulcirostris) para el tratamiento del asma, la carne del aguililla gris (B. nitidus) se usa para el tratamiento de las reumas, la carne de una especie de loro (A. xantholora) para aliviar los dolores de cabeza, las plumas del zopilote negro (C. atratus) se utilizan para secar el ombligo de los bebés recién nacidos y la golondrina (Hirundo sp.) se utiliza para tratar los tumores del sobaco. Asimismo, existen de igual forma el uso de especies de aves para tratar aquellos padecimientos de origen cultural, en este caso se utiliza el excremento de las palomas (P. flavirostris y Z. asiatica) para aliviar el pujido de los bebés (cuando el bebé está estreñido) y las plumas del halcón guaco (H. cachinnans) son usadas para curar el espanto. Es importante mencionar que el uso de estas partes o productos se puede dar de diferente formas, ya sea través del cocimiento de la carne, la ingesta de la sangre del animal recién sacrificado o en su caso a través de la quema de las plumas o el excremento. En este sentido, el registro de las especies de aves reportadas para uso medicinal, en particular las utilizadas para tratar enfermedades de índole natural, comparten su aplicación medicinal de acuerdo a lo reportado para otras comunidades mayas de la península de Yucatán (Montiel et al., 1999; León, 2006; Segovia, 2010). Por lo cual, podemos asumir que el uso actual de una especie animal para curar una enfermedad de tipo natural atiende a su efectividad médica, es decir, produce realmente efectos curativos en la persona tratada. CATEGORÍA DE USO MÍTICO Las aves y sus derivados se han utilizado con fines mágico-religiosos desde hace muchos años en México, lo cual es una evidencia de la constante interacción entre los habitantes locales y su entorno natural, que se deriva de la enorme riqueza cultural y social. En la actualidad, los pobladores de las comunidades en estudio hacen uso de 13 especies de aves con fines míticos o mágico-religiosos; por ejemplo: el colibrí (Amazilia yucatanensis) se utiliza a través de un brebaje para atraer a la mujer deseada y en el caso contrario el tapacaminos (N. albicollis) para atraer al hombre. Otro claro ejemplo es el uso de tres especies de Strigiformes: 42

45 la lechuza (T. alba), el búho café (C. virgata) y la lechuza enana (G. brasilianum), las cuales son vistas como aves de mal agüero, ya que el canto de estas aves son de mal augurio y en ocasiones anuncian la muerte de algún integrante de la familia. Es relevante mencionar que estas prácticas forman parte de su sistema de creencias y costumbres, que se han estructurado como parte del proceso de interacción sociedad/naturaleza. CATEGORÍAS DE USO COMERCIAL, ORNAMENTAL Y HERRAMIENTA El comercio de fauna silvestre y sus productos no es una actividad usual, las formas de venta utilizadas con mayor frecuencia son como animal vivo en donde destacan el uso de loros que se comercializan como mascotas y la venta ocasional de carne, particularmente del pavo de monte, la cual tiene un precio de 50 pesos el kilo. Es importante mencionar que esta práctica es a nivel intracomunitario y representa un complemento para la economía familiar. La extracción desmedida de algunas especies, principalmente para su comercialización, ha provocado que algunos pobladores de las comunidades se salgan de sus patrones de usos tradicionales ocasionando una fuerte presión en aquellas especies que les proporcionan los mayores ingresos monetarios por su comercialización siendo en este caso los psitácidos, debido a que son las especies más comercializadas (Figura 3). De acuerdo con Bodmer y Pezo (1999) y Montiel et al. (1999), la fauna silvestre, en este caso las aves, puede constituir un recurso importante en la economía regional, ya sea como fuente alimentaria o para venta local. En la categoría ornamental se registró el uso de tres especies de aves (el pavo de monte, M. ocellata; el faisán, C. rubra; y el loro yucateco, A. xantholora), de las dos primeras se aprovechan las plumas para elaborar abanicos que son usados para decorar las paredes de las casas o en su caso para adornar las diademas de las niñas. Como herramienta se registró el uso de las plumas del pavo de monte (M. ocellata) para elaborar plumeros que son utilizados para sacudir el polvo. CONCLUSIONES Se establece que el conocimiento que poseen actualmente los mayas de las comunidades estudiadas en torno al uso de las aves es detallado y abundante. De acuerdo con Toledo et al. (2008), el registro de numerosas especies es una medida diagnóstica del conocimiento que se tiene del entorno natural y forma parte de las estrategia de uso múltiple y manejo diversificado de la biodiversidad local. Estrategia que les ha permitido 43

46 a b c Figura 3. Especies de aves aprovechadas entre las comunidades mayas campechanas: a) Faisán (C. rubra) utilizada para alimento; b) palomas moradas (P. flavirostris) empleadas como mascotas; c) y d) polluelo y adulto de loro frentiblanco (A. albifrons), criados para su uso comercial y como mascota (Fotografías: Román Puc, 2009) d a los mayas campechanos actuales satisfacer gran parte de sus requerimientos básicos de alimentación, medicinas y aspectos mágico-religiosos. El conocimiento que las comunidades mayas campechanas poseen hoy día en torno a las aves y a la fauna silvestre, en general, forma parte de un sistema cognitivo comunal producto de una larga interacción con su entorno natural que les ha permitido no únicamente subsistir, sino mantener su cultura e identidad como grupo étnico. Por lo tanto, es fundamental no solamente respetar los saberes que las comunidades indígenas poseen, sino darles su justo valor y reconocimiento en el proceso de construcción de alternativas que busquen compatibilizar el uso sustentable de la biodiversidad y el desarrollo comunitario en nuestro país, pues únicamente así podremos hablar de una efectiva conservación de nuestro patrimonio natural y cultural. 44

47 BIBLIOGRAFÍA Bodmer, R. y E. Pezo Análisis económico de la venta de carne de monte y exportación de pieles en Loreto-Perú. In: T. Fang, O. Montenegro y R. Bodmer (eds.). Manejo y conservación de la fauna silvestre en América Latina. La Paz, Bolivia. p Chambers, R The origins and practice of participatory rural apprasial. World Development 22 (7): León Martínez, P. N Aprovechamiento de la fauna silvestre en una comunidad aledaña a la Reserva de la Biósfera Los Petenes, Campeche, México. Tesis de Maestría. CINVESTAV (Unidad Mérida)-IPN. 108 p. Millennium Ecosystem Assessment Ecosystems and Human Well-Being: Biodiversity Synthesis. World Resources Institute. Washington. 86 p. Montiel, S., L. Arias y F. Dickinson La cacería tradicional en el norte de Yucatán: una práctica comunitaria. Revista de Geografía Agrícola 29: Noss, A., J. Guerrero, R. Cuéllar y Z. Barahona El uso comercial de recursos naturales mediante el manejo comunitario: La experiencia del pueblo Izoceño en Bolivia. In: C. Campos y A. Ulloa (eds.). Fauna socializada. Tendencias en el manejo participativo de la fauna en América Latina. Bogotá, Colombia. p Pérez-Gil, R., F. Jaramillo, A. Muñiz y M. Torres Importancia económica de los vertebrados silvestres. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México. 170 p. Racero, J., C. Vidal, O. Ruiz y J. Ballesteros Percepción y patrones de uso de la fauna silvestre por las comunidades indígenas Embera-Katíos en la cuenca del río San Jorge, zona amortiguadora del PNN-Paramillo. Revista de Estudios Sociales 31: Retana, O Fauna silvestre de México. Aspectos históricos de su gestión y conservación. Ciencia y Tecnología. Fondo de Cultura Económica. México. 211 p. Robinson, J., y K. H. Redford Uso y conservación de la vida silvestre neotropical. Fondo de Cultura Económica. México. 612 p. Sarukhán, J., P. Koleff, J. Carabias, J. Soberón, R. Dirzo, J. Llorente-Bousquets, G. Halffter. R. González, I. March, A. Mohar, S. Anta y J. De la Maza Capital natural de México. Síntesis: conocimiento actual, evaluación y perspectivas de sustentabilidad. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México. 100 p. Segovia, A., J. Chablé, H. Delfín, J. Sosa y S. Hernández-Betancourt Aprovechamiento de la fauna silvestre por comunidades mayas. In: Biodiversidad y desarrollo humano en Yucatán. Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán. México. p Toledo, V Indigenous Peoples and Biodiversity. In: S. A. Levin (ed.). Encyclopedia of biodiversity. Academic Press. San Diego, EUA. p

48 Toledo, V. M, N. Barrera, E. García y P. Alarcón Uso múltiple y biodiversidad entre los mayas yucatecos (México). Interciencia 33 (5): Vélez, D Diagnóstico del uso de la fauna silvestre en las veredas Mundo Nuevo, El Manzano y La Jangada en la reserva forestal protectora de los ríos Blanco y Negro en el municipio de La Calera (Cundinamarca, Colombia). In: Memorias del VI Congreso Internacional sobre Manejo de Fauna Silvestre en la Amazonia y Latinoamérica. Universidad Nacional de la Amazonía Peruana-Durrell Institute of Conservation and Ecology-University of Kent at Canterbury-Wildlife Conservation Society. Iquitos-Perú. 46

49 Parcero Vázquez, W. A. y J.L. Trejo Pérez Aprovechamiento de psitácidos en cautiverio en la villa Luis Gil Pérez, Centro, Tabasco, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p APROVECHAMIENTO DE PSITÁCIDOS EN CAUTIVERIO EN LA VILLA LUIS GIL PÉREZ, CENTRO, TABASCO, MÉXICO wendy a. parcero vázquez juana lourdes trejo pérez INTRODUCCIÓN La riqueza biológica de México ha propiciado que el uso y comercio de la vida silvestre sea una actividad cotidiana desde tiempos remotos. Esta acción continúa, teniendo las especies silvestres un valor que va desde fines puramente prácticos, hasta expresiones culturales, prácticas religiosas y tradiciones varias (Reuter y Mosig, 2010). México es, sin duda, un país activo en el comercio de especies silvestres, actuando tanto como proveedor, consumidor y como zona de tránsito. Sin embargo, no todas las actividades en materia de vida silvestre que se dan o involucran al país son legales (idem). La fauna silvestre como recurso ha tenido un papel relevante en la cultura y en la economía de los pueblos mexicanos, de acuerdo a los usos y valores asignados con los siguientes factores: transcurso del tiempo, de acuerdo al lugar, según el grupo étnico que lo utilice y según las modas cambiantes de la sociedad. Una clasificación mundial de los valores asignados a la fauna silvestre reconoce las siguientes categorías: comercial, recreativo, ético, estético y científico (Cfr. Reuter y Mosing, 2010). El primer valor es el impuesto a aquellas especies de las que se obtienen algunos productos como la piel y otros derivados, o bien a aquellas que se aprovechan para su carne o pueden ser domesticadas para una mayor producción; el valor recreativo se refiere principalmente a aquellas especies que son susceptibles a caza o pesca e incluso a las que se consideran de ornato; los valores éticos y estéticos se aplican a las especies que se encuentran en los parques y las reservas naturales y que son consideradas representativas de los hábitats en que existen (Contreras et al., 2001).

50 La fauna silvestre ha sido utilizada de diferentes formas y maneras, una de las actividades de aprovechamiento es la cacería en sus diversas modalidades o tipos: la cacería de subsistencia, que sirve para alimentarse y vestirse, la deportiva o cinegética, la que se practica con fines comerciales, la que se utiliza como control de plagas o bien la cacería ritual realizada en algunos pueblos asociada a creencias populares (idem). La captura de aves silvestres para mantenerlas como animales de compañía o con fines ornamentales ha sido una actividad efectuada en México desde tiempos prehispánicos. Los variados y melodiosos cantos de las aves, así como los brillantes colores de sus plumajes, resultan atractivos para el ser humano, por lo que se les ha considerado un bien de consumo en los mercados nacional e internacional. Por ello, en México se extraen cada año miles de individuos de aves silvestres de sus hábitats naturales para satisfacer estos mercados en crecimiento (Cfr. López y Elías, 2009). Para regular estas capturas, el gobierno mexicano ha aplicado desde la década de 1960, diferentes medidas y estrategias encaminadas a lograr un aprovechamiento sostenible de los recursos naturales que prevenga daños permanentes en sus poblaciones y posibilite su uso continuo. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados aún existe el comercio ilegal de aves en algunos estados del país. Este mercado ilícito se deriva de una serie de factores que van desde la falta de alternativas económicas para la población que vive de la captura de aves, hasta la falta de personal y de recursos para evaluar periódicamente sus poblaciones, revisar solicitudes y emitir permisos de captura (idem). El aprovechamiento de las aves canoras y de ornato proporciona empleo aproximadamente a familias mexicanas (Contreras et al., 2001). Este aprovechamiento únicamente se permite en 26 estados, aunque el transporte y la venta abarcan toda la república, de acuerdo con lo estipulado por el Calendario para la captura, transporte y aprovechamiento de aves canoras y de ornato. De esta manera, se permite la captura de cierta cantidad de aves de ornato y se prohíbe el aprovechamiento de las mencionadas en la NOM-059-SEMARNAT 2010 (SEMARNAT, 2010). Aunque existe una regulación para el comercio de aves canoras y de ornato, aún se continúa con el tráfico ilegal de las especies, por los que se está tratando de controlar a través de adecuaciones administrativas y mecanismos de regulación (CONABIO 1998). En este contexto, el objetivo de la presente investigación fue: Describir el manejo de las especies de la familia Psittacidae en condiciones de cautiverio en la Villa Luis Gil Pérez, municipio del Centro, Tabasco, México. 48

51 MÉTODO La Villa Luis Gil Pérez es una población perteneciente al municipio Centro del estado mexicano de Tabasco, se localiza a 20 msnm; según el censo del 2010 en ella habitan 598 personas (INEGI, 2011). Se aplicaron 60 encuestas principalmente a mujeres (Figura 1) sobre aspectos relacionados con el manejo de psitácidos en cautiverio, desde polluelos a juveniles, así como los precios en que son adquiridos. Además del uso de una cámara fotográfica, se utilizaron guías de campo para la identificación de las especies (Peterson y Chalif, 1989). Figura 1. Trabajo de campo en la Villa Luis Gil Pérez, Tabasco RESULTADOS Y DISCUSIÓN En este trabajo registramos 52 individuos de cuatro especies de la familia Psittacidae: Amazona autumnalis (n = 28), Amazona albifrons (n = 19), Aratinga nana (n = 3) y Amazona farinosa (n = 2) mantenidos en cautiverio (Figura 2). De las personas que respondieron la encuesta, 53 % cría aves en cautiverio. Aunque la mayoría manifestó que el uso principal de estas aves es como ornato (96 %) y que en mínima proporción se comercializan, la forma de obtención es principalmente por compra, seguida por regalo y, en menor proporción, directamente del nido (véase cuadro 1). 49

52 a b c Figura 2. Especies de psitácidos en cautiverio en Villa Luis Gil Pérez, Tabasco: a) Amazona autumnalis, b) A. albifrons, c) A. farinosa y d) Aratinga nana. d Cuadro 1. Formas de obtención de psitácidos en la Villa Luis Gil Pérez, Tabasco, 2011 ETAPA COMPRA (PRECIO) * REGALO DIRECTAMENTE DEL NIDO Polluelo 12 ($ ) 2 1 Adulto 8 ($ ) 9 2 *Precio en pesos mexicanos (13 pesos = 1 dólar americano) La alimentación y cuidados que se les proporcionan a las aves difieren dependiendo de la etapa de crecimiento, como se muestra en el Cuadro 2. La gripa y la varicela o buba son las dos enfermedades en los psitácidos más frecuentemente mencionadas. En el primer caso, el tratamiento consiste en el empleo de alguno de los siguientes medicamentos comerciales: Foxaclor al 10 %, Enrox al 10 %, Enrofloxacina 10 % o Ambroxol. 50

53 Las condiciones para criar aves en cautiverio no son adecuadas, lo que se refleja en: estrés, color del plumaje atípico, adelgazamiento y presencia de enfermedades. Cuadro 2. Alimentación y cuidados que se les proporcionan a las aves en cautiverio ETAPA Polluelos Jóvenes y adultos ALIMENTACIÓN Atol tibio (masa de maíz) Semillas, frutos, comida casera, otros PORCIÓN CUIDADOS DIARIA 3 a 4 veces xse alimenta a cucharadas xduermen envueltos en trapos de algodón, dentro de cajas de cartón xson bañados tres veces al día 3 veces xen jaulas xlimpieza diaria xrecorte de alas xcuidado contra depredadores cercanos xbaño mensual xatención de enfermedades xestar pendiente de la alimentación (agua y comida) CONCLUSIONES Los resultados obtenidos muestran que el tipo de manejo que la localidad les proporciona a estas aves, es similar en todos los encuestados, aunque se pudo observar que las condiciones en que se mantienen en cautiverio no son las adecuadas para este tipo de especies. BIBLIOGRAFÍA Contreras Balderas, A. J., J. A. García Salas, A. Guzmán Velasco y J. I. González Rojas Aprovechamiento de las aves cinegéticas, de ornato y canoras de Nuevo León, México. Ciencia UANL 4 (4): INEGI Censo Nacional de Población y Vivienda < mx/sistemas/consulta_resultados/iter2010.aspx?c=27329&s=est>. 51

54 López Medellín, X., y E. E. Íñigo Elías La captura de aves silvestres en México: Una tradición milenaria y las estrategias para regularla. CONABIO. Biodiversitas 83: Peterson, R. T., y E. L. Chalif Aves de México, guía de campo. Diana. México. 473 p. Reuter, A., y P. Mosig Comercio y aprovechamiento de especies silvestres en México: observaciones sobre la gestión, tendencias y retos relacionados. Traffic: The wildlife trade monitoring network. México. 80 p. SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT Diario Oficial de la Federación, jueves 30 de diciembre. 78 p. 52

55 Frías Ovando, L.M. y M.A. Magaña Alejandro Uso tradicional del zopilote negro (Coragyps atratus) en dos rancherias de Nacajuca, Tabasco, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p USO TRADICIONAL DEL ZOPILOTE NEGRO (Coragyps atratus) EN DOS RANCHERÍAS DE NACAJUCA, TABASCO, MÉXICO luis miguel frías ovando miguel alberto magaña alejandro INTRODUCCIÓN En los estados del sur y sureste de la República Mexicana, como Tabasco, existe una gran diversidad tanto biológica como cultural, lo que se refleja en un mayor conocimiento y uso de los recursos naturales (Pérez Sánchez, 2007). Uno de los grupos zoológicos importantes para la subsistencia humana, manejado a lo largo de los tiempos, es el de las aves (Aranda et al., 1999). El zopilote negro (Coragyps atratus) es un ave diurna migratoria de la familia Cathartidae de presencia conspicua en áreas abiertas y orillas de ríos en el estado de Tabasco (Figura 1). Se trata de un ave gregaria y oportunista. Se le observa volar sobre los pueblos en las áreas de cultivos y ranchos, habita en áreas abiertas, orillas de ríos y basureros (Iñigo-Elías, 1999). Figura 1. Coragyps atratus (Cathartidae) en Tabasco, México 53

56 Su alimentación consiste en carroña de animales silvestres y domésticos, juega un papel importante como limpiador y regulador en los ecosistemas. Los miembros de las parvadas se empujan y pelean junto a cadáveres de mamíferos (desde los ratones a los bovinos) que son elemento común en la dieta. La NOM-059-SEMARNAT-2010 no la considera con algún grado de amenaza (SEMARNAT, 2010). Conocido localmente como chombo, la tradición oral le atribuye un valor etnozoológico como medicinal, ornato, entre otros. Dada su abundancia en las Rancherías Jiménez y El Guácimo del municipio de Nacajuca, Tabasco, este trabajo se realizó con la finalidad de comprender la relación del ser humano con una ave en particular el zopilote negro, buscando contribuir a la concientización de las personas, para que aprecie el papel de Coragyps atratus en la naturaleza y sus usos y tradiciones culturales en estas dos localidades. MÉTODO El trabajo de campo se realizó entre marzo y mayo del 2011, consistió en la aplicación de 30 entrevistas a conocedores locales (hombres y mujeres), 17 entrevistas en la Ranchería Jiménez y 13 en la Ranchería El Guácimo; acerca del uso tradicional del zopilote negro (Figuras 2 y 3). Figura 2. Aplicación de entrevistas en Nacajuca, Tabasco RESULTADOS Y DISCUSIÓN El empleo tradicional del zopilote negro (Figura 4) en las Rancherías Jiménez y El Guácimo del municipio de Nacajuca, se detalla a continuación. 54

57 Figura 3. Conocedores locales que aportaron la información sobre zopilote negro en Nacajuca, Tabasco Figura 4. Empleo tradicional de Coragyps atratus en dos localidades de Nacajuca, Tabasco Las personas entrevistadas de la Ranchería Jiménez mencionaron al menos tres categorías antropocéntricas de uso para el ave estudiada: como limpiador de ecosistemas, como medicina y ritual. En el primer caso, 10 personas lo relacionan con la actividad pecuaria, ya que el chombo ayuda al consumir animales muertos. En cuanto a la medicina tradicional, tres personas indicaron que las patas y los ojos, cocidos y envueltos en hojas de plátano, apaciguan las migrañas intensas, mientras que los huesos, preparados en consomé con manteca de cerdo, sirven para aliviar las reumas (Véase la Figura 5). 55

58 Uso medicinal Partes usadas Patas y ojos Huesos Modo de preparar Cocidos y envueltos en hojas de plátano Consomé con manteca de cerdo Migrañas Enfermedades y malestares Reumas Figura 5. Uso medicinal del zopilote negro en la Ranchería Jiménez, Nacajuca, Tabasco Empleo en rituales de brujería Partes usadas Sangre Plumas Todo (vivo) Como remedios y pócimas Limpias, ornamento Símbolo maligno, sacrificio Figura 6. Empleo ritual de Coragyps atratus en Jiménez, Nacajuca, Tabasco 56

59 Cuatro personas opinaron que el zopilote negro interviene en actividades rituales relacionadas con la brujería: la sangre se emplea en la elaboración de remedios y pócimas, las plumas sirven para limpias y como ornamento, mientras que el ave viva representa un símbolo maligno que en ocasiones se sacrifica (Figura 6). Para la localidad de El Guácimo se registró que el chombo es un limpiador de ecosistemas porque consume los desperdicios del ganado (adulto y becerros), caballos y/o perros muertos. En cuanto al uso medicinal, los pobladores de esta ranchería afirman que los huesos y el pico del zopilote negro sirven para aliviar reumas y fiebres fuertes, mientras que el hígado es empleado como un remedio para combatir el asma. Relacionado con actividades rituales de brujería, dos personas mencionaron que anteriormente se usaban plumas como ornamento, la cabeza y patas como amuletos, incluso disecado para ahuyentar a los malos espíritus (Figura 7). Empleo en rituales de brujería Partes usadas Plumas Cabeza y patas Disecado todo Ornamento Amuletos Para ahuyentar a los malos espíritus Figura 7. Empleo ritual de Coragyps atratus en El Guácimo, Nacajuca, Tabasco El zopilote negro es considerado por la mayoría de los miembros de la sociedad occidental (urbana) como un animal repugnante, por su apariencia física, su olor u otros rasgos, debido a que desconocen su función ambiental. Es necesario realizar la divulgación de las investigaciones sobre la importancia ecológica y cultural de esta ave y su potencial como un recurso natural. 57

60 CONCLUSIONES Los usos tradicionales que los pobladores de las Rancherías Jiménez y El Guácimo del municipio de Nacajuca, Tabasco, hacen del zopilote negro son tres: como limpiador de ecosistemas, en rituales y medicinal. BIBLIOGRAFÍA Aranda, M., M. Gual-Díaz, O. Monroy-Vilchis, L. Silva y A. Velázquez Aspectos etnoecológicos: aprovechamiento de la flora y fauna silvestres en el sur de la Cuenca de México. In: A. Velázquez y F. Romero (comps.). Biodiversidad de la región de montaña del sur de la Cuenca de México. UAM-Secretaría del Medio Ambiente. México. p Iñigo-Elías, E. E Los buitres mexicanos. Biodiversitas 22: 1-8. Pérez Sánchez, J. M El manejo de los recursos naturales bajo el modelo agrícola de camellones chontales en Tabasco. Iberóforum. Revista de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana 2 (4): 1-9. SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT Diario Oficial de la Federación, jueves 30 de diciembre. 78 p. 58

61 Escalante Vargas, M. y J.L. Trejo Pérez Aves silvestres criadas en cautiverio en Huapacal Segunda Sección, Jalpa de Méndez, Tabasco, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p AVES SILVESTRES CRIADAS EN CAUTIVERIO EN HUAPACAL SEGUNDA SECCIÓN, JALPA DE MÉNDEZ, TABASCO, MÉXICO melquicedec escalante vargas juana lourdes trejo pérez Introducción El aprovechamiento de la fauna silvestre es una actividad de vital importancia en todo el mundo, ya que aporta entre 60 y 70 % de la proteína animal consumida por las comunidades rurales e indígenas. En relación con lo anterior, la Etnozoología constituye una disciplina que reúne información referente al conocimiento que las personas tienen respecto a la fauna con la cual conviven y busca definir, además, el conocimiento que dicho grupo humano puede tener de los animales, así como los vínculos que existen entre ambos elementos (Guerra-Roa et al., 2010). La riqueza biológica de México ha propiciado que el comercio y utilización de la vida silvestre sea y haya sido una actividad cotidiana desde tiempos remotos. Esta práctica continúa hasta el presente entre la población, teniendo las especies silvestres un valor que va desde fines puramente prácticos, hasta expresiones culturales, prácticas, religiosas y tradiciones varias (Reuter y Mosig, 2010). Es así como la fauna silvestre ha tenido un papel relevante en la cultura y en la economía del pueblo mexicano, siendo utilizada de diferentes formas; una de estas actividades de aprovechamiento es la cacería en sus diversas modalidades: la cacería de subsistencia que sirve para alimentarse y vestirse, la deportiva o cinegética, la que se practica con fines comerciales, la que se utiliza como control de plagas o bien la cacería ritual practicada todavía en algunos pueblos y asociada siempre a creencias populares. El caso particular de la captura de aves silvestres para mantenerlas como animales de compañía o con fines ornamentales ha sido una actividad practicada en México desde tiempos prehispánicos (López e Íñigo-Elías, 2009), por lo que se extraen cada año miles de individuos de aves silvestres de sus hábitats naturales para satisfacer estos mercados

62 en crecimiento. Para regular estas capturas, el gobierno mexicano ha aplicado desde la década de 1960 diferentes medidas y estrategias encaminadas a lograr un aprovechamiento sostenible de los recursos naturales que prevenga daños permanentes en sus poblaciones y posibilite su uso continuo. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados aún existe el comercio ilegal de aves en algunos estados del país (idem). Entender el aprovechamiento y uso que las comunidades dan a la fauna silvestre proporciona una visión amplia y objetiva que puede emplearse para la creación de programas con fines sustentables, los cuales, a su vez, permitan proteger especies amenazadas; para conservar la diversidad biológica no se puede ignorar la diversidad social sobre todo en su ámbito cultural debido a que ambas constituyen la diversidad total del ambiente. En el tráfico casero, local, estatal, nacional e internacional, el grupo más afectado es el de las aves, donde los psitácidos (guacamayas, loros y cotorras) han sostenido hasta 90 % de dicho comercio, según las evaluaciones de los últimos 20 años (Contreras et al., 2001). Es urgente generar investigación de carácter etnozoológico tendiente a conocer las relaciones entre los habitantes de las comunidades rurales e indígenas con la fauna silvestre local, puesto que contribuirá de manera importante a su conservación, al uso sustentable de los recursos biológicos y a la permanencia de las culturas asociadas (Guerra-Roa et al., 2010). El presente trabajo tuvo como objetivo conocer el aprovechamiento de aves silvestres en cautiverio en una localidad rural del municipio de Jalpa de Méndez, Tabasco, México. ÁREA DE ESTUDIO La Ranchería Huapacal Segunda Sección es una comunidad rural, sus habitantes hablan español, se encuentra localizada en el municipio de Jalpa de Méndez, Tabasco, en el sureste mexicano. Su suelo forma parte de la Llanura Costera del Golfo Sur, presenta el aspecto de una planicie; es de origen aluvial, conformada por tierras inundables. Para el municipio se registran mm de precipitación pluvial anual. El clima es cálido húmedo con abundantes lluvias en verano (García, 2006). Se encuentra localizado en los paralelos N y O. La vegetación original se encontraba clasificada como selva media perennifolia, los ecosistemas principales de la zona eran los popales, pero a causa de su destrucción y fragmentación se han convertido en sistemas antropogénicos, siendo los cacaotales (Theobroma cacao) y los maizales (Zea mays) los principales, seguido de pastizales para la crianza de ganado (Bueno et al., 2005). En las zonas aún conservadas, 60

63 las principales especies arbóreas son el macuilí (Tabebuia rosea), la ceiba (Ceiba pentandra), el tinto (Haematoxylum campechianum), el cocoite (Gliricidia sepium), entre otras. Respecto a la fauna, se encuentran especies de importancia económica y alimentaria como el conejo de monte (Sylvilagus floridanus), ardillas (Sciurus spp.), tepezcuintle (Agouti paca), mapache (Procyon lotor), armadillo (Dasypus novemcinctus), chachalaca (Ortalis vetula), pijije (Dendrocygna autumnalis), cheche (Amazona albifrons) y perico (). El reptil y el pez de mayor importancia tanto económica como alimentaria es la iguana (Iguana iguana) y el pejelagarto () (Bueno et al., 2005). El territorio es una planicie con lomeríos pantanosos (popales) principalmente, presenta una elevación de 7 msnm, además en la zona se pueden encontrar arroyos y ríos artificiales. Su temperatura media anual es de C mientras que la humedad relativa promedio anual registrada es de 82 % (García, 2006). En los últimos años, se ha presentado un crecimiento poblacional muy acelerado, en 2010 se tenía un registro de habitantes distribuidos en 291 familias (INEGI, 2011). Esto ha traído como consecuencia la destrucción de los pocos acahuales que quedan en la zona que sirven como refugio a las especies que ahí habitan. MÉTODO Se realizaron 92 entrevistas domiciliarias lo que equivale al 32 % de las familias. Las preguntas que se formularon fueron: 1) Tiene usted aves silvestres en su traspatio?; 2) Cuántas y cuáles?; 3) Cómo las obtuvo?; 4) Cuánto tiempo tiene con ellas?; 5) Cómo las alimenta?; 6) Se le reproducen?; 7) Qué cuidados les da?; 8) Se le han enfermado?; 9) Qué tratamiento les da?; 10) Conoce alguien más que tenga este tipo de aves? En la mayoría de los casos, la identificación de los ejemplares se llevó a cabo por medio de fotografías tomadas in situ y empleando las guías de campo de Peterson y Chalif (1989) y de Howell y Webb (1995); cabe aclarar que en algunos casos no se permitió tomar el material fotográfico. Las personas encuestadas presentan diferentes edades. La encuesta se realizó a lo largo de cinco días durante dos semanas. RESULTADOS De las familias entrevistadas, 70 % mantiene en sus traspatios aves silvestres. Se registraron 169 individuos distribuidos en 14 especies, pertenecientes a nueve familias y cinco órdenes (Cuadro 1). 61

64 Cuadro 1. Aves silvestres mantenidas en traspatios en Huapacal Segunda Sección, Jalpa de Méndez, Tabasco, México ORDEN Familia Especie ANSERIFORMES Anatidae NOMBRE COMÚN ESTACIO NALIDAD Dendrocygna autumnalis (Linnaeus, 1758) Pijije R GALLIFORMES Cracidae Ortalis vetula (Wagler, 1830) Chachalaca R COLUMBIFORMES Columbidae Columba livia (Gmelin, 1789) Paloma común R PSITTACIFORMES Psittacidae Amazona albifrons* (Sparrman, 1788) Cheche R Amazona autumnalis (Linnaeus, 1758) Loro R Aratinga nana* (Vigors, 1830). Perico R PASSERIFORMES Thraupidae Thraupis episcopus (Linnaeus, 1766) Celestito R Emberizidae Volatinia jacarina (Linnaeus, 1766) Guiita R Sporophila torqueola (Bonaparte, 1850) Arrocero R Peucaea ruficauda (Bonaparte, 1853) Gorrioncillo R Cardinalidae Passerina cyanea (Linnaeus, 1766) Azulejo M Icteridae Icterus galbula (Linnaeus, 1758) Oreolis M Fringillidae Euphonia affinis (Lesson, 1842) Finito R Euphonia hirundinacea (Bonaparte, 1838) Semillerito R M = Migratorio; Pr = En Protección Especial; R = Residente; *Categoría de riesgo (NOM-059-SEMARNAT-2010) 62

65 Las especies con mayor abundancia fueron 14 (Figura 1). Entre las de ornato, Aratinga nana (39 %) es la más común, seguida de Passerina cyanea (24 %) y Amazona albifrons (11 %); el número de individuos de las otras especies fue bajo Figura 1. Número de individuos registrados en traspatios de Huapacal Segunda Sección, Jalpa de Méndez, Tabasco, México Las aves silvestres registradas son aprovechadas principalmente para el comercio, siendo las familias Cardinalidae y Thraupidae las que predominan; el segundo tipo de aprovechamiento es el de ornato representado por las familias Psittacidae y Columbidae. En la figura 2, se muestra la proporción de las categorías antropocéntricas de uso de las aves estudiadas % 8 57 % 2 14 % Ornato De compañía Para el comercio Figura 2. Formas de aprovechamiento de las aves silvestres de traspatio en el área de estudio 63

66 El modo más frecuente de obtención es la captura en dos modalidades: la captura de polluelos en el nido, principalmente de psitácidos, y la captura con trampas, siendo la familia Cardinalidae la familia más representativa. Otra forma de obtención es la compra de aves donde los psitácidos encabezan la lista. En la siguiente figura se muestran los diferentes tipos de obtención (Figura 3). 1, 1% % % 1, 0% Regalado Cambiado % Atrapado Comprados En Huevo Figura 3. Tipos de obtención de las aves silvestres por los habitantes de la comunidad estudiada Al igual que en el resto del país, en la localidad de estudio se da el comercio ilegal de las aves. Los valores de la compra y venta fueron obtenidos por los encuestados, cabe aclarar que no todas las personas proporcionaron el dato por temor a represalias. Los valores de compra fueron tomados de la categoría comprado (15 %) del gráfico anterior y los valores de venta fueron obtenidos de las especies que son atrapadas y que se comercializan. Se obtuvieron los precios de compra para las especies que habían sido obtenidas de esa forma, donde la familia Psittacidae es con la única que se comercia ya sea legal o ilegalmente y sus precios varían de acuerdo al tamaño del ejemplar; para las especies de venta la más afectada es la familia Cardinalidae (59 %) con 41 ejemplares registrados, seguida de la familia Thraupidae (23 %) con 16. Los precios de compra y venta, que varían en dependencia del tamaño, se muestran en el Cuadro 2. 64

67 Cuadro 2. Precios en pesos mexicanos en la compra o venta de aves en Jalpa de Méndez, Tabasco, México, 2011 ESPECIE COMPRA VENTA Amazona albifrons Amazona autumnalis Aratinga nana Euphonia affinis Euphonia hirundinacea 0 50 Icterus gálbula Passerina cyanea Peucaea ruficauda 0 50 Sporophila torqueola Thraupis episcopus Volatinia jacarina 0 50 Los tipos de captura de aves en la zona de estudio son principalmente dos, el primero consiste en la fabricación de trampas (jaulas) con rayos de bicicletas y pequeñas cintas de madera. Estas trampas tienen compartimentos para capturar varias aves al mismo tiempo y son colocadas en lugares estratégicos (Figura 4) con base en un conocimiento previo de los hábitos de las especies a capturar. La técnica consiste en introducir un ave en la jaula con alimento, para que ésta al cantar atraiga a otras y así lleguen en busca de alimento y queden atrapadas, cabe señalar que la revisión de las trampas es constante. Figura 4. Colocación de las trampas en árboles. Se observa a un ave en uno de los compartimentos de la trampa 65

68 Después que un ave ha caído en la trampa se saca y se pone en otra jaula más grande donde hay otras especies (Figura 5) y se vuelve a colocar la trampa en un lugar estratégico. Este tipo de captura la realizan los niños, en éstas atrapan aves de tamaño pequeño (familias Cardinalidae, Emberizidae, Thraupidae, Icteridae, del orden Passeriformes). Figura 5. Vista lateral de la jaula en donde son depositadas las aves La captura de polluelos que practican niños y adultos, consiste en salir al monte con machetes y una caja de cartón con trapos, observando los árboles que tengan nidos, cuando se localiza uno, se trepan al árbol y toman los polluelos. La Figura 6 muestra un psitácido capturado mediante este método. 66 Figura 6. Polluelo de Amazona albifrons.

69 DISCUSIÓN En el Neotrópico los tipos de aprovechamiento han sido generalmente estudiados mediante entrevistas personales a cazadores y habitantes locales. El análisis de los resultados muestra tanto similitudes como algunas diferencias con otros estudios realizados en diferentes localidades en la zona neotropical, por lo que de manera general se puede decir que la fauna silvestre constituye un recurso que es utilizado de diversas maneras e intensidades, dependiendo de las condiciones y necesidades locales de sus habitantes. El patrón de utilización de las aves en la zona de estudio fue principalmente el de comercio, seguido de la forma de ornato y, por último, las que son utilizadas como aves de compañía. Este estudio presenta diferencias a lo reportado por Rosales et al. (2010) para la caracterización de la cacería de subsistencia en comunidades maya q eqchi del área de influencia del Parque Nacional Laguna Lachuá, Guatemala, pero muestra similitudes con lo que reporta Contreras et al. (2001) en el aprovechamiento de la aves cinegéticas, canoras y de ornato para el estado de Nuevo León. A diferencia de lo que reportan Centeno-Pérez y Arriaga-Weiss (2010) para el uso de las aves en comunidades de Tacotalpa, Tabasco (alimentación y de ornato), en este estudio se reporta el comercio. El grupo biológico con mayor aprovechamiento fue el de los psitácidos, siendo el perico (Aratinga nana) el más habitual, esto debido a la presencia de esta especie en la zona. Se reportaron en total 14 especies de aves aprovechables distribuidas en nueve familias. El motivo de los niños para dedicarse a la captura de aves por medio de trampas es la generación de ingresos económicos, señalando éstos que el precio de cada ave depende de la edad en que las capturen (polluelo, juvenil o adulto). CONCLUSIONES En la comunidad rural de Huapacal Segunda Sección, se reportaron 14 especies de aves silvestres en cautiverio comprendiendo tanto residentes como migratorias del estado. La familia de los psitácidos presentó la mayor abundancia, dada principalmente por Aratinga nana con 66 individuos registrados, debido a que es la especie más abundante en la zona de estudio y por presentar un precio comercial muy accesible, seguida por la familia Cardinalidae representada por Passerina cyanea la cual es una especie migratoria, de ella se registraron 41 individuos, la abundancia en cautiverio estuvo dada por la facilidad de la captura de 67

70 esta especie, haciendo notar que en la comunidad se capturan especies de dicha familia y se comercializa principalmente en otras comunidades del mismo municipio. El aprovechamiento y la captura de sustento para el comercio, además de otras actividades de la avifauna silvestre local se ve reflejado en la necesidad de la población rural, principalmente en las familias de recursos económicos escasos. Dichas actividades de aprovechamiento, caracterizadas principalmente por la captura, son desarrolladas en mayor parte por niños y jóvenes. Los resultados obtenidos indican que el tipo de aprovechamiento, captura, compra y comercio existentes no están sujetos a ningún tipo de plan de manejo, pues éste se efectúa de forma ordinaria y sin ningún tipo de medida de control o de uso sustentable, de esta manera al no tomar en cuenta el número de especies que extraen, ponen en riesgo su permanencia en la zona. El desconocimiento sobre el tamaño de las poblaciones de aves silvestres en la localidad, plantea la necesidad de continuar con este tipo de investigaciones, esto con la finalidad de fortalecer el conocimiento sobre este grupo de vertebrados y tener una visión más amplia para su futura conservación, mediante programas con fines de sustentabilidad. Considerando que 14 % de las especies registradas en la presente investigación se encuentran en la categoría sujeta a protección especial de la NOM-059-SEMARNAT-2010 y siendo los psitácidos los más vulnerables al saqueo de especies, es urgente la conservación de los recursos naturales en la zona de estudio (agroecosistemas, principalmente) por lo que se propone la creación de una unidad de manejo (UMA) para poder conservar, reproducir y reintroducir diversas especies en su hábitat natural; y con esto dar un uso sustentable a las especies locales; además de que la creación de este proyecto será una fuente de empleo para los pobladores. Cabe mencionar que es muy importante el involucrar a los habitantes de la comunidad en las iniciativas de conservación, ya que ellos proporcionan un sistema de conocimientos respecto a su manejo. 68

71 BIBLIOGRAFÍA Bueno, J., F. Álvarez y S. Santiago-Fragoso Biodiversidad del estado de Tabasco. Instituto de Biología, UNAM. México. 373 p. Centeno-Pérez, V.A., y S. L. Arriaga-Weiss Uso y aprovechamiento de fauna silvestre en comunidades del Parque Estatal de La Sierra, Tabasco, México. In: M.M. Guerra-Roa, S. Gallina-Tessaro y E. J. Naranjo-Piñera (eds.). Uso y manejo de la fauna silvestre en el norte de Mesoamérica. Instituto de Ecología. México. p Contreras Balderas, A. J., J. A. García Salas, A. Guzmán Velasco y J. I. González Rojas Aprovechamiento de la aves cinegéticas, de ornato y canoras de Nuevo León, México. Ciencia UANL 4 (4): García, O Historia y geografía del estado de Tabasco. Santillana. México. 248 p. Guerra-Roa, M. M., S. Gallina-Tessaro y E. J. Naranjo-Piñera (eds.) Uso y manejo de la fauna silvestre en el norte de Mesoamérica. Instituto de Ecología. México. 461 p. Howell, S., y S. Webb A guide to the birds of Mexico and Northern Central America. Oxford University Press. EUA. 851 p. INEGI Censo General de Población y Vivienda INEGI. México. López Medellín, X., y E. E. Íñigo-Elías La captura de aves silvestres en México: Una tradición milenaria y las estrategias para regularla. Biodiversitas 83: Peterson, R., y E. Chalif Aves de México, guía de campo. Diana. México. 473 p. Reuter, A., y P. Mosig Comercio y aprovechamiento de especies silvestres en México: observaciones sobre la gestión, tendencias y retos relacionados. Traffic: The Wildlife Trade Monitoring Network. México. 80 p. Rosales-Meda, M., M. S. Hermes-Calderón y J. R. Morales-Álvarez Caracterización de la cacería de subsistencia en comunidades Maya Q eqchi del área de influencia del Parque Nacional Laguna Lachuá, Guatemala. In: M. M. Guerra-Roa, S. Gallina-Tessaro y E. J. Naranjo-Piñera. Uso y Manejo de la Fauna Silvestre en el norte de Mesoamérica. Instituto de Ecología. México. p

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73 Guerrero Sánchez, S., E.J. Cano Contreras, R. Mariaca Méndez y F. Guerrero Martínez Conocimiento local sobre el manejo sanitario de aves de traspatio en dos grupos mayenses del sureste de México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p CONOCIMIENTO LOCAL SOBRE EL MANEJO SANITARIO DE AVES DE TRASPATIO EN DOS GRUPOS MAYENSES DEL SURESTE DE MÉXICO sergio guerrero-sánchez, eréndira j. cano-contreras, ramón mariaca méndez y fernando guerrero martínez INTRODUCCIÓN La crianza de animales de traspatio en la zona maya es una actividad dominada por las mujeres desde el Virreinato, época en la cual cobró gran importancia para la satisfacción de las necesidades alimenticias y ceremoniales de la población local (Terán y Rasmussen, 1994). Actualmente la cría de aves de traspatio patos, gallinas, guajolotes y ocasionalmente gansos representa uno de los principales recursos del medio rural y es uno de los principales productos con valor de cambio y de uso que se crea en el huerto familiar campesino, lo que ha propiciado que, a través de la experiencia propia y transmitida, se haya forjado un conocimiento amplio y claro sobre sus enfermedades de los animales de traspatio, las posibles causas que las producen y las estrategias de curación y/o prevención. Es así que, de acuerdo con el conocimiento tradicional, las enfermedades pueden ser consideradas por su origen como: infecciosas, físicas o traumatológicas y asociadas a factores mágico-religiosos. A través del presente trabajo se desea registrar y mostrar un mosaico de los conocimientos locales sobre el manejo y cuidado de las aves domésticas en las huertas familiares de mayas peninsulares y choles del sureste de México, además de generar espacios de valoración y reafirmación de saberes relacionados con estas prácticas tradicionales. Aunado a ello, se ha fomentado el diálogo y el intercambio de saberes y prácticas tradicionales y técnicas que permitan mejorar las condiciones sanitarias de las aves de traspatio con base en el concepto sugerido por McCorkle (1995), para quien la etnoveterinaria debe entenderse como:

74 estudio interdisciplinario y holístico de los sistemas de conocimientos locales asociados a prácticas, aptitudes, creencias y estructuras sociales pertenecientes a la producción animal, con el fin de aplicarlos a proyectos de desarrollo agropecuario que tengan como objetivo mejorar el nivel de vida de la población e incrementar sus producciones. MÉTODO La información en que se basa el presente documento se obtuvo durante trabajo de campo realizado en dos periodos: el primero comprendió los meses de julio y agosto de 2010 y abarcó dos comunidades del estado de Campeche: Pachuitz, municipio de Hopelchén, y Las Carmelas, municipio de Calakmul; mientras que el segundo se realizó de enero a diciembre de 2011 en las comunidades de Tomás Garrido, Cuviac y La Pila, del municipio de Tacotalpa, Tabasco, y en Ramos Cubilete y El Remolino del municipio de Huitiupán, Chiapas. Pachuitz es la única localidad de origen maya peninsular; la población de Tomás Garrido es de origen zoque, aunque actualmente predominan choles y mestizos; todas las demás comunidades son hablantes del chol. La más antigua es Pachuitz, cuyo origen se remonta a más de 100 años, según lo expresado por los mismos pobladores; en tanto que Las Carmelas está compuesta por choles llegados del norte de Chiapas en la década de 1970, debido al auge de la industria chiclera en la región. Tanto las comunidades de Tabasco como las del municipio de Huitiupán se remontan a mediados del siglo XX. Las técnicas empleadas fueron la aplicación de entrevistas semiestructuradas y no estructuradas en todas las comunidades, así como la realización de talleres participativos de intercambio y sistematización de saberes en las poblaciones ubicadas en Tabasco y Chiapas. La información obtenida, tanto en entrevistas como en talleres, fue sistematizada y clasificada de acuerdo con categorías arbitrarias establecidas por nosotros para facilitar la descripción del conocimiento sobre el manejo y control de enfermedades de las aves de traspatio, de acuerdo con el origen étnico de las personas que colaboraron. RESULTADOS Al inicio de este apartado se describe el conocimiento y prácticas sobre el manejo sanitario de las aves de traspatio entre los mayas peninsulares y los choles; posteriormente se aborda el conocimiento general de medicina preventiva. 72

75 CONOCIMIENTO Y PRÁCTICAS ENTRE LOS MAYAS PENINSULARES De acuerdo con las entrevistas realizadas en Pachuitz, se lograron identificar cuatro grupos de enfermedades (Cuadro 1): 1) Respiratorias: Éstas son identificadas de acuerdo con signología evidente y de ellas los pobladores de Pachuitz reconocen: la tos, identificada por estertores producidos por las aves que en ocasiones pueden presentar la cabeza amoratada, así como con un constante boqueo; la gripa, que se muestra con secreciones mucosas en las narinas, así como presencia de boqueo. En ambos casos, el tratamiento más común es la aplicación de limón y un poco de cloro en el agua de bebida. No obstante, en el caso de la tos, las señoras además impregnan una pluma en gasolina o en petróleo y limpian la garganta del ave enferma con materiales locales. 2) Ectoparasitarias: En este caso, la gente menciona que el piojo de las aves es muy común y que es controlado mediante la quema de nidos de comején (Insecta: Isóptera) en los gallineros. Por otro lado, existe otro parásito al que denominan gusano y se trata al parecer de una especie de Dermatobia que se adhiere a las heridas de las aves. Cuando esto ocurre, recurren a una planta llamada yerba amarga o kakaxiu especie sin identificar. 3) Mágico-religiosas: El mal aire o kak as ik es reconocido como una causa de padecimientos tanto para aves como para cerdos y perros e inclusive personas. En el caso de las aves, se manifiesta con decaimiento, torpeza al andar y posteriormente la muerte. Aunque es una enfermedad identificada en todos los animales domésticos, así como en el ser humano, en las aves es causante de una mortandad muy elevada y no hay cura. No obstante cabe resaltar que se afirma que la presencia de patos en el solar ayuda a que el kak as ik no llegue a afectar a los demás animales y a las personas, pues cuando llega a la casa son precisamente estas aves las que lo reciben en primera instancia y, por ende, evitan la afectación de los demás habitantes del solar. 4) Dermatológicas: La viruela, conocida por la gente de Pachuitz como grano, es una enfermedad que afecta a los polluelos, especialmente a los pavitos. Es de alta mortalidad si no se trata de forma oportuna, el tratamiento local consiste en poner cal con cloro o limón en las pústulas o bombitas reventadas para secarlas. Según los pobladores, estas acciones además de curar al pavito enfermo, ayudan a que no se enfermen los demás. Las heridas se tratan con café soluble en polvo como coadyuvante de la cicatrización. Además se emplean recursos fitoterapéuticos como ajo (Allium cepa), achiote (Bixa orellana) y otros elementos como pasta dental o cenizas. 73

76 Cuadro 1. Enfermedades y tratamientos en la comunidad maya de Pachuitz, Campeche ENFERMEDAD (NOMBRE LOCAL) CARACTERÍSTICA(S) TRATAMIENTO LOCAL 1. RESPIRATORIAS Gripe Tos Presencia de moco en narinas y garganta Presencia de moco en narinas y garganta 2. ECTOPARASITARIAS Gusanos Aparecen en las heridas de las aves Aplicar limón y cloro en el agua de bebida Impregnar petróleo en la garganta con una pluma Retirar y lavar con yerba amarga. Aplicar café soluble para cicatrizar Piojo Piojos en las plumas Aplicación de ceniza de comején en el gallinero 3. DERMATOLÓGICAS Grano (viruela) Granos en la cabeza Aplicar cal con cloro o limón Heridas Lesión cutánea Aplicar café soluble en polvo 4. MÁGICO RELIGIOSAS Mal aire Da vueltas, no camina, muerte No hay Cabe mencionar que, aunque seguramente existen enfermedades del tracto digestivo en las aves de la localidad, éstas aparentemente no causan gran daño, puesto que no son reconocidas o al menos no fueron destacadas durante las entrevistas realizadas a las personas que colaboraron con este estudio. CONOCIMIENTO Y PRÁCTICAS ENTRE LOS CHOLES La información obtenida tanto de las comunidades de la sierra de Tabasco y Chiapas como de la comunidad de Las Carmelas en Calakmul es muy similar; en todas ellas se reconoce la existencia de diez enfermedades (Cuadro 2) mismas que pueden ser clasificadas en los siguientes cinco grupos: 1) Respiratorias: La gripa es una de las enfermedades respiratorias más comunes en la zona, sin embargo, la mortalidad que provoca es relativamente baja. Su tratamiento local consiste en la limpieza de la garganta del ave con una pluma impregnada de petróleo o poner un poco de limón en las narinas. También existe una enfermedad 74

77 denominada peste, la cual además del cuadro respiratorio también incluye un trastorno digestivo; su mortalidad es muy elevada y no hay tratamiento para ella. Sin embargo, de acuerdo con la experiencia de la gente de Tabasco y Chiapas, la forma de prevenirla es poner cal alrededor del gallinero cuando se han enterado que la peste ha afectado a las gallinas de algún vecino. 2) Digestivas: La diarrea blanca es un trastorno identificado por la gente de Tabasco y Chiapas, para el cual no existe tratamiento local; la mortalidad es muy baja ya que al parecer tampoco es muy contagiosa. Por otro lado, la gente menciona que eventualmente encuentran el hígado de sus gallinas agrandado y con puntos blancos. Como no es una enfermedad que asocien con ningún síntoma o signo aparente durante la vida del ave, no existe ningún tratamiento para ello. En Las Carmelas, este tipo de trastornos no fue destacado; sin embargo, es común que en esta localidad utilicen el palo de tinte (Haematoxylon campechianum) en el agua de bebida, ya que sugieren que es bueno para que los pollos no se enfermen. Otra enfermedad que puede ser considerada en este grupo por los efectos depresores que causa en las aves, es la denominada localmente como ajo, y la cual se trata de la aparición de una película de color blanco que se forma por debajo de la lengua y que limita la ingesta de comida y agua. El tratamiento común es la extracción mecánica. 3) Ectoparasitarias: En este rubro destacan los piojos, mismos que son controlados mediante el uso de ceniza de comején (Insecta: Isóptera) en los gallineros, así como utilizar yerba Martín (Hyptis verticillata) para barrerlo. Por otro lado, cuando la infestación es muy elevada, pasan a la gallina sobre las brasas del fogón y la sacuden para que caiga el piojo. Otro parásito reconocido en Tabasco es una especie de gusano que se adhiere a las patas de los pavitos y para el cual el tratamiento es mecánico, es decir, se retira manualmente. 4) Dermatológicos: La viruela entre los choles de Tabasco y Chiapas es conocida como buba y su tratamiento puede consistir en la aplicación de diversos elementos secantes como cal, lodo, excremento de vaca, pasta dental o antibióticos como ampicilina o emicina sobre las heridas. En este sentido, se tiene el dato de una persona que tenía una gallina con nube, una película blanquecina en el ojo, la cual retiró mecánicamente y después aplicó ampicilina y naproxeno. 5) Mágico-religiosas: De la misma forma que los mayas peninsulares, los choles identifican al mal aire como causante de enfermedades 75

78 de sus animales del solar. Los síntomas son que el animal da vueltas, no camina y finalmente muere. Cuadro 2. Enfermedades identificadas por los choles de Tabasco, Chiapas y Campeche ENFERMEDAD (NOMBRE LOCAL) CARACTERÍSTICAS TRATAMIENTO LOCAL 1. RESPIRATORIAS Gripe Peste 2. DIGESTIVAS Ajo Diarrea blanca Hígado con manchas Presencia de moco en narinas y garganta Tos, fiebre, diarrea, crestas moradas Membrana parecida a la hoja del ajo (Allium sativum); el animal no come ni bebe bien Diarrea de color blanquecino Presencia de puntos blancos en el hígado Impregnar petróleo en la garganta con una pluma, poner un poco de limón en las narinas No hay Retirar mecánicamente No hay No hay 3. ECTOPARASITARIAS Gusanos Aparecen en las patas de los Retirar manualmente y lavar pavitos Piojo Piojos en las plumas Baño de jabón y desinfectante comercial; baño con detergente; uso de ceniza de comején 4. DERMATOLÓGICAS Buba (viruela) Granos en la cabeza Lodo en heridas desbridadas, pasta dental, uso de ampicilina o emicina Nube Crecimiento como algodón en el ojo Retirar mecánicamente y poner ampicilina y naproxeno 5. MÁGICO RELIGIOSAS Mal aire Da vueltas, no camina, muerte No hay; criar patos (Anatidae) Ojo Lloran, decaimiento Sahumar, limpiar con albajaca (Ocimum basilicum) 76

79 Aunque no hay tratamiento, también en este caso, la presencia de los patos piquín (Anas platyrhynchos) y criollo (Cairina moschata) dentro del solar se vuelve relevante ya que, según los choles, este animal lo absorbe y es más resistente, con lo que evita que otros animales, incluso la gente, se vean afectados. En este rubro también se reconoce la presencia del ojo o vista caliente en los pavitos, que pueden enfermar como consecuencia de ser vistos por una mujer embarazada, una persona de vista caliente o pesada o que padezca en sí misma el ojo. Antropizando a estas aves, reconocidas localmente como las más vulnerables; los síntomas son los mismos que los de un niño : los pavitos pían mucho como llorando, están tristes y pierden fuerzas hasta morir, a menos que sean tratados con plantas como la albajaca (Ocimum basilicum) o sean sahumados se prende copal y se impregnan con su humo. CONOCIMIENTO GENERAL DE MEDICINA PREVENTIVA Entre los mayas de Pachuitz, no se hizo mención del uso de plantas o alguna sustancia para prevenir las enfermedades. La escasa presencia de éstas sugiere que no hay una necesidad de la comunidad por enriquecer la alimentación de sus aves. El empleo continuo de limón en el agua de bebida parece ser suficiente. Por otro lado, entre los choles, tanto de Las Carmelas como de las comunidades de Tabasco y Chiapas, el uso de suplementos es más común y comprende desde el uso de diversas plantas usadas como desparasitantes tales como el momo (Piper auritum), epazote (Chenopodium ambrosioides), yerba Martín (Hyptis verticillata) y suplementarias como el tanchiche (Tithonia diversifolia), madre chontal (Erythrina americana), cocoite (Gliricidia sepium), tinto (Haematoxylum campechianum), coralillo (Hamelia patens), estafiate (Artemisia ludoviciana), limón (Citrus limon), ajo (Allium sativum), cebolla (Allium cepa) tabaco (Nicotiana tabacum) o pimienta (Pimienta dioica) (Cuadro 3), hasta el empleo de sustancias relativamente nuevas, como la cal para el tratamiento de la viruela, algunos antibióticos y analgésicos, y sarro de batería (no alcalina) diluido en el agua con unas gotas de limón para la viruela o gripa. 77

80 Cuadro 3. Plantas empleadas en el cuidado y control sanitario de aves de traspatio por choles de Tabasco, Chiapas y Campeche así como mayas de Pachuitz (Campeche) 78 NOMBRE COMÚN NOMBRE CIENTÍFICO* USOS ETNIA Ajo Allium sativum L. Tratamiento contra buba Chol Café Coffea arabica L. Cicatrizante Maya Cebolla Allium cepa L. Cicatrizante Chol Cocoite Gliricidia sepium (Jacq.) Steud. Suplemento alimenticio Chol Coralillo Hamelia patens Jacq. Endoparasiticida Chol Epazote Chenopodium ambrosioides L. Endoparasiticida Chol Estafiate Artemisia ludoviciana Nutt. Control de diarrea blanca Chol Limón Citrus limon (L.) Buró Prevención de gripa y control de diarrea blanca Chol y maya Madre chontal Erythrina americana Mill. Suplemento alimenticio Chol Momo Piper auritum H.B.K. Endoparasiticida Chol Pimienta Pimienta dioica L. Tratamiento contra buba y gripa Chol Tabaco Nicotiana tabacum L. Control de piojos Chol Tanchiche, árnica Tithonia diversifolia (Hemsl.) Gray Suplemento alimenticio; tratamiento contra buba y gripa Chol Tinto Haematoxylon campechianum L. Suplemento Chol Yerba Martín Hyptis verticillata Jacq. Control de piojos Chol * Nombres científicos de acuerdo con Magaña (2006) DISCUSIÓN En una localidad del estado de Yucatán Rodríguez Buenfil et al. (1996) encontraron que dentro del conocimiento local de la zona, únicamente se reconocen tres enfermedades: la gripa, la viruela y la mortandad. Un caso similar ocurre con los mayas de Pachuitz, donde el número de trastornos reconocidos en sus aves es menor con respecto al reconocido por los choles, tanto de Tabasco y Chiapas como por los de Las Carmelas, cuyo número de enfermedades identificadas es muy similar a lo encontrado en la costa de Oaxaca por Camacho-Escobar et al. (2008). Aunque el estudio hecho en Oaxaca comprendió algunos grupos indígenas, al parecer, la mayor parte de la población era mestiza o afromestiza. Esto es relevante si consideramos que los grupos choles que comprenden este

81 trabajo tienen estrecho contacto con grupos mestizos, sea por comercialización de productos o por cercanía a cabeceras municipales o sitios turísticos; mientras que Pachuitz, por su ubicación geográfica (región de los Chenes, en la Gran Región de Calakmul), mantiene un contacto reducido con zonas urbanas. Suponiendo que esta característica es un factor que reduce el intercambio de animales fuera de la localidad, puede explicarse la razón de que hay un menor índice de enfermedades y de por qué los recursos existentes son suficientes para controlarlas. Por otro lado, parece que los grupos choles se han enfrentado a enfermedades más generalizadas en el sur del país y, por tanto, el conocimiento sobre su cuidado también ha crecido en respuesta a ello. Sin embargo, el uso de herramientas más nuevas, como medicamentos alópatas o los electrolitos de las baterías, refleja una fuerte influencia de la modernidad. Es importante reconocer que, si bien éstas son estrategias de adaptación a un ambiente dinámico, es necesario que exista un seguimiento y asesoría a este tipo de cambios con la finalidad de que los efectos de esta adaptación no sean negativos. Un dato en el que es significativo ahondar más es la presencia de los patos en el traspatio chol. Estos animales son reconocidos por su alta resistencia a enfermedades, característica que también los hace portadores y potenciales dispersores de muchas enfermedades de las aves (Onapa et al., 2006). En este sentido, y considerando que estas especies están ausentes del traspatio maya de Pachuitz, podemos sugerir la hipótesis que el pato juega un papel substancial en la persistencia de enfermedades de las aves. De ser así, es pertinente que se busquen las estrategias necesarias para mitigar este efecto sin contraponerse a la importancia cultural que estas especies tienen, sobre todo el pato criollo (C. moschata), en la cosmovisión indígena de la región. CONCLUSIONES Existe un importante conocimiento local sobre la prevención de enfermedades de aves de traspatio en las localidades estudiadas, mismo que debe ser revalorado, sistematizado y revitalizado en pos, no solamente del cuidado de la economía familiar, si no de su valoración y transmisión. No obstante, en ocasiones, este conocimiento no alcanza a ser suficiente ante eventos de alta mortalidad o morbilidad. Es importante realizar esfuerzos que permitan un diálogo entre el conocimiento local y el técnico, con el fin de lograr una producción avícola local sana, para lo cual se sugiere la formación de redes locales de vigilancia sanitaria. 79

82 Por otro lado, los procesos globalizantes que vive el país y el mundo, en general, han propiciado una serie de cambios culturales y ambientales entre los que se pueden enlistar los siguientes: la medicina alópata es la estrategia dominante para el tratamiento y prevención de enfermedades, incluso de los animales, con un consecuente uso indiscriminado; existe un flujo mayor de animales entre un lugar y otro, aún a niveles intercontinentales; la aparente necesidad de implementar sistemas intensivos de producción, con la implícita necesidad de emplear agentes que favorezcan el adecuado desarrollo del animal en cuestión; cambios acelerados en los patrones climáticos y otros más que han favorecido la aparición de agentes patógenos multirresistentes, la aparición de enfermedades donde anteriormente no se habían registrado e incluso una dispersión acelerada de éstas. Esto no representa solamente un riesgo para las poblaciones domésticas en comunidades rurales sino para la economía familiar pues, como ocurre en los seres humanos, un individuo enfermo, más allá de no generar un ingreso adecuado, implica un gasto extra por el tratamiento médico cuando éste es alópata. También es claro que los eventos antes mencionados son relativamente nuevos en las sociedades rurales y, por tanto, muchas veces puede no existir el conocimiento tradicional para lidiar con el nuevo contexto en el que se desarrollan. Es en este punto donde el trabajo etnoveterinario cobra relevancia como la herramienta integradora que contribuye a buscar mecanismos eficientes para la prevención y tratamiento de enfermedades con mínimo impacto en la economía familiar, mediante la búsqueda de un intercambio de conocimientos respetuoso, igualitario y enriquecedor entre el conocimiento y las prácticas tradicionales y las técnico académicas. BIBLIOGRAFÍA Camacho-Escobar, M. A., J. Arroyo-Ledezma, Y. García-Bautista y E. Pérez-Lara Medicina alternativa aplicada al guajolote nativo (Meleagris gallopavo) en la costa de Oaxaca. V Foro Avances de Investigación en Homeopatía. Universidad Autónoma Chapingo. Magaña Alejandro, M.A Catálogo de nombres vulgares y científicos de plantas de Tabasco. Segunda edición. Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Tabasco, México. 196 p. McCorkle, C. M Back to the future: Lessons from ethnoveterinary RD&E for studying and applying local knowledge. Agriculture and Human Values 12 (2):

83 Onapa, M. O., H. Christensen, G. M. Mukiibi y M. Bisgaard A preliminary study of the role of ducks in the transmission of Newcastle disease virus to in-contact rural free-range chickens. Tropical Animal Health and Production 38 (4): Rodríguez Buenfil, J. C., C. E. Allaway, G. J. Wassink, J. C. Segura Correa y T. Rivera Ortega Estudio de la avicultura de traspatio en el municipio de Dzununcán, Yucatán. Veterinaria México 27 (3): Terán, S., y C. H. Rasmussen La milpa de los mayas: La agricultura de los mayas prehispánicos y actuales en el noreste de Yucatán. Fundación Tun Ben Kin. Mérida, México. 349 p. 81

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85 Jiménez Díaz, J.E., M.A. Vásquez Dávila, E.J. Naranjo Piñera y M.P. Jerez Salas Las relaciones humano aves en Lacanjá Chansayab, Selva Lacandona, Chiapas, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p LAS RELACIONES HUMANO-AVES EN LACANJÁ-CHANSAYAB, SELVA LACANDONA, CHIAPAS, MÉXICO juan elmar jiménez-díaz, marco antonio vásquez-dávila, eduardo jorge naranjo piñera y martha patricia jerez-salas INTRODUCCIÓN México es reconocido como un importante centro de evolución de aves, con alrededor especies, de las cuales cerca de 104 son endémicas, 46 semiendémicas y 47 cuasiendémicas (Navarro et al., 2002). Esta diversidad ornitológica abarca especies marinas, costeras y terrestres que ocupan todos los ambientes y regiones del país (Torres y Navarro, 2000; Álvarez-Romero, 2008; Jiménez, 2010). Las aves han sido parte integral de las culturas mexicanas desde la época prehispánica, como lo confirma su presencia en contextos arqueológicos (esculturas, pinturas y ofrendas) así como los documentos pictográficos o códices. Son un elemento recurrente en las manifestaciones alimenticias, medicinales, ornamentales, artísticas, religiosas y afectivas de los diversos grupos étnicos de México (INE, 1996), tradición que varía según el tiempo, el espacio y las culturas (Suárez-Hernández, 2005). En el sur de México, el estado de Chiapas cuenta con alrededor de 659 especies de aves (Rangel-Salazar, 2009; CONANP, 2010), por lo que se le considera como una de las áreas con mayor diversidad avifaunística a nivel nacional. A su vez, la Selva Lacandona, ubicada al este de Chiapas, constituye una de las regiones de mayor biodiversidad (y pluralidad cultural) en México y por ello se ha identificado como una zona prioritaria para la conservación (INE, 2000; Ramírez-Albores, 2006). Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) son sitios de importancia para la conservación por la relevancia de la avifauna residente y migratoria que hace uso de estos ecosistemas (Ramírez-Albores, 2006; CO- NANP, 2010). Las aves silvestres son consideradas un buen indicador del estado de los ecosistemas y de sus cambios ambientales; su distribución y abundancia son el resultado de la influencia tanto de factores

86 históricos como ecológicos (Pérez-Hernández et al., 2009). Constituyen un recurso natural renovable básico y su aprovechamiento es una parte integral de las actividades que llevan a cabo las comunidades campesinas e indígenas del mundo (Tejada et al., 2006). Además de las silvestres, las aves domesticadas como las gallinas (G. gallus L.) y el guajolote (Meleagris gallopavo L.) son de gran importancia para la población rural campesina como una forma de garantizar la seguridad alimentaria y como fuente de ingresos (Jerez et al., 1994; Marín-Gómez y Benavides-Montaño, 2007). El objetivo de este trabajo fue documentar la cosmovisión, conocimientos, relaciones antropocéntricas (positivas y negativas) y el manejo de las aves silvestres y domésticas entre los mayas lacandones de Lacanjá-Chansayab, Chiapas, México. ÁREA DE ESTUDIO El presente estudio se realizó en una localidad de la Selva Lacandona, Lacanjá-Chansayab del municipio de Ocosingo, que se ubica a una altura promedio de 325 msnm (Guerra, 2001). La Selva Lacandona se localiza en la parte noreste del estado de Chiapas, México; limita al este, norte y sur con la República de Guatemala y al oeste con la región fisiográfica de Los Altos de Chiapas (Naranjo et al., 2004); comprende los municipios de Palenque, Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo, Marqués de Comillas, Benemérito de las Américas y Maravilla Tenejapa (INE, 2000). En esta región, existen varias áreas protegidas entre las que destaca la Reserva de la Biosfera Montes Azules, donde se ubican las localidades lacandonas. Los suelos de la región son rendzinas, suelos delgados que se originan de la roca caliza, muy susceptibles a la erosión y poco aptos para las actividades agropecuarias; su productividad está dada por los procesos y ciclos naturales de la selva, de modo que cuando se alteran estos ciclos los suelos se degradan rápidamente (Guerra, 2001). Los terrenos de mayor pendiente se encuentran asociados con suelos litosoles (INE, 2000; Guerra, 2001). La región hidrológica en donde se ubica la Selva Lacandona es una de las más extensas del país y forma parte del sistema Grijalva-Usumacinta (INE, 2000; Guerra, 2001). La totalidad de la Reserva de la Biosfera Montes Azules (REBIMA) se ubica en la cuenca del río Lacantún, la cual es importante no solamente porque es uno de los principales factores del equilibrio ecológico de los ecosistemas, sino porque los ríos Lacantún, Jataté y Lacanjá son los límites de la REBIMA (INE, 2000). El clima predominante en la región es cálido-húmedo con abundantes lluvias entre los meses de junio a noviembre (INE, 2000; 84

87 Naranjo, 2001); la temperatura mínima promedio anual es de 15 C y la máxima promedio anual es de 34 C. La precipitación varía de a mm al año (INE, 2000). La Selva Lacandona es una de las regiones con mayor biodiversidad en el país y constituye la mayor extensión de selva alta perennifolia en diversos estadíos sucesionales (INE, 2000; Naranjo et al., 2004; Guerra, 2001). La vegetación puede alcanzar hasta 60 metros o más (INE, 2000; Guerra, 2001), algunas especies de esta zona son: Terminalia amazonia, Dialium guianense, Brosimum alicastrum, Manilkara zapota, Nectandra sp., Swietenia macrophylla, Bursera simaruba, Guarea glabra, Bactris trichophylla, Rinorea guatemalensis, Chamaedorea tepejilote, Protium copal, Pouteria sapota, Alseis yucatanensis, Cymbopetalum penduliflorum, Amphitecna apiculata, Bellucia grossularioides y Castilla elastica (INE, 2000; Guerra, 2001). En cuanto a la fauna conocida y usada localmente, se han reportado 149 especies: 9 anfibios, 17 reptiles, 68 aves y 55 mamíferos (Nucamendi, 2003; Naranjo et al., 2004; Moreno, 2009). Los lacandones se autodenominan hach winikob (hombres verdaderos). La lengua materna es el maya lacandón; la mayoría de las personas son bilingües. Lacanjá-Chansayab es una localidad del municipio de Ocosingo, Chiapas, ubicada a 140 km de Palenque. Sus 282 habitantes se distribuyen en 57 viviendas que cuentan con agua potable y energía eléctrica. Entre los servicios locales está el teléfono, la televisión, el internet, el transporte (taxis, camionetas, lanchas y motocicletas), una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social y una escuela primaria. La alimentación se basa en el consumo de plantas como maíz, frijol, calabaza, yuca, camote, chayote, achiote y plátano y las proteínas las obtienen de la pesca y de los animales silvestres y criados en las huertas familiares. El ecoturismo en la localidad consiste en actividades de senderismo guiado por los indígenas y los servicios de hospedaje en cabañas y alimentación con especialidades regionales. Se pueden visitar las zonas arqueológicas de Lacanjá y Bonampak y las cascadas Yatoch Kusam (la casa de las golondrinas). Los lacandones fabrican y venden artesanías hechas con barro, plumas, semillas, madera y bejucos de la selva. MÉTODO Se realizó el trabajo de campo de enero de 2011 a enero de 2012, con visitas de 10 a 15 días por mes en Lacanjá-Chansayab, Ocosingo, Chiapas. Se realizaron entrevistas semiestructuradas a 20 hombres y 10 mujeres mayores de 15 años sobre las aves silvestres y domésticas con apoyo de 85

88 imágenes de aves de la región. Las entrevistas fueron efectuadas a través de conversaciones informales, recurriendo inmediatamente al llenado de los formatos correspondientes al finalizar cada una de éstas. Comprendió los siguientes apartados: La primera parte abarcó los aspectos del conocimiento y uso de las aves y en la última se incluyeron una serie de preguntas sobre el manejo. Cabe mencionar que los relatos y creencias, como base para entender y comprender la cosmovisión, únicamente fue posible conocerlos a través del contacto diario y la aceptación de los habitantes locales de formar parte de su cotidianidad. RESULTADOS Y DISCUSIÓN En esta sección se abordan de manera secuencial los siguientes temas: a) el listado etno-ornitológico; b) la descripción de la cosmovisión, incluyendo algunos relatos y creencias; c) el conocimiento (en particular se aborda la etnoanatomía, el comportamiento y un estudio de caso sobre la etnoecología del hocofaisán; d) las relaciones antropocéntricas positivas y negativas y e) el manejo técnico de aves silvestres y domésticas, así como las prácticas rituales. LISTADO ETNO-ORNITOLÓGICO Un listado etno-ornitológico comprende la nomenclatura, clasificación y las relaciones positivas y negativas que establecen los humanos con las aves, como elemento esencial de su entorno. En el Cuadro 1, se muestra el nombre científico, local y maya de 43 especies (silvestres y domésticas), así como las dimensiones etnoecológicas analizadas en los tres campos propuestos por Toledo (1991): cosmovisión, conocimientos y prácticas, que incluyen al uso y manejo. Para los lacandones de Lacanjá-Chansayab, Ocosingo, Chiapas, siete especies se encuentran relacionadas con la cosmovisión, con el conocimiento 43 especies y con el uso y manejo 30 especies. COSMOVISIÓN La cosmovisión es producto del pensamiento individual y socializado que implica distintas formas de explicar el mundo y la presencia de las cosas que hay en él (Cano et al., 2009). Es omnipresente en la vida cotidiana y tiene injerencia en lo doméstico, lo económico, lo político y lo religioso. Es también un referente para individuos y grupos a la hora de tratar de entender todo cuanto ocurre en dicho ámbito (idem). 86

89 Cuadro 1. Listado etno-ornitológico maya de Lacanjá-Chansayab, Selva Lacandona, Ocosingo, Chiapas ORDEN Familia Especie NOMBRE LOCAL NOMBRE MAYA DIMENSIÓN ETNO ECOLÓGICA 1 TINAMIFORMES Tinamidae Tinamus major Perdiz * C, P Crypturellus cinnamomeus Perdiz * K, C, P Crypturellus boucardi Perdiz * K, C, P ANSERIFORMES Anatidae Dendrocygna autumnalis Pato/ pijije Apatut/ cusa C, P Anser anser Ganso * C, P Cairina moschata Pato Apatut C, P GALLIFORMES Cracidae Ortalis vetula Chachalaca Bach C, P Penelope purpurascens Cojolita Cox C, P Crax rubra Faisán C ambur C, P Numididae Numida meleagris Guinea * C,P Odontophoridae Odontophorus guttatus Bolonchaco Chirup C, P Phasianidae Gallus gallus Gallina, gallo Ch ich cax, Th er C, P Meleagris gallopavo Guajolote Urum C, P ACCIPITRIFORMES Cathartidae Coragyps atratus Zopilote Chom K, C Accipitridae Harpagus bidentatus Gavilán Jun c uc C, P Buteogallus urubitinga Águila Chan jun c uc C Buteo magnirostris Águila Chan jun c uc C Buteo nitidus Águila Chan jun c uc C Buteo jamaicensis Águila Chan jun c uc C 87

90 Harpia harpyja Águila harpía * C Spizaetus ornatus Águila * C COLUMBIFORMES Columbidae Patagioenas nigrirostris Paloma Susuy C, P Zenaida macroura Paloma Susuy C,P Columbina inca Tortolita Chax mucuy C, P Claravis pretiosa Tórtola * C, P Leptotila verreauxi Paloma Ax C, P Geotrygon montana Paloma * C,P STRIGIFORMES Strigidae Pulsatrix perspicillata Búho Buj K, C CAPRIMULGIFORMES Caprimulgidae Chordeiles acutipennis Tapacamino * C, P APODIFORMES Trochilidae Phaethornis longirostris Colibrí Xnun/Tsunu K, C, P TROGONIFORMES Trogonidae Trogon collaris * * C PICIFORMES Ramphastidae Aulacorhynchus prasinus Tucán Apan C, P Pteroglossus torquatus Tucán Apan K, C, P Ramphastos sulfuratus Tucán Apan K, C, P FALCONIFORMES Falconidae Micrastur semitorquatus Halcón * C Herpetotheres cachinnans Halcón * C PSITTACIFORMES Psittacidae Ara macao Guacamaya Waco C, P Pionus senilis Loro Pu yuch C, P 88

91 Pyrilia haematotis Loro * C, P Amazona autumnalis Perico Curix C, P Amazona farinosa Loro Cacho C, P PASSERIFORMES Icteridae Dives dives Cuervo * C Psarocolius wagleri Zacua * C 1 C: Conocimientos; K: Cosmovisión; P: Praxis; *: No se registró nombre La cosmovisión es un macrosistema conceptual en el que todos los demás sistemas se fusionan y adquieren un sentido cohesionador, los ubica y organiza (Costa et al., 2009). A continuación se presentan tres relatos sobre zopilotes, tucanes y tinamúes y dos creencias relacionadas con búhos y colibríes. a) Algunos relatos lacandones sobre aves Sobre un zopilote hembra Un joven enamorado habló con los papás de una chica muy hermosa con quien se quería casar, a lo que el papá se opuso. Después de un tiempo se resignó a perderla. En una ocasión, mientras él nadaba en un río, escuchó un ruido como si alguien se hubiera tirado desde lo alto de un árbol, salió del agua, se vistió y fue a ver qué era. Con gran sorpresa vio a una hermosa jovencita de ojos azules y cuerpo torneado que se estaba bañando. El joven, que estaba escondido, esperó a que saliera la chica para seguirla y hablarle. Cuando salió del agua, la chica tomó sus plumas, se vistió y emprendió el vuelo. El sorprendido joven se percató de que la hermosa mujer en realidad era un zopilote hembra. Entonces pensó: la voy a esperar todos los días porque sé que regresará a nadar en otro momento. El joven iba todos los días y se escondía, hasta que en cierta ocasión la mujer-zopilote llegó, se quitó las plumas y se tiró al río. Entonces, él las recogió y esperó a que terminara de bañarse. Cuando la mujer-zopilote salió del agua le preguntó al muchacho sobre el paradero de sus plumas a lo que joven respondió: No te preocupes, las tengo bien guardadas. La mujer-zopilote insistió para que se las devolviese, sin embargo, el muchacho en lugar de entregárselas le dio ropa, la cual no tuvo más remedio que ponerse. Entonces la llevó a su casa y le dio de comer, pero no lo hacía, pues le sabía rara la comida, diciendo: Estoy acostumbrada a comer animales muertos y des- 89

92 hechos pero el joven insistía en que comiera. En una ocasión, era tanta su hambre que la probó y le gustó; después de cierto tiempo ya comía de todo junto con el muchacho e incluso dijo: Me fascina la comida de ustedes; antes, con mis papás, comíamos alimentos que ya no servían. El joven contestó: Me alegra que te acostumbres a lo que aquí comemos, porque quiero que seas mi mujer y ella aceptó. Un día, el padre de la muchacha que le había gustado anteriormente al joven le dijo: Hijo, dame a la chica con quién andas y te daré a cambio a mi hija, pero el joven respondió con una rotunda negativa a pesar de las insistencias del señor. Pasó el tiempo y en una ocasión la niña bonita le preguntó al joven por sus plumas y le dijo que las tenía bien guardadas, en donde nunca se echarían a perder y nadie las encontraría. La niña bonita pidió ponérselas por última vez, pero el joven no se las quería dar porque pensaba que se iría sin él, ya que no podía volar. Entonces ella dijo: Confeccionaré unas alas artificiales y te enseñaré a volar para que no pienses que te voy a dejar. El joven le dio algodón para que diseñara sus alas y al poco tiempo las terminó. Entonces él sacó las alas de su consorte que estaban envueltas en algodón y las limpió. Ella se las puso y empezó a volar y subió muy alto, hasta ocultarse en las nubes; tardó un rato sin que el joven la viera, pero de repente apareció por las nubes y bajó hasta el suelo. Le dijo al joven: Por qué tienes la cara triste? Pensaste que me iba a ir sin ti?. El joven contestó que había pensado que nunca regresaría. La niña bonita le enseñó a volar con sus alas artificiales y después le propuso ir con ella para hablar con sus padres. Volaron juntos hasta pasar las nubes y llegaron a donde habitaban los papás de la niña bonita. Ella presentó al novio, finalmente se casaron y fueron muy felices. Relator: Sr. Rogelio, 24 años Lacanjá-Chansayab, Chiapas, 18 de abril de 2011 Por qué los tucanes tienen el pico manchado de rojo? Anteriormente, los picos de los tucanes (Pteroglossus torquatus y Ramphastos sulfuratus) eran de color azul esmeralda y eran mascota de los lacandones, pero se aburrieron de serlo y mataron a sus dueños, para tener la libertad de volar por donde ellos quisieran. Por eso tienen sus picos manchados de rojo, por la sangre de sus dueños. Relator: Juan Moreno López, 18 años Bethel, 14 de marzo de

93 Por qué las perdices tienen las patas rojas? También las perdices (Crypturellus boucardi y C. cinnamomeus) eran mascotas de los lacandones, pero se aburrieron de serlo y mataron a sus dueños con las patas, que se quedaron manchadas de rojo por la sangre de sus dueños. Relator: Juan Moreno López (18 años) Bethel, 14 de marzo de 2011 b) Creencias Si durante el día el búho (Pulsatrix perspicillata) canta cerca de las casas, indica que llegará una visita; cuando se escucha el canto más cerca, la visita llegará al día siguiente; si canta de noche advierte que pasará algo desagradable. Relatores: Chanuk Navarro López (25 años) y Juan Moreno López (18 años) Bethel, 15 de mayo del 2011 El colibrí (Phaethornis longirostris) avisa cuando llega alguna visita a la casa, si entra en la casa indica que los visitantes se dormirán en la casa y si pasa volando por la mesa es porque la visita ahí comerá. Relatores: Chanuk Navarro López (25 años) y Juan Moreno López (18 años) Bethel, 15 de mayo del 2011 CONOCIMIENTO Los lacandones de Lacanjá-Chansayab conocen 26 nombres de aves en maya. La anatomía externa de las gallinas comprende 13 términos (Figura 1). En el caso de G. gallus, existen términos diferentes para la hembra (ch ich cax) y el macho (th er); lo que no sucede para M. gallopavo (urum) y pato/a (apatut). Comportamiento de las aves Las mujeres lacandonas saben que los huevos de la gallina de guinea, ganso y pato no se deben manipular, ya que si esto ocurre, las aves interrumpen la incubación. De ahí que empleen una vara en el caso de realizar la selección de los huevos y permitan la incubación natural, esto es que cada ave junte sus huevos para empollar. 91

94 Figura 1. Etnoanatomía de las aves según los lacandones de Lacanjá-Chansayab, Chiapas. Etnoecología del hocofaisán Por su tamaño y cantidad de carne, el faisán (Crax rubra) y la cojolita (Penelope purpurascens) son las dos aves más cazadas por los lacandones. Varios cazadores mencionaron que la carne de los ejemplares jóvenes se cuece más rápido que la de los adultos. Los lacandones saben que el alimento preferido del faisán es un bejuco al que denominan chilillo (Rourea glabra Kunth, Connaraceae). Se trata de una planta tóxica para el humano y un veneno mortal para los perros (Canis familiaris). Por ello, tienen mucho cuidado en lavar el tracto digestivo del hocofaisán y tienen la precaución de nunca dar a comer los huesos a los perros. De acuerdo con los señores Antonio Navarro, Juan Moreno y la joven Chanuk, el chilillo es un bejuco con espinas que crece en cualquier parte de la selva, principalmente en donde hay más agua o humedad; en septiembre florece (las flores son de color morado pálido) y de octubre a noviembre ya tiene semillas que son como las de frijol, de color rojo amarillento. En diciembre escasea y en enero se encuentra muy rara vez. Rourea glabra es una planta trepadora leñosa de hasta de 25 m de longitud y hasta 10 cm de diámetro (Calderón, 1996) que se distribuye 92

95 de México a Colombia, Venezuela y Brasil, también en Cuba (Grijalva Pineda, 2006). Los indígenas la usan para envenenar animales nocivos, hacen una pasta con la semilla madura, puede ser comida por las gallinas de monte, la cual es inmune, pero su carne se vuelve venenosa y la gente que la come puede morir (Standley y Calderón, 1925). En México, las semillas se emplean contra las enfermedades cutáneas como sarna y diversas dermatosis o para envenenar coyotes. Las raíces se emplean para teñir (Martínez, 1936; Forero, 1983). También se emplea para aliviar el dolor de garganta (Forero, 1976). El señor Chan Nabor (50 años, de Lacanjá-Chansayab, 18 de marzo de 2011) comentó que hace muchos años un señor se fue de cacería y cazó un hocofaisán, llegó a su casa y le dijo a su mujer que lo preparara, entonces la señora desplumó, lavó al ave y la puso a cocer. Ella comió la cabeza y el pescuezo; de pronto sintió mucha sed y tomó grandes cantidades de agua, comenzó a retorcerse y a arrojar espuma por la boca. Después de varias horas, al darse cuenta que en el esófa*go del ave había quedado una diminuta parte del chilillo, consiguieron una planta medicinal para tratar este tipo de envenenamiento. El señor Chan Nabor también comentó que los huesos del hocofaisán deben quemarse, colgarse de un árbol o ser enterrados varios metros bajo tierra para que los perros no puedan alcanzarlos, pues al comerlos comenzarán a retorcerse y sacar espuma en la boca, corriendo como si tuviesen rabia, y en pocas horas morirán. Se recopilaron tres recetas para curar a los perros intoxicados por el chilillo (R. glabra): a) leche muy endulzada; b) una bebida de leche y aceite con polvo de frijol (de la variedad local llamada cubana) y de semilla de papaya mezclados, que se administra al perro las veces que sean necesarias; c) una medida extrema consiste en cortar la punta de la cola (aproximadamente 2 cm) para que el veneno salga junto con la sangre. RELACIONES ANTROPOCÉNTRICAS El ser humano tiene múltiples relaciones con el ambiente, positivas y negativas. Históricamente, los estudios etnobiológicos han hecho énfasis en las relaciones positivas, sobre todo en cuanto al uso. De ahí surge el término categoría antropocéntrica de uso (Argueta et al., 1982). En este apartado, se describen dos grupos de relaciones humano-avifauna: las de uso y la llamada fauna nociva (Cruz-Reyes, 2009). Los lacandones refieren diversas partes (carne, huevo, plumas y pico) de 28 aves: 27 como alimento, 16 de ornato, 15 se comercializan, 10 artesanales, 2 medicinales, 2 como mascota y 1 como utensilio (Cuadro 2). 93

96 Cuadro 2. Uso y parte usada de las aves en Lacanjá-Chansayab, Chiapas NOMBRE CIENTÍFICO USO PARTE USADA Amazona autumnalis A, Ar, O, Ve C, Pl Amazona farinosa A, Ar, M, O, Ve C, Pl Anser anser A, O, Ve C, H Ara macao A, Ar, M, O, Ve C, Pl Aulacorhynchus prasinus A, Ar, Ve C, Pi, Pl Cairina moschata A, O, Ve C, H Claravis pretiosa A C Columbina inca A C Crax rubra A, Ar, O, U, Ve C, Pl Crypturellus boucardi A, O C Crypturellus cinnamomeus A C Gallus gallus A, O, Md, Ve C, H Geotrygon montana A C Harpagus bidentatus Ar, Ve Pl Leptotila verreauxi A, O C Meleagris gallopavo A, O, Ve C, H Numida meleagris A, O, Ve C, H Odontophorus guttatus A C Ortalis vetula A C Patagioenas nigrirostris A, O C Penelope purpurascens A C Phaethornis longirostris A, Md C Pionus senilis A, Ar, O, Ve C, Pl Pteroglossus torquatus A, Ar, Ve C, Pi, Pl Pyrilia haematotis A, Ar, O, Ve C, Pl Ramphastos sulfuratus A, Ar, Ve C, Pi, Pl Tinamus major A, O C Zenaida macroura A, O C Uso: A = Alimento; Ar = Artesanía; M = Mascota; Md = Medicinal; O = Ornato; U = Utensilio; Ve = Venta. Parte usada: C = Carne; H = Huevo; Pi = Pico; Pl = Pluma 94

97 a) Alimenticio Se encontraron 27 especies de uso comestible, mencionándose diferentes recetas de guisos como: caldo (27 especies, Figura 2), asado (12 especies), mole (2 especies), tamales (1 especie), frito (2 especies) (Cuadro 3). Únicamente se consume el huevo de las aves domésticas; las plumas siempre se desechan y evitan cocinar el pico de las aves domésticas, de la guacamaya y de los tucanes. Los crácidos (cojolita y faisán) son las presas preferidas por la cantidad de carne que aportan, mientras que las palomas, perdices y loros conforman la mayor cantidad de especies comestibles para los lacandones dentro de la ornitofauna local. Figura 2. Caldo de faisán (Crax rubra) guisado en Lacanjá-Chansayab, Chiapas. b) Medicinal Para que una persona deje de tartamudear, se prepara un caldo con los corazones de 13 colibríes (Phaethornis longirostris). Es sabido que en caso de no consumir los 13 corazones el medicamento no hará efecto. El nido de colibrí y el huevo de G. gallus sirven para curar el mal de ojo en los bebés. En el primer caso, se ahúma al infante en tres ocasiones con el nido de Phaethornis longirostris. Si se decide emplear el huevo de gallina, se unta aceite de oliva al cascarón y luego se limpia al infante de pies a cabeza; el huevo se rompe en un vaso de cristal transparente con el fin de ver el rostro de quien echó el mal ojo. Una vez que se conoce la identidad del responsable, le llevan al bebé para que lo bañe. En el caso que no se logre observar algún rostro, el huevo se deja en el vaso debajo de la cama del bebé durante una noche para que absorba todo el mal ojo y se tira al río para que se lo lleve. Afirman que si el daño es muy grande, el huevo se cuece durante la limpia. 95

98 Cuadro 3. Uso alimenticio de las aves en Lacanjá-Chansayab, Selva Lacandona, Chiapas NOMBRE LOCAL SE CONSUME PREPARACIÓN OBSERVACIÓN* Bolonchaco Carne Caldo Chachalaca Carne Caldo Cojolita Carne Caldo 1 Colibrí Carne Caldo Faisán Carne Caldo 1, 2 Gallina/gallo Carne, huevo Caldo, asado, mole, 2 frito, tamales Ganso Carne, huevo Caldo 2 Guacamaya Carne Caldo 2 Guajolote Carne, huevo Caldo, asado, mole, 2 frito Guinea Carne, huevo Caldo, asado 2 Loro (3 especies) Carne Caldo 2 Paloma (4 especies) Carne Caldo, asado 2 Pato Carne, huevo Caldo 2 Perdiz (3 especies) Carne Caldo 2 Perico Carne Caldo Tórtola Carne Caldo, asado Tortolita Carne Caldo, asado Tucán (3 especies) Carne Caldo, asado *1: Preferido por la cantidad de carne; 2: Cría en cautiverio. c) Mascota y ornato Los mayas lacandones consideran que las aves son un lujo de la casa y una buena compañía de sus habitantes. De ahí que la guacamaya (Ara macao) y el loro (Amazona farinosa) (Figura 3) sean capturados en la selva y criados en la huerta familiar. Las mujeres lacandonas usan las plumas del hocofaisán como soplador para el fuego y como abanico. Las aves que se consideran de ornato son: gallina/gallo (G. gallus), guajolote (M. gallopavo), guinea (Numida meleagris), pato (C. moschata), guacamaya (Ara macao), faisán (Crax rubra), loros (Amazona autumnalis, A. farinosa, Pionus senilis y Pyrilia haematotis), perdices (Crypturellus boucardi, Tinamus major) y palomas (Leptotila verreauxi, Patagioenas nigrirostris y Zenaida macroura) (Figura 4). d) Artesanía 96

99 Figura 3. Loros (Amazona farinosa) como mascotas en Lacanjá-Chansayab, Chiapas. a b c d Figura 4. Aves de ornato en Lacanjá-Chansayab, Chiapas: a) guinea (Numida meleagris); b) gallo (Gallus gallus), c) loro (Amazona farinosa) y d) guacamaya (Ara macao). Las mujeres mayas de Lacanjá-Chansayab usan diferentes especies (en especial diez) de aves para la elaboración de artesanías, ya que tienen la virtud, disposición y habilidad de diseñar aretes y flechas utilizando las plumas de guacamaya (Ara macao), perico (Amazona autumnalis), loros (Amazona farinosa, Pionus senilis y Pyrilia haematotis), tucanes (Aulacorhynchus prasinus, Pteroglossus torquatus y Ramphastos sulfuratus), faisán 97

100 (Crax rubra) y gavilán (Harpagus bidentatus). El pico del tucán es usado para diseñar collares y las plumas del pecho son usadas como adorno de fotografías o para elaborar una figura de flor, esto debido a su belleza, suavidad y color. Las plumas de faisán también son usadas para elaborar abanicos, por su tamaño y color, imitando la cola de esta ave (Figura 5). e) Comercio Figura 5. Partes y uso artesanal de las aves: a) Pico y alas de tucán (Pteroglossus torquatus) diseñado en collar y aretes; b) alas de faisán (Crax rubra) en forma de abanico y soplador de fuego. Los mayas lacandones crían o cazan diversas especies de aves para el autoconsumo, aunque la mayor parte son utilizadas en la elaboración de artesanías para la venta. Entre mayo y julio, las aves recién nacidas son extraídas de su nido y vendidas en la misma localidad (Cuadro 4). 98 Cuadro 4. Aves comercializadas en Lacanjá-Chansayab, Chiapas ESPECIE NOMBRE LOCAL ARTESANÍA PARTE COMERCIA- LIZADA PRECIO* Amazona autumnalis Perico Pluma Pluma A Pluma Pluma A Amazona farinosa Loro Entero (Cría) $200 Ara macao Guacamaya Pluma Pluma A Aulacorhynchus Pluma, pico Pluma, pico $50 Tucán prasinus Cairina moschata Pato No Entero A Pluma Pluma A Crax rubra Faisán Carne A Gallus gallus Gallina/gallo No Entero $100/150

101 Harpagus bidentatus Gavilán Pluma Pluma A Meleagris gallopavo Guajolote No Entero $250/300 Numida meleagris Guinea No Entero $50 Pyrilia haematotis Loro Pluma Pluma A Pionus senilis Loro Pluma Pluma Pteroglossus torquatus Tucán Pluma, pico Pluma, pico $50 Ramphastos sulfuratus Tucán Pluma, pico Pluma, pico $50 *Pesos mexicanos. A: No se sabe. f) Ornitofauna nociva Los mayas lacandones mencionaron a 16 aves como fauna nociva, cinco depredadores de aves de corral y 11 señaladas como dañinas en la milpa. Los lacandones tienen métodos para proteger a la milpa: tres especies se cazan, una se envenena, tres se ahuyentan con humo y 12 no son controladas (Cuadro 5). Cuadro 5. Aves silvestres nocivas en Lacanjá-Chansayab, Chiapas NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE LOCAL DAÑO MÉTODO DE CONTROL Amazona autumnalis Perico Ma Sin control Amazona farinosa Loro Ma Sin control Buteo nitidus Águila Ac Sin control Columbina inca Tortolita Ma Sin control Dives dives Cuervo Ma Ca, Ve Harpagus bidentatus Gavilán Ac Sin control Herpetotheres cachinnans Halcón Ac Sin control Melanerpes rubricapillus Pájaro carpintero Ma Sin control Micrastur semitorquatus Halcón Ac Sin control Patagioenas nigrirostris Paloma Ma Ca, Hu Pyrilia haematotis Loro Ma Sin control Pionus senilis Loro Ma Sin control Psarocolius wagleri Zacua Ma Hu Spizaetus ornatus Águila Ac Sin control Trogon collaris * Ma Sin control Zenaida macroura Paloma Ma Ca, Hu Ca = Caza; Hu = Humo; Ve = Veneno MANEJO Los mayas lacandones manejan tanto a las aves silvestres como a las domésticas, como a continuación se explica. 99

102 Aves silvestres En este apartado, se describe brevemente la cacería, los instrumentos, métodos de captura, abundancia y aves criadas en cautiverio. a) Descripción de la cacería Los principales motivos para cazar en Lacanjá-Chansayab son: proveerse de alimento, obtener un ingreso monetario y controlar aves-plaga en la milpa. De acuerdo con los entrevistados la caza es una actividad que requiere tiempo, condiciones, habilidades y conocimientos para poder efectuar los métodos cinegéticos; ser paciente, conocer los hábitos de la especie y conocer la época de floración y fructificación de algunas plantas importantes para la fauna silvestre. La mayoría de los cazadores prefieren cazar individualmente y otros forman grupos de dos o tres personas, generalmente prefieren cazar en acahual, milpa, montaña alta y baja. b) Instrumentos de cacería Las principales herramientas usadas para cazar a las aves silvestres son: rifle calibre 0.22 para aves grandes como faisán, cojolita, perdiz y loros, y resortera para presas menores. En el caso de los tucanes, apuntan con la resortera al pico para que mueran pronto. Emplean una trampa para capturar a las aves pequeñas (palomas, loros, pericos) compuesta de tablas, estacas, varas con gajos, piedras, hilo y finalmente maíz que sirve como cebo para atraer a las aves (Figura 6). Figura 6. Trampa tradicional para aves pequeñas en Lacanjá-Chansayab, Chiapas. 100

103 c) Método de captura Se practica la caza nocturna, de seis de la tarde a diez de la noche. En ocasiones, se regresan antes si sale la luna. Las aves que pueden llegar a cazar son hocofaisán, pava cojolita y tinamúes. Las aves pequeñas son cazadas en el día con resortera y capturadas con trampas. Un cazador mencionó que se dedica a capturar las aves de cría durante la temporada de eclosión para su venta dentro de la misma localidad. Algunos cazadores usan hoja de milpa (Zea mays L., Poaceae), de la palma xate (Chamaedorea sp., Arecaceae) u otras hojas de árboles muy delgadas, para llamar a los animales mediante la reproducción de los sonidos característicos de cada una de las especies. Para ello se corta una tira de hoja aproximadamente 0.5 cm de ancho y 10 a 15 cm de largo. Una vez cortada, se prensa con las dos manos y luego se sopla imitando los reclamos (en especial de animales de cría) de las diferentes especies. También se les llama mediante silbidos. Estos dos métodos son usados tanto para mamíferos como para aves; dependiendo del sonido que hace el cazador, los animales adultos se acercan creyendo que le están haciendo daño a sus crías; el cazador tiene que ser ágil para atrapar el animal que se acerca, de lo contrario será atacado por el mismo. d) Abundancia de aves silvestres La cacería tiene un efecto sobre la abundancia y distribución de las aves silvestres. De las personas entrevistadas 10 afirman que estas aves aún abundan en la localidad, de las cuales, una afirmó que el faisán, perdiz, paloma, cuervo y guacamaya y por último cinco mencionaron a los loros. De un total de 30 menciones sobre aves de caza escasas, 29 se refieren a la guacamaya, nueve sobre faisán, cuatro a cojolita, cuatro acerca del loro, cuatro a perdiz, cuatro a tucán y dos sobre harpía. La perdiz y el águila harpía son las aves mencionadas que se ven raramente en Lacanjá-Chansayab. e) Cría en cautiverio de aves silvestres Los mayas lacandones tienen encerradas a las aves silvestres de mayor tamaño (faisán, perdiz) y a las aves que aún no están halladas (domesticadas) les cortan las alas para que no escapen a la selva, a las que ya lo están, las dejan libres en la huerta familiar. Los lacandones usan materiales tradicionales y sencillos para la crianza de las aves silvestres, el corral es de malla y el piso es de tierra y tablas. Las mujeres lacandonas les proporcionan alimento de 2 a 3 veces al día en vasijas y son alimentadas con masa, alimento para pollo, granos de maíz y forraje verde (Figura 7). 101

104 Figura 7. Aves silvestres criadas en cautiverio: a) faisán (Crax rubra) y b) loro (Amazona farinosa) en Lacanjá-Chansayab, Chiapas. Aves domésticas A continuación se describe el manejo lacandón de las aves domésticas: G. gallus, M. gallopavo, C. moschata y Anser anser que incluye la protección, alimentación, medicina preventiva, producción y reproducción. a) Protección Los gallineros de los lacandones constan de piso de tierra, rejas de madera y techo de lámina galvanizada o de cartón. Se alimenta a las aves directamente sobre la tierra o empleando utensilios (cacerolas, tazas, cazuelas) y se les proporciona agua en zanjas. Los animales que causan daño a las aves domésticas son: tlacuache, tigrillo, zorrillo, gavilán bidentado, aguililla gris y boa mazacuata; cazan especialmente al tlacuache porque es el más perjudicial y a los otros ocasionalmente; en particular, eliminan a las boas mazacuata para evitar el daño y por miedo. b) Alimentación Las mujeres lacandonas de Lacanjá-Chansayab alimentan a sus aves dependiendo la edad o etapa productiva. Para las aves adultas, 27 % las proveen con el maíz (Zea mays) producido por los varones; desechos de alimentos, 27 % y forraje verde, 9%. Para los pollitos, 14 % usa únicamente masa de maíz; esto para acelerar el crecimiento de los polluelos, 14 % combina masa con alimento comercial y otro 9 % emplean termitas (Isoptera) que aportan una alta cantidad de proteínas. Las mujeres lacandonas proporcionan alimento de 2 a 3 veces al día a sus aves y las sacan del corral para que puedan alimentarse libremente. 102

105 c) Medicina preventiva En Lacanjá-Chansayab, se encontraron cuatro diferentes enfermedades en las aves domésticas: viruela, diarrea, gripe y tos. Por ello, las mujeres lacandonas han desarrollado conocimientos, estrategias y métodos para curar a sus aves con medicamentos caseros y comerciales. De las mujeres mayas 33 % vacuna a las aves cada mes o cuando se enferman; por lo que han aprendido esta técnica adquiriendo la vacuna con un veterinario. El resto no ocupa ningún medicamento comercial. De las lacandonas 17 % usa remedios caseros principalmente para curar la tos y gripe de las aves, ellas mencionaron usar limón, sal y ajo, machacan los ingredientes y lo diluyen en agua para que se lo tomen las aves. No usa remedios caseros y espera a que se curen solas las aves, 17 %. Todas las entrevistadas piensan que las aves vacunadas resisten las enfermedades. d) Producción Las mujeres lacandonas crían a sus aves exclusivamente para obtener carne y huevo. Mencionaron que cuando tienen una edad entre 6 meses a 1 año, con un peso de 1 a 2 kg, las gallinas empiezan a poner. Dependiendo de la alimentación obtienen de 10 a 25 huevos chicos y medianos por mes. Siendo abundantes en el invierno y escasos en el verano. La primera puesta de huevos está manchada de sangre. Se encontraron tres usos principales de los huevos: venta, autoconsumo y para reproducción. Dependiendo del tamaño, cada ave empolla de 10 a 20 huevos, de los que entre 5 y 20 pollitos son chicos y medianos. Mudan las plumas 2 o 3 veces al año después de haber empollado. Las lacandonas relacionan el mejoramiento de las aves domésticas con una alimentación de calidad, conservan a las más productivas y se deshacen de ellas cuando dejan de poner o por necesidades económicas. e) Reproducción Las mujeres lacandonas se dedican a reproducir a las gallinas (G. gallus) cuando estas se encluecan. De las entrevistadas, 83 % selecciona a sus reproductores por tamaño, 17 % selecciona por postura. Las mujeres lacandonas determinan la cluequez de las gallinas por el cambio en el comportamiento y por el cacareo, asegurando que las gallinas se encluecan de dos a ocho veces al año. Una vez que han determinado la cluequez, 67 % seleccionan los huevos para la reproducción por tamaño; 33 % no selecciona e incuba huevos de diversos tamaños. Permiten que las propias aves, en especial la guinea (Numida meleagris), pato (C. moschata) y ganso (Anser anser), junten sus huevos para incubarlos. 103

106 El período de incubación dura entre 20 y 21 días. De las mujeres indígenas, 33 % usa guajolotas para empollar a los huevos de gallina, dependiendo del tamaño ponen de 15 a 20 huevos. La incubación de los huevos de guajolota y pato (de cascarón más grueso que el de gallina) dilata hasta 30 días. Una vez que tanto las madres como los polluelos abandonan el nido, las mujeres lo limpian recogiendo los cascarones. Con ello propician que las aves entren a protegerse por las noches. Separan a los pollitos de la gallina para que se enclueque rápido; preparan el nido utilizando cajas de madera, canastas y cartón con pasto seco, hojas de plátano en forma circular, todo esto rodeado de piedras y tapando el nido con tablas para evitar la entrada de depredadores. Los lacandones seleccionan a los gallos por el tamaño y color; consumen a los pequeños o de color no llamativo. Las lacandonas usan más de ocho gallinas por cada gallo y de las gallinas que tienen empollan de 2 a 10, dependiendo del número de aves que tenga cada familia. De las personas, 86 % cría sus propios reproductores de G. gallus; el resto los compra en el mercado o con los vecinos; dependiendo de su tamaño, cada ave cuesta alrededor de 15 pesos (año 2011). PRÁCTICAS RITUALES El señor Noé de la localidad de Bethel comentó que algunos cazadores antes de salir a cazar se arrodillan y rezan la oración católica del Padre Nuestro para solicitar una protección divina y éxito en la cacería. CONCLUSIONES Los mayas lacandones de Lacanjá-Chansayab conocen 43 especies de aves; se documentaron 3 relatos y 2 creencias. En cuanto al conocimiento se recopilaron 42 nombres en castellano y 27 en maya lacandón, así como una extensa terminología relacionada con la anatomía externa y particularmente aspectos etnoecológicos del hocofaisán. Los lacandones emplean a las aves como alimento, medicina, mascota, ornato, artesanía, para obtener un ingreso monetario y como control de aves-plaga en la milpa. También se documentó la ornitofauna nociva. En cuanto al manejo, se describió la cacería, los instrumentos, métodos de captura y cría en cautiverio de aves silvestres. El manejo de las aves domésticas incluye las condiciones ambientales, alimentación, tratamiento de enfermedades, producción y crianza. Son escasas las prácticas rituales relacionadas con la cacería. 104

107 BIBLIOGRAFÍA Álvarez-Romero, J. G., R. A. Medellín, A. Oliveras de Ita, H. Gómez de Silva y O. Sánchez Animales exóticos en México: una amenaza para la biodiversidad. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad-Instituto de Ecología, UNAM-Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. México. 518 p. Argueta, A., B. Torres y L. Villers Análisis de las categorías antropocéntricas empleadas en los estudios etnobotánicos. Memoria del Simposio de Etnobotánica. INAH. México. p Calderón, G. R Connaraceae. Flora del Bajío y de regiones adyacentes. Fascículo 48. Instituto de Ecología Centro Regional del Bajío. Pátzcuaro, Michoacán. Cano C., E. J., S. E. Erosa y R. Mariaca Tu chien k an. Un recorrido por la cosmovisión de los lacandones del norte desde las mordeduras de serpiente. Universidad Intercultural de Chiapas. Chiapas. 232 p. Ceballos, G., H. Gómez de Silva y M. Del Coro Arizmendi Áreas prioritarias para la conservación de las aves de México. Biodiversitas 41: 1-7. CONANP Monitoreo de Aves en Corredores Riparios de las Cuencas Costeras de Chiapas. México. 5 p. Costa Neto, E. M., D. Santos Fita y M. Vargas Clavijo Manual de Etnozoología. Una guía teórico-práctica para investigar la interconexión del ser humano con los animales. Tundra Ediciones. Valencia. 285 p. Cruz-Reyes, A Fauna feral, fauna nociva y zoonosis. In: A. Lot y Z. Cano-Santana (eds.). Biodiversidad del ecosistema del Pedregal de San Ángel. Universidad Nacional Autónoma de México. México. p Forero, E A revision of the American species of Rourea subgenus Rourea (Connaraceae). Mem. New York Bot. Gard. 26 (1): Forero, E Connaraceae. Flora de Veracruz Fascículo 28. Xalapa, Veracruz. Grijalva Pineda, A Flora útil, Etnobotánica de Nicaragua. MARENA. Managua. 290 p. Guerra Roa, M. M Cacería de subsistencia en dos localidades de la selva Lacandona, Chiapas, México. Tesis. Universidad Nacional Autónoma de México. 84 p. INE (Instituto Nacional de Ecología) Guía de aves canoras y de ornato. INE-SE- MARNAP-CONABIO. México. 177 p. INE (Instituto Nacional de Ecología) Programa de manejo de Reserva de la Biósfera Montes Azules, México. Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca. México. 255 p. Jerez Salas, M. P., M. A. Vásquez-Dávila y J. Herrera Haro La gallina criolla en los Valles Centrales de Oaxaca. Instituto Tecnológico Agropecuario de Oaxaca. Reportes de investigación p. Jiménez Moreno, F. J Las aves de México y el estado de Puebla. Elementos 77:

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109 Guirao Cruz, R.E., L. Gama y S.L. Arriaga Weiss Aproximación a la cosmovisión y al conocimiento zoque sobre el quetzal (Pharomachrus mocinno) en Tapalapa, Chiapas, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p APROXIMACIÓN A LA COSMOVISIÓN Y AL CONOCIMIENTO ZOQUE SOBRE EL QUETZAL (Pharomachrus mocinno) EN TAPALAPA, CHIAPAS, MÉXICO rafael eslein guirao-cruz lilly gama stefan louis arriaga-weiss INTRODUCCIÓN Un gran número de especies animales reconocidas y utilizadas por las diversas sociedades revela su relación con la cosmovisión dentro del entramado simbólico que las constituye, vinculándolas como dioses, en rituales, mitos y elementos propios de la cultura (Cano-Contreras, 2009). Las aves han sido consideradas por el humano como seres sagrados; han sido representadas, entre otras formas, como las encarnaciones de lo divino, por la imagen que generan como seres terrenales, capaces de ascender a los cielos y de constituirse, también, como un vínculo por el cual se manifiestan las deidades. Por otro lado, se considera que el aprender el lenguaje de los animales, y principalmente el de las aves, equivale en cualquier parte del mundo a conocer los secretos de la naturaleza, a poder comunicarse con el más allá y con los cielos (Guerrero et al., 2010). Así mismo, estudiar y conocer la relación que las aves tienen con los grupos étnicos permite identificar las características que las hacen importantes en aspectos sagrados dentro de la cosmovisión local. El quetzal (Pharomachrus mocinno De La Llave, 1832, Trogonidae) cuyo nombre proviene del griego pharos, manto, y makros, largo, fue descrito por Pablo de la Llave en 1832, quien lo colectó por primera vez en 1796 y dedicó el nombre científico a José Mariano Mociño, miembro de la expedición botánica a la Nueva España. Esta ave habita en los bosques de niebla de América Central y México, un ecosistema muy limitado en extensión (CONABIO, 2006). Esta especie es particularmente importante en la relación de los grupos étnicos mesoamericanos y la naturaleza debido a que tiene una

110 gran belleza y un importante valor económico; en alguna época, se castigaba con la pena de muerte a quien los matara. Cabe señalar que para las antiguas culturas mesoamericanas representó el símbolo de la fertilidad, de la abundancia y de la vida; y tanto para la cultura maya como para la mexica los estandartes y atuendos con plumas de esta ave simbolizaban poder y riqueza (Solórzano y Oyama, 2002). El quetzal, por su forma y belleza, es un ave inconfundible. El macho es de un intenso verde esmeralda y dorado, con el vientre y las plumas cobertoras inferiores de la cola rojos (Peterson y Chalif, 1989). La cola vista desde abajo es casi toda blanca, cubierta arriba por las extremadamente largas y verdes cobertoras superiores de la cola; la cabeza tiene una cresta corta y redonda; el pico es amarillo y parece truncado. La hembra no tiene la cresta ni las plumas elongadas, el pecho es verde y el resto de las partes superiores gris, excepto en las partes inferiores que son rojo carmesí. Las cobertoras superiores de la cola (verdes) llegan únicamente hasta la punta de la cola barrada y su pico es negro. Antes de la invasión europea, los habitantes de Mesoamérica conocían y clasificaban numerosas especies biológicas por su nombre, entre ellas, las aves, identificando su ciclo de vida, sus características y atributos. Era costumbre de las culturas del México antiguo que los hombres convivieran con las aves, especialmente con aquellas que para ellos eran capaces de tener lenguaje humano; las aves eran sus dioses, sus dirigentes o protectores y, en ocasiones, sus servidores o mensajeros (Aguilera, 2001). Destacan muy especialmente, en diversas culturas prehispánicas, algunas de carácter sagrado. Para los mayas, el quetzal era una de las aves más importantes por sus características y belleza; representaba la energía vital sagrada proveniente del cielo, por lo que puede considerarse el símbolo celeste por excelencia (De la Garza, 1995). El quetzal también ha sido utilizado como símbolo de distinción, y hoy en día aparece en la moneda guatemalteca que lleva su nombre y se menciona su relación con la leyenda del ave fénix (Kricher, 2010). En Chiapas, la cultura y las tradiciones indígenas forman parte de la identidad de su población, pues se trata de un estado de la República Mexicana que se caracteriza por concentrar un mosaico ecológico y pluriétnico sobresaliente, ya que ocupa el segundo lugar en diversidad vegetal y en grupos étnicos, identificándose hasta diez diferentes. Entre estos grupos se encuentran los zoques, grupo del que se tienen registros arqueológicos desde hace aproximadamente años. Su lengua pertenece a la familia lingüística mixe-zoque-popoluca (Gispert et al., 2004).Los trabajos etnobiológicos sobre los zoques son escasos, esfuerzo 108

111 que se ha centrado más en los grupos de origen maya: tsotsil, tseltal, tojolabal, entre otros. De acuerdo con Altamirano y Pérez (2007), entre los tsotsiles las aves representan la confirmación de que el cuerpo humano posee un espíritu o alma animal, persistiendo la creencia de que al nacer una persona, al mismo tiempo nace un animal, el cual es llamado nahual o alma animal, que lo acompañará durante su vida. Las aves que con mayor frecuencia se consideran nahuales son: águila (ichin), zopilote (xulem), colibrí (ts unum) y pájaro carpintero (ti ). En el caso de los tojolabales, los quetzales son un recurso empleado para interpretar diferentes sucesos ambientales, lo que muestra que las aves juegan un papel relevante para ellos. Esto se refleja al analizar la cosmovisión con relación a las aves en los ámbitos pronosticador, medicinal y mágico-religioso (Guerrero et al., 2010). El objetivo del presente trabajo fue recabar información etno-ornitológica que permitiera realizar un análisis general de la cosmovisión y conocimiento de los zoques del municipio de Tapalapa, Chiapas, en relación a Pharomachrus mocinno, por ser de gran importancia local y por no existir estudios previos en la zona. MÉTODO En el noroeste del estado de Chiapas, la región zoque está integrada por 12 municipios: Chapultenango, Francisco León, Ocotepec, Pantepec, Tapalapa, Copainalá, Tecpatán, Ixhuatán, Coapilla, Ostuacán, Tapilula y Rayón. Durante la época prehispánica los pueblos zoques ocupaban un área geográfica más extensa que comprendía tres regiones culturales bien definidas: La vertiente del Golfo de México, la sierra de Pantepec y la región de la Depresión Chiapaneca. Posteriormente, debido a la presión de otras etnias, su territorio fue reducido. Hacia 1484 los aztecas sometieron a los zoques del centro y occidente. Los zoques del Golfo que tuvieron contacto constante con los mexicas y los mayas fueron el núcleo más próspero de la etnia especialmente por el intercambio comercial (Sánchez, 2009). El estudio se llevó a cabo en el municipio de Tapalapa, Chiapas, el cual se localiza al norte de la capital del estado, en la región zoque, la palabra Tapalapa deriva del nombre náhuatl Tlapalapan, que significa agua desparramada. Cuenta con una población de cuatro mil habitantes, de los cuales 80% habla la lengua zoque (Eccardi, 2008). Tapalapa se ubica entre los latitud norte, longitud oeste, como valores mínimos, y latitud norte y

112 longitud oeste, como valores máximos. Presenta topografía escarpada con pendientes hasta % y su altitud va de a msnm. El clima predominante en la región es A(C)f(m) semicálido húmedo con lluvias todo el año (García, 1973), con una precipitación pluvial media anual de mm, presentando lluvias todo el año y teniendo una temperatura media anual de 24.5 o C. Esta área se incluye dentro de la denominada Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA SE-12) Cerros de Tapalapa y considera tres sitios importantes: Cerro El Calvario, Cerro La Danta y Cerro La Bandera. Se encuentra dentro de la Región Terrestre Prioritaria para la Conservación del RTP139, denominada Bosques Mesófilos de los Altos de Chiapas, un tipo de vegetación no protegido en el norte de Chiapas, cuya importancia radica en que son los ecosistemas que mayor cantidad de agua captan por hectárea (Cedillo et al., 2009). 110 Figura 1. Localización de Tapalapa en el estado de Chiapas (Fuente: Mapas Municipales de Chiapas, actualización 2009) Se entrevistó a un grupo de personas seleccionadas por su origen étnico, por sus actividades en el campo y por el tiempo de residencia en la localidad. La selección de los conocedores locales se hizo mediante la técnica bola de nieve (Goodman, 1961), la cual consiste en seleccionar una muestra básica de individuos y establecer en cada entrevista qué nuevas personas de la población de estudio han de entrevistarse, para integrar la muestra completa. Las preguntas se centraron en conocer algunos aspectos de la cosmovisión y conocimiento tradicional sobre el quetzal. Las entrevistas se llevaron a cabo en los meses de enero-febrero 2012 y se realizaron en compañía de un traductor zoque.

113 RESULTADOS El quetzal ha estado presente como figura emblemática en la región que habitan los zoques, quienes lo identifican como parte del paisaje. Los primeros encuentros de los jóvenes indígenas con los quetzales se dan cuando inician a laborar en el campo, poco después de haber escuchado sobre estas aves en las conversaciones familiares. Los zoques de Tapalapa reconocen a los quetzales como pájaros de montaña, y los nombran en su propia lengua qun (que es un plural), que significa belleza, hermosura, preciosidad; a esta misma palabra se le asocia la idea sobre animales que se les cae o mudan la cola. Además, señalan que qun es el sonido más agudo que ellos identifican en la vocalización de esta ave y el mismo sonido que hacen los árboles. Generalmente se utiliza para los machos, aunque cuando se desea ser más específico se anteponen los términos jayabø (hombre) o yomobø (mujer) para referirse al macho o a la hembra. Los zoques de Tapalapa mencionan que: El quetzal o qun vive en lo más alto de las montañas, se alimenta de frutos de montaña como el aguacatillo (Lauraceae) y a veces come insectos ; respecto a su alimentación y en relación a su comportamiento comentan que se perchan en el árbol para localizar a sus presas y se lanzan sobre ellas; para atrapar mosquitos, vuelan de arriba hacia abajo. Señalan que en general son animales mansitos, cuando están hallados con las personas no huyen; aquellos que lo hacen es porque son jóvenes y aún no conocen a la gente o huyen cuando saben que se les hará daño. Durante el tiempo de calor, que inicia en febrero y dura hasta agosto, las aves empiezan a buscar pareja para reproducirse. Es también en estas fechas que se efectúan más avistamientos, porque, como comentan, es cuando abundan. También señalan que cuando se inicia la época de frío (que ocurre de octubre a enero) es menos común observarlos, porque probablemente algunos emigran en busca de alimento. Como parte de sus indagaciones mencionan que, en ocasiones, los machos se pelean por las hembras y que hacen sus nidos en los troncos huecos de los árboles, aunque se ha observado que en ocasiones llegan a utilizar el nido de otras aves como el del pájaro carpintero. Cuando nacen sus polluelos, ambos padres cuidan del nido. Los zoques revelan que, por sus colores tan hermosos, son el encanto de toda persona. Ellos indican que hemos escuchado que en otros lugares valen mucho, los cazan o capturan para matarlos, para coleccionistas o para arrancarles sus plumas y venderlas. Además, el quetzal es un símbolo de riqueza para otros lugares, al grado que lo usan como moneda, como en Guatemala. Para los lugareños, el quetzal representa 111

114 un símbolo de mexicanidad, ya que su plumaje tiene tres colores principales, verde, blanco y rojo, los mismos que la bandera mexicana. El qun es percibido por los habitantes de esta región como una fuerza espiritual, como se deriva de la siguiente afirmación: ver [a los quetzales] en nuestro terreno es un símbolo, ya que con su presencia no hay ningún mal que nos ataque, con su canto ahuyenta las malas vibras o espíritus malignos que puedan estar en nuestras tierras. También son un apoyo al salir a trabajar al campo: son nuestra compañía, ellos permanecen hasta que uno se va o se alejan ocultándose en los árboles para cuidarnos. También señalan que las montañas son el único lugar donde están, ya que antes bajaban al pueblo, pero ahora ya no se ve su presencia. Los entrevistados comentaron que antes aquí, en Tapalapa, el quetzal se capturaba para quitarle las plumas y ponerlas de adorno en el hogar o también con estas plumas se adornaban los sombreros para las danzas durante las festividades, pero que en general por el respeto que se le ha tenido a este pájaro, las plumas sólo se tomaban si se encontraban tiradas en el suelo. Actualmente reconocen, siguiendo a sus autoridades, que está penado matar o hacer daño a los quetzales. Para los habitantes de esta región, la presencia de los quetzales en el bosque significa algo relacionado con la belleza. Opinan que el valor del municipio como territorio se debe a su presencia y que si éstos desaparecieran, dicho valor se perdería, lo que otorga una imagen positiva a su presencia. Reconocen que actualmente es menos frecuente observar a estas aves (Figura 2); consideran que las causas por las que su población está disminuyendo son: la deforestación, la caza, la falta de respeto a su hábitat y que esta fragmentación ha facilitado que las poblaciones de sus depredadores, como el gavilán, se incrementen. Los quetzales se encuentran principalmente en los bosques más alejados, como en la zona de reserva Tzama cun Pümy, que significa en lengua zoque Montaña del Quetzal (y que se emplea ocasionalmente para referirse a Tapalapa como tierra del quetzal). Este sitio, cuya importancia ecológica radica en la presencia de un bosque mesófilo de montaña conservado, se declaró Área Natural Protegida con carácter de Zona Sujeta a Conservación Ecológica mediante el decreto No. 393 publicado en el 2006 en el Periódico Oficial del Estado de Chiapas (POECh, 2006). 112

115 Figura 2. Quetzal (Pharomachrus mocinno) macho perchando en la reserva Tzama cun Pümy Tapalapa, Chiapas Fotografía: Guadalupe Saraos Hernández Como ya se señaló, los zoques se sienten privilegiados por la existencia del quetzal en sus tierras y verían su desaparición como una desgracia que ocasionaría que su municipio no valiera nada, ellos además piensan que la tierra empobrecería y que habría tristeza en los bosques. Su ausencia en términos ambientales indicaría que la salud del bosque estaría comprometida, o que estaría tan fragmentado que no sería idóneo para que el quetzal lo habite. Los entrevistados también mencionan como otra causa posible de su desaparición a una epidemia que lo afecte. Las acciones comunitarias implementadas para conservar al quetzal han sido: vigilancia para que nadie lo mate, plantación de árboles y concientización de los pobladores locales sobre el quetzal como símbolo del municipio de Tapalapa. Otra de las acciones que los ejidatarios han realizado para su conservación es el apoyo a la reserva Tzama cun Pümy. DISCUSIÓN El presente trabajo muestra la importancia del quetzal para los zoques de Tapalapa. Es importante mencionar que durante las entrevistas las personas comentaron que las nuevas generaciones no le dan importancia a esta ave, porque el conocimiento de esta especie ya no se trasmite de igual forma que antes. 113

116 Al comparar la cosmovisión zoque con la maya, para éstos últimos el ave representa un poder divino, es la energía vital; para los zoques es un símbolo más humano, al compararlo como un ser de gran belleza e importancia para su territorio, así como del acompañante, con quienes se sienten familiarizados y por lo cual la vegetación se respeta. Saben que únicamente en la montaña donde trabajan encuentran a esta ave, por lo tanto, quienes tienen un vínculo afectivo o simbólico con el quetzal tratan de no dañar su hábitat. En efecto, los sitios que los conocedores locales identifican como el hábitat del quetzal actúan como refugios de biodiversidad ante la acelerada deforestación de la zona. Un pueblo que mantiene una conexión con la naturaleza a través del conocimiento tradicional proyecta un respeto al medio que habitan. En términos etno-ornitológicos, la visión sobre las aves particular de la gente de Tapalapa ha contribuido al desarrollo de una conciencia ambiental sobre los bosques y sus habitantes. Tienen claro que si desaparece el paisaje, también podría desaparecer esta especie. Reconocen que pueden tener problemas con las autoridades al hacerle algún daño a la especie (de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT 2010, el quetzal se encuentra en la categoría de peligro de extinción). El estudio revela que este grupo étnico tiene conocimientos importantes sobre la ecología y biología de la especie, al mencionar el tipo de alimentación, hábitat y reproducción. Según Palacio et al. (2009), la época reproductiva del quetzal es entre enero y junio, después de esta época el quetzal realiza migraciones altitudinales a elevaciones más bajas en busca de alimento, frutos de árboles de la familia de las lauráceas. Los zoques identifican la época de reproducción entre febrero y agosto; Álvarez del Toro (1971) menciona que la temporada de cría es de mayo a agosto, aunque suelen haber nidos adelantados o atrasados. Sin duda, el conocimiento respecto a la época de migración ha sido adquirido a través de la observación. Los entrevistados mencionan que aproximadamente en octubre (tiempo que inicia el frío), el quetzal es menos común en la montaña, ya que tiene que emigrar en busca de su alimento conocido como aguacatillo. Otra de las características importantes en el estudio es la forma en que el quetzal es utilizado como indicador de fragmentación, los zoques de Tapalapa han observado que el quetzal ya no es común por que se ha modificado su paisaje. En términos ecológicos, esta especie es sensible a la deforestación de su hábitat, siendo el bosque mesófilo un ecosistema de gran importancia para la flora y fauna. Este conocimiento ecológico tradicional es adquirido gracias a la observación mediante la cual reconocen que sus acciones en el campo, 114

117 resultan en ocasiones en la modificación del ambiente por actividades asociadas a la agricultura y la tala inmoderada, con lo que se reducen las masas forestales de su hábitat. Este problema no es actual, en su libro Aves de Chiapas Álvarez del Toro (1971) menciona: hace algunos años el quetzal era común en la Selva Negra, desgraciadamente ya no existe por la salvaje tala que acabó con este lugar. La Selva Negra se ubica en la misma región zoque a la que pertenece Tapalapa. Es evidente que el quetzal tiene un hábitat adecuado en la zona. En la entrevista con el señor Juan Díaz Gómez, el conocedor local de mayor edad, se apreció como los zoques llegan a la conclusión de que el quetzal permanece en su hábitat natural y que ello se consideran a sí mismos y a su territorio bendecidos por su presencia y que el bosque, que es su casa, es compartido por ambos, quetzales y humanos. Tapalapa es un área de suma importancia para las aves, es considerado un AICA, además de tener bosque mesófilo de montaña, hábitat del quetzal. En la actualidad, estos bosques están fragmentándose por diversos motivos. Por ello, es importante continuar con este tipo de estudios; los resultados preliminares muestran el gran potencial de futuras investigaciones al respecto. La educación ambiental debe estar presente en cada pueblo, por su vital importancia para realizar planes comunitarios de uso y manejo de la biodiversidad. Crear una visión etnobiológica en la comunidad científica contribuiría a revalorar y entender el conocimiento y manejo tradicional en beneficio de la sociedad y en especial de las personas de las comunidades que lo generan y que han conocido, usado y conservando estos recursos sin ningún costo para el erario nacional (Flores-Guido, 2010). CONCLUSIONES El bosque mesófilo de montaña de Tapalapa, hábitat del quetzal, es compartido por los zoques pero está siendo fragmentado. Este artículo trata de promover el aprecio por el conocimiento etno-ornitológico, no únicamente para enriquecer las investigaciones sobre esta especie o área de estudio, sino por el valor que tiene para la subsistencia humana (Hunn, 1999). AGRADECIMIENTOS A todas las personas del municipio de Tapalapa, Chiapas, que dedicaron su tiempo en cada entrevista; al señor Guadalupe Saraos Hernández por 115

118 la aportación fotográfica y como guía en la reserva Tzama cun Pümy; al señor Gaudencio Díaz Núñez por su apoyo y compañía durante las entrevistas; a las autoridades ejidales y municipales por permitir realizar la investigación y al biólogo Cuauhtémoc Cedillo Álvarez, por su orientación y apoyo. BIBLIOGRAFÍA Álvarez del Toro, M Las aves de Chiapas. Gobierno del Estado de Chiapas. Tuxtla Gutiérrez, México. 249 p. Altamirano González-Ortega, M. A., y L. Pérez-Suasnavar Aves del parque San José Bocomtenelté, Zinacantán, Chiapas, México. Instituto de Historia Natural y Ecología. México. 37 p. Aguilera, C El simbolismo del quetzal en Mesoamérica. In: Y. González- Torres (coord.). Animales y plantas en la cosmovisión mesoamericana. Plaza y Valdés. México. p Cano-Contreras, E. J El papel de la cosmovisión en el conocimiento etnozoológico. In: E. M. Costa-Neto, D. Santos-Fita y M. Vargas-Clavijo (coords.). Manual de Etnozoología. Una guía teórico-práctico para investigar la interconexión del ser humano con los animales. Tundra Ediciones. Valencia. p Cedillo-Álvarez, C., R. F. Urbán-Lamadrid, B. T Díaz-Ávila, S. Noguez-Umaña, R. Organista-Mota, M. García-García, G. Urbán-Méndez y P. Díaz-Morales Ordenamiento Territorial Comunitario del Ejido Tapalapa, municipio de Tapalapa, Chiapas. Informe Final. Red para el Desarrollo Sostenible de México. México. 142 p. CONABIO Problemática del conocimiento y conservación de la biodiversidad. México. 45 p. De la Garza, M Aves sagradas de los mayas. Facultad de Filosofía y Letras. Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filosóficas. UNAM. México. 151 p. Eccardi, F Biodiversidad y consumo responsable. Corredor Biológico Mesoamericano-México, CONABIO, SEMARNAT, Fomento Ecológico BANAMEX, Gaia Editores. México. 112 p. Flores, J. S Perspectivas de la enseñanza de la Etnobiología en el entendimiento del manejo tradicional de los recursos naturales. In: A. Moreno-Fuentes, M. T. Pulido-Silva, R. Mariaca-Méndez, R. Valadez-Azúa, R. Mejía-Correa y T. V. Gutiérrez-Santillán (eds.). Sistemas biocognitivos tradicionales, paradigmas en la conservación biológica y el fortalecimiento cultural. Asociación Etnobiológica Mexicana, Global Diversity Foundation, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, El Colegio de la Frontera Sur, Sociedad Latinoamericana de Etnobiología. México. 479 p. 116

119 García, E Modificaciones al Sistema de Clasificación Climática de Köppen (Para adaptarlo a las condiciones de la República Mexicana). Instituto de Geografía, UNAM. México. 246 p. Gispert-Cruells, M., A. R. González-Esquinca, H. Rodríguez-González, L. Luna-Cázares e I. de la Cruz-Chacón La Montaña de Humo. Tesoros Zoques de Chiapas. Facultad de Ciencias UNAM. Escuela de Biología UNICACH. México. 101 p. Goodman, A. L Snowball Sampling. The Annals of Mathematical Statistics 32 (1): Guerrero-Martínez, F., R. Serrano-González y R. Serrano-Velázquez Aves con atributos pronosticadores, medicinales y mágicos-religiosos entre los tojolabales (tojol winikótik) del Ejido Saltillo, Las Margaritas, Chiapas. El Canto del Centzontle 1 (2): Hunn, E. S El valor de la subsistencia para el futuro del mundo. In: M.A. Vásquez Dávila (ed.). La Etnobiología en México: Reflexiones y experiencias. AEM- ITAO. Oaxaca, México. p Kricher, J Un compañero neotropical. Una introducción a los animales, plantas y ecosistemas del trópico del Nuevo Mundo. American Birding-Association. 555 p. Mapas municipales de Chiapas, actualización Subsecretaría de Planeación y Evaluación. Dirección de Geografía, Estadística e Información. Departamento de Geografía. Comité Técnico Especializado de Información Estadística y Geografía. Palacio-Peralta, M. G., J. L. Rangel-Salazar y R. Moguel-Viveros Dos registros recientes del quetzal (Pharomachrus mocinno) en las montañas del este de Chiapas. Huitzil 10 (2): Peterson, R. T., y E. L. Chalif Aves de México. Guía de Campo. Diana. México. 473 p. POECh (Periódico Oficial del Estado de Chiapas) Decreto núm. 432 por el que se declara área natural protegida, con carácter de zona sujeta a conservación ecológica, el área conocida como Tzama cun pümy. Tomo II. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Viernes 3 de noviembre. Núm Sánchez-Castillo, J. R Cambio y continuidad en prácticas y saberes culturales, su influencia en la vida de los zoques de Guayabal, Rayón, Chiapas. Tesis de Maestría. El Colegio de la Frontera Sur. San Cristóbal de las Casas Chiapas. México. 110 p. SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT Diario Oficial de la Federación, jueves 30 de diciembre. 78 p. Solórzano, S., y K. Oyama El quetzal, una especie en peligro de extinción. Biodiversitas 7 (45):

120

121 Sántiz Ruiz, G., R. Perezgrovas Garza, G. Rodríguez Galván y L. Zaragoza Martínez Importancia socioeconómica y cultural de las gallinas locales en una comunidad tsotsil de Chiapas, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p IMPORTANCIA SOCIOECONÓMICA Y CULTURAL DE LAS GALLINAS LOCALES EN UNA COMUNIDAD TSOTSIL DE CHIAPAS, MÉXICO guadalupe sántiz ruiz, raúl perezgrovas garza, guadalupe rodríguez galván y lourdes zaragoza martínez INTRODUCCIÓN De acuerdo con el informe oficial sobre la situación de los recursos genéticos pecuarios en México (SAGARPA, 2005), no se cuenta con información precisa respecto a la contribución y el impacto de las razas criollas o locales de animales domésticos en la producción. En los casos de carne de porcino, pollo, pavo y huevo, la participación de los recursos locales se ubica solamente en los sistemas de traspatio, que pueden representar 10 % de la producción correspondiente. La FAO (2005) define que el traspatio es el lugar donde se llevan a cabo prácticas que tienden a conservar los recursos genéticos locales; ésta es una conservación in situ no institucionalizada, pero con fundamentos fuertes en una cultura indígena y campesina con amplio conocimiento tradicional. La avicultura de traspatio aprovecha al máximo la mano de obra familiar y es una fuente generadora de bienes para la familia campesina, proporciona productos de alto valor nutritivo, así como excedentes para la venta, ofreciendo ingresos para satisfacer otras necesidades (Juárez-Caratachea y Ortiz, 2001). Esta actividad es de gran importancia para las comunidades rurales de México, se caracteriza por la baja inversión requerida y por la facilidad para efectuarla. La cría más común es la de aves criollas o locales, dado que se adaptan bien a condiciones adversas. Las ventajas que presenta la cría de aves en el traspatio son: debido a su corto ciclo de vida tienen gran capacidad para producir huevo y carne en poco tiempo, se requiere poco espacio, un mínimo de insumos externos para criarlas y se pueden aprovechar y reciclar los materiales de la zona para construir las instalaciones. Sin embargo, los problemas que enfrentan hoy en día los recursos genéticos pecuarios en el mundo son, según expertos de la FAO (2005),

122 la disminución de la variabilidad genética en las razas altamente productivas empleadas en sistemas intensivos de producción, así como la rápida desaparición de las razas locales de animales domésticos a través de la introducción de razas exóticas. La avicultura no especializada, también conocida como familiar, de solar o de traspatio, constituye un sistema tradicional de producción animal que consiste en criar un número relativamente pequeño de aves, alimentadas casi siempre con insumos producidos por los propios campesinos. La avicultura de traspatio es una actividad pecuaria practicada de manera relevante por numerosas familias de México, sobre todo en las áreas rurales, Chiapas no es la excepción. Esta actividad utiliza con eficiencia los recursos locales, requiere de pocos insumos externos y hace importantes contribuciones nutricionales, económicas, sociales y culturales en relación a su crianza y consumo para la vida cotidiana de las familias. La cría de aves domésticas en los traspatios utiliza con eficiencia los recursos locales y conlleva una dinámica social y cultural propia, relacionada con la preservación y valoración de recursos genéticos pecuarios en el entorno natural que se encuentran asociados a prácticas rituales. Los agricultores sostienen la creencia de que las gallinas se deben utilizar como ofrendas en aquellas ceremonias encaminadas a proteger a las familias de enfermedades, cumpliendo así las aves un papel muy importante en la vida cultural de las poblaciones rurales (Alders, 2005). La presencia de empresas trasnacionales, dedicadas a la crianza de gallinas con técnicas especializadas en la producción, ha generado la introducción de razas altamente productoras de huevo y carne, las que son puestas a disposición de las comunidades rurales en forma de paquetes por medio de distintos proyectos y programas de las dependencias e instituciones gubernamentales; sin embargo, estas acciones no consideran las distintas formas de producción tradicional a nivel local (SAGARPA, 2007). La introducción de aves de granja como parte de la parvada en la comunidad genera fuertes cambios, con evoluciones desfavorables que afectan la crianza local y el consumo para sus pobladores. De acuerdo con Zaragoza et al. (2009), las gallinas se encuentran en la gran mayoría de los traspatios de las viviendas en las comunidades indígenas tsotsiles; se trata de la especie observada con mayor frecuencia. La labor de crianza está a cargo de las mujeres, pues son las responsables de procurar alojamiento y alimento a las aves y son ellas quienes toman las decisiones que giran en torno a esta especie. Las mujeres indígenas poseen y diferencian dos variedades de aves en sus gallineros: las llamadas batsi alak (gallinas de rancho, criollas o locales) y las kashlan alak (gallinas de granja o paquete). 120

123 Por lo anterior, es elemental realizar un acercamiento sistemático a la avicultura tradicional en las comunidades rurales, como es el caso de la comunidad tsotsil de Tajlevilhó del municipio de Larráinzar, Chiapas. En este lugar, la práctica de la avicultura tradicional es muy importante para la población pues, además de los beneficios alimenticios y de los ingresos económicos que genera, ayuda también a preservar la cultura e identidad de los pueblos indígenas, al utilizar la gallina y sus derivados como elemento tradicional en la práctica de la medicina tradicional. El objetivo general de este trabajo fue analizar la importancia de la avicultura tradicional practicada por los habitantes tsotsiles de Tajlevilhó, municipio de Larráinzar, Chiapas. De manera particular se identificó la importancia social y cultural de la gallina local para las Unidades de Producción Familiar (UPF), así como los beneficios de uso y aportes económicos que genera la gallina local para las familias. ÁREA DE ESTUDIO La investigación se realizó en la comunidad de Tajlevilhó, municipio de Larráinzar, localizada en el macizo montañoso central de Chiapas, a msnm. El estudio se desarrolló a lo largo del año Larráinzar es uno de los 118 municipios que conforman el estado (Figura 1) y de los 17 municipios que en su conjunto integran la Región Económica V Altos Tsotsil-Tseltal (CEIEG, 2011; INEGI, 2005). Figura 1. Ubicación del estado de Chiapas y de la Región Económica V Altos. 121

124 De acuerdo con datos del II Conteo de Población y Vivienda (INEGI, 2005), la comunidad cuenta con 120 habitantes, en su totalidad hablantes de la lengua tsotsil; presenta un nivel de marginación alto. MÉTODO Durante el trabajo de campo se realizaron visitas domiciliarias para recabar información específica por medio de una encuesta aplicada a 100 % de las unidades de producción familiar. La cédula de encuesta incluyó los apartados de: tipología e integrantes de la familia, género, edad y escolaridad de los miembros, sus ocupaciones y participación productiva y las características de la vivienda. Una segunda sección de la cédula sirvió para identificar los aspectos generales de las actividades productivas, tanto agrícolas como pecuarias, registrando especies, prácticas de manejo, ciclos productivos, distribución del trabajo, e identificación de apoyos gubernamentales. Posteriormente, se aplicó una guía de entrevista semiestructurada a 14 UPF que corresponden a 70% de la comunidad. La guía incluyó tres apartados importantes: a) Aspectos socioculturales. Se formularon preguntas relacionadas con la crianza de aves, el cuidado de los animales de manera tradicional, así como la utilización de la gallina y sus derivados para el consumo. La guía hacía énfasis en cuanto a la importancia de las ceremonias de sanación como característica social y cultural de la medicina tradicional, con el uso de la gallina como uno de los elementos que requieren los rituales de curación. b) Aspectos económicos. Se recurrió a preguntas referentes a los aportes que generan la crianza y la venta de excedentes derivados de la gallina, así como la rentabilidad de la producción de aves. Igualmente se consideraron los aspectos relacionados con la inversión económica que representa la instalación de gallineros y corrales. c) Aspectos técnicos. Se manejaron preguntas respecto al cuidado y a la asistencia sanitaria e instalaciones que tiene la gallina dentro del corral tradicional, así como la perspectiva del manejo de las aves especializadas (gallinas de granja o de paquete) dentro del gallinero y sobre todo el impacto que éstas generan al incorporarlas dentro de la parvada local. Se realizó igualmente una entrevista con un conocedor local clave, para lo cual primero se procedió a identificar a personas de la comunidad con disposición para colaborar con el equipo de investigadores sobre la curan- 122

125 dería, accediendo a colaborar únicamente una de ellas; con esto, se pudo complementar la información generada en las entrevistas semiestructuradas, particularmente en el apartado sociocultural. Como parte de la entrevista al conocedor local clave, se estructuraron preguntas para reconocer el papel de la gallina local y sus derivados como elemento fundamental de curación dentro de un ritual o ceremonia de curación, en la medicina tradicional. El análisis de la información generada se realizó de manera multidisciplinaria, utilizando un enfoque cualitativo-descriptivo. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Tajlevilhó se ubica en un área de lomerío moderado, con las viviendas en la parte más baja, la iglesia y la escuela en la más alta. Se observó que las UPF cuentan con gallineros y corrales donde albergan a las aves, en su gran mayoría de la raza local. La comunidad es muy pequeña y por ello las casas entre vecinos están a pocos metros, lo que hace posible pasar de una vivienda a otra fácilmente. LA UNIDAD DE PRODUCCIÓN FAMILIAR Durante el recorrido se pudo apreciar que 100 % de las UPF cuenta con traspatios o huertas a un lado de las viviendas; en ellos se encuentra una gran variedad de plantas de ornato y para condimentar, así como algunos árboles frutales. Por el clima característico de la comunidad se observó que existen algunas plantas de café y se pudo apreciar una extensa vegetación, principalmente de arbustos. Se encontró que la familia de Tajlevilhó es de tipo nuclear (70 % de ellas); está integrada por el padre, la madre y cinco hijos por familia, en promedio. Algunas de las familias son de tipo extenso (30 % de los casos) y se componen por el padre, la madre, los hijos y otros familiares como tíos o abuelos. De acuerdo con los resultados que se obtuvieron mediante las herramientas de investigación convencional y participativas, se encontró que la familia tradicional de la comunidad de Tajlevilhó tiene un jefe de familia que se dedica a la agricultura de temporal, la mujer se dedica al hogar y al cuidado de los animales domésticos. Algunos hijos e hijas que acuden a la escuela de la localidad también colaboran con sus padres. Estas características son similares a las que se encuentran en las demás comunidades tsotsiles de Los Altos de Chiapas respecto a las actividades que realiza cotidianamente cada uno de los miembros de la UPF, en las que existe un marcado contexto cultural transmitido por vía oral de generación en generación (Zaragoza, 2006). 123

126 El jefe de familia en Tajlevilhó se dedica a la agricultura tradicional, es decir, a la preparación de la tierra en la parcela agrícola, la siembra de semillas locales, y el cuidado de la milpa; ésta ha sido una de las principales actividades y está basada en técnicas ancestrales. La producción tradicional tiene como característica significativa la utilización de los propios recursos, principalmente desde una óptica social por la transmisión de conocimiento que se da de generación en generación mediante la lengua y el trabajo; a esta forma de transmitir y aplicar los saberes se le denomina conocimiento tradicional y es la manera de practicar la agricultura en los sistemas tradicionales en comunidades tsotsiles de Chiapas (Sánchez, 2005). Los sistemas tradicionales de producción son parte de un complejo sistema socioproductivo y biológico en que se establecen condiciones de reproducción y obtención de diversos productos de uso e intercambio, los cuales permiten finalmente la reproducción y continuidad sociocultural e histórica de los pueblos. Por su parte, la mujer de Tajlevilhó se dedica al hogar, al cuidado de los hijos y a la cría de los animales domésticos. Todos los días a muy temprana hora comienza su labor, preparando el alimento que consumirá el jefe de familia (y los hijos mayores, en su caso) para irse a trabajar al campo y los hijos menores que asisten a la escuela. En el transcurso del día, las señoras se dedican al aseo del hogar y a lavar las prendas de todos los miembros de la familia, así como también están al pendiente de los animales de la unidad doméstica; así, se ocupan de darle el alimento a las gallinas, a los guajolotes y, cuando existen, a los patos, que por lo general consiste en maíz en grano entero, que se muele si se les proporciona a los pollitos. De acuerdo con Rodríguez et al. (2005), la mujer rural diversifica sus actividades incluyendo la crianza animal, intentando minimizar riesgos de cualquier labor exclusiva. Sus responsabilidades son diversas y al mismo tiempo se le limita el acceso a la educación formal. Su participación en diversos aspectos sociales y económicos es reducida por influencias culturales. La enseñanza de madres a hijas se hace en forma oral y a través de la participación en las actividades cotidianas. Criar animales le cuesta a la mujer una mínima inversión y a cambio le da la oportunidad de generar recursos que luego usará en beneficio de su familia. El trabajo de las mujeres en las comunidades no es remunerado, al menos de manera directa, pero sí es importante para que los otros miembros de la familia puedan llevar a cabo sus propias actividades, además de las labores ya mencionadas; cuando es necesario la mujer tiene que ir al bosque a traer leña y plantas útiles (para condimentar, medicinales, de 124

127 uso textil), y del mismo modo en la temporada agrícola ellas tienen que apoyar en las actividades relacionadas con el cultivo de la milpa. En ese sentido, Perezgrovas (2009) hace referencia a que la mujer aporta su trabajo en la empresa familiar en calidad de ayuda y vive una situación poco definida en el mundo rural, en especial en el sector agrario. A su papel de ama de casa, añade su trabajo en las labores agrícolas y/o ganaderas como colaboradora productiva, pero sin remuneración económica alguna. El autor prioriza el hecho que la mujer rural es la responsable de la conservación y transmisión de la multitud de tradiciones culturales que han visto su continuidad en el tiempo, gracias a la labor prestada a las mismas, donde ellas siguen siendo el pilar moral y social de la familia y tienen a su cargo la reproducción de los contextos sociales y culturales del núcleo doméstico. Las viviendas en Tajlevilhó cuentan con un dormitorio que tiene piso de cemento y techo de lámina, además una cocina con paredes de madera. Todos los hogares cuentan con energía eléctrica, letrinas ecológicas y agua entubada; ésta última escasea en algunas épocas del año, ya que el agua es transportada a través de mangueras desde un manantial natural. EL TRASPATIO Comúnmente los traspatios de las familias de Tajlevilhó son lugares que están a un lado o rodeando la vivienda; éste es el espacio donde se alojan y se crían los animales domésticos, también se aprovecha para la siembra de algunas hortalizas para autoabasto y algunos árboles frutales. Estos sitios de la UPF poseen una amplia diversidad de plantas y productos pecuarios que, junto con la producción de la parcela agrícola, proporcionan a la familia una dieta variada. Considerando lo anterior, Pérez et al. (2009) mencionan que el traspatio ofrece la seguridad de que siempre habrá algo de comer, pues las mujeres ven en sus gallinas una manera de aprovechar los huevos. Las familias tienen una variedad de alimentos de sus parcelas y traspatios, sin embargo, en su dieta no podría estar incluida la carne todos los días puesto que lo que obtienen como ganancia solamente les ayuda en algunos casos a satisfacer necesidades de los animales, incluido el mantenimiento del traspatio. Resultados similares fueron reportados en el trabajo de Zaragoza (2006) sobre la variedad de vegetales en las comunidades de Los Altos de Chiapas y su importancia para el autoconsumo familiar es evidente. La mayoría de las UPF en Tajlevilhó utiliza el estiércol de los animales domésticos como abono natural, el cual se aplica a las hortalizas para producir mejores alimentos y a un menor costo, en virtud de lo que ha aumentado el precio de los fertilizantes químicos. 125

128 LAS AVES DOMÉSTICAS De acuerdo con los resultados obtenidos con la aplicación de la entrevista a las UPF de Tajlevilhó, entre los principales animales domésticos en la comunidad, destaca con 100 % la cría de gallinas locales, también llamadas batsi alak. Esta actividad es realizada de forma tradicional por las mujeres como las principales propietarias de los animales y son ellas quienes han diseñado ancestralmente los sistemas tradicionales de cría y manejo, quienes los transmiten de manera oral a las siguientes generaciones. Zaragoza et al. (2009) coinciden con esta situación en su trabajo sobre gallinas locales en Chiapas, puesto que son propiedad de las mujeres y ellas deciden sobre su producción, venta, precios, destino de los huevos y venta de los pollitos. Los guajolotes se conceptualizan como una alcancía, pues se pueden vender cuando existe una necesidad económica, aunque también se destinan al consumo doméstico en caso de alguna celebración. Zaragoza (2006) identifica que la producción de guajolotes es una actividad que requiere de buena suerte a decir de las propietarias, ya que son animales más delicados que las gallinas, sobre todo cuando son polluelos. Normalmente los huevos de guajolota no se consumen y únicamente se utilizan para la recría y para venderlos. Como se mencionó anteriormente, en la comunidad de Tajlevilhó la avicultura es una actividad realizada por el 100 % de las UPF. Las labores de cuidado y atención son realizadas principalmente por las mujeres; en ocasiones se hacen estas tareas con la ayuda de los hijos, las cuñadas y las abuelas. Las principales prácticas de manejo son la alimentación suplementaria de las aves con residuos de cocina y grano de maíz, la colocación de los nidos y suministros de agua fresca, y se pone un palo por el que las gallinas suben a los árboles. Coincide lo anterior con lo descrito por Jerez et al. (2005), quienes indican que en Oaxaca el cuidado de las gallinas está a cargo de las mujeres y en algunas ocasiones los niños. Al respecto Rodríguez et al. (2005) concuerdan al mencionar que las mujeres tsotsiles son las responsables del cuidado animal y son libres de decidir sobre su destino (venta, cambio, préstamo); además son ellas quienes ganan el prestigio por contar con un mayor número de animales. De acuerdo con los resultados obtenidos en las entrevistas, una parvada está compuesta de 4 hasta 25 gallinas locales dentro de un gallinero y tienen un destino variable, según se aprecia en la Figura 2. En algunos traspatios existe la presencia de gallinas de granja, en un rango de 2 a 7 aves. 126

129 Figura 2. Principales usos de la gallina de rancho en la UPF. Las UPF no invierten en materiales costosos o especializados para la construcción del gallinero tradicional; la mayoría de las familias reutiliza tablas y láminas viejas para armar las paredes y el techo de los gallineros que protegen a los animales de la intemperie. Por lo regular, los materiales en su momento sirvieron para construir la vivienda de la familia, pero por diversas razones se deterioraron y se han reemplazado por nuevos o por materiales de concreto, quedando entonces disponibles para otros usos. Las gallinas se crían de manera tradicional haciendo vida libre en corrales dentro de los traspatios de las viviendas; por lo general existe un gallinero rústico hecho de palos y con malla de alambre, en ocasiones duermen en las copas de los árboles del patio, para lo cual se deja un madero inclinado como acceso. Al respecto, Alders (2005) coincide con lo anterior al mencionar que en el medio rural las instalaciones avícolas proveen protección contra los depredadores y la intemperie, aumentando la productividad de las aves. Es importante procurar suficiente atención al diseño y a los materiales empleados en su construcción, para evitar la infestación o la propagación de parásitos internos o externos. Dentro de los corrales se observó una gran variedad de nidos de las gallinas ponedoras como: cajas de cartón, cajas de madera, huacales, ollas viejas de aluminio y ollas de barro, cubiertas en su interior con paja para mantener una temperatura adecuada para los huevos. Lo anterior coincide con lo que establecen Rodríguez et al. (2005) al identificar similitudes con el manejo que hacen de las aves en otras comunidades 127

130 indígenas de Los Altos; por ejemplo, las gallinas se alojan en precarios gallineros hechos con materiales disponibles en la UPF (carrizos, tablas y láminas de recicle) y los nidos son rejas de madera o trastos viejos. Esto es indicativo que en las comunidades indígenas siempre se buscan alternativas económicas para dotar a las aves de un alojamiento adecuado. En el mismo sentido, la mayoría de los bebederos que hay en los corrales de Tajlevilhó son de vasijas viejas de plástico y aluminio. Las gallinas que se manejan libremente beben el agua que se acumula en el suelo al derramarse el líquido de los lavaderos de los patios domésticos. ALIMENTACIÓN Y PRÁCTICAS SANITARIAS El grano de maíz entero es el alimento básico que se les proporciona a las gallinas, mientras que para los polluelos se prefiere el maíz cocido o triturado y pequeñas porciones de masa de maíz; a la parvada también se le ofrecen desperdicios que se generan de la cocina familiar. Algunas parvadas tienen la oportunidad de estar libres y recorrer el campo para complementar su dieta y equilibrarla, alimentándose de pasto, gusanos, insectos, lombrices, escarabajos, etc. Lo anterior coincide con lo referido en Oaxaca por Jerez (1994), al afirmar que la alimentación de las aves de traspatio se basa principalmente en maíz, desperdicios de cocina y alimento verde. De esta manera se puede apreciar que la alimentación de las gallinas es semejante en diferentes zonas rurales del país, y que tienen un elemento de sustentabilidad al reducir costos y mantener el ambiente. Normalmente las mujeres van al corral dos veces al día para darles maíz a las gallinas; en otros casos, lo depositan en unas vasijas de plástico o en un comedero de madera; ellas arrojan al suelo algunos puñados del grano, que va de acuerdo con la cantidad de aves que se alimentan. Las gallinas se enferman comúnmente por cambios bruscos en el clima y por otros factores naturales como presencia de lluvia. En Tajlevilhó, las principales enfermedades que mencionan las mujeres son: gripe, tos, granos (viruela) y la peste (enfermedad de Newcastle). Bajo las condiciones de las comunidades mixtecas de Oaxaca, Jerez (1994) también menciona que las enfermedades de mayor incidencia en las aves son de tipo respiratorio, además de la viruela en combinación con el Newcastle. Es importante mencionar que las gallinas locales presentan baja mortalidad en comparación con las gallinas de granja, ya que se les atribuye cierta resistencia genética contra algunas enfermedades, además de una mayor adaptación a las condiciones ambientales y al manejo rústico que prevalece en las UPF. En algunas UPF utilizan la herbolaria, 128

131 conocimiento tradicional para tratar las enfermedades de las gallinas, pero no todas las mujeres saben los remedios y no todos los remedios alivian los padecimientos. ASPECTOS ECONÓMICOS La avicultura familiar en Tajlevilhó tiene una importante función dentro de la economía doméstica, por el precio que alcanzan tanto las aves como los huevos (Cuadro 1). Cuando los polluelos crecen y se convierten en aves adultas, algunas se destinan a la venta, con personas de la comunidad o con visitantes; hay casos en que el jefe de familia lleva las gallinas a las cabeceras municipales para venderlas. Las gallinas y los huevos han sido muy importantes para la unidad doméstica al ser una fuente de ingresos por los excedentes que genera. Rodríguez et al. (2005) coinciden con lo reportado en la presente investigación al mencionar que el destino de la producción en otras comunidades tsotsiles de Chiapas es esencialmente para autoconsumo, aunque en situaciones de apuro se puede vender algún ejemplar, procurando evitar la salida de hembras y animales jóvenes y sanos. Cuadro 1. Diferencias de precios entre gallinas de rancho y de granja en la unidad de producción familiar de Tajlevilhó, Chiapas (2010) GALLINAS DE RANCHO O LOCALES GALLINAS DE PAQUETE O DE GRANJA Número de gallinas 11.1 ± ± 2.6 Costo de una gallina o gallo $212 ± 5.3 $114 ± 27 Costo de un huevo $2.50 $1.00 MEDICINA TRADICIONAL Comúnmente las familias recurren a la medicina tradicional como medio de sanación o curación de sus males, ya sean físicos, mentales y/o espirituales. Para ello se solicita la intervención y el servicio de un curandero o médico tradicional dentro de la comunidad, quien por lo general utiliza gallinas como parte de los rituales de sanación. Los huevos de las gallinas locales también se utilizan dentro de la medicina tradicional como elemento curativo para tratar enfermedades comunes entre los miembros de la familia, como el mal de ojo o mal aire. Sin embargo, los huevos se ocupan mayormente como elemento en un ritual tradicional para curar los padecimientos en los niños pequeños de la familia. En este sentido, Jerez et al. (2005), en su trabajo realizado 129

132 en comunidades mixtecas de Oaxaca, muestran coincidencias en lo que se refiere a la utilización de huevos de gallinas criollas para hacer limpias. La situación en Tajlevilhó también coincide con lo descrito por Gómez (2005), en su trabajo sobre los médicos tradicionales en Chiapas, en el sentido que el curanderismo es una práctica religiosa que han conservado los tsotsiles desde tiempos pasados; la autora enfatiza que todo rito curativo que han conservado los tsotsiles es eficaz si el paciente mantiene una fe firme en su creencia, lo que equivale a recibir salud física y espiritual. Los indígenas de Tajlevilhó señalan que cuando el curandero solicita a la familia una gallina de color negro indica que la enfermedad es grave; se utiliza un gallo para curar a un paciente hombre, una gallina para las mujeres o un polluelo para los niños. En el caso de intentar quitar la brujería a la persona, después de conseguir todos los elementos que solicitó, el curandero comienza con el ritual, el que también requiere de ofrendas (alcohol, flores), juncia (ramales) de pino e incienso. Las aves locales son mejores dentro de las curaciones para remediar las enfermedades y son aprovechadas por el 100 % de las familias de la comunidad; en comparación, las gallinas de granja no son utilizadas porque tienen ciertas características inferiores respecto a las locales. Los entrevistados suponen que la gallina local puede absorber con eficacia la enfermedad mientras que la de granja no lo hace, ya que es muy frágil y delicada. CONCLUSIONES La cría de aves es una de las actividades pecuarias más comunes e importantes que se desarrollan en los solares o traspatios de las viviendas de Tajlevilhó. La avicultura es de tipo tradicional, principalmente con aves de razas locales, con bajo uso de insumos externos y con características similares a las que ocurren en otras comunidades tsotsiles de la región Altos de Chiapas. La mujer es la encargada principal de esta actividad, con la ayuda de los hijos, y de ello no recibe remuneración alguna, pero representa un elemento importante dentro del sistema de vida de la familia en términos sociales, culturales y económicos. Los principales beneficios obtenidos de la cría de aves son tangibles cuando se trata de alimento, de la cría de pollitos para reemplazo y de ingresos monetarios derivados de la venta de animales y huevos. Sin embargo, deben considerarse de manera prioritaria los beneficios intangibles relacionados con la preservación de recursos genéticos locales, la transmisión oral del conocimiento ancestral, el mantenimiento de la salud a través de la medicina tradicional y la persistencia de las costumbres que se enmarcan en la cultura de la etnia tsotsil. 130

133 BIBLIOGRAFÍA Alders, R Producción avícola por beneficio o por placer. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Folleto de la FAO sobre diversificación 3. Roma [Consulta: 30-marzo-2010] < ags/publications/docs/diversification/spanish/avicola_3_es.pdf>. CEIEG Comité Estatal de Información Estadística y Geografía. [Consulta: 23-enero-2011] < FAO Organización de Las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación respondiendo ante la revolución pecuaria. Políticas Pecuarias 01 [Consulta: 15-febrero-2010] < Gómez Sántiz, M. M J-ILOLETIK: Médicos tradicionales de Los Altos de Chiapas. Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. México. p INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) II Conteo de Población y Vivienda. INEGI. México. [Consulta: 23-enero-2011] < Jerez Salas, M. P La gallina criolla en los Valles Centrales de Oaxaca. Reportes de investigación 1. Instituto Tecnológico Agropecuario de Oaxaca No. 23, Centro de Investigaciones y Posgrado. Oaxaca, México. 89 p. Jerez Salas, M. P., J. C. Nolasco Cruz y M. A. Vásquez Dávila Etnozoología de la gallina criolla (Gallus gallus) por las mujeres mixtecas de San Antonio Huitepec, Oaxaca. Memorias. VI Simposio Iberoamericano sobre Conservación y Utilización de Recursos Zoogenéticos CYTED. p Juárez-Caratachea, A., y M. A. Ortiz Alvarado Estudio de la incubabilidad y crianza en aves criollas de traspatio. [Consulta: 18-febrero-2010] < biblioteca.org.ar/libros/90255.pdf>. Pérez Avilés, R., J. S. Hernández Zepeda, E. Silva Gómez, S. Toxtle Tlamani, G. E. Aponte Ramos, I. Lucas Andrade y R. Reséndiz Martínez El traspatio como el lugar de conservación de recursos zoogenéticos, con énfasis en las aves de corral. Memorias. X Simposio Iberoamericano sobre Conservación y Utilización de Recursos Zoogenéticos. Universidad Nacional de Colombia, Sede Palmira. Palmira, Colombia. p Perezgrovas Garza, R Realidad de las mujeres tzeltales de Aguacatenango (Chiapas, México) ante la dinámica de la economía moderna. In: J. Aznar Márquez, A. Martí de Olives, M. J. Navarro Ríos y A. Téllez Infantes (eds.). Desarrollo y trabajo de las mujeres en el medio rural. Icaria. España. p Rodríguez, G., R. Perezgrovas, L. Zaragoza, G. Sánchez y K. De Jesús Situación del sistema agropecuario indígena en el contexto rural y urbano en Los Altos de Chiapas. Memorias. VI Simposio Iberoamericano sobre Conservación y Utilización de Recursos Zoogenéticos. CYTED. p

134 SAGARPA (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural Pesca y Alimentación) Producción avícola a pequeña escala. < SAGARPA (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación) Programa Nacional Pecuario < mx/ganaderia/publicaciones/paginas/prognacpecuario.aspx>. Sánchez Álvarez, M Sistemas y tecnología de producción agrícola en Huixtán, Chiapas. Centro Estatal de Lenguas y Literatura Indígena. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México. 313 p. Zaragoza Martínez, M. L Diagnóstico del sistema de producción agropecuaria en comunidades indígenas del municipio de Chamula, Chiapas. Tesis de Maestría, Facultad de Ciencias Agronómicas, Villaflores Chiapas. Universidad Autónoma de Chiapas. México. 98 p. Zaragoza Martínez, M. L, B. Martínez Corona, R. Perezgrovas Garza, J. V. Rodríguez Hernández, J. A. Méndez Espinoza, J. S. Hernández Zepeda, G. Rodríguez Galván Las gallinas locales en el contexto indígena de Los Altos de Chiapas (México). Memorias. X Simposio Iberoamericano sobre Conservación y Utilización de Recursos Zoogenéticos. Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira. Palmira, Colombia. p

135 Romero González, P., P.L. Enríquez y G. Álvarez Gordillo Conocimientos y percepciones de niñas y niños sobre las aves en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p CONOCIMIENTOS Y PERCEPCIONES DE NIÑAS Y NIÑOS SOBRE LAS AVES EN SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS, MÉXICO primavera romero-gonzález paula l. enríquez guadalupe álvarez-gordillo INTRODUCCIÓN Los problemas ambientales están relacionados con aspectos humanos que han generado una crisis ambiental mundial, los cuales muestran una estructura común, principalmente civilizatoria (Leff, 2004). La educación puede jugar un rol estratégico para construir saberes de diferentes culturas, pero es necesario disponer de información sobre los conocimientos y percepciones que las personas tienen sobre el ambiente (Barraza, 2002) y de esta forma dirigir actitudes y acciones positivas para un mejor manejo de los recursos naturales (Barraza y Ceja-Adame, 2003). Los conocimientos son el conjunto de hechos y principios que conciernen a cierto tema y que se han adquirido a través del tiempo (Clarke, 2001). Las percepciones ayudan a entender las diferentes actitudes de las personas (Sánchez-Cortés, 2011). En este estudio, el concepto de percepción se consideró como el proceso cognitivo de la conciencia que consiste en el reconocimiento, interpretación y significación para la elaboración de juicios en torno a las sensaciones obtenidas del ambiente físico y social, en el que intervienen otros procesos psíquicos como el aprendizaje, la memoria y la simbolización (Vargas, 1994: 48). Además, las percepciones ambientales son entendidas como procesos sociales de asignación de significados a los elementos del entorno natural y a sus cursos de transformación y/o deterioro que son comprendidos de formas muy diversas por distintos sectores de la sociedad (Durand, 2008). Existen diferentes variables que determinan las percepciones del individuo como son el entorno físico, la personalidad, los valores, el conocimiento popular, las actitudes y los contextos sociales y culturales (Valera et al., 2002; Barraza et al., 2006; Aguirre-Bielschowsky et al., 2012).

136 Kellert (1996) identificó seis períodos de desarrollo en el ser humano sobre los valores que asignamos a la vida silvestre y a la naturaleza, lo mismo planteado por Piaget pero con un enfoque psicológico. Donde las niñas y los niños de 9 a 11 años tienen la facilidad de adquirir conocimientos debido a que han desarrollado habilidades como ordenar, clasificar, analizar e interpretar (Barraza y Ceja-Adame, 2003). De esta manera pueden comprender mejor las funciones de la vida silvestre (Kellert, 1996), en esta etapa de desarrollo las niñas y los niños son muy curiosos con respecto a todo lo que les rodea, muestran actitudes abiertas y flexibles hacia otras culturas (Barraza y Ceja-Adame, 2003). En cuanto al contexto urbano, se ha observado que los infantes se encuentran cada vez más influenciados por distintos medios de comunicación que los aleja de su contexto inmediato (Kellert, 1996; Aguirre-Bielschowsky et al., 2012). Por lo que determinar que conocen y cómo perciben los infantes la vida silvestre y la naturaleza es fundamental para dirigir acciones positivas hacia un mejor manejo de los recursos naturales (Kellert, 1996). Además la infancia es una etapa crucial para el desarrollo y la formación de hábitos que ayuden a mejorar la situación ambiental (Corona y Morfin, 2001). La avifauna de Chiapas es una de las más particulares y diversas de México con un total de 659 especies; debido a la compleja topografía que le confiere la Sierra Madre de Chiapas y Los Altos del centro y norte de Chiapas (Rangel-Salazar et al., 2005). Esta diversidad ha sido alterada a diferentes niveles espaciales por las aceleradas e intensas formas de cambio de usos de suelo y por presiones económicas (idem). Algunas amenazas identificadas son la pérdida y degradación del hábitat, tráfico y comercio de aves, cacería como fuente de proteínas, contaminación y especies introducidas (Íñigo-Elías y Enkerlin, 2002). Entonces, a partir de la identificación de una crisis ambiental en las últimas cuatro décadas basada en el uso y abuso de los recursos naturales (Sudarmadi et al., 2001; Gutiérrez, 2011) se ha establecido la educación ambiental. Esta educación busca generar conocimientos, clarificar conceptos, reconocer habilidades, fortalecer valores y promover actitudes de respeto hacia la protección y el mejoramiento del ambiente (Barraza, 2000). Las percepciones de niñas y niños son la base para las prácticas, si se considera la perspectiva constructivista, donde el aprendizaje es un proceso activo y los individuos obtienen información desde el ambiente, e interpretan constructos sociales y significados basados sobre experiencias y conocimientos a priori (Prokop et al., 2007: 2). En este estudio, orientado a los conocimientos y valoraciones sobre las aves, se analizaron las percepciones de niñas y niños de 9 a 11 años 134

137 de edad de quinto y sexto grado de primarias rurales y urbanas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Esta comparación se realizó porque los participantes se desarrollan en diferentes ambientes, experiencias y enseñanza formal e informal (Tréllez, 2002; Molinari, 2010). Además, la utilización de las aves como una herramienta en el proceso de enseñanza-aprendizaje promueve la comprensión de los problemas que los seres humanos vivimos y el impacto de nuestras actividades sobre la naturaleza (Villaseñor y Manzano, 2003). ÁREA DE ESTUDIO El municipio San Cristóbal de Las Casas se ubica en la región de Los Altos de Chiapas (Figura 1). Tiene 92 localidades y presenta una población total de habitantes (INEGI, 2010). En las últimas décadas, se ha incrementado la población humana como resultado de los problemas político-religiosos, económicos y por el conflicto armado con la aparición del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) en Las personas que habitan en este municipio son de diferentes orígenes y procedencias, la mayoría son originarios de San Cristóbal de Las Casas y de otros municipios de Chiapas, pero también hay mexicanos de otros estados y extranjeros, principalmente europeos. La población de origen indígena es importante existen tsotsiles, tseltales, tojolabales y choles (Molinari, 2010). MÉTODO El estudio se realizó en siete primarias ubicadas en la zona rural y urbana de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, durante el ciclo escolar (Figura 1). Participaron niñas y niños de 9 a 11 años de edad que cursaron quinto y sexto grado de primaria. En primarias multigrado, también participaron niñas y niños con edades entre 8 y 14 años. Se aplicó un cuestionario con siete secciones en 35 reactivos, con preguntas abiertas y cerradas sobre: datos personales; sobre las aves: características, conocimiento, ecología, problemáticas e interés. Además, se solicitó realizar un dibujo de ellas. Cabe aclarar que para lograr una mejor comprensión se utilizó la palabra pájaros. Antes de aplicar el cuestionario, se realizaron cinco cuestionarios piloto en cada primaria con la finalidad de conocer el tiempo promedio de respuesta, posibles dificultades en la aplicación y determinar si las preguntas eran entendidas y válidas. El cuestionario final fue mejorado y el tiempo de respuesta fue de una hora en promedio. 135

138 Figura 1. Localización de primarias rurales ( *) y urbanas ( ). La primaria con símbolo ( ) fue categorizada como urbana en el turno matutino y rural en el turno vespertino en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Imagen proporcionada por E. Valencia (LAIGE, ECOSUR). ANÁLISIS DE DATOS Para el análisis cuantitativo se calcularon las frecuencias de las respuestas de cada variable. Algunas respuestas con variables categóricas se agruparon en diferentes subcategorías para un mejor análisis. Para algunas variables (lugares dónde viven las aves, aves en peligro de extinción, usos, problemas, acciones de conservación, importancia de las aves y medios de donde obtuvieron la información) se realizaron modelos lineales generalizados con ayuda del programa JMP versión 7. El límite de significancia fue P Las respuestas a la variable importancia de las aves se categorizaron en grupos de acuerdo a los valores para la naturaleza y vida silvestre según Kellert (1996), aunque aquí solamente consideramos cuatro grupos: 1) antropogénico, que se refiere a la explotación material de la naturaleza; 2) naturalista, que se refiere a la experiencia directa y exploración de naturaleza; 3) ecológico-científico, que es el estudio sistemático de la estructura, función y relación entre la naturaleza y 4) estético, que se refiere a la atracción física y belleza de la naturaleza. La respuesta no sé no se incluyó como categoría. En la pregunta de acciones para conservar las aves, éstas se categorizaron en acciones propositivas (todas aquellas acciones de carácter constructivo, e. g.: Poner letreros en los bosques para que no talen la casa de las aves, Vigilar los bosques para evitar incendios, Cuidar- 136

139 las, decir a los cazadores que no las maten ), y restrictivas (acciones de carácter prohibitivo; e. g.: No matarlas, No talar, No pintarlas, Prohibir la caza, No venderlas ). Posteriormente se les asignó otra categoría enfocada a diferentes temáticas como comunicación-educación, creación de un área verde protegida, cuidado del medio ambiente, no cazarlas y cuidarlas entre otros. También se obtuvieron los nombres locales en tsotsil de las aves. El conocimiento local oral es información que se transmite de generación en generación y constituye un elemento importante de las percepciones de las personas (Dopico, 2006). En este caso se utilizó la técnica cualitativa de narración escrita de los relatos sobre las aves para determinar cómo las niñas y los niños perciben a las aves. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Un total de 454 niños y niñas participaron en este estudio, 389 fueron de las cuatro primarias de la zona urbana y 65 de tres primarias en la zona rural de San Cristóbal de Las Casas del ciclo escolar Los participantes fueron 226 niñas (49.7 %) y 228 niños (50.2 %). La mayoría de los participantes hablan únicamente español (82 %) y solamente 7 % habla un idioma local (tsotsil, tseltal y tojolabal), el resto también habla inglés. Es originario de San Cristóbal de Las Casas 84 %. Conocimientos sobre las aves En total se registraron 71 nombres de aves comunes. Los participantes en primarias rurales mencionaron más nombres, siendo los más comunes: carpintero (39), zopilote (30), paloma (28), colibrí (27), chinita (19), águila (14) y tucán (11). Para la zona urbana, algunos nombres se repitieron como fueron: colibrí (214), águila (195), zopilote (182), paloma (181), tucán (161), carpintero (122) y guacamaya (83). Las niñas y los niños mencionaron diferentes nombres de aves locales como son chinita (Zonotrichia capensis, Emberezidae), chicharra y pecho blanco (Melanotis hypoleucus, Mimidae). Además de nombres onomatopéyicos, compuestos de vocablos que imitan el grito, canto o sonido del ave (Villagrán et al., 1999; Enríquez y Rangel-Salazar, 2004). La onomatopeya tuvo presencia en nominaciones tsotsiles de aves como chis xtot o cerecero (Turdus rufitorques, Turdidae), chichipito, curabi, curcubish, tapacaminos (Caprimulgus vociferus, Caprimulgidae), kuxkumun (Glaucidium brasilianum, Strigidae) y jex (Cyanocitta stelleri, Corvidae). De estos nombres, el que fue mencionado con más frecuencia fue chinita (29), jex (7) y pecho blanco (4). En cuanto a los nombres onomatopéyicos y/en nominaciones tsotsiles, refleja que las niñas y los niños 137

140 han adquirido conocimientos de generaciones pasadas sobre la percepciones sensoriales o simbolismo, que han experimentado estas culturas cuando obtuvieron la sensación física o psicológica al observar al animal e imitar el grito o canto del ave (Villagrán et al., 1999). Los infantes también mencionaron aves con distribución fuera de México como agap*rnis, avestruz, buitre, cacatúa, canario, cisne, papagayo, pavo real, perico australiano y pingüino. Las especies más nombradas fueron el canario (37) y el perico australiano (35). La mayoría de los participantes mencionaron conocer dónde viven las aves; los árboles fueron los más mencionados por ambos grupos, con 77% de respuesta para las primarias rurales y 46% para las primarias urbanas. Otros sitios que mencionaron fueron el bosque, selva, campos, montañas, ciudades y zoológicos. Los participantes de primarias urbanas mencionaron más sitios en sus respuestas que los de las primarias rurales. Pero éstos últimos mencionaron únicamente sitios de su entorno próximo como bosques y montañas. De esta manera si la población está involucrada en las condiciones del medio se podrán provocar cambios de actitud a favor de mejorar el ambiente (Benez et al., 2010). También hubo participantes de la zona rural (12.7 %) y urbana (8.6 %) que no supieron dónde viven las aves. Referente a la pregunta sobre donde los han visto, las respuestas de los participantes variaron (,1 = 47.88, P < 0.001). El jardín de la casa fue el sitio más mencionado (75.5 % en primarias rurales y 72.8 % urbanas); otros sitios que mencionaron los participantes de las primarias rurales fueron los campos agrícolas y montañas. En las primarias urbanas, también mencionaron el jardín escolar, el campo, el parque, los zoológicos, los pastizales y los humedales. Sobre las respuestas de dónde han escuchado hablar más sobre las aves, las respuestas de participantes entre primarias rurales y urbanas fueron similares (,1 = 0.51, P = 0.47). Los participantes de primarias rurales mencionaron en mayor porcentaje (32.6 %) que en su casa, seguido de la escuela (31.6 %). Para los participantes en las primarias urbanas la respuesta con mayor porcentaje fue la escuela (39.2 %), seguido de su casa (24.9 %). En la categoría otras mencionaron el internet y en la calle (Figura 2). Las respuestas de las niñas y los niños se relacionan con su entorno natural (Gutiérrez, 2011; Aguirre-Bielschowsky et al., 2012), puesto que a partir de esa relación los individuos pueden recordar mucho más elementos de un paisaje una vez que tienen la idea de su contexto (Lacasa, 1989). 138

141 Porcentajes de respuestas Primarias urbanas Escuela Casa Parque TV Radio Otras Primarias rurales Figura 2. Lugares donde las niñas y los niños han escuchado hablar sobre las aves en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. México Los medios de información donde han leído sobre las aves variaron entre primarias (,1 = 22.56, P < 0.001). El mayor porcentaje para ambas primarias fue en los libros (rurales 36 %; urbanas 27.8 %), posteriormente siguieron los cuentos para las primarias rurales (16.6 %) y periódicos y revistas (12.5 %) para las urbanas. Los conocimientos sobre las aves pueden estar influenciados por el contacto con libros, cuentos, información de la escuela y su casa, como mencionaron los participantes en los cuestionarios. A pesar de que la mayoría de niñas y niños de primarias urbanas podrían tener una mayor accesibilidad a medios de comunicación (televisión por cable, revistas, periódicos, información de zoológicos, cuentos, internet y actividades culturales) conocen menos tipos de aves que las niñas y los niños de las primarias rurales. Los participantes identificaron diferentes aves que se encuentran en peligro de extinción como la guacamaya (15.3 %), tucán (16.1 %) y quetzal (13 %), pero existió una variación en el número de las respuestas entre primarias rurales y urbanas (,1 = 36.46, P < 0.001). En las primarias rurales, conocen menos aves que se encuentran en peligro de extinción que las primarias urbanas. La respuesta no sé fue mayor en las primarias rurales (68 %) que en las urbanas (37 %). USO DE LAS AVES Las respuestas sobre los usos de las aves fueron diferentes entre las primarias rurales y urbanas (, 1 = 21.10, P < 0.001). La mayoría de los participantes de primarias rurales mencionaron que el uso es para comida (58.8 %), seguida de mascotas (15.5 %), que polinizan (7.2 %) y uso de sus plumas (4.4 %), otros usos tuvieron menor puntaje. Para el caso de las primarias urbanas el mayor porcentaje de respuesta fue que polinizan (26.8 %), seguido de usos de sus plumas (26.5 %) y comida 139

142 (22.8 %). En la opción otras en la zona rural, mencionaron que las aves sirven para cazarlas y para hacer artesanías con sus plumas, mientras que en la zona urbana señalaron que se usan como atracción en circos, por su canto, para adornar algunos lugares y para venderlas. El uso que mencionaron las niñas y los niños que se les da a las aves fue en su mayoría utilitario (comida, mascotas y por sus plumas), esto sugiere que las poblaciones humanas asignamos el valor en cuanto a los servicios económicos y sociales que obtenemos de la naturaleza (Kellert, 1996). DAÑOS QUE CAUSAN LAS AVES El mayor porcentaje de los participantes de primarias rurales (64.6 %) mencionó que las aves no causan daño, pero 20 % percibe que las aves causan daños (e. g., enfermedades, comen las semillas y el maíz, pican, comen la verdura, las heces fecales dañan construcciones, pelan y comen flores), 15.2 % no sabe si causan daño o no. En las primarias urbanas, el mayor porcentaje de los participantes (90.4 %) mencionó que las aves no causan daño, 6.1 % dijo que no sabía y 3 % mencionó que sí causan daño (e. g, causan daño con sus heces fecales en las construcciones, se alimentan de otros animales que están en peligro de extinción, comen semillas y maíz, provocan accidentes automovilísticos, contaminan el ambiente, pueden transmitir gripe aviar y pican). Aunque la mayoría de los participantes percibieron que las aves no causan daños, algunos mencionaron que sí, principalmente en primarias rurales, el tipo de daño está influenciado directamente a su contexto inmediato (e. g. las aves comen las semillas en respuestas del medio rural y contaminan el ambiente en respuestas del medio urbano). Asimismo el daño que causan las aves lo relacionan directamente con la salud. PERCEPCIÓN DE LAS AVES DESDE LOS RELATOS En este estudio, se registraron 12 relatos (ocho leyendas, dos mitos y dos historias), de los cuales uno correspondió a una primaria rural y 11 a primarias urbanas. En estos relatos mencionaron a las palomas, búhos, quebrantahuesos, zopilotes, correcaminos y un nombre local, xoch (búho en tsotsil). En la mayoría de los relatos, los participantes asocian el color blanco y el negro con el bien y el mal, algo positivo o negativo respectivamente. Del mismo modo asocian a los animales diurnos y nocturnos con el bien y el mal, sobre todo a los búhos; que han sido objeto de historias de miedo o misterio, incluso se les sacrifica por considerarlos dañinos, de mala suerte, por maldad, por curiosidad o para conocerlos porque son feos (Enríquez y Rangel-Salazar, 2004). Los relatos pueden 140

143 ser mitos o leyendas que surgen de la imaginación de las personas (Álvarez, 2009). Se transmiten en buena medida de forma oral identificando estilos de vida y de cultura propios de una comunidad, son históricos y pueden transmitirse de generación en generación (Dopico, 2006; Álvarez, 2009). Los relatos son obtenidos empíricamente y son parte cultural de un pueblo o región (Enríquez y Rangel-Salazar, 2004). Cuando canta el búho el hombre muere, la gente dice que si llega a cantar en la casa muere alguien de sus familiares (niño de 11 años de edad, primaria rural multigrado). También la aparición inusual de un ave, puede significar algo negativo para las personas, principalmente si son rapaces nocturnas y búhos (Enríquez y Rangel-Salazar, 2004). En los cuestionarios, los participantes mencionaron otras especies de aves como el correcaminos, el quebrantahuesos y el zopilote que simbolizan daño o castigo si se aparecen. Se ha documentado que, aún las personas que tienen más conocimiento sobre la biología del zopilote y lo reconoce como útil y benéfico (Coutiño-Molina et al., 2011), les causa desagrado su plumaje oscuro, apariencia y olor y por ciertas creencias relacionadas con esta ave. Por otra parte, al correcaminos lo asociaron como un ave de mala suerte, quizá por su comportamiento rápido. En la cultura mapuche, a las aves que tienen un comportamiento inquieto temeroso y movedizo, las asocian con la mala suerte (Villagrán et al., 1999). Me dicen que al aparecer un correcaminos cuando vas manejando de Tenejapa a Yabteclum puede ser que ocurra un accidente, por eso cargamos un crucifijo y nos paramos una hora y media para que pase la mala suerte (niño de 11 años de edad, primaria urbana). Un día unos señores estaban en el campo de noche y uno les dijo que se fueran, pero uno de ellos dijo que era mejor acampar, pero el otro señor se fue, pero al salir se perdió y se metió a una cueva y ahí se encontró al pájaro que silbó y al señor se le quebraron los huesos (niño de 11 años de edad, primaria urbana). Las niñas escribieron leyendas relacionadas con el amor y las aves protagonistas fueron las palomas de color blanco, que les significa algo positivo. Por otro lado, las aves diurnas como las palomas están relacionadas en la cultura maya con el cielo (Staines Cicero, 1994). 141

144 Un hombre cada mañana miraba a una mujer muy bonita y la mujer iba en su canoa en un río y un hombre siempre la iba a ver en su canoa y una bruja le dijo si la quieres ver todos los días tendré que convertirte en una paloma. La bruja lo convirtió en paloma y le dijo así la verás todos los días y la mujer miró a la paloma y la paloma le dijo que la quería mucho y la mujer dijo yo también, entonces me tendré que poner una espina y así poder volar contigo y así vivieron felices (niña de 11 años de edad, primaria urbana). INTERÉS POR LAS AVES La mayoría de los participantes clasificaron a las aves como bonitas, en las primarias rurales fue de 83.3 % y en las primarias urbanas de 73.1 %. En las primarias urbanas, mencionaron que son impresionantes (13.4 %), también llamativas e interesantes; sin embargo, también hubo respuestas aunque en menor proporción que son feas y malas. Al mencionar la palabra pájaros, los participantes relacionan conceptos que se agruparon en cinco categorías (Figura 3). La que presentó un mayor porcentaje en las primarias rurales (54.2 %) y urbanas (48.3 %) fue la categoría naturaleza (i. e., águila, chinita, colibrí, perico, pingüino, tucán, animales, un área verde, árboles, flores, tener un pájaro). También lo relacionaron con un valor estético. En la categoría de otros corresponde a respuestas con menor proporción como: plática entre personas y recuerdo algunos nombres de las aves. Porcentajes de respuestas Primarias urbanas Primarias rurales 0 Emociones Naturaleza Relación con Valor estético Otros No sé cosas Figura 3. Temas que relacionan los participantes cuando escuchan la palabra pájaros. IMPORTANCIA DE LAS AVES La mayoría de los participantes de las primarias rurales seleccionó la opción muy importantes (53.8 %), después seleccionó que son importantes (38.4 %), poco importantes (4.6 %) y no importan 3 %. En las primarias urbanas, el patrón fue similar, 53.7 % mencionó que son muy importantes, 39 % que son importantes, 6.6 % son poco importan- 142

145 tes y 1 % no importan. Pero al preguntar del porqué de esta importancia, se identificaron cuatro categorías (Figura 4). Las respuestas de los participantes variaron significativamente entre primarias (, 1 = 51.21, P < 0.001). En las primarias rurales, el valor estético fue el más importante (49.9 %), mientras que el valor naturalista en las primarias urbanas (37 %), la respuesta no sé fue mayor en la zona urbana que en la rural. Porcentajes de respuestas Primarias urbanas Primarias rurales 0 Figura 4. Porcentaje de respuesta sobre la importancia que tienen las aves para los participantes. Los resultados muestran que las aves son de los grupos faunísticos más aceptados por el valor estético que representan (Kellert, 1996; Villaseñor y Manzano, 2003). Actualmente son importantes los recursos de información (manuales o libros) sobre las aves que carecen del valor estético pero brindan un servicio ecológico a los ecosistemas como los zopilotes (Enríquez et al., 2012). Por lo que se podrían generar materiales didácticos (cuentos, libros de texto de primaria) para el conocimiento de la diversidad de las aves en general y de las poco aceptadas por las personas. Estos materiales pueden ser de gran ayuda en la educación ambiental no formal en las primarias, e informal por parte de organizaciones no gubernamentales u otras instituciones cuando organizan festivales sobre las aves. PROBLEMÁTICA QUE AFECTA A LAS AVES Las niñas y los niños mencionaron diferentes problemáticas que afectan a las aves; éstas variaron entre las primarias rurales y urbanas. En las primarias rurales percibieron que los problemas son directos no antrópicos (e. g. no encontrar comida, falta de comida, depredadores, 30 %), pero en las primarias urbanas mencionaron con mayor porcentaje problemas directos antropogénicos (37.5 %; e. g. cacería, matarlas, el ser 143

146 humano y atraparlas). En la categoría de otros algunos participantes perciben como problema que algunas aves están en peligro de extinción y otros mencionaron que no presentan ningún problema (Figura 5). Porcentajes de respuestas Primarias urbanas Primarias rurales 5 0 Directa antrópica Directa no antrópica Indirecta antrópica Indirecta no atrópica Otras No sé 144 Figura 5. Porcentaje de respuestas de los diferentes problemas que las aves enfrentan según los participantes Los participantes en este estudio perciben que las problemáticas relacionadas con las aves se derivan principalmente de acciones directas antropogénicas locales. Pero también hay un considerable porcentaje que no saben si existe algún problema, porque algunas personas no perciben las acciones antropogénicas como problema (Valera et al., 2002). Se ha mencionado que niñas y niños no incorporan la sociedad en la que viven con la naturaleza (Gutiérrez, 2011; Aguirre-Bielschowsky et al., 2012). Entonces el no percibir las acciones antropogénicas como efectos negativos en el ambiente, dificultará un cambio en las costumbres y acciones que dañan al ambiente (Benez et al., 2010; Aguirre-Bielschowsky et al., 2012). ACCIONES PARA CONSERVAR A LAS AVES Las acciones que mencionaron las niñas y los niños para proteger a las aves se agruparon en cinco categorías y variaron entre primarias rurales y urbanas (,1 = 44.91, P < 0.001). La categoría más mencionada fue no cazarlas-cuidarlas con 44.5 % en primarias rurales y con 22 % en primarias urbanas (e. g., proteger a las que se encuentran en peligro de extinción, no cazar, darles comida, no matarlas, no venderlas, dar protección, no permitir el tráfico de aves, no hacerles daño, cuidarlas, no pintarlas, dejar en libertad, hacer que no las cacen). Otros mencionaron que hay que cuidar el ecosistema, con 28.8 % de los participantes en primarias rurales y con 20 % de en primarias urbanas. La respuesta no sé también fue una respuesta importante en las primarias rurales

147 (33 %). En la categoría de otras los participantes sugirieron construir un edifico para cuidarlas, llevarlas a un zoológico o meterlas a una casita dónde no tengan frío, cuidarlas en una jaula, no podría hacer nada, mantenerlas en un lugar limpio, llevarlas a mi casa, no podría ayudarlas y atraparlas. Los participantes mencionaron que pueden realizar acciones propositivas, en donde se perciben como actores de su propio medio, que pueden influir en la conservación de las aves con acciones como no cazarlas y cuidarlas, cuidado de los ecosistemas y realizar actividades de comunicación/educación. Esto sugiere que son buenos observadores del ambiente donde viven (Lacasa, 1989; Barraza y Ceja-Adame, 2003), que observan y analizan su ambiente (Barraza, 2002; Tsevreni, 2011) y desean participar para conservar a las aves y sus ecosistemas. También es importante que se perciban como posibles actores activos de su propio entorno (Corona y Morfín, 2001). Una minoría expresó su incapacidad o renuencia a participar en realizar alguna acción para conservar a las aves, esto es similar a lo que Tsevreni (2011) encontró y menciona que esto es por la falta de confianza en sí mismos y a la creencia de que los adultos no los escucharán. PERCEPCIÓN DE LAS AVES A TRAVÉS DE DIBUJOS Los participantes dibujaron un ave de manera diversa. Las niñas pintaron 37 aves diferentes, mientras que los niños trazaron 35. Las aves más representadas por las niñas fueron el colibrí y la paloma (18.6 y 16.4 %, respectivamente; Figura 6), el tucán (8.8 %), el quetzal (6.2 %), el pato (5.7 %), la guacamaya (5.3 %), el carpintero (4.8 %) y el gorrión (3.1 %). Por el contrario, en los dibujos de los niños sobresalieron el tucán y el carpintero (14 y 12.2 %; Figura 7), el colibrí (11.8 %), la paloma (9.2 %), el águila (8.3 %), el gorrión (5.2 %), el quetzal (5.2 %), el pájaro (3.5 %) y el pato (3 %). En la representación de los dibujos, el colibrí fue el más dibujado por las niñas. Esta ave se ha representado en la cultura mesoamericana como un símbolo de apariencia frágil y delicada (Seller, 1996). Los niños dibujaron más al tucán y pájaro carpintero, estas aves son de un tamaño medio pero con destreza en el pico. Las aves con distribución fuera de México más representadas fueron aquellas que se han popularizado en medios de comunicación principalmente la televisión (películas y dibujos animados), como el pingüino, el avestruz y el canario. En este sentido, Prokop y Fancovicová (2012) encontraron que las personas están dispuestas a conservar animales que tienen más popularidad que otros. 145

148 Figura 6. Aves que las niñas dibujaron con más frecuencia. Colibrí (niña de 11 años, primaria urbana) y paloma (niña de 9 años, primaria rural), San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Por ello, resulta imprescindible diseñar materiales atractivos como cuentos con información sobre la importancia de las aves y los ecosistemas considerando elementos de la cultura, específicamente la tradición oral como leyendas y mitos (Arteaga, 2007). Es importante la desmitificación de algunas especies como las rapaces y búhos que son relacionadas con aspectos negativos para los humanos (Enríquez y Rangel-Salazar, 2004). Figura 7. Aves que los niños dibujaron con más frecuencia. Tucán (niño de 10 años de primaria urbana) y pájaro carpintero (niño de 11 años, primaria urbana), San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. 146

149 La educación ambiental puede coadyuvar a la creación de nuevos pensamientos, visiones complejas de las realidades, intercambios de saberes, entre otros elementos, que permitan crear escenarios y construir procesos orientadores para el cambio hacia la conservación (Tréllez, 2002), además de crear procesos de significación en donde se contemplen las diversas culturas en su relación con la naturaleza (Leff, 2004). CONCLUSIONES En general, el conocimiento y percepción de las niñas y los niños sobre las aves varía en dependencia de si la primaria es rural o urbana. Hubo variación respecto a los lugares en donde viven, número de nombres, usos, relatos, daños que pueden causar y las problemáticas. Las aves nativas mencionadas con mayor frecuencia fueron colibrí, zopilote, paloma, águila, tucán y carpintero; las especies con distribución fuera de México más nombradas fueron el canario y el perico australiano. El colibrí fue el más dibujado por las niñas y el tucán y pájaro carpintero por los niños. Las aves con distribución fuera de México más representadas fueron aquellas que se han popularizado en medios de comunicación, principalmente la televisión (películas y dibujos animados), como el pingüino, el avestruz y el canario. AGRADECIMIENTOS A las y los directores(as), a las niñas y los niños de las primarias Adolfo López Mateos, Josefa Ortiz de Domínguez, Gabriela Mistral, Centro de Estudios La Salle San Cristóbal de Las Casas, Enrique Rebsamen, Centenario de la República Mexicana y María Adelina Flores de San Cristóbal de Las Casas. A Gabriela Hernández, Alejandra Parcero, Thor Morales, Ruth Partida, José Raúl Vázquez, Emmanuel Valencia y Brock Huffman que participaron y apoyaron en diferentes etapas del proyecto. A Nicolás Hernández de Ecosur por la traducción de los nombres de las aves en tsotsil. A la Dra. Helda Morales, Dra. Erin Ingrid Jane Estrada Lugo, Dr. José Luis Rangel Salazar y Dr. Fernando Limón Aguirre por los aportes y valiosos comentarios al documento. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT No. de beca /255080) por los fondos proporcionados a la primera autora para sus estudios de Maestría en El Colegio de la Frontera Sur. 147

150 BIBLIOGRAFÍA Aguirre-Bielschowsky, I., C. Freeman y E. Vass Influences on children s environmental cognition: a comparative analysis of New Zealand and Mexico. Environmental Education Research 18 (1): Arteaga, M Cuentos con ciencia para la infancia de Venezuela. La tecnología multimedia como herramienta de aprendizaje. Investigación y Posgrado 22 (2): Barraza, L Educar para el futuro: En busca de un nuevo enfoque de investigación en Educación ambiental. In: Memorias del Foro Nacional de Educación Ambiental. UAA, SEP y SEMARNAP. Barraza, L Educación Ambiental: Indispensable para lograr la conciencia del poder. Centro Nacional de Educación Ambiental. [En línea] < gob.es/es/ceneam/articulos-de-opinion/2002_09barraza_tcm pdf> Barraza, L., H. Ahumada y M. P. Ceja-Adame Análisis de dibujos de niños mexicanos: conocimientos, percepciones y actitudes sobre la diversidad biológica. In: M. García Ruiz y R. Calixto Flores (coord.). Educación ambiental para un futuro sustentable. UPN. México. p Barraza, L., y M. P. Ceja-Adame Los niños de la comunidad: su conocimiento ambiental y su percepción sobre naturaleza. In: A. Velázquez, A. Torres y G. Bocco (comps.). Las enseñanzas de San Juan: investigación participativa para el manejo integral de recursos naturales. INE, SEMARANT. México. p Benez, M., E. Kauffer y G. Álvarez Percepciones ambientales de la calidad del agua superficial en la microcuenca del río Fogótico, Chiapas. Frontera Norte 22 (43): Clarke, R Knowledge. [En línea] < SOS/Know.html>. Corona, Y., y M. Morfín Diálogo de saberes sobre participación infantil. Universidad Autónoma Metropolitana, Colectivo Mexicano de Apoyo a la Niñez (COMEXANI), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y Ayuda en Acción México. México. 159 p. Coutiño-Molina, J., P. Enríquez, F. Limón y J. L. Rangel-Salazar Abundancia y relación de tres especies de zopilotes con los pobladores de la Reserva de la Biósfera Selva El Ocote, Chiapas. El canto del Cenzontle 2 (2): Dopico, E Ámbitos de la tradición oral en Asturias: Ecoeducación y aprendizaje. Tesis de Doctorado, Universidad de Oviedo, Departamento de Ciencias de la Educación. Asturias, España. 372 p. Durand, L De las percepciones a las perspectivas ambientales. Una reflexión teórica sobre la Antropología y la temática ambiental. Nueva Antropología 21 (68):

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153 Cruz Jacinto, M.A., M.A. Vásquez Dávila, P. Colunga García Marín y M.P. Jerez Salas Aspectos etnoecológicos de la ornitofauna entre los ikoot de San Mateo del Mar, Oaxaca, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p ASPECTOS ETNOECOLÓGICOS DE LA ORNITOFAUNA ENTRE LOS IKOOT DE SAN MATEO DEL MAR, OAXACA, MÉXICO marco antonio cruz jacinto, marco antonio vásquez-dávila, patricia colunga garcía-marín y martha patricia jerez salas INTRODUCCIÓN El estado de Oaxaca es una de las regiones de mayor diversidad del país tanto en lo ecológico como en lo cultural (García Mendoza et al., 2004; Barabas et al., 2005). Prácticamente todos los ecosistemas del territorio nacional están presentes en los casi 95 mil kilómetros cuadrados del área oaxaqueña, habitada por más de tres millones de individuos, de los cuales un millón y medio pertenecen a alguno de los 15 grupos etnolingüísticos que existen aquí desde tiempos prehispánicos. En Oaxaca existen entre 736 y 753 especies de aves (Grosselet y Burcsu, 2005) que los habitantes originarios han aprovechado a lo largo de más de 10 mil años de coexistencia, desarrollando estrategias múltiples de manejo para satisfacer sus necesidades desde las básicas hasta las estéticas y espirituales (Ordóñez y Rodríguez, 2008). Las aves han despertado la admiración y encendido la imaginación de diferentes culturas; además, las leyendas e historias populares que protagonizan son frecuentes (Rozzi et al., 2003). En México, esto ha ocurrido desde la antigüedad, pues son un elemento recurrente en diversas manifestaciones artísticas, religiosas y medicinales (INE, 1996). Ejemplo de ello son aquellas especies elegidas para simbolizar deidades: el quetzal (Pharomachrus mocinno) y la deidad Quetzalcóatl o serpiente emplumada, los colibríes con el dios de la guerra Huitzilopochtli; antropónimos como el del último emperador azteca, Cuauhtémoc, relacionado con el águila (Aquila chrysaetos) o topónimos (Navarijo, 1995), entre otros. Además de sus connotaciones estéticas, simbólicas, medicinales o religiosas, tradicionalmente las aves han servido como alimento, ornato y compañía en los hogares mexicanos. Esta práctica profundamente enraizada en la cultura popular persiste hasta la actualidad, de manera

154 que muchas familias dependen de la captura y venta de aves canoras o de ornato para satisfacer sus necesidades económicas (INE, 1996). En este capítulo, se describen aspectos de la Etnoecología (cosmovisión, conocimiento, uso y manejo) sobre la avifauna que realizan los ikoot (o huaves) de San Mateo del Mar, incluyendo breves notas sobre las aves domésticas que se encuentran en sus huertas familiares. ÁREA DE ESTUDIO El municipio de San Mateo del Mar se localiza en la región del Istmo de Tehuantepec al sureste del estado de Oaxaca, en las coordenadas longitud oeste, latitud norte, a una altura de 10 msnm en la parte alta de Huazantlán del Río y de 5 a 6 msnm en la cabecera municipal. Cuenta con una extensión territorial de km² (CMDRS, 2008). La precipitación media anual es de mm; la temporada de lluvias abarca de los meses de mayo a octubre. Los vientos dominantes provienen de norte a sur y se presentan durante todo el año, con una intensidad mayor de noviembre a marzo (idem). Los huaves, también conocidos como mareños o huazantecos, se autodenominan ikoot, que significa verdaderos nosotros (Millán, 1994). Los asentamientos que ocupan son: San Francisco del Mar, San Dionisio del Mar, Santa María del Mar y San Mateo del Mar. Los cerca de ikoot están dedicados principalmente a la pesca, a tejer redes y a construir embarcaciones de dos o cuatro remos (Quijano, 1999). Su lengua no parece tener parentesco demostrable con ningún grupo dentro o fuera de Mesoamérica (Campbell, 1997, citado por De Ávila, 2004). MÉTODO Esta investigación sobre la avifauna (silvestre y doméstica) en San Mateo del Mar, Oaxaca, tiene como sustento teórico y metodológico a la Etnoecología (Toledo, 1991; Toledo y Barrera-Bassols, 2008) y a la Etnozoología, que se refiere a la disciplina encargada de estudiar la relación sociedad-animal, específicamente dedicada a conocer y describir el conocimiento, uso y manejo de la fauna por los grupos humanos en determinada área y tiempo (Vásquez Dávila, 1992). En particular, se trabajó en el área de la etno-ornitología. Después de consultar el diccionario huave de Stairs y Stairs (1981), se diseñó un instrumento integrando preguntas abiertas y cerradas que propiciaron la libertad de expresión de las personas entrevistadas. En 152

155 el campo, se buscaron y contactaron a sabedoras locales con las que se generó la información preliminar. Posteriormente con una guía más específica, se realizó un diagnóstico participativo para conocer los aspectos ecológicos, sociales, culturales y económicos relacionados con la avifauna silvestre y doméstica. El diagnóstico participativo comprendió las técnicas complementarias: a) entrevistas grupales, b) entrevistas individuales, c) observación participante, d) empleo de guías de campo ilustradas como la de Peterson y Chaliff (1989) y la de Howell y Webb (1995) como estímulo para el diálogo en las entrevistas y e) caminatas etno-ornitológicas. Se recorrieron los lugares de importancia etno-ornitológica para la cultura ikoot; se emplearon las técnicas recomendadas por la ornitología básica para la identificación taxonómica: uso de binoculares, cámara fotográfica y guías de campo antes mencionadas. RESULTADOS Y DISCUSIÓN En el Cuadro 1 se incluye la información etnoecológica de 84 especies, los nombres en español y ombeayiiüts (idioma huave), su relación con la cosmovisión (11 especies), los conocimientos (n = 84) o la práctica (n = 31). Las 84 especies están incluidas en 70 géneros, 38 familias y 18 órdenes, de acuerdo a la Unión Ornitológica Americana (AOU, 2014). Cosmovisión A lo largo de los siglos los ikoot se han apropiado de su entorno, creando una simbiosis única. Como sucede con otros grupos étnicos, para los ikoot, los seres vivos con los que coexisten poseen cualidades sobrenaturales; sus creencias sobre las aves se relacionan con las visitas, noticias, la buena o mala suerte, el mal aire y las proclamas de muerte. La presencia del chagüi (Calocitta formosa) anuncia el arribo de visitas a la casa. El luis (Pitangus sulphuratus) tiene dos cantos que indican la llegada de noticias buenas o malas, dependiendo si canta el de dicha es o el de dicha fue. El primer canto augura prosperidad u otra novedad positiva, mientras que el segundo trae novedades negativas como la muerte de algún familiar o conocido. En todo caso, los ikoot hablan con el ave y, si lo consideran necesario, le solicitan que aleje del hogar lo malo. 153

156 ORDEN Familia Especie ANSERIFORMES Anatidae Cuadro 1. Etno-ornitología de las aves domésticas y silvestres de San Mateo del Mar NOMBRE EN ESPAÑOL NOMBRE HUAVE DIMENSIÓN ETNO ECOLÓGICA Anas acuta Pato pinto Balon pixaw C Cairina moschata Pato Pixaw C, P Dendrocygna Pishishi, Pixix 2 C, P autumnalis pato nico GALLIFORMES Cracidae Ortalis poliocephala Chachalaca Püech C, K, P Odontophoridae Colinus virginianus Codorniz Ngox C, P Phasianidae Gallus gallus Gallina Kit C, K, P Meleagridae Melagris gallopavo Guajolote Xey C, P CICONIIFORMES Ciconiidae Mycteria americana Cigüeña, Michak ndek C carpintero de mar SULIFORMES Fregatidae Fregata magnificens Collar de hueso Ndiig olaats C, P Fregata minor Collar de flor de Ndiig xet C, P niño Phalocrocoracidae Phalocrocorax olivaceus Pato buzo Leklek yow C PELECANIFORMES Pelecanidae Pelecanus Pelícano (bule Pemb xor C, P erythrorhynchos jarro) Pelecanus occidentalis Pelícano Majtsoy C, P 154

157 Ardeidae Ardea alba Garza Tsoex C Threskiornithidae Eudocimus albus Ibis blanco Majchat C Platalea ajaja Garza rosada, Nakants tsol, C, P garza de pico ancho tarrap mbeay tsol ACCIPITRIFORMES Cathartidae Cathartes aura Zopilote cabeza Nakants mal C roja potwit Coragyps atratus Zopilote Potwit C Sarcoramphus papa Zopilote rey Potwit wüy C Pandionidae Pandion haliaetus Gavilán Tongwiw 1 C pescador Accipitridae Buteo jamaicensis Águila Mojngol C Buteo nitidus Gavilán gris Netsamb C, P GRUIFORMES Rallidae Aramides cajaneus Tutupana - Fulica americana Gallareta Teech pang C Porzana carolina Gallinita de Nepaj mikit C monte Aramidae Aramus guarauna CHARADRIIFORMES Burhinidae Burhinus bistriatus Recurvirostridae Himantopus mexicanus Caracolero, correa Alcaraván, berelele Alcaraván de laguna Okukaj rey, tejrey Wear 1 Miwear wajyow C C, K, P Charadriidae Pluvialis squatarola Chorlito Tijirí 1 C C 155

158 Jacanidae Jacana spinosa Gallito de agua Apüüd owil C jombop, mitel yow Laridae Larus argentatus Gaviota plateada Tiig C Larus heermannii Gaviota Mipalom ndek C Leucophaeus pipixcan Gaviota Mikiek ijchiür C Rynchops niger Pico tijera Tixer mbeay C kiek Sterna paradisaea Golondrina de Mikiek tixim C mar Sternula antillarum Golondrina de Mikiek tixim C mar Thalasseus elegans Golondrina de Mikiek tixim C mar Thalasseus maximus Golondrina de Mikiek tixim C mar Thalasseus sandvicensis Golondrina de Mikiek tixim C mar COLUMBIFORMES Columbidae Columba livia Paloma de Mipalom C, P Castilla kichtean Columbina inca Tortolita Ngex C, P Columbina passerina Tortolita Ngex C, P Leptotila verreauxi Paloma de llano Mipalom C, P wajchiük Patagioenas Paloma de Mipalom xiül C, P leucocephala monte Zenaida asiatica Paloma ala Ngex C, P blanca Zenaida macroura Paloma güila Ngex C, P CUCULIFORMES Cuculidae Geococcyx velox Correcaminos Jer, Jur C Piaya cayana Vaquero Pijkoy C STRIGIFORMES Tytonidae Tyto alba Lechuza, cortamortaja Joetjoet 1 K 156

159 Strigidae Bubo virginianus Tecolote Tanüik K Megascops cooperi Tecolotito Chechach K CAPRIMULGIFORMES Caprimulgidae Nyctidromus albicollis Caprimulgus ridwayi APODIFORMES Trochilidae Amazilia candida Amazilia rutila Archilochus culubris CORACIIFORMES Momotidae Momotus mexicanus Tapacamino, pavollevo Tapacamino, pavollevo Chuparrosa, chupamiel Chuparrosa, chupamiel Chuparrosa, chupamiel Gallinita que mueve (ondula) su cola Pagayey 2 Pagayey 2 Trumpa 2 Trumpa 2 Trumpa 2 Tajmbey nepaj mikit C, K C, K PICIFORMES Picidae Dryocopus lineatus Carpintero real Kalpinter 2 C Melanerpes aurifrons Cheque Tiware 1 C Melanerpes chrysogenys Carpintero Chak C caramarillo FALCONIFORMES Falconidae Falco sparverius Gavilancillo Mengek, pey C PSITTACIFORMES Psittacidae Amazona albifrons Cotorro Kator 2 C, P guayabero Amazona farinosa Loro verde Lora 2 C, P Amazona finschi Cotorra Kator 2 C, P Ara militaris Guacamaya Káw C, P Aratinga canicularis Periquito Kil C, P Melopsittacus undulatus Periquito - australiano C C C C 157

160 PASSERIFORMES Tyrannidae Pitangus sulphuratus Luis C, K Pyrocephalus rubinus Cardenalito Chelex mal kiek C Corvidae Calocitta formosa Urraca, chagüí Xaw C, K, P Corvus corax Cuervo Mimüm wiür C Alaudidae Eremophila alpestris Alondra Travil C Hirundinidae Hirundo rustica Golondrina, Cola Tsarraw wiül C de tijerilla Stelgidopteryx Pájaro del viento Mikiek iünd C serripennis Troglodytidae Campylorhynchus Pájaro matraca Piüspiüs 1 C chiapensis Henicorhina leucosticta Saltapared Piti-oy C Mimidae Mimus gilvus Cenzontle Xil C, P Icteridae Icterus gularis Calandria Kants piüts C, P amarilla Icteus pectoralis Calandria Kants piüts lam C, P amarilla de río Icterus spurius Calandria café Wiüts C, P Molothrus aeneus Chincuyo - C, K, P Psarocolius montezuma Oropéndola Mikior lam, pilit C mbeay Quiscalus mexicanus Zanate Wiür C Fringillidae Spinus psaltria Jilguero Tixtix 1 C 1: Nombre onomatopéyico; 2: Préstamo del español; C = Conocimiento, K: Cosmovisión; P: Prácticas. Fuente: Modificado y ampliado de Stairs y Stairs (1981). Una parvada de golondrinas (H. rustica, S. serripennis) revoloteando sobre una casa revela que algo negativo se aproxima. El canto nocturno de los gallos y chachalacas (O. poliocephala) avisa que el mal aire se acerca pero el berelele (Burhinus bistriatus) puede alejarlo. 158

161 Las creencias sobre las aves nocturnas se asocian con situaciones negativas, por ejemplo, la presencia del tapacamino (Nyctidromus albicollis). Más grave es el anuncio de muerte que transmite el canto del tecolote (Bubo virginianus) y el vuelo del cortamortaja (Tyto alba). Las gallinas pueden ver a las personas muertas. CONOCIMIENTO El conocimiento etno-ornitológico que poseen los ikoot proviene de la estrecha interacción que tienen con las aves silvestres y domésticas. Desde pequeños saben reconocerlas y atesoran los conocimientos que son heredados de los padres. En el caso de las aves domésticas, este conocimiento lo transmiten principalmente las madres, ya que son ellas quienes se encargan de los animales de la huerta familiar. Una parte muy importante del conocimiento lo constituye la nomenclatura. En este caso, el diccionario de Stairs y Stairs (1981) recopila una gran cantidad de nombres propios que demuestran el avanzado conocimiento sobre la ornitofauna que poseen los huaves. Siete nombres son onomatopéyicos y algunos otros son préstamos del español. Algunos de los nombres huaves son muy descriptivos y se refieren al color, al pico, al comportamiento o al hábitat de las especies. A continuación se desarrollan dos ejemplos de ello. Pemb xor, el nombre del pelícano blanco, se forma de las palabras bule y jarro que evidentemente se refieren al pico del ave. De las diez e species de Icterus que ocurren en la región del Istmo de Oaxaca (Navarro, 2004: 419), en la zona huave se encuentran cinco especies residentes: I. galbula, I. gularis, I. pectoralis, I. pustulatus e I. spurius y una especie migratoria (I. bullockii). Dos de ellas han sido correctamente identificadas por Stairs y Stairs (1981): I. gularis e I. pectoralis. Icterus gularis se conoce en ombeayiiüts como kants piüts, término que puede traducirse de dos formas: (ave) de color rojo como chile con amarillo como el de la ciruela y/o chilera de color amarillo. En el primer caso, kants significa tanto rojo como chile (Capsicum annum, Solanaceae) y piüts se refiere a la ciruela amarilla (Spondias mombin, Anacardiaceae). La segunda traducción, se refiere al hábito de estas aves de consumir el chile silvestre (Cfr. Vásquez-Dávila, 2003) y a su color amarillo. Cabe mencionar que en Guatemala se conoce a Icterus gularis como chiltote, palabra de origen náhuatl compuesta de chilltic, rojo y totol, ave. En El Salvador y Honduras el término chiltota abarca a las especies de Icterus. En el idioma náhuatl, la correspondencia entre la planta chilli y el color chilltic es similar a la que se da en el huave entre el fruto de la ciruela y el color amarillo. 159

162 Stairs y Srairs (1981) identificaron a la calandria café, wiüts, como Icterus auratus, especie que se distribuye únicamente en la Península de Yucatán. Nosotros pensamos que se trata más bien de I. spurius. Los ikoot han observado que las aves tienen la capacidad de pronosticar fenómenos meteorológicos y sismológicos. Los cantos del berelele o alcaraván (B. bistriatus) auguran cambio o permanencia del tiempo climático; un sonido corto indica que el clima cambiará y un sonido largo que seguirá igual (Figura 1). El comportamiento de las calandrias (Icterus spp.) predice cambios meteorológicos como la entrada de vientos de norte o sur. El canto del chincuyo (Molothrus aeneus) anuncia la llegada de las lluvias. Los huaves saben que esta ave no construye su propio nido y parasita los de otras especies y afirman: Al llegar la lluvia el chincuyo llora porque se mojará. Cuando los gallos cantan por las tardes anuncian cambio de clima o la posibilidad de un temblor. La llegada de la garza rosada (Platalea ajaja) se relaciona con el inicio de la temporada de lluvias. De septiembre a febrero, las palomas de monte (Patagioenas leucocephala), la ala blanca (Zenaida asiatica) o las güilitas (Zenaida macroura) se observan con facilidad en las ramas de árboles secos durante la temporada de cosecha de ajonjolí (Sesamum indicum); cuando los cuerpos de agua comienzan a secarse se desplazan a otros lugares. 160 Figura 1. Alcaraván o berelele (Burhinus bistriatus), ave silvestre presente en las huertas familiares de San Mateo del Mar.

163 Así como los zopilotes (Cathartes aura y Coragyps atratus) revelan la existencia de carroña o animales muertos, los pelícanos (Pelecanus spp.), las gaviotas (Larus spp.) y las fragatas (Fregata ssp.) denotan la presencia de cardúmenes. Sobre el comportamiento, saben que el chagüi (Calocitta formosa) es ágil y agresiva y por ello difícil de atrapar; se le compara con un niño escurridizo. La carne de los pelícanos tiene un sabor similar a la de los peces. Una afirmación de las personas entrevistadas, que los autores situamos entre las creencias y los conocimientos, es la siguiente si las calandrias (Icterus spp.) llegan a mojarse, surgirán desde su interior gusanos que se las comen. Al estudiar el conocimiento ikoot sobre las aves domésticas se destacaron cuatro temas: diversidad, etología, genética y conocimiento práctico. DIVERSIDAD En el rubro de la diversidad avícola, las mujeres ikoot crían en su huerta familiar cuatro variedades de gallinas criollas: de mareño o pelona, leong, chiens y mapuch. Las más abundantes son las de mareño o pelonas y las leong por ser las que producen más carne y huevo (omb kit) de mayor tamaño; las chiens y las mapuch son de menor talla (Figura 2). Otras aves que se encuentran en las huertas familiares ikoot son el cenzontle (Mimus gilvus), perico (Aratinga canicularis), cotorro guayabero (Amazona albifrons) y palomas (Zenaida spp.). Estas aves son extraídas de la localidad, pero otras son compradas en los municipios aledaños; un componente exótico es el pajarito australiano (Melopsittacus undulatus). El conocimiento ikoot sobre aspectos de la etología avícola incluye cuestiones relacionadas con los diferentes cantos de hembras y machos de Gallus gallus. Saben que si el gallo canta al medio día, ocurrirá un cambio en las condiciones climatológicas. Un comportamiento inquieto, canto inusual y la forma de las nubes los llevan a sospechar la posibilidad de un temblor. Los gallos emiten un canto particular para señalar la presencia de comida, otro canto advierte sobre algún depredador y con otro marca su territorio. El cacaraqueo depende de si la gallina busca nido, puso un huevo, es molestada, llama a los pollitos a comer o si está culeca. Los conocimientos de genética aviar que poseen los ikoot les permiten afirmar que el tamaño de la descendencia depende del progenitor, es decir, que mientras más grande y vigoroso sea el gallo más grande serán los hijos. 161

164 Figura 2. Gallinas en San Mateo del Mar: a) pelona o de mareño, b) leong, c) chiens, d) mapuch. En cuanto al conocimiento práctico sobre las aves domésticas, los ikoot diferencian a las aves criollas de las de estirpe comercial; saben que por cada 20 gallinas deben manejar al menos tres gallos y que durante las temporadas de lluvia y de frío ocurren con mayor frecuencia las enfermedades. Comentan que encerrar a las gallinas las pone nerviosas y ocasiona que se lastimen entre ellas. Una recomendación que las mujeres ikoot dan a las personas que compran gallinas es que la mejor manera de introducir un nuevo elemento al gallinero es por la noche, para evitar que las otras gallinas lo molesten o lastimen (Figura 3). Las mujeres ikoot saben que las gallinas criollas presentan mayor resistencia ante enfermedades y sequías que las de estirpe comercial, además de atribuirle un mejor sabor. 162

165 Figura 3. Corral utilizado para encerrar a las aves cuando se integran nuevos ejemplares o van a ser vendidos. Los guajolotes son muy delicados porque se enferman fácilmente de granos o gripe y son difíciles de curar (Figura 4). Como medida preventiva, no permiten que personas ajenas los toquen. Figura 4. Variabilidad de guajolotes en las huertas familiares de San Mateo del Mar. 163

166 Las gallinas ponen de cuatro a cinco huevos por semana, entre las 11 y 14 horas, en dos remesas de al menos 21 huevos; después de estas dos puestas, las gallinas se encluecan por un período de por lo menos 21 días. Los temblores afectan la eclosión de los polluelos. LA PRAXIS: USO Y MANEJO DE LAS AVES En cuanto al uso, los huaves emplean como alimento a las palomas (Zenaida asiatica, Z. macroura), codorniz (C. virginianus) y chachalaca (O. poliocephala); como medicina a la chachalaca, pues el caldo que se prepara con ella ayuda a los niños pequeños que presentan problemas para hablar. Los huevos de las gallinas mapuch (con cascarón de color azul) y de las gallinas negras son utilizados para curar el mal de ojo. En la categoría antropocéntrica de mascota se encuentra el alcaraván (Burhinus bistriatus), mientras que el gavilán (Buteo nitidus) y el cenzontle (Mimus gilvus) se consideran aves de ornato. Respecto al manejo, las aves que se comen se cazan y las que sirven de ornato o como mascota se capturan vivas para criarlas en cautiverio; además, estas aves son vendidas en los municipios cercanos o durante la fiesta del pueblo celebrada el día 2 de febrero en el municipio de San Mateo del Mar (Figura 5). En San Mateo del Mar, la cría de aves domésticas es una actividad muy común, más del 90 % de las familias poseen aves en sus huertas 164 Figura 5. Vendedoras ikoot en el mercado de San Mateo del Mar.

167 familiares (Figura 6), las cuales son destinadas para la venta y consumo. La avifauna doméstica está compuesta por gallinas (G. gallus), guajolotes (M. gallipavo) y patos (C. moschata). La producción se destina a la venta tanto de los ejemplares como de los huevos. Figura 6. Cría de aves domésticas en huertas familiares de San Mateo del Mar. El berelele (Burhinus bistriatus), el pishishi (Dendrocygna autumnalis) y la chachalaca (O. poliocephala) son tres aves silvestres en proceso de domesticación que desempeñan la función de guardián de la casa y protector físico de las aves domésticas que se crían en las huertas de las familias huaves. Parte de ese comportamiento consiste en avisar a los dueños la presencia de personas ajenas al hogar y la de depredadores como el tlacuache (Didelphis marsupialis), las serpientes y las aves de rapiña. Tanto el alcaraván como el pato nico o pishishi evitan que las gallinas consuman los huevos rotos. Los huaves opinan que el alcaraván, además, protege a las aves de corral de los malos aires y, como se ha dicho antes, es un indicador bioclimático. CONCLUSIONES Los ikoot de San Mateo del Mar se relacionan con al menos 84 especies de aves silvestres y domésticas. Forman parte de su cosmovisión 11, poseen conocimientos sobre todas, pero más sobre sobre 31 especies y 165

168 usan o manejan 31. Han observado que las aves tienen la capacidad de pronosticar fenómenos meteorológicos y sismológicos. Algunas especies son indicadores de fenómenos ecológicos (existencia de carroña o animales muertos o la presencia de cardúmenes). También conocen aspectos etológicos o el sabor. El corpus cognitivo sobre las aves domésticas comprende cuatro temas: diversidad, etología, genética y conocimiento práctico. En cuanto al uso, emplean a las aves silvestres y domésticas como alimento, medicina, mascota y ornato. El manejo incluye la caza, captura de aves vivas, cría en cautiverio y venta. BIBLIOGRAFÍA AOU (American Ornithologists Union) AOU Checklist of North and Middle American Birds. Barabas, A., M. Winter y M. Castillo La cueva del Diablo: creencias y rituales de ayer y de hoy entre los zapotecos de Mitla. Cuadernos del Sur 11 (22): CMDRS (Consejo Municipal de Desarrollo Rural Sustentable) Plan Municipal de Desarrollo de San Mateo del Mar. Honorable Ayuntamiento de San Mateo del Mar. 149 p. De Ávila, A La clasificación de la vida en las lenguas de Oaxaca. In: A. García Mendoza, M. J. Ordóñez y M. Briones Salas (eds.). Biodiversidad de Oaxaca. UNAM-Fondo Oaxaqueño para la Conservación de la Naturaleza y WWF. México. p García Mendoza, M. J., Ordoñez y M. Briones-Salas (eds.) Biodiversidad de Oaxaca. Instituto de Biología, UNAM-Fondo Oaxaqueño para la Conservación de la Naturaleza-World Wildlife Fund. México. 605 p. Grosselet, M., y T. Burcsu Notas sobre las aves de Capulalpan de Méndez, Sierra Juárez, Oaxaca, México. Huitzil. Revista Mexicana de Ornitología 6 (2): Howell, S. N. G., y S. Webb A guide to the birds of Mexico and Northern Central America. Oxford University Press. Oxford. 851 p. INE (Instituto Nacional de Ecología) Guía de aves canoras y de ornato. INE- SEMARNAP-CONABIO. México. 177 p. Navarijo Ornelas, L Toponimia ornitológica mexicana. Cuadernos 28. Instituto de Biología. UNAM. México. 78 p. Navarro S., A.G., E.A. García-Trejo, R.T. Peterson y V. Rodríguez-Contreras Aves. In: García-Mendoza, A.J., M.J. Ordónez y M. Briones-Salas (Eds.): Biodiversidad de Oaxaca. UNAM-Fondo Oaxaqueño para la Conservación de la Naturaleza-Word Wildlife Fund. México. p Ordóñez, M. J., y P. Rodríguez Oaxaca, el estado con mayor diversidad biológica y cultural de México, y sus productores rurales. Ciencias 91: Peterson, R. T., y E. L. Chalif Aves de México. Diana, México. 473 p. 166

169 Rozzi, R., F. Massardo, C. B. Anderson, S. McGehee, G. Clark, E. Ramilo, U. Calderón, C. Calderón, L. Aillapan, y C. Zárraga Guía multi-étnica de aves de los bosques templados de Sudamérica austral. Fantástico Sur. Punta Arenas, Chile. 142 p. Stairs, G.A. y E. Stairs Diccionario huave de San Mateo del Mar. Instituto Lingüístico de Verano. México. 423 p. Toledo, V. M El juego de la supervivencia: un manual para la investigación etnoecológica en Latinoamérica. Consorcio Latinoamericano de Agroecología y Desarrollo. Santiago de Chile-Berkeley, California. 75 p. Toledo, V. M., y N. Barrera-Bassols La memoria biocultural: la importancia ecológica de las sabidurías tradicionales. Icaria. Barcelona. 230 p. Vásquez Dávila, M. A Etnoecología para un México Profundo. América Indígena 52 (1-2): Vásquez Dávila, M.A El amash y el pistoqué: Un ejemplo de la etnoecología de los chontales de Tabasco, México. Etnoecológica 3 (4-5):

170

171 De la Cruz Montesino, F., M.A. Vásquez Dávila, M.P. Jerez Salas, E.A. Montaño Contreras y Y. Villegas Aparicio Aves silvestres y domésticas de los chontales de San Andrés Tlahuilotepec, Distrito de Yautepec, Oaxaca, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p AVES SILVESTRES Y DOMÉSTICAS DE LOS CHONTALES DE SAN ANDRÉS TLAHUILOTEPEC, DISTRITO DE YAUTEPEC, OAXACA, MÉXICO fredy de la cruz montesino, marco antonio vásquez-dávila, martha patricia jerez salas, edgar alan montaño contreras y yuri villegas aparicio INTRODUCCIÓN México se caracteriza por su alta biodiversidad y se estima que más del 12 % de la biota mundial se localiza en él (CONABIO, 2006). Oaxaca es el estado de mayor diversidad biológica y cultural, con gran riqueza de ecosistemas y más de especies de flora y fauna (Ordoñez y Rodríguez, 2008); de las cuales 736 especies corresponden a aves (Navarro et al., 2004). Los estudios etno-ornitológicos comprenden la utilización directa de aves para satisfacer las necesidades básicas, los procesos de domesticación ornitológicos y el papel de las aves en la cosmovisión (UAS, 1997). Mesoamérica se ha considerado como centro de importancia del proceso de domesticación de las especies de aves más importantes como el pavo (Meleagris gallopavo) (Arcos, 2008), con la invasión española se introdujeron a las gallinas (Gallus gallus), durante siglos la producción avícola fue totalmente de traspatio, siendo más del 75 % de las familias rurales mexicanas quienes practican esta actividad. Los grupos indígenas viven en áreas de alta biodiversidad que han usado y transformado, adaptándose culturalmente durante miles de años (Toledo et al., 2002), dado que su conocimiento está profundamente arraigado al ambiente, pueden realizar importantes contribuciones al uso sostenible y conservación de la biodiversidad, incluyendo a las aves. Los chontales de los altos de Oaxaca, que se autodenominan slijuala xanuc (los habitantes de las montañas) viven en la Sierra Sur, área que cuenta con importantes recursos de la diversidad biológica. Durante miles de años han usado esos recursos, y su cultura y conocimientos están profundamente arraigados en el medio ambiente que los sustenta. Gracias a sus métodos y conocimientos tradicionales han realizado importantes contribuciones a la conservación y al uso sostenible de la diversidad biológica.

172 Por ello, es importante estudiar ese conjunto de creencias, percepciones y conocimientos sobre la naturaleza que el campesino pone en acción (Toledo, 1990). En este escenario, el objetivo de este estudio fue describir y sistematizar la etno-ornitología chontal de una localidad de la Sierra Sur de Oaxaca. MÉTODO El estudio se desarrolló en la localidad chontal de San Andrés Tlahuilotepec, municipio de Santa María Quiegolani, distrito de Yautepec, Oaxaca (Figura 1), ubicada en las coordenadas latitud norte y longitud oeste y a una altura de msnm. El clima que predomina es C (w1) (w) templado subhúmedo, con temperatura media anual de 18 ºC, con lluvias en verano. La investigación se realizó en dos etapas: el trabajo de gabinete y el de campo. En el trabajo de gabinete, se recabó toda la información posible sobre las aves silvestres y domésticas. Posteriormente mediante guías de identificación se revisó la distribución de las aves silvestres que los sabedores locales mencionaron pero que no se observaron durante el trabajo de campo; por último, se analizaron los datos obtenidos mediante las entrevistas. El trabajo de campo consistió en aplicar entrevistas sobre la etno-ornitología chontal. Asimismo se realizaron recorridos para observar las aves, apoyándonos con binoculares para mejorar el avistamiento, a la par se llevaron a cabo talleres participativos para recopilar nombres, uso y manejo de las aves. 170 Figura 1. Ubicación del municipio de Santa María Quiegolani, distrito de Yautepec, Oaxaca (fuente: Wikipedia, 2013).

173 RESULTADOS Y DISCUSIÓN Se registraron 95 especies de aves silvestres en la zona de estudio (Cuadro 1) distribuidas en 31 familias y 14 órdenes. Con el empleo de estímulos visuales (guías de aves), los entrevistados llegaron a un consenso sobre 18 especies y cuyo rango de distribución regional fue cotejado. Cuadro 1. Aves observadas en San Andrés Tlahuilotepec (Arreglo taxonómico de acuerdo a AOU, 2014) ESTADO DE CONSERVA- CIÓN ORDEN Familia Especie ANSERIFORMES Anatidae Cairina moschata Linnaeus, 1758* ESTACIONALI- DAD GALLIFORMES Cracidae Ortalis poliocephala Wagler, 1830 R Penelope purpurascens Wagler, 1830* A R Odontophoridae Dendrortyx macroura Jardine & Selby, 1828 PE R Cyrtonyx montezumae Vigors, 1830* A R PELICANIFORMES Ardeidae Bubulcus ibis Linnaeus, 1758 R ACCIPITRIFORMES Cathartidae Coragyps atratus Bechstein, 1793 R Cathartes aura Linnaeus, 1758 R Accipitridae Accipiter cooperii Bonaparte, 1828 PE I Buteo brachyurus Vieillot, 1816 R Buteo albonotatus Kaup, 1847 PE I Buteo jamaicensis Gmelin, 1788 I GRUIFORMES Rallidae Porphyrio martinicus Linnaeus, 1766 R COLUMBIFORMES Columbidae Columba livia Gmelin, 1789 R Patagioenas fasciata Say, 1823* R Zenaida asiatica Linnaeus, 1758 R R 171

174 Zenaida macroura Linnaeus, 1758 I Columbina inca Lesson, 1847 R Leptotila verreauxi Bonaparte, 1855 R CUCULIFORMES Cuculidae Piaya cayana Linnaeus, 1766 R Geococcyx velox Wagner, 1836 R STRIGIFORMES Strigidae Megascops trichopsis Wagler, 1832 R Glaucidium gnoma Wagler, 1832* P R Ciccaba virgata (Cassin, 1849)* R CAPRIMULGIFORMES Caprimulgidae Chordeiles minor Forster, 1771* V Caprimulgus vociferus Wilson, 1812 R APODIFORMES Apodidae Streptoprocne zonaris Shaw, 1796* R Trochilidae Colibri thalassinus Swainson, 1827 R Archilochus colubris Linnaeus, 1758 I Atthis heloisa Lesson & De Lattre, 1839 R Selasphorus rufus Gmelin, 1788 I Amazilia beryllina Lichtenstein, 1830 R Hylocharis leucotis Vieillot, 1818 R TROGONIFORMES Trogonidae Trogon elegans Gould, 1834 R PICIFORMES Ramphastidae Aulacorhynchus prasinus (Gould, 1834) PE R Picidae Melanerpes formicivorus (Swainson, 1827) R Melanerpes aurifrons (Wagler, 1829) R Picoides scalaris (Wagler, 1829) R Colaptes auratus (Linnaeus, 1758)* R Dryocopus lineatus (Linnaeus, 1766)* R FALCONIFORMES Falconidae Falco sparverius Linnaeus, 1758 R 172

175 PSITTACIFORMES Psittacidae Aratinga canicularis (Linnaeus, 1758)* PE R Ara militaris (Linnaeus, 1766)* P R PASSERIFORMES Tyrannidae Camptostoma imberbe Sclater, 1857 R Contopus pertinax Cabanis & Heine, 1859 Sayornis nigricans (Swainson, 1827) Myiarchus tuberculifer (D Orbigny et Lafresnaye, 1837)* Pitangus sulphuratus (Linnaeus, 1766)* Vireonidae Vireo brevipennis (Sclater, 1858) R Vireo huttoni Cassin, 1851 R Vireo leucophrys (Lafresnaye, 1844) R Vireolanius melitophrys Bonaparte, 1850 R Corvidae Cyanocitta stelleri Gmelin, 1788* R Aphelocoma californica Vigors, 1839 R Corvus corax Linnaeus, 1758 R Hirundinidae Tachycineta thalassina Swainson, 1827 I Stelgidopteryx serripennis Audubon, 1838 R Aegithalidae Psaltriparus minimus Townsend, 1837 R Troglodytidae Catherpes mexicanus (Swainson, 1829) R Campylorhynchus jocosus Sclater, 1859 R Henicorhina leucophrys (Tschudi, 1844)* R Polioptilidae Polioptila caerulea (Linnaeus, 1766) A R Cinclidae Cinclus mexicanus Swainson, 1827* PE R Turdidae Sialia sialis (Linnaeus, 1758) R Myadestes occidentalis Stejneger, 1882 PE R Catharus aurantiirostris (Hartlaub, 1850) R Catharus occidentalis Sclater, 1859 R Turdus rufopalliatus Lafresnaye, 1840 R Turdus migratorius Linnaeus, 1766 R R R R R 173

176 Mimidae Melanotis caerulescens (Swainson, 1827) PE R Parulidae Vermivora ruficapilla (Wilson, 1811) I Mniotilta varia (Linnaeus, 1766) I Setophaga coronata (Linnaeus, 1766) I Setophaga occidentalis (Townsend, 1837) I Basileuterus rufifrons (Swainson, 1837) R Basileuterus belli (Giraud, 1841) R Cardenilla pusilla (Wilson, 1811) I Myioborus miniatus (Swainson, 1827) R Emberizidae Diglossa baritula Wagler, 1832 R Atlapetes pileatus Wagler, 1831 R Pipilo ocai Lawrence, 1865 R Melozone albicollis Sclater, 1858 R Peucaea mystacalis Hartlaub, 1852 R Junco phaeonotus Wagler, 1831 R Chlorospingus flavopectus Hartlaub, 1852 R Cardinalidae Piranga flava (Vieillot, 1822) R Piranga rubra (Linnaeus, 1758) I Piranga erythrocephala (Swainson, 1827) R Pheucticus ludovicianus Linnaeus, 1766 I Icteridae Quiscalus mexicanus Gmelin, 1788* R Molothrus aeneus Wagler, 1829 R Icterus wagleri Sclater, 1857 R Icterus spurius Linnaeus, 1766 I Icterus graduacauda Lesson, 1839 A R Fringillidae Spinus psaltria Say, 1823 R Passeridae Passer domesticus (Linnaeus, 1758) R Estado de conservación de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT 2010 (SEMARNAT, 2010): A = Amenazada, P = En peligro de extinción; PE= Protección especial; Estacionalidad según Howell y Webb (1995): R= Residente permanente; I= Residente de invierno; V= Residente de verano; el asterisco indica las especies identificadas por los sabedores locales mediante las guías de campo LAS RELACIONES ETNOECOLÓGICAS DE LOS SLIJUALA XANUC CON LAS AVES Las aves forman parte de la cultura chontal. Ellos las han incorporado en su cosmovisión, conocen diversos aspectos de su historia natural, las 174

177 usan y manejan. Estas relaciones se explicarán con mayor detalle más adelante. En el Cuadro 2 se muestran a manera de resumen las relaciones de los humanos con las aves en la localidad donde se desarrolló este estudio. Cuadro 2. Relaciones etnoecológicas entre los slijuala xanuc y las aves de San Andrés Tlahuilotepec NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE LOCAL RELACIONES ETNOECOLÓGICAS Cairina moschata Pato A Ortalis poliocephala Chachalaca A, B, Ma Penelope purpurascens Guajolote de monte A Dendrortyx macroura Perdiz A Cyrtonyx montezumae Codorniz A, RN Gallus gallus Gallina/gallo A, Ca, V, Ma Meleagris gallopavo Guajolote/a A, V, Ma Bubulcus ibis Garza B Coragyps atratus Zopilote negro C, K Cathartes aura Zopilote ala blanca C, K Accipiter cooperii Gavilán sardo K, O, RN Buteo albonotatus Águila O Buteo jamaicensis Gavilán coyuchi K, O Patagioenas fasciata Paloma de collar A Zenaida asiática Paloma solo estoy A Columbina inca Tortolita A, R Leptotila verreauxi Paloma barranquera A, C, Ca, O, Ma Piaya cayana Gallina del diablo RN Geococcyx velox Correcaminos K, R Megascops trichopsis Tecolote K Glaucidium gnoma Ticulutillo K Ciccaba virgata Búho K Chordeiles minor Taja camino K Caprimulgus vociferus Caballero Me Streptoprocne zonaris Golondrina grande B Trochilidae (6 especies) Chuparrosa K, O, R Trogon elegans Pájaro de siete colores C Aulacorhynchus prasinus Picudo A, Me, O Melanerpes formicivorus Curryky K Picoides scalaris Pájaro borracho C Colaptes auratus Jatine C Dryocopus lineatus Carpintero grande C Aratinga canicularis Cotorro Ca, O, Ma Ara militaris Guacamaya verde Ca, O, Ma 175

178 Camptostoma imberbe Pájaro comadrita C Myiarchus tuberculifer Pájaro listón C Pitangus sulphuratus Chegüiro C Vireo huttoni Tsif C Cyanocitta stelleri Pájaro azul copetón C Aphelocoma coerulescens Pájaro azul RN Corvus corax Cacalote RN Stelgidopteryx serripennis Golondrina chica B Catherpes mexicanus Abolisk C Campylorhynchus jocosus Pájaro picador, abolusk C Henicorhina leucophrys Piyuts C Cinclus mexicanus Pato de río B Myadestes occidentalis Jilguero Ca, Ma Turdus migratorius Primavera C Turdus rufopalliatus Primavera C Peucaea mystacalis Chichilos, chontalero B Quiscalus mexicanus Pájaro negro C Molothrus aeneus Zanate de campo RN Icterus graduacauda Calandria C C= Conocimientos; K= Cosmovisión; Usos = (B: Bioindicador; O: Ornamental; A: Alimento; V: Venta o comercio; Ca: Canto; Me: Medicinal; R: Ritual); RN = Relación negativa; Ma = Manejo en cautiverio Previamente, Turner y Turner (1971) incluyeron en su diccionario los nombres en chontal y español de por lo menos 46 especies de aves sin ofrecer su identidad taxonómica. Como parte del ejercicio del presente estudio, con base en los resultados de campo podemos saber ahora a qué especies se refieren dichos autores. LA COSMOVISIÓN DE LOS SLIJUALA XANUC SOBRE LAS AVES De acuerdo con el diccionario trilingüe chontal-español-inglés de Turner y Turner (1971: 3), Afantsi es el numeral tres para seres animados (como las aves), mientras que Lantsini significa colibrí, chupamirto o chuparrosa (Idem: 214). Afantsi Lantsini (Tres Colibrí) es el nombre del héroe cultural de los chontales quien inventó herramientas para la cacería, como el arco y la flecha, expandiendo su territorio hacia la Costa y los Valles Centrales del estado de Oaxaca (Vásquez-Dávila, 1995:103). Cuenta la leyenda que Afantsi Lantsini nació de un huevo y fue cuidado por una pareja de ancianos. Liberó la región de los reyes malos y gobernó desde su palacio en el Cerro Jilote. Luchó contra sus vecinos zapotecos, se volvió águila y robó a todos los niños del pueblo zapoteco de Tlacolulita (Bartolomé y Barabas, 2006). Este personaje aparece en el 176

179 lienzo de Jilotepequillo sentado en un trono sosteniendo una lanza, con el título de rey general de los chontales (Oseguera, 2004: 9). Una historia sagrada recopilada por Waterhouse (1980: 29 ss) en San Lorenzo Jilotepequillo y por Turner (1982) en San Matías Petalcatepec corresponde a uno de los mitos favoritos de los chontales de Oaxaca (ídem: 211) y explica por qué el caparazón de la tortuga está formado por placas. El relato refiere cómo el zopilote accede llevar sobre su espalda a la tortuga pero cuando ésta lo ofende señalando el mal olor de su cabeza, la tira desde las alturas y al caer, provoca que el carapacho se fragmente. En el relato chontal, el puma es el encargado de reconstituir la placa córnea que caracteriza al protagónico reptil. Los slijuala xanuc de San Andrés Tlahuilotepec consideran que algunas aves son de mal agüero. El canto de Megascops trichopsis causa temor porque anuncia muerte, además aseguran que dice el nombre de la persona que va a morir. Si el correcaminos (Geococcyx velox), el gavilán sardo (Accipiter cooperii), el gavilán coyuchi (Buteo jamaicensis), el curriki (Melanerpes formicivorus) o el ticulutillo (Glaucidium gnoma) se atraviesan por el camino de la persona, indican que algo saldrá mal. Para enamorarse o acostumbrarse a su pareja, existen aves que de acuerdo con los sabedores locales ayudan a tal fin, como algunas especies de la familia Trochilidae y Columbidae (Columbina inca). Esto último, un tipo de magia amorosa, se describirá más adelante, cuando se aborden los rituales relacionados con las aves. Los chontales comentan que los zopilotes (Cathartes aura, Coragyps atratus) se alegran del nacimiento de los hijos varones y entonces sobrevuelan la casa, ya que ellos crecerán y tendrán animales (ganado) que después servirán como alimento para los zopilotes. Se cree que si se talla un correcaminos (Geococcyx velox) en las patas del caballo, éste adquirirá más velocidad; para las personas se hierve y se toma el caldo para tener resistencia y comentan que en su canto escuchan los días de la semana. Los chontales de Petalcatepec conocen a Penelope purpurascens como pavo copetón, galjiyah en chontal, y dicen que grita cerca de la casa cuando llegará un hombre de visita (Turner y Turner, 1971: 146). LAS AVES EN EL CONOCIMIENTO DE LOS CHONTALES Los slijuala xanuc de Tlahuilotepec nombran, usan y/o manejan 58 aves (que equivale al 7.7 % del total de especies del estado de Oaxaca), agrupadas en 25 familias y 12 órdenes. Los conocimientos que los pobladores tienen sobre las aves son producto de la observación de la naturaleza. Los lugareños saben que 177

180 existen especies que eliminan la suciedad como Cathartes aura y Coragyps atratus, por sus hábitos carroñeros. Por otro lado, han observado que la paloma barranquera (Leptotila verreauxi) vive en arroyos, ya que es común que los cazadores las encuentren en esos sitios y la paloma-solo-estoy (Zenaida asiatica) es muy rápida y vive en tierra caliente (denominación de las porciones bajas y cálidas del territorio). Los chontales conocen el comportamiento de las aves y tal como lo hacen los ornitólogos occidentales, emplean a la etología (Moreno-Rueda, 2006) como herramienta para su identificación. A continuación se ofrecen algunos ejemplos de la etno-etología chontal. Distinguen al carpintero grande (Dryocopus lineatus) por su gran tamaño, saben que hace agujeros en los árboles y que habita en tierra caliente ; comentan que el pájaro borracho (Picoides scalaris) no le tiene miedo a las personas, lo cual se conoce en ornitología como neofilia (Greenberg y Mettke-Hofmann, 2001; Greenberg, 2003) y le permite, por ejemplo, anidar en árboles introducidos (Brush, 1983). El calificativo borracho se debe a que al momento de estar buscando su alimentación asciende sobre el tronco en forma espiral (Winner, 2001: 21). Algunos de los criterios que emplean los slijuala xanuc para reconocer a las aves son: color, morfología, tamaño y comportamiento. En el primer caso, se encuentran la calandria (Icterus graduacauda) de coloración amarilla con negro; primavera (Turdus migratorius, T. rufopalliatus) negro con canela; pájaro de siete colores (Trogon elegans) verde, blanco, rojo y otros; jatine o carpintero (Colaptes auratus) y chegüiro (Pitangus sulphuratus) con partes amarillas; o la morfología: abolusk (Campylorhynchus jocosus), piyuts (Henicorhina leucophrys) que son Trogloditae con un pico curvo; guajolote de monte (Penelope purpurascens) porque es grande; y comportamiento, tsif (Vireo huttoni) porque se mueve mucho, lo cual coincide con lo descrito por los ornitólogos para Regulus calendula (Ramiro Aragón, 2014, comunicación personal), pequeña ave que también se distribuye en la región pero que no fue registrada durante nuestro trabajo de campo En lo que corresponde a las aves domésticas, 90 % de las unidades de traspatio visitadas se dedica al cuidado y cría de las aves, además los chontales clasifican a sus aves tomando en consideración: 1) El color (colorada, blanca, negra, empedrado, coyuchi o café y perdiz por la semejanza a Dendrortyx macroura), 2) El origen: criollas o de rancho y las de carro (de estirpe comercial o mejoradas ), 3) El tamaño: las zanconas que tienen tarsos largos y las de tamaño normal y 4) La distribución del plumaje: las pelucas que carecen de plumas en el cuello y las normales, con diferentes colores y una gran variedad de combinaciones. 178

181 En su lengua materna asignan un nombre a 48 especies y reconocen 12 partes del ave. LAS RELACIONES ANTROPOCÉNTRICAS CON LAS AVES Las relaciones que los slijuala xanuc establecen con la avifauna pueden ser positivas o negativas. En cuanto a las primeras, el ser humano usa o valora favorablemente a las aves. De ahí surgen las categorías antropocéntricas de uso, por ejemplo: comestibles, medicinales, ornato y canto. Ejemplos de relaciones negativas son la competencia, depredación, transmisión de enfermedades, entre otras. RELACIONES POSITIVAS Las aves son un recurso faunístico importante en la zona chontal, ya que son diversos los usos que se les atribuyen. Se registraron siete relaciones positivas que establecen los habitantes con la avifauna: comestible, medicinal, ornamental, comercio, canto, bio-indicador y ritual (Cuadro 2). Los slijuala xanuc de San Andrés Tlahuilotepec emplean 12 especies como alimento, 10 de ornato, cinco por su canto, dos en la medicina y dos en el comercio; además, seis son bioindicadores (Figura 2). Número de especies Figura 2. Categorías antropocéntricas de uso de las aves en San Andrés Tlahuilotepec, Oaxaca. ALIMENTO Las aves domésticas y silvestres constituyen un recurso alimenticio importante. 100 % de los pobladores consume G. gallus y 83 % M. gallopavo 179

182 en una gran variedad de guisados como caldo, mole, tamal, barbacoa y amarillo. Para cocinar a la codorniz (Cyrtonyx montezumae) y la perdiz (Dendrortyx macroura) se emplean varuchitos (varas delgadas). La paloma de collar (Patagioenas fasciata) no es muy común ya que es un ave migratoria altitudinal y, por tal motivo, no se caza frecuentemente. La paloma barranquera (Leptotila verreauxi), la paloma-solo-estoy (Zenaida asiatica), la tortolita (Columbina inca) y la chachalaca (Ortalis poliocephala) se preparan en caldo o asadas y, algunas veces, en barbacoa. Un ave poco común en la dieta de los slijuala xanuc es el picudo (Aulacorhynchus prasinus) debido a su escasez y a que son pocas las personas que lo acostumbran consumir. Cairina moschata y Penelope purpurascens también son comestibles. ORNAMENTAL Las chuparrosas (nombre local de seis especies de Trochilidae), el gavilán coyuchi (Accipiter cooperii), el gavilán sardo (Buteo jamaicensis), el águila (Buteo albonotatus) y el picudo (Aulacorhynchus prasinus) se utilizan como ornamentos disecados que se colocan en un lugar especial y visible de la casa. Mantienen en jaulas a Leptotila verreauxi, Ara militaris y Aratinga canicularis porque les parece que el colorido de su plumaje alegra los hogares. CANTO Las aves cuyo canto o voz son apreciados en Tlahuilotepec, ya sea como una ayuda para levantarse por las mañanas (despertador) o por su belleza y armonía, son Leptotila verreauxi, G. gallus, Myadestes occidentalis, Ara militaris y Aratinga canicularis. De acuerdo con los chontales de Petalcatepec, además de la paloma galjahmuh (L. verreauxi) otras aves que cantan chulo (bonito) son el tordo laxults ih (Turdus rufopalliatus) y Dives dives, el tordo cantor o galbunwili (Turner y Turner, 1971). A los psitácidos que mantienen cautivos les enseñan a hablar en chontal, tal es el caso del loro gal-loro (Amazona farinosa), perico galbiligu (Aratinga canicularis) y Ara militaris, galhalúh o guacamaya (ídem). BIOINDICADOR Los habitantes de San Andrés Tlahuilotepec relacionan la presencia o el canto de seis aves con el pronóstico de fenómenos meteorológicos (lluvia, viento, sequía); a esta categoría antropocéntrica aquí se le denomina bio-indicador. La chachalaca (Ortalis poliocephala), la garza (Bubulcus ibis) y la golondrina chica (Stelgidopteryx serripennis) indican la presencia 180

183 de lluvia; la golondrina grande (Streptoprocne zonaris) avisa viento. Un ave especial para los pobladores es el chichilos o chontalero (Peucaea mystacalis) ya que aseguran canta en el idioma chontal; cuando su canto es chinchigüis-núnú pronostica calor ; chinchigüis-kuískuís, lluvia ; chinchigüis-chaschas, porrazo (lluvia repentina y torrencial) y chinchigüis-víuvíu, viento. El pato de río (Cinclus mexicanus) anuncia el cierre de la temporada de lluvia. MEDICINAL En cuanto al uso medicinal se refiere, 7.6 % considera que para curar ataques se debe consumir al picudo (Aulacorhynchus prasinus), aunque no mencionan cómo. Con las plumas del ave caballero (Caprimulgus vociferus) elaboran almohaditas para los bebés que lloran mucho y no pueden conciliar el sueño, comentan que con ellas podrán dormir. COMERCIO De la población, 83 % venden sus gallinas y 50 % sus guajolotes. Ésta es una forma de obtener un recurso monetario en caso de ser necesario. LAS RELACIONES NEGATIVAS CON LA AVIFAUNA En los textos etnozoológicos, es común abordar las relaciones positivas con la fauna como el usar y valorar; sin embargo, pocos incluyen las relaciones negativas, en este caso, la avifauna nociva. Esta relación ocurre generalmente cuando el hombre entra en competencia con otras especies por los recursos del territorio. Para los slijuala xanuc las aves son parte indispensable del ecosistema en donde habitan; sin embargo, reconocen algunas como dañeras o nocivas. Ejemplos de ellas son: el pájaro azul copetón (Aphelocoma coerulescens), la codorniz (Cyrtonyx montezumae), el zanate de campo (Molothrus aeneus) y el cacalote (Corvus corax)) ya que se alimentan del maíz que cultivan; por otro lado el gavilán sardo (Accipiter cooperii) se alimenta de las aves de traspatio y la gallina del diablo (Piaya cayana) consume los huevos de G. gallus. En diversas entradas del diccionario de Turner y Turner (1971) se encuentra información sobre esta temática: la codorniz, galjuidi (Cyrtonyx montezumae) y el tordo cantor, galbunwili (Dives dives) desarraigan las plántulas de maíz. El cuervo o cacalote, galgobéh (Corvus corax) y la guacamaya, galhalúh (Ara militaris) consumen las mazorcas de maíz tierno (elotes). El gavilán, galgwí (Accipiter cooperii) y el gavilán de cola roja lonxalbo gwí (Buteo jamaicensis) son depredadores de las aves de corral. 181

184 EL MANEJO DE LAS AVES SILVESTRES Las aves que cazan los chontales son principalmente de las familias Accipitridae, Columbidae, Cracidae, Cuculidae, Odontophoridae, Ramphastidae y Trochilidae, ya sea para la alimentación, ornato, comercio y ritual. Para tal fin, utilizan armas de fuego de diferentes calibres, resorteras que las fabrican con madera de la zona o adquieren de forma comercial, manualmente con piedras o madera; para el caso de las chuparrosas (nombre local de los colibríes) tiene que ser con la mano izquierda. La recolección no es una actividad reciente, los slijuala xanuc mantienen la tradición de recolectar las plumas del caballero (Caprimulgus vociferus) con la finalidad de usarla en la medicina tradicional. Los chontales crían en cautiverio algunas especies como Aratinga canicularis, Ara militaris, Leptotila verreauxi, Myadestes occidentalis y Ortalis poliocephala. Buscan los nidos de dichos organismos y esperan a que los huevos hayan eclosionado para después criarlos en sus casas, sea para ornato, canto o comestible. EL MANEJO DE LAS AVES DOMÉSTICAS La población avícola de traspatio es un factor de referencia en la cultura local (Jerez et al., 1994); sin embargo, la variabilidad y frecuencia de rasgos de apariencia fenotípica son escasamente conocidas. En la comunidad se pueden encontrar traspatios de 1 a 30 aves por unidad familiar, tiempo atrás llegaron a tener bajo su cuidado más de 50 individuos, dando preferencia a las gallinas y después a los guajolotes. La población avícola de la localidad cuenta con muy poca variabilidad genética. Debido a que el Centro Médico prohíbe tener a los ejemplares en libertad, tienen que encerrarlos. Lo contraproducente es que las productoras comentan que existe mayor mortalidad, la reproducción llega a ser nula y es imposible tener un gran número de organismos encerrados. La forma principal de adquirir a sus aves es mediante la propia reproducción tradicional, sin ningún manejo técnico y la menos común es por regalo, concordando con los estudios realizados por Jiménez (2009) en la zona triqui, Jerez et al. (1994) y Chávez (2011) en los Valles Centrales. El manejo avícola es tradicional, sin influencia del exterior, esto significa que, en la crianza de las aves de traspatio se aprovecha la rusticidad acumulada generación tras generación a lo largo de siglos de cuidados por parte de los pobladores locales. La alimentación se basa en lo producido en casa, como los restos de cocina, especialmente la tortilla de maíz (Zea mays) seca o remojada, complementado con los productos del campo 182

185 como: maíz en grano, calabaza (Cucurbita maxima), chilacayote (Cucurbita ficifolia), hierbas como la mostaza (Brassica rapa) y hojas de plátano (Musa paradisiaca), alimentos que aportan nutrimentos que ayudan a fortalecer el organismo de las aves. Jerez et al. (1994) reportan que el alimento principal en los traspatios es el maíz, coincidiendo con lo encontrado en este estudio, ya que su cultivo es la principal actividad en la comunidad. Como en la mayor parte de Oaxaca, son las mujeres, junto con los niños y las niñas, las que cuidan y reproducen a las gallinas y a los guajolotes. El uso principal de las aves de traspatio es para autoconsumo, sin embargo, cuando hay necesidad económica venden a sus aves y subproductos con los vecinos o personas de la comunidad. Para aliviar la gripa les dan baños de agua, utilizando limón (Citrus limon) y sábila (Aloe vera) o les suministran una pastilla recomendada para los humanos; con la finalidad de curar la tos, utilizan el limón con mezcal y para la diarrea únicamente el limón. Además les dan a consumir hierbas del campo, ya que éstas fortalecen el organismo del ave. Los sabedores locales comentan que los guajolotes (M. gallopavo) son muy delicados, ya que enferman o mueren con mucha facilidad, por lo que la crianza y reproducción es muy baja. Éstos son requeridos por algunas personas ya que pueden ser nodrizas de grandes parvadas, tanto de guajolotes como de gallinas, ya que llegan a empollar hasta 20 huevos, presentando una diferencia de 5-8 días de incubación de los huevos de gallinas sobre los de guajolotes. MANEJO RITUAL Los slijuala xanuc creen que ciertas aves tienen efectos sobre los sentimientos humanos. Por ejemplo, para enamorar a alguien se le administra una bebida obscura con el polvo que se obtiene de secar, moler y cernir una tortolita (Columbina inca). Se parte de la consideración que al consumirla los enamorados permanecerán unidos ya que las tortolitas siempre andan en pareja. La monogamia no es inusual entre las aves (Cfr. Black, 1996; Reichard y Boesch, 2003) por lo que la observación chontal del comportamiento de Columbina inca es digna de credibilidad. Su relación con el comportamiento humano es un rasgo propio de la cultura chontal. Otras aves usadas para enamorar son las chuparrosas (Trochilidae). Para lograr tal objetivo, el ritual debe ser realizado por una persona con experiencia, pues consiste en: matar a la avecilla con la mano izquierda un día viernes, disecar la cabeza y triturarla hasta convertirla en polvo y finalmente adicionarla a la bebida de la persona a la que se quiere conquistar. 183

186 Parte del ritual de boda consiste en que los recién casados coman una tortolita (C. inca), de esta manera aseguran que su matrimonio perdurará. CONCLUSIONES De las 96 aves que registramos en San Andrés Tlahuilotepec, los chontales han incorporado a su cosmovisión, conocen, usan y manejan a 58 especies, distribuidas en 25 familias y 12 órdenes. Dieciséis especies forman parte de las creencias y relatos. Dentro de las siete categorías antropocéntricas de uso, destacan 12 especies que se consumen como alimento, 10 se emplean como ornamentales, seis como bioindicadores, cinco para canto, dos en la medicina y dos se comercializan. Al menos seis especies son consideradas como parte de la avifauna nociva. El manejo incluye la caza, recolección y cría en cautiverio de cinco especies silvestres y tres domésticas, destacándose las gallinas sobre los pavos y los patos. Estas aves son recursos que las mujeres, niños y niñas cuidan y reproducen en sus huertas familiares y que clasifican de acuerdo a su color, origen, tamaño y forma. El uso principal de las gallinas es para autoconsumo, reproducción y venta. La presencia de M. gallopavo L. en la zona de estudio es rara, debido a que el territorio habitado por los slijuala xanuc se encuentran a más de msnm, por lo que su adaptación y sobrevivencia es muy baja. Siete especies silvestres intervienen en rituales relacionados con la magia amorosa. BIBLIOGRAFÍA Arcos C., M Estudio etno-ecológico de la avifauna de tres comunidades de la costa de Oaxaca, México. Memoria de Residencia Profesional. Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca. Oaxaca, México. Bartolomé, M. y A. Barabas Narrativa chontal: la leyenda del rey Fane Kantsini. In: A. Oseguera (coord.). Historia y etnografía entre los chontales de Oaxaca. Instituto Nacional de Antropología e Historia. México. p Black, J. M. (ed.) Partnerships in Birds: The Study of Monogamy. Oxford University Press. Oxford. Brush, T First nesting of a New World woodpecker in tamarisk (Tamarix chinensis). The Southwestern Naturalist 28 (1): 113. Chávez-Cruz, F Las gallinas criollas (Gallus gallus) en tres localidades de Valles Centrales de Oaxaca. Tesis de Maestría en Ciencias. Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca. Xoxocotlán, Oaxaca. 137 p. 184

187 Conabio La diversidad biológica de México: Estudio del país. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México. 341 p. Greenberg, R The role of neophobia and neophilia in the development of innovative behavior of birds. In: S.M. Reader y K. N. Laland (eds.). Animal Innovation. p Greenberg, R., y C. Mettke-Hofmann Ecological Aspects of Neophobia and Neophilia in birds. Current Ornithology 16: Howell, S. N. G., y S. Webb A guide to the birds of Mexico and Northern Central America. Oxford University Press. Nueva York, EUA. 885 p. Jerez Salas, M. P., J. Herrera H. y M. A. Vásquez Dávila La gallina criolla en los Valles Centrales de Oaxaca. CIGA. Instituto Tecnológico Agropecuario de Oaxaca. México. 89 p. Jiménez C., F Agrobiodiversidad de la avicultura de traspatio en la comunidad de la laguna Guadalupe, Putla de Guerrero, Oaxaca. Memoria de residencia profesional. Ingeniería en agronomía. Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca. Oaxaca. 54 p. Moreno-Rueda, G El comportamiento de las aves como herramienta para su identificación. Acta Granatense 4/5: Navarro S., A. G., E. A. García-Trejo, A. T. Peterson y V. Rodríguez-Contreras Aves. In: A. J. García Mendoza, M. J. Ordoñez, M. Briones Salas (eds). Biodiversidad de Oaxaca. Instituto de Biología, UNAM, Fondo Oaxaqueño para la Conservación de la Naturaleza, WWF. México. p Ordoñez, M. J., y P. Rodríguez Oaxaca, el estado con mayor diversidad biológica y cultural de México, y sus productores rurales. Ciencias 91: Oseguera, A Chontales de los altos. Pueblos indígenas del México Contemporáneo. Instituto Nacional Indigenista. México. 47 p. Reichard, U. H., y C. Boesch (eds.) Monogamy: mating strategies and partnerships in birds, humans and other mammals. Cambridge University Press. Toledo, V. M La perspectiva etnoecológica, cinco reflexiones acerca de las ciencias campesinas sobre la naturaleza con especial referencia a México. Ciencias 4: Toledo, V. M., P. Alarcón Chaires, P. Moguel, M. Olivo, A. Cabrera, E. Leyequien y A. Rodríguez Aldabe Biodiversidad y pueblos indios en México y Centroamérica. Biodiversitas 43: 1-8. Turner, P.R The Turtle: A Highland Chontal Text. Tlalocan 9: Turner, P.R. y S. Turner Dictionary Chontal to Spanish-English and Spanish to Chontal. University of Arizona Press. EUA. 364 p. SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) Norma Oficial Mexicana NOM 059 SEMARNAT Diario Oficial de la Federación, jueves 30 de diciembre. 78 p. 185

188 UAS (Universidad Autónoma de Sinaloa) Tercer taller de identificación de aves silvestres regionales. Escuela de Biología de la UAS/Zoológico de Culiacán. Sinaloa. Vásquez Dávila, M.A Los chontales de los Altos de Oaxaca. Etnografía contemporánea de los pueblos indígenas de México. Región Transístmica. Instituto Nacional Indigenista. México. p Waterhouse, V Chontal de la Sierra. Archivo de lenguas indígenas de México. Centro de Investigación para la Integración social. México. 173 p. Winner, C Woodpeckers. Carolrhoda Books. Minneapolis. 53 p. 186

189 Vásquez Cruz, R., M.A. Vásquez Dávila, E.A. Montaño Contreras y M.P. Jerez Salas Ornitología zapoteca de San José Quianitas, Sierra Sur de Oaxaca, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p ORNITOLOGÍA ZAPOTECA DE SAN JOSÉ QUIANITAS, SIERRA SUR DE OAXACA, MÉXICO rosalinda vásquez-cruz, marco antonio vásquez-dávila, edgar alan montaño contreras y martha patricia jerez-salas INTRODUCCIÓN A través de la historia todos los pueblos han establecido y mantenido diferentes lazos con el medio físico y biológico, debido principalmente a las maneras de solucionar los problemas y a la búsqueda de una explicación para aquellos acontecimientos que superan los límites de la experiencia. Este tipo de relaciones siguen vigentes en diversas comunidades indígenas y campesinas del mundo (Navarijo, 1997) y su estudio se puede enfocar a la relación etnias-aves. La alimentación humana incluye diversas especies; por ésta y otras razones, el hom*o sapiens fue domesticando algunas, como a la gallina (Gallus gallus L.) en Asia (Navarijo, 1999). La huerta familiar ha jugado un papel importante en la domesticación, además de ser considerada como un sistema de producción sustentable que promueve la diversificación productiva (Rivera, 2010). El interés por investigar la forma en que las familias campesinas conocen y utilizan su entorno natural ha cobrado relevancia en los últimos años debido al reconocimiento de que la apropiación de los recursos naturales por parte de los diferentes grupos culturales se sustenta en un amplio conocimiento ecológico tradicional (Toledo y Alarcón, 2012). La avicultura prehispánica en México tuvo entre sus principales exponentes al guajolote (Meleagris gallopavo L.), especie domesticada y criada en Mesoamérica. Con la invasión española se introdujeron las gallinas (G. gallus) que desde el siglo XVI, durante los numerosos ciclos de producción avícola, se han adaptado a las condiciones del territorio mexicano (Vásquez-Dávila, 1994; Juárez et al., 2000). Según Navarijo (1999), las formas de cultura son el resultado de las relaciones que el ser humano ha establecido con el medio físico y social al paso del tiempo. Una vez que se comprenda este hecho será posible

190 planear estrategias más realistas de conservación in situ que involucren a los pobladores locales; por lo tanto, los estudios etno-ornitológicos pueden servir como una herramienta para la conservación biocultural. En este trabajo se describen los recursos avifaunísticos silvestres y domesticados, que forman parte de la cosmovisión, conocimiento, uso y manejo de los zapotecos de San José Quianitas, en la Sierra Sur de Oaxaca, México. ÁREA DE ESTUDIO San José Quianitas se localiza a msnm y en las coordenadas latitud norte y longitud oeste; forma parte del municipio de Santa María Quiegolani, en el distrito de Yautepec de la región Sierra Sur del estado de Oaxaca; colinda al este con el poblado chontal de San Andrés Tlahuilotepec y al sur con San Pedro Mixtepec (CMDRS, 2011). En cuanto a la diversidad avifaunística de la región de la Sierra Sur, Navarro (s/f) reporta 193 especies en el Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) C-12 Sierra de Miahuatlán; Navarro et al. (2004) consideran 157, mientras que Howell y Webb (2007) reportan 294 especies. La lista preliminar de aves (que se conoce entre los ornitólogos y observadores de aves por su nombre en inglés como bird checklist) de la región elaborada con base en Navarro (s/f), Navarro et al. (2004) y Howell y Webb (2007) comprende 369 especies, ubicadas en 57 familias, lo que representa casi la mitad del total de la diversidad avifaunística del estado de Oaxaca. De éstas, 219 especies son residentes, 113 residentes de invierno, 11 residentes de verano, 17 son transitorias o accidentales y 7 transitorias migratorias. En cuanto a su pertenencia a alguna categoría de riesgo, 51 especies se encuentran sujetas a protección especial, 28 amenazadas, 10 en peligro de extinción y 3 probablemente extintas en el medio natural (SEMARNAT, 2010). MÉTODO Con el fin de tener un prospecto de las especies de posible ocurrencia y como base para la posterior identificación de las aves, se elaboró una lista bibliográfica inicial (checklist) de la región Sierra Sur. El trabajo de campo consistió en la recolección de datos cualitativos in situ mediante recorridos por la localidad y la realización de seis talleres participativos. En el primer caso, se aplicaron entrevistas etno-orni- 188

191 tológicas a hombres y mujeres con el objetivo de reconocer diversos aspectos de la avifauna silvestre y doméstica. En los talleres, participaron en promedio 15 personas, en su mayoría hombres, a los que se les pidió nombrar a las aves que conocieran y/o que tuviesen algún uso o creencias sobre ellas. Además, de manera general se enlistaron los términos locales de las partes morfológicas de un ave. Para la identificación de las especies, se utilizó la metodología propuesta por Cruz y Cruz (1992) que consiste en presentar las imágenes de aves de la lista base. Los datos fueron sistematizados y analizados mediante la elaboración de una lista etno-ornitológica relacionada con el conocimiento, uso y manejo tradicional así como la descripción de las características de la avicultura en las huertas familiares, considerando principalmente el conocimiento de las mujeres sobre las gallinas criollas. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Enseguida se presenta la lista etno-ornitológica preliminar de San José Quianitas y aspectos de la cosmovisión, conocimiento, uso y manejo de las aves por los zapotecos de esta localidad. ORNITOLOGÍA ZAPOTECA DE SAN JOSÉ QUIANITAS Los zapotecos de Quianitas se relacionan con al menos 41 aves (Cuadro 1) incluidas en 25 familias y 12 órdenes, que representan % de la lista base de la revisión bibliográfica, más del 40 % de la lista del AICA (Navarro, s/f) y 30 coinciden con las conocidas por los zapotecos del municipio vecino de San Pedro Mixtepec (Hunn, 2008). Se encuentran en alguna categoría de riesgo, según la NOM-059 (SEMARNAT, 2010), 13 especies. De éstas, ocho se ubican en protección especial, cuatro están amenazadas y una en peligro de extinción. COSMOVISIÓN La cosmovisión o visión sobre el universo influye en lo que los humanos concebimos, percibimos y conocemos de la naturaleza (Toledo y Alarcón, 2012). Forman parte específica de los relatos (algunos de ellos etiológicos o del origen de eventos, personajes y cosas del cosmos) y creencias de los zapotecos de Quianitas 22 especies de aves (Cuadro 1). 189

192 190 Cuadro 1. Relaciones humano/aves en San José Quianitas, Oaxaca. ORDEN Familia Especie NOMBRE ZAPOTECO RELACIONES ETNOECOLÓGICAS ANSERIFORMES Anatidae Cairina moschata Linnaeus, 1758 Ba-at C,O,P GALLIFORMES Cracidae Ortalis poliocephala Wagler, 1830 Merxik C,A,B Odontophoridae Dendrortyx macroura Jardine & Selby, 1828 Mtsu u K,C,A,P Cyrtonyx montezumae Vigors, 1830 Mtoo K,C,A,P Phasianidae Gallus gallus Linnaeus, 1758 Nguíd K,C,A,M,V,P Meleagridae Meleagris gallopavo Linnaeus, 1758 Meer ngool K,C,A,M,V,P PELICANIFORMES Ardeidae Bubulcus ibis Linnaeus, 1758 Xhembe e K,C,B ACCIPITRIFORMES Cathartidae Coragyps atratus Bechstein, 1793 Ngool K Cathartes aura Linnaeus, 1758 Ngool K Accipitridae Accipiter cooperii Bonaparte, 1828 Mssi K,C,RN Buteo brachyurus Vieillot, 1816 Mley K Buteo albonotatus Kaup, 1847 Mssi yas K,C,O COLUMBIFORMES Columbidae Patagioenas fasciata Say, 1823 Mguisyu C,A,P Zenaida asiatica Linnaeus, 1758 Mer ngol C,A,P Columbina inca Lesson, 1847 Ngug K,C,A,R CUCULIFORMES Cuculidae Geococcyx velox Wagner, 1836 Brundens K STRIGIFORMES Strigidae Bubo virginianus Gmelin, 1788 Dam K Ciccaba virgata Cassin, 1849 Mechuy K CAPRIMULGIFORMES Caprimulgidae Antrostomus arizonae Brewster, 1881 Mgiren gu C

193 APODIFORMES Apodidae Cypseloides niger Gmelin, 1789 Mlúch C,B Aeronautes saxatalis Woodhouse, 1853 Mlúch Trochilidae Mchilik K,C,M,O,A, R TROGONIFORMES Trogonidae Trogon sp Misx K,C,M PICIFORMES Picidae Melanerpes formicivorus Swainson, 1827 Nxhider C Picoides scalaris Wagler, 1829 Mgin guig leed C PSITTACIFORMES Psittacidae Aratinga canicularis Linnaeus, 1758 Piliku C,O,P Ara militaris Linnaeus, 1766 Guacamaay C,O,P PASSERIFORMES Vireonidae Vireo hypochryseus Sclater, 1863 Mgin nge ch C Corvidae Cyanocitta stelleri Gmelin, 1788 Mgin sul K,C,RN Aphelocoma coerulescens Bosc, 1795 Mgin bsa K Corvus corax Linnaeus, 1758 Miaác K,C,RN Troglodytidae Campylorhynchus rufinucha Lesson, 1838 Nnsxesx K,C Campylorhynchus jocosus Sclater, 1859 Mgin kie C Cinclidae Cinclus mexicanus Swainson, 1827 Ba-at nisxhia C Turdidae Myadestes occidentalis Stejneger, 1882 Mgin ne rkagib C Turdus migratorius Linnaeus, 1766 Primaver C,A,B,P Emberizidae Pipilo ocai Lawrence, 1865 Mgin bsa sxtil C Melozone albicollis Sclater, 1858 Mgin ngiet ngool RN Cardinalidae Piranga flava Vieillot, 1822 Mgin nlo o K Piranga bidentata Swainson, 1827 Mgin nlo o K Icteridae Quiscalus mexicanus Gmelin, 1788 Mgin ngas C K: Cosmovisión, C: Conocimiento, P: Prácticas, A: Alimento, M: Medicinal, V: Venta, O: Ornato, B: Bioindicador, RN: Relación Negativa; R: Ritual C,B 191

194 A continuación se detallan tres relatos sobre zopilotes, palomas y codornices: 192 Las aves por tener la facultad de volar han estado cerca de Dios, por eso cuando hubo diluvio en la tierra todo estaba inundado y Dios eligió al zopilote (Catarthes aura, Coragyps atratus) para recorrer la tierra y avisarle cómo estaba todo, y el zopilote al ver que había mucha podredumbre empezó a comerla y no cumplió con la actividad que le había encomendado Dios, al regresar Dios se molestó tanto que le dejó como castigo el desprecio de la gente y consumir desechos. Después Dios eligió a una paloma (Patagioenas fasciata, Zenaida asiatica) para cumplir con la misión que le había encomendado al zopilote, la paloma recorrió toda la tierra y únicamente encontró seco al cerro más alto, conocido como Cerro Flandes, ubicado al sureste de la comunidad, la paloma descansó en ese lugar y como prueba de lo que había encontrado cortó una rama de pino (Pinus sp.) y, en agradecimiento, Dios la designó como un ave que simboliza la paz. En la misma época del diluvio, Dios eligió al zopitole para cumplir con una misión: le dio un bule sellado con la encomienda de tirarlo al mar y nunca abrirlo, pero al zopilote le dio curiosidad de lo que llevaba y que no debía abrirse, destapó el bule y del interior salieron miles de insectos succionadores de sangre, que atacaron al zopilote, por lo cual su cabeza quedó pelona y fea; por eso existen esos insectos que nos hacen daño, ya que el zopilote los tiró en la tierra y no en el agua, donde le había dicho Dios. Cuentan que una vez, como era costumbre, una señora llevaba siete platos de comida y siete tortillas, para darle de comer a su esposo que trabajaba en el campo. De pronto, salió una codorniz (Cyrtonyx montezumae), la señora se asustó, se cayó y tiró la comida, quedando únicamente un plato. A partir de ese momento al hombre solamente le sirven un plato de comida y al cerro se le conoce como Cerro de Platos. CREENCIAS En diversas culturas, el canto, la conducta o el vuelo de algunas aves presagia sucesos positivos o negativos, convirtiéndose de esta manera en un augurio, término que proviene del latín augurius y significa, precisamente, oír a las aves. Un ejemplo de un vaticinio nefasto en las antiguas creencias nahuas es el canto de la lechuza y el búho, como lo registró en el siglo XVI fray Bernardino de Sahagún (1969). En la localidad de estudio, el canto del búho (Bubo virginianus) o del tecolote (Ciccaba

195 virgata) presagia la muerte de alguna persona. Observar un ave de color rojo (Piranga flava, P. bidentata) es de mala suerte; si Accipiter cooperii, o el águila negra (Buteo albonotatus) muestran el pecho al campesino, significa mala fortuna. Lizárraga y Sapien (1996) y Picos (1995), citados por Arcos (2008) reportan a las mismas aves como de mal agüero. Es de mala suerte que un correcaminos (Geococcyx velox) se cruce enfrente de alguna persona, pero no se le debe apedrear, pues hacerlo provoca dolor en los pies. Si el pájaro de frijol (Aphelocoma coerulescens) se acerca a las casas y empieza a cantar feo (de manera estridente), significa que están hablando mal de la persona, pero si su canto es suave, indica que llegará alguien a quitar el tiempo y los trabajos del día no se lograrán concluir. Los colibríes (Trochilidae) son indiscretos ya que cuando uno platica y se acercan mucho a la casa, se llevan las palabras a otro lado y dicen que de esta manera otras personas se enteran de los secretos de las familias. Del gavilancillo (Buteo brachyurus) la gente dice: cuando vuela cerca del terreno de cultivo [llamado pedazo localmente] se burla de las calabazas (Cucurbita spp.) y por eso se entristecen y se rompen. Sobre la tortolita (Columbina inca) existen dos creencias: en su canto se escucha el saludo en zapoteco (diusx) y el polvo que tiene entre las plumas vuelve dócil al ganado. CONOCIMIENTO El conocimiento ortnitológico de los zapotecos de Quianitas incluye variados aspectos de por lo menos las 41 especies listadas en el Cuadro 1. En este trabajo registramos tópicos específicos del conocimiento tradicional, como la nomenclatura, el comportamiento y la autoecología que a continuación se mencionan. Todas las especies registradas tienen un nombre en zapoteco; los nombres en español que se obtuvieron son producto de la traducción literal del zapoteco por algunos jóvenes de la localidad. En tres casos, un solo nombre zapoteco se refiere a dos especies cercanas, como mlúch para los vencejos (Cypseloides niger y Aeronautes saxatalis), ngool para los zopilotes (Cathartes aura y Coragyps atratus) y mgin nlo o para Piranga bidentata y P. flava. De otra manera, existen nombres zapotecos muy precisos para diferenciar especies dentro del mismo género, por ejemplo: mgin ngiet ngool se refiere a Melozone albicollis, mientras que mgin bsa sxtil designa a P. ocai. En el caso de los pájaros carpinteros, Campylorhynchus jocosus se llama mgin kie y C. rufinucha, nsxesx. Entre los préstamos del espa- 193

196 ñol, registramos a piliku que proviene de perico (Aratinga canicularis), guacamaay, de guacamaya (Ara militaris) y primaver, de primavera (Tordus migratorius). Un campo del conocimiento zoológico tradicional es la etno-etología. Respecto a éste, los zapotecos saben que Antrostomus arizonae es una especie de hábitos nocturnos y que usualmente descansa a las orillas de los caminos (lo que en otros ámbitos se conoce como ruderal); que la codorniz (Cyrtonyx montezumae) vive en grupos y canta en la época de lluvias, que Campylorhynchus rufinucha elabora su nido con diversos materiales y que Dendrortyx macroura es muy observador, esto es que su conducta es cautelosa, lo cual se conoce en ornitología como neofobia (Greenberg y Mettke-Hofmann, 2001; Greenberg, 2003); de manera análoga, cuando una persona se queda observando algo o a alguien le dicen que se parece a la perdiz. Respecto al hábitat, comentaron que Ortalis poliocephala es escasa y vive en lugares cálidos, Campylorhynchus jocosus en sitios pedregosos, Cinclus mexicanus en las orillas de los ríos, Picoides scalaris en bosques de encino y pino, mientras que Zenaida asiatica habita en las partes altas de los cerros. Sobre la alimentación, conocen que Quiscalus mexicanus y Vireo hypochryseus consumen insectos, Accipiter cooperii se alimenta de pollos, Zenaida asiatica y Melanerpes formicivorus se alimentan de bellotas. Los zapotecos saben que este pájaro carpintero (M. formicivorus) almacena las bellotas y ahuyenta a las ardillas que intentan hurtárselas, tal como lo han descrito MacRoberts (1970) y Yao (2008). Como parte de la práctica etnotaxonómica, los pobladores de Quianitas clasifican a las gallinas (G. gallus L.) locales como de rancho y a las que provienen del exterior (como la Rhode Island Red y la Plymouth Rock Barrada) que son comercializadas por personas que las llevan en sus vehículos automotores, como de carro. Del inventario avícola local 80 % corresponda a las aves de rancho y 20% a las de carro. Las mujeres zapotecas diferencian el sexo de G. gallus desde la etapa de polluelo. Reconocen que las gallinas de rancho están sufriendo un desplazamiento por las líneas comerciales y que incluso están en peligro de desaparecer, ya que antes había tipos que actualmente ya no existen, como las gallinas chinas y gallinas con plumas en las patas. Este dato coincide con lo reportado por Vásquez-Dávila (1994) quien menciona que desde hace treinta años las poblaciones locales de aves domésticas presentan una fuerte erosión genética debido a la promoción de lo que en términos de la Revolución Verde se llamó paquetes familiares con base en la introducción de razas exóticas cuyo acervo genético es muy estrecho. 194

197 La economía de muchos pueblos se ha basado en los sistemas agrícolas, motivo por el cual sus preocupaciones y actividades cotidianas han girado en torno a los ciclos de siembra, cultivo y recolección, lo que hace comprensible y válido emplear todo tipo de indicios y señales para la consecución de su empresa; en este sentido, las aves son fieles indicadoras de las condiciones climáticas (Navarijo, 1999). Los zapotecos relacionan seis aves con la predicción de las lluvias (Cuadro 1). A este conocimiento etnometereológico corresponde el uso no consuntivo de las aves como bioindicadores descrito más adelante. Entre los indígenas nivaclé del Paraguay, 18 aves se encuentran asociadas con los fenómenos atmosféricos, como lluvia, truenos, rayos y relámpagos (Siffredi, 2008). El conocimiento práctico sobre la preparación de alimentos incluyen necesariamente al material combustible o leña; un ejemplo relacionado con ello es que para cocinar Patagioenas fasciata se emplean varas delgadas conocidas localmente como barbuchos. ETNO-ANATOMÍA Las personas de San José Quianitas nombran en zapoteco 16 partes externas y 8 internas de las aves (Cuadro 2). Cuadro 2. Etno-anatomía externa e interna de las aves en zapoteco de Quianitas, Oaxaca PARTES EXTERNAS NOMBRE EN ZAPOTECO PARTES INTERNAS NOMBRE EN ZAPOTECO Ala Spaán-maa Buche Shoóg Barbillón Lusx Cerebro Yoób Cabeza Sxtó-maa Cloaca Goos Ceja Guitx-loó-maa Corazón Lexhtoó Cola Sxcosh-maa Huevera Sxhit-yen Cresta Sxcrest-maa Intestino Guid-guie Cuello Yen-maa Molleja Mollej Dedo Sxcuen-maa Pescuezo (tráquea) Yen Nariz (narinas) Sxií-maa Ojo Loó-maa Pata Nii-maa Pechuga Lass-maa Pico Sxoc-maa Pierna Cur-maa Pluma Doób Uña Sxog-maa 195

198 RELACIONES DE USO De acuerdo a los valores utilitarios y afectivos que las sociedades han concedido a las aves, éstas pueden ser calificadas como benéficas o dañinas en un momento determinado (Navarijo, 1999). En este trabajo, se manejarán como relaciones de uso positivas y negativas. RELACIONES DE USO POSITIVAS Comprenden todas aquellas en las que el hombre obtenga un bien. Dentro de esta relación están 26 especies, de las cuales 10 son comestibles, seis bioindicadores, cinco ornamentales, cinco comerciales, cuatro medicinales y una de amuleto (Cuadro 1). Cabe aclarar que una misma especie puede tener más de un uso. COMESTIBLES En algunas localidades rurales de Oaxaca, la cacería de subsistencia es una actividad complementaria a las labores agroforestales que suministra carne de animales silvestres (entre ellos las aves) a la población. Las especies que consumen en Quianitas son: tortolita (Columbina inca) que se come en caldo o asado; la paloma delgada (Patagioenas fasciata) que se tiene que cocer, como se mencionó antes, con barbucho y por ello su nombre zapoteco hace referencia a estas varas delgadas (bcoos mear) y la paloma grande (Zenaida asiatica) que se come en caldo y en un guiso local llamado asado. La codorniz (Cyrtonyx montezumae) es una de las aves favoritas para el consumo, se prepara en caldo y en amarillo; la chachalaca (Ortalis vetula) y la primavera (Turdus migratorius) se consumen ocasionalmente en caldo. Con la carne de las gallinas se elaboran los siguientes guisos: asado, barbacoa, caldo, mole y tamales; el guajolote se prepara principalmente en mole y tamales. Las especies endémicas Dendrortyx macrura y Cyrtonyx montezumae se encuentran amenazadas, mientras que Leptoptila verreauxi, Patagioenas fasciata y Turdus migratorius tienen la categoría de protegidas según la NOM 059 (SEMARNAT, 2010); aparentemente, las poblaciones de estas especies están siendo mermadas en la localidad. MEDICINAL Las gallinas, las guajolotas, los colibríes y el trogón forman parte de la terapéutica local, especialmente para aliviar enfermedades de filiación cultural. La más empleada es la gallina en particular la de colores obscuros en contra del mal aire y el ojo; los huevos sirven para 196

199 combatir el mal de ojo y el espanto. El huevo de Meleagris gallopavo se usa para curar el espanto. Algunas especies de la familia Trochilidae son sacrificadas para extraerles el corazón, ya que aseguran sirve para curar ataques. También emplean el corazón del trogón para curar ataques y desmayos. ORNAMENTAL El pato (Cairina moschata) que en otras regiones se destina a la alimentación, en este caso es de uso ornamental. El águila negra (Buteo albonotatus), los colibríes (Trochilidae) y el correcaminos (Geococcyx velox) son disecados y colocados en partes visibles de la vivienda; el perico (Aratinga canicularis) se mantiene vivo y enjaulado en algunas casas. AMULETO Como simbolizan la buena suerte, para que los colibríes (Trochilidae) la atraigan a la casa, se disecan y cuelgan en las puertas. De la misma manera en las tiendas, si se coloca debajo de la ánfora de mezcal atrae a la gente y se generan más ventas. COMERCIAL Los colibríes son cazados por niños, que después los venden principalmente en las tiendas y el precio varía de 10 a 20 pesos mexicanos en el Las mujeres mercadean el excedente de sus gallinas para solventar algunas necesidades. Estas gallinas se venden únicamente cuando atraviesan por una necesidad, como en el caso de celebraciones. El precio de las gallinas depende del peso; sin embargo, nunca es inferior a los $ Los guajolotes suelen costar entre $ y $ y sus huevos de $2.50 a $3.00. BIOINDICADORES Los sabedores locales predicen el clima, principalmente las lluvias, a través del canto de Ortalis poliocephala, Cyrtonyx montezumae y Turdus migratorius o mediante la observación del vuelo de Cypseloides niger y Aeronautes saxalis o por la presencia de Bubulcus ibis (que también indica que habrá derrumbes). RELACIONES DE USO NEGATIVAS Una relación de uso negativa es aquella que preocupa al ser humano por ser causa de pérdidas económicas y costos sociales (Navarijo, 1999). En esta categoría se ubican cuatro aves: Accipiter cooperii consume pollos, Corvus corax se alimenta del maíz maduro, Cyanocitta stelleri tanto del 197

200 maíz tierno como maduro, mientras que Melozone albicollis escarba para extraer los granos del maíz sembrado. MANEJO El manejo avícola incluye a todas las técnicas para la cría de especies tanto silvestres como domésticas. Parte importante de la praxis indígena son las prácticas rituales, como más adelante se describe. MANEJO DE AVES SILVESTRES Las aves comestibles como codornices (Cyrtonyx montezumae y Dendrortyx macroura) y palomas ( Zenaida asiatica y Patagioenas fasciata) son cazadas con armas de fuego o atrapadas. Para capturar a las palomas y a la tortolita (Columbina inca), ésta última con fines rituales, se usan jaulas a las que se coloca maíz, masa o tortilla y que se cierran automáticamente cuando el ave entra. Los niños emplean una resortera para cazar colibríes, procurando no maltratar al ejemplar. Se esconden cerca de las plantas donde llegan a alimentarse los colibríes y arrojan un trapo para conseguir a las aves vivas; para evitar que escapen, amarran una de las patas con un hilo. Una forma de obtener aves silvestres, como la codorniz y la perdiz, es la recolección de huevos, que posteriormente son incubados por otra ave, generalmente una gallina. La cría en cautiverio de especies de ornato se realiza principalmente cuando los pobladores encuentran nidos con polluelos, que son cuidados inicialmente dentro de las casas; por ejemplo, si la noche es muy fría, se colocan al lado del fogón en ollas viejas para que se mantengan calientes. Otras aves que se mantienen en cautiverio (pero que no son capturadas en la localidad) son Ara militaris y Aratinga canicularis. Las aves que atacan a los cultivos, como Corvus corax, Cyanocitta stelleri y Melozone albicollis, son calificadas por los pobladores como dañeras. Por ello, son controladas mediante el empleo de un artilugio que consiste en amarrar un grano de maíz con un hilo que, al ser ingerido, provoca la asfixia del ave. Dos técnicas empleadas para ahuyentar a los aves o a otras especies que se acerquen a los cultivos consisten en: a) el uso de espantapájaros una rama con camisa, pantalón y sombrero viejo que se ubica en el terreno de cultivo y b) amarrar objetos que emitan algún sonido al paso del viento (como botes y bolsas o, más recientemente, discos compactos y cintas magnéticas de deshecho) a lo largo y ancho del terreno. 198

201 MANEJO DE AVES DOMÉSTICAS: LA AVICULTURA EN LA HUERTA FAMILIAR Se destina al autoconsumo 55 % de la producción de huevo y carne, lo que coincide con otros casos ya que la avicultura familiar se identifica generalmente como un sistema económico de subsistencia (Cfr. Ruiz-Silvera et al., 2006). INVENTARIO AVÍCOLA Dentro de la ganadería que se desarrolla en la huerta familiar, la avicultura es la actividad de mayor importancia (Herrera, 1994). Este rasgo productivo fortalece la economía de las familias campesinas proporcionándoles productos de alto valor nutritivo como carne, huevos y excedentes para la venta, generando así ingresos para satisfacer otras necesidades. El inventario avícola de Quianitas está constituido principalmente por gallinas (88 %), guajolotes (9 %) y patos (2 %). Esto coincide con lo registrado por Jerez et al. (1994) en la región de Valles Centrales de Oaxaca, en donde a las gallinas le siguen en importancia guajolotes, patos y gansos. En Santa Gertrudis, Zimatlán, Oaxaca, las familias cuentan con 82 % de gallinas y 18 % de guajolotes (Chávez, 2011). En todos los casos, la población de gallinas es mayor que la de guajolotes. Las mujeres cruzan a las gallinas de rancho con las de carro, provocando una mezcla de genes. A la descendencia de estos cruzamientos, que nacen y crecen en su huerta familiar, que poco a poco se adaptan a las condiciones locales y adquieren rusticidad, las mujeres las consideran como gallinas de rancho, aunque el fenotipo sea de carro. Los guajolotes son escasos debido a que no soportan los cambios bruscos de temperatura, su sensibilidad a las enfermedades y a una escasa rentabilidad local. ADQUISICIÓN DE LAS AVES Cría a sus reemplazos 56 % de las mujeres, 34 % los compran y crían y 10 % los intercambian con vecinos de la misma localidad; este resultado concuerda con Jerez et al. (1994) que encontraron que 58 % genera a sus remplazos, 21 % los compran y crían y 25 % los compran. Otra manera para que las personas adquieran a sus aves es mediante un acuerdo, conocido en zapoteco como companii, que consiste en que el dueño del ave se la da a otra persona que se encarga de alimentarla y hacer que abunde y, al término de un determinado tiempo, lo que se produjo se divide en partes iguales, similar a lo reportado por Chávez (2011). 199

202 El manejo de las aves domésticas se ha desarrollado durante generaciones, sin embargo, esta actividad ha disminuido debido a diferentes factores. En la localidad, se observó que en la zona céntrica esta actividad se lleva a cabo en menor medida y en las orillas del pueblo el número de la parvada es mayor, esto se debe a que cuentan con más espacio para las gallinas. Las gallinas criollas están adaptadas a vivir en condiciones rústicas, sin un manejo de alimentación o una dieta estricta, no cuentan con encierros sofisticados, únicamente con un pequeño espacio tipo casa, para que se refugien por las noches de los depredadores, del frío y de la lluvia. La señoras no las vacunan, por eso utilizan remedios caseros para la parvada. La fuente principal de alimento es el maíz y los residuos de las cosechas, como el maíz despedazado que queda bajo el costal, el maíz al que ya le ha caído la polilla; el forraje verde en temporada de lluvias y algunas veces chilacayotes y calabazas, también suelen alimentarlas con los desperdicios de la cocina, como restos de comida, restos de tortillas y masa. Esto coincide con lo reportado por Guevara (2000), en un estudio realizado en Venezuela, quien menciona que destacan las aves de corral como componente en los sistemas de producción, por su aporte de proteínas de alto valor biológico, contribución al reciclaje de desperdicios de alimentos y residuos de cosechas, entre otros. Una buena gallina llega a poner hasta 20 huevos antes de encluecarse, este número ha ido disminuyendo con el paso del tiempo debido a que están encerradas, una forma en que las mujeres estimulan la puesta de huevo es dándoles nixtamal caliente y agregando alimento comercial; sin embargo, en algunas gallinas únicamente se da la cloquez (estado fisiológico de las hembras de las aves en que dejan de poner huevos y se concentran en su incubación) una vez al año. La cluequez (término regional para la cloquez o cloquera) se caracteriza, de acuerdo con las entrevistadas, por el cambio de cacareo, una actitud agresiva, se esponjan y casi no dejan el nido. En ese momento, las señoras colocan en el nido la cantidad de huevos que desean incubar, mencionando de manera repetitiva el sexo que desean obtener. Le colocan entre ocho a 12 huevos, dependiendo del tamaño de la gallina. En las guajolotas, suelen colocar de 12 a 18 huevos. Las guajolotas ponen de 12 a 20 huevos antes de encluecarse, las dejan en el nido donde puso y no las mueven, únicamente colocan los huevos, que tardan en eclosionar 30 días, y en las gallinas 21 días. Los huevos de gallinas que se desean incubar se colocan en el nido de una guajolota echada, ocho días después de que ésta haya puesto sus propios huevos. 200

203 ALIMENTACIÓN La alimentación se basa principalmente en maíz (55 %) y sus derivados (tortilla remojada, nixtamal, masa), forraje verde (23 %), desperdicio de cocina (12 %), restos de comida y alimento balanceado (10 %). En esta investigación, la base de la alimentación es el maíz, coincidiendo con estudios hechos por Jerez et al. (1994), Centeno et al. (2007) y Chávez (2011); de acuerdo a las señoras su adquisición no genera un gasto fuerte ya que se obtiene de las parcelas, seguido por el forraje verde, que también no les genera algún costo monetario, aunque es escaso. Similar a lo reportado por Chávez (2011) en Santa Gertrudis, Zimatlán. El 100 % de las mujeres avicultoras siembra el maíz en sus terrenos de cultivo, sin embargo, cuando éste no es suficiente 60 % recurre a las tiendas comunitarias, 15 % con vecinos y familiares y 25 % a las localidades vecinas. El 90 % de la mujeres no establece una dieta para las aves, sin embargo, a los pollitos y los guajolotes pequeños, en las primeras semanas, los alimentan con masa y una vez por semana les dan alimento balanceado combinado con masa, además a las gallinas que están en postura les mejoran la dieta con alimento balanceado y nixtamal. Las mujeres les dan alimento una o dos veces al día. ETNOVETERINARIA Las enfermedades más frecuentes de las aves domésticas son la gripe y la diarrea, esto se debe a la falta de higiene frecuente en los gallineros, además de no contar con recipientes adecuados para la alimentación de las gallinas, como bebederos y comederos comerciales. El 100 % de las personas no vacuna a sus gallinas, ni las vitamina ni las desparasita, esto se debe a que nunca se enferman (50 %), porque las vacunas les genera un gasto (30 %) o porque no saben que existen las vacunas (20 %), lo anterior coincide con lo reportado por Chávez (2011) para Santa Gertrudis, en donde 65 % de las entrevistadas no vacuna a sus gallinas. Para controlar las enfermedades se utilizan remedios caseros. Para la gripa se hierve ajo (Allium sativum) con jugo de limón (Citrus limon) y se administra en el pico de la gallina enferma; una infusión de ajo se vierte en el bebedero para controlar y prevenir el contagio de la gripa. Para la diarrea se prepara un té de ruda (Ruta graveolens) junto con una pastilla que sirve para curar la diarrea en los humanos y se la proporcionan directamente en el pico. REPRODUCCIÓN La selección de gallinas y gallos es por la distribución de plumas (66 % prefiere a los pelucos, ya que esta característica está asociada a una mejor 201

204 producción de carne y huevo), 22 % por la postura de la gallina y 11 % por el número de huevos que eclosionan. En el caso de la selección del huevo, 55 % la realiza de acuerdo a la gallina que lo haya puesto, en este caso, como ya se mencionó, el preferido es el de la gallina peluca, 33 % por el tamaño y 12 % no utiliza algún criterio de selección. PRODUCCIÓN Se destina 55 % de la producción de huevos al consumo familiar, es necesario vender 33 % para adquirir otros bienes y 12 % se utiliza para la reproducción. Esta información es similar a lo reportado por Jerez et al. (1994) y Chávez (2011) donde la mayor parte de la producción es para el autoconsumo. MATERIALES Y EQUIPO PARA EL GALLINERO Para evitar que las gallinas causen daños en el terreno vecino, se les recortan las plumas de las alas y los varones construyen corrales rodeados generalmente por árboles grandes que ofrecen sombra y algo de alimento a las aves. El piso es de tierra y las paredes de malla (90 % de los casos) de 1.5 m de altura y una extensión que va de 2 a 500 m²; los corrales más grandes se encuentran a las orillas del pueblo. Dentro de los corrales, los gallineros tienen los techos de lámina (88 %) o de teja; sus paredes son de carrizo (80 %), de malla (10 %), de tierra (5 %) o de tela (85 %), principalmente para cubrir del frío. Aquí las aves se refugian del sol y de la lluvia y se resguardan por la noche. Dentro de los gallineros siempre se encuentran nidos para proteger a la gallina y al huevo de factores climáticos y de depredadores. El 88 % de los nidos consiste de cajas de madera con trapos y hojas de pino seco, mientras que el resto de canastos de carrizo. En los corrales grandes, a veces las gallinas ovipositan directamente en el suelo. El alimento se pone en recipientes como cacerolas, cubetas, restos de ollas y jícaras (55 %), 33 % en canoas de madera, 22 % en bebederos y comederos comerciales que fueron adquiridos de programas gubernamentales y 11 % lo ofrece directo en el suelo. PRÁCTICAS RITUALES Los colibríes, la tortolita y el guajolote forman parte de los rituales agrícolas o de matrimonio. Anteriormente algunas personas sacrificaban guajolotes (M. gallopavo) en su terreno de cultivo para que la tierra produjera más. Cuando un colibrí (Trochilidae) se acerca a la casa de unos recién casados, se debe atrapar vivo y amarrarlo dentro de la casa; si sobrevive por ocho días, la pareja vivirá bien. De manera similar, el 202

205 cerebro de la tortolita (Columbina inca) se le da a comer a la mujer recién casada para que se acostumbre a su pareja. CONCLUSIONES Los zapotecos de San José Quianitas mantienen alguna relación etnoecológica, es decir, que forman parte de su cosmovisión, son conocidas, usadas o manejadas con 41 especies de aves agrupadas en 25 familias y 12 órdenes. Veintidós especies conforman los relatos o mitos y creencias. Se recopilaron tres relatos que incluyen a cinco especies y múltiples creencias que incluyen a 17 especies. El conocimiento ornitológico zapoteco de Quianitas incluye tópicos específicos sobre las 41 especies listadas, como la nomenclatura, taxonomía, comportamiento y autoecología. Todas las especies registradas reciben un nombre en zapoteco. Las personas mantienen una relación positiva con 26 aves, ya que 10 son comestibles, seis bioindicadores, cinco ornamentales, tres comerciales, cuatro medicinales y una sirve como amuleto. Cuatro especies causan algún daño en las actividades humanas. De las aves silvestres utilizadas por la población local, 13 se encuentran en alguna categoría de riesgo según la NOM-059 (SEMARNAT, 2010): ocho están sujetas a protección especial, cuatro amenazadas y una en peligro de extinción. Cinco especies comestibles se encuentran en algún estatus de riesgo. La finalidad de criar aves domésticas en la huerta familiar es principalmente la producción de huevo y carne para autoconsumo. Una parte importante de la producción de huevo se destina a la venta; el valor del huevo de rancho es más alto que el de granja. El dinero obtenido sirve para adquirir otros bienes, incluso el mismo producto pero de granja, esto con el fin de hacer rendir el alimento. Las encargadas de desarrollar esta actividad son las mujeres. De la población avícola, 88 % consiste de gallinas (de las cuales 80 % corresponde a las aves de rancho ); 9 % de guajolotes y 2 % de patos. BIBLIOGRAFÍA Arcos Canseco, M Estudio etnoecológico de la avifauna de tres comunidades de la costa de Oaxaca, México. Memoria de residencia profesional. ITVO. México. Centeno Bautista, S. B., C. A. López Diaza y M. A. Juárez Estrada Producción familiar en una comunidad del municipio de Ixtacaxtitlán, Puebla. Técnica Pecuaria México 45 (1):

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208

209 Acuca Vázquez, D., G. Alcántara Salinas, L. Valiñas Coalla, R.F. Ellen, P. Escalante Pliego, K. Babb Stanley y A. Argueta Villamar La etnoclasificación de las aves de los zapotecos del Rincón, Oaxaca, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p LA ETNOCLASIFICACIÓN DE LAS AVES DE LOS ZAPOTECOS DEL RINCÓN, OAXACA, MÉXICO donato acuca vázquez, graciela alcántara salinas, leopoldo valiñas coalla, roy f. ellen, patricia escalante pliego, kathleen babb stanley y arturo argueta villamar Con gratitud y gran admiración a la memoria de nuestro etno-ornitólogo oaxaqueño Donato Acuca Vázquez INTRODUCCIÓN Los zapotecos han coexistido con los recursos naturales que les rodean por cientos de años y para conservar sus riquezas, la cultural y la biológica, se debe entender la manera en cómo la gente organiza su mundo natural. La clasificación del mundo natural es un proceso de la cognición humana que se desarrolla como una manera de reducir la información requerida para la toma de decisiones que conciernen a la extracción y manejo de recursos naturales (Alcántara-Salinas, 2011). En los últimos 40 años, en el estudio de las etnoclasificaciones de plantas y animales se ha encontrado evidencia suficiente para entender la lógica y significado en el proceso de categorización (Ellen, 2005). En esta investigación, se usa la definición de categoría creada por Ellen (idem) en la que categorías son aquellas entidades establecidas por la mente humana para tener sentido de la diversidad de experiencias; las categorías son formas basadas en atributos y fenómenos que se agrupan por sus semejanzas y diferencias. Este artículo provee una descripción de las categorías de aves zapotecas basada en la evidencia del uso del lenguaje, y las agrupaciones de aves encontradas se basan en el sistema taxonómico jerárquico de Berlin, Bredlove y Raven (1973), el cual ha sido utilizado como un modelo para representar la manera de organizar las etnoclasificaciones. La estructura básica de estas formas de ordenar es la existencia de seis niveles taxonómicos y son los siguientes: Nivel 0 UB= Iniciador único

210 Nivel 1 Nivel 2 Nivel 3 Nivel 4 Nivel 5 lf = Forma de vida gi= Grupo intermedio g = Genérico s = Específico v = Variedad Los principios de clasificación son definibles en términos lingüísticos, son ordenados jerárquicamente y los taxa de cada rango son excluyentes. A excepción del iniciador único, cada uno de ellos corresponde, característicamente, a un nivel diferente dentro del árbol: El taxón iniciador único pertenece al nivel 0 (cero), las formas de vida pertenecen al nivel 1, los taxa grupo intermedio al nivel 2, los genéricos aparecen en el nivel 3; los específicos aparecen en el nivel 4, y, finalmente, los taxa variedad aparecen en el nivel 5. El conocimiento de los sistemas tradicionales de clasificación proporciona información valiosa sobre la capacidad de la mente humana para organizar, a través de la cognición cultural, el conocimiento del mundo natural (Mithen, 2006); además ocupa actualmente una posición central en el reconocimiento de los saberes tradicionales como parte fundamental para propiciar el uso sustentable de los recursos naturales, dentro de lo que se conoce como Etnobiología Aplicada (Sillitoe, 2006). ÁREA DE ESTUDIO San Miguel Tiltepec es un poblado con una extensión de hectáreas que se ubica en la Sierra Norte de Oaxaca (Figura 1), región que se caracteriza por su riqueza cultural y por ser una de las zonas más ricas en recursos naturales. La Sierra Norte de Oaxaca posee condiciones orográficas y climáticas que propician el desarrollo de diferentes tipos de vegetación: selva alta perennifolia, bosque mesófilo de montaña, selva baja perennifolia con vegetación secundaria arbustiva, bosque de encino, bosque de pino-encino y bosque de pino (Rzedowski, 1978). Esta gran diversidad vegetal propicia la existencia de fauna única en la región; específicamente en ornitofauna está considerada como una de las más importantes por el número de especies endémicas y una de las más ricas en número total de especies, con cerca de 700 con respecto al total de 736 reportadas para todo el estado (Navarro, 2004). MÉTODO El trabajo de campo se realizó en un total de 118 días entre 1997 y Para conocer la avifauna del lugar se emplearon dos componentes principales: censos en conteo por puntos y la captura de aves por medio 208

211 Figura 1. Mapa de localización de San Miguel Tiltepec, Oaxaca. del uso de redes de niebla (Ralph et al., 1996; Winker, 1995). Se utilizaron conteos intensivos los cuales se llevaron a cabo dentro del área de captura con redes, los puntos fueron situados a intervalos de 200 m, normalmente a lo largo de brechas o caminos y cubriendo toda una región. Los censos visuales se efectuaron con la ayuda de binoculares (7 x 35 mm), éstos también se apoyaron con censos auditivos, ambos realizados durante las mañanas y tardes para cada temporada anual con el fin de conocer la avifauna no capturada en redes. Las capturas se utilizaron como herramienta para obtener el mayor número de registros en la zona, ya que es el complemento de los censos. Este método se realizó mediante el uso de diez redes de nylon de malla de 20 mm; cada red se mantuvo abierta de las 6:00 a las 19:00 horas, las aves capturadas se determinaron con las guías de campo Peterson y Chalif (1973), National Geographic Society (1987) y Howell y Webb (1995) y se tomaron datos como nombre científico, nombre local, fecha, localidad, referencias geográficas (altitud, longitud y latitud), datos merísticos (ala, cola, pico, tarso) y otros (sexo, edad, muda, grasa) (Winker, 1995). Algunas especies fueron fotografiadas para impresión en papel y diapositivas. Paralelamente se obtuvieron datos etnográficos utilizando observación participante como método cualitativo, así como entrevistas abiertas (Russell, 1994), entrevistas formales preferenciales, ocasionales, con guías no formales y entrevistas en las que se usaron fotografías y esquemas de aves (Alcántara, 2003), a 112 habitantes de San Miguel Tiltepec. 209

212 RESULTADOS Y DISCUSIÓN Se registraron 209 especies de aves (véase Cuadro 1). 210 Cuadro 1. Número de especies y familias por orden de aves registradas en la zona de estudio ORDEN FAMILIAS ESPECIES Tinamiformes 1 2 Galliformes 2 6 Falconiformes 3 13 Columbiformes 1 5 Psittaciformes 1 5 Cuculiformes 1 2 Strigiformes 1 1 Caprimulgiformes 1 2 Apodiformes 2 19 Trogoniformes 1 5 Coraciformes 1 1 Piciformes 2 10 Passeriformes Total Se encontró que las aves se agrupan en cuatro grupos intermedios: 1) aves nocturnas (bëa artaba rhela), 2) aves terrestres (bëa gishi), 3) aves que se remontan muy alto en los cielos (bëa lurshba) y 4) aves voladoras (bëa rhsbaa), además de 30 categorías genéricas, 77 específicas y 11 varietales. A continuación se describe cada uno de los grupos intermedios, cabe mencionar que todas las especies que se mencionan a continuación fueron registradas dentro del territorio de San Miguel Tiltepec (al final de este artículo se encuentra el listado total de aves como anexo). I) GRUPO INTERMEDIO ARTABA RHELA: AVES NOCTURNAS Esta categoría incluye aves de mal agüero que tienen una significancia en términos de anunciar malas noticias, en particular la muerte o pérdida de un ser querido, una pérdida económica o pérdida de la salud. El taxón genérico wëlhopa es usado para nombrar al tecolote, Ciccaba virgata, registrada por sus cantos nocturnos. El taxón genérico chghii es utilizado para nombrar las especies Chordeiles acutipennis y Antrostomus vociferus, aves fácilmente identificables durante el día y antes del amane-

213 cer por sus cantos y comportamiento. Durante el día estas aves se posan en el suelo y toman el vuelo cuando alguien se aproxima a ellas, el pájaro duerme de día es temido por la gente porque siempre asusta con su aparición repentina delante del caminante para desaparecer luego a unos cuantos metros adelante. El nombre zapoteco chghii es onomatopéyico y ambas especies son consideradas malignas por sus hábitos nocturnos. II) GRUPO INTERMEDIO BËA GISHI: AVES QUE CAMINAN EN LA TIERRA. Este grupo intermedio incluye a todas las aves consideradas como terrestres con capacidad de caminar, en este caso las aves que por sus hábitos son observadas caminando en el suelo se encuentran agrupadas aquí, aun cuando éstas también puedan tener la capacidad de planear a una distancia limitada. Las especies de la familia Cracidae se ubican en este grupo y especialmente son apreciadas por ser consumidas como alimento. La categoría con mayor prominencia cultural es bërha geko para la especie Penelope purpurascens es común observarla caminando en el suelo o trepando los árboles. El nombre en español que recibe es las gritonas, ya que durante su época reproductiva en los meses de abril y mayo se pueden escuchar sus gritos en varios lugares de sus montes. También se incluye en esta agrupación al genérico pato gishi dou usado para nombrar al formicarido (Formicarius analis). El nombre pato es un préstamo del español, ya que aun cuando esta especie no es acuática, la gente asegura que guarda cierto parecido a ciertas aves acuáticas, como los rálidos, por lo que su nombre local se interpreta como pato que camina en la yerba. Las perdices se ubican también en este grupo intermedio, al igual que los faisanes denominados con el taxón genérico ptzia que a su vez recibe diferentes taxones específicos de acuerdo a la especie. Las diferencias se deben principalmente porque los zapotecos distinguen a cada especie por el color de las patas. Las especies Crax rubra, Penelope purpurascens y Ortalis vetula también se ubican en este grupo con el taxón genérico bërha. También se encuentran en esta agrupación, especies de aves que pudieran no parecer terrestres pero en la lengua zapoteca se ubican en este grupo, el zopilote rey Sarcoramphus papa y el momoto Momotus momota ambos nombrados también con el taxón genérico bërha. La gente asegura que cuando el zopilote rey baja al suelo para alimentarse de los animales muertos, lo primero que hacen es bendecir el alimento para los mismos de su especie y otros animales carroñeros mediante el acto de comer antes que otra parte anatómica del animal muerto los glóbulos oculares, y es por eso que se les nombra padrecitos. Adicionalmente, se menciona que guardan cierto parecido con el faisán (Figura 2), sólo que 211

214 usa una sotana blanca como lo hacen los curas. Es importante mencionar que aún prevalece en la tradición oral de los zapotecos, un cuento que hace alusión de esta especie y su capacidad para bendecir el alimento de otros animales carroñeros, en el cual se describen de forma explícita las características morfológicas y de comportamiento de la misma. Finalmente los chotacabras y tapacaminos también se incluyen en este grupo por tener hábitos terrestres. Figura 2. Crax rubra (izquierda) comparado con Sarcoramphus papa (derecha), ambos se ubican en la categoría bërha (Fotografías de Jorge Douglas, mayo 2013, Reserva el Zapotal, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México). III) LA CATEGORÍA INTERMEDIA BËA LURSHBA: AVES QUE CIRCUNDAN ALTO EN LOS CIELOS Este grupo incluye a las aves que vuelan en los cielos abiertos y fácilmente son detectadas volando más que por estar perchadas en los árboles tales como los zopilotes, las aves de presa y los vencejos. Por el uso de la lengua zapoteca el hocofaisán Crax rubra también se encuentra en esta agrupación por recibir como sinónimo el nombre brhudi gishi formando así un complejo nombrado brhudi, término compartido con el zopilote rey Sarcoramphus papa. Las otras dos especies de zopilotes Cathartes aura y Coragyps atratus son nombradas con los taxones genéricos tzuti y chiraba zopilote ambas especies registradas alrededor del pueblo volando en los cielos, la diferencia entre ambas especies se basa en las características morfológicas de la cabeza para lo que C. aura recibe el nombre en español de zopilote rojo por su cabeza roja; mientras que C. atratus es llamado zopilote negro por su cabeza negra. Las aves de presa forman un complejo encubierto bajo los taxones genéricos p jia y bugaka. Las diferencias entre estas aves rapaces, están basadas en su morfología y comportamiento. Accipiter striatus o águila pinta fue observada volando sobre los cielos del pueblo, Spizaetus tyrannus o considerada águila toro por su apariencia física. 212

215 Esta especie también recibe el sinónimo bugaka del mismo modo que el vaquero o gritón (Micrastur semitorquatus). Un registro importante fue la observación de un individuo de Buteogallus solitarius volando por las orillas del río a 1700 msnm en acahual de selva alta y bosque mesófilo, águila denominada p jia gatho y de la que existe también un relato en la tradición oral de la gente que hace referencia a la magnificencia de esta ave y el poder de sus ojos, el relato narra lo siguiente: Se cuenta que antiguamente el pueblo no tenía la luz del sol ni de la luna y se vivía en la oscuridad. Los hombres eran muy grandes, parecidos a gigantes y tenían mucha fuerza, podían cargar con grandes piedras y construir sus casas enormes. La vida era muy dura pues se vivía en las tinieblas. En esa misma época, en una parte muy lejana en el monte vivió una mujer que tuvo dos hijos a los que abandonó a su suerte, los niños fueron encontrados y criados por un águila muy grande y negra la más grande que existe en Tiltepec. El águila todos los días se dirigía hacia una sola dirección en busca de alimento para los niños y siempre llegaba por esa misma dirección; los niños todos los días se quedaban solos y jugaban mientras el águila regresaba, así pasaron algunos años cuando los niños crecieron y ya se encontraban fastidiados de esa vida, entonces platicaron y se pusieron de acuerdo para matar al águila y liberarse de una buena vez, así lo hicieron esperaron a que el águila regresara cuando se hicieron pasar por dormidos y el águila se acercó a ellos, los niños se levantaron rápidamente y la atraparon para después matarla a golpes, ellos con la decisión de irse del lugar le sacaron los ojos y como una especie de juego tenían que guardarlos para ver quien los conservaba mejor, uno de ellos se guardó el ojo en la boca y el otro lo guardo en su pantalón así los niños bajaron del peñasco y caminaron largas y largas distancias hacía el rumbo donde siempre se dirigía el águila hasta que llegaron a un lugar donde no había luz, este se mantenía en tinieblas, los niños recordaron el juego y querían competir para ver quien había conservado mejor el ojo cuando el niño que lo tenía en su boca saco el ojo se convirtió en sol y el niño que lo llevaba en el pantalón saco su ojo y se convirtió en luna, desde ese día existió la luz del sol y la luna para los pobladores de ese lugar que era San Miguel Tiltepec. Esta narración fue proporcionada por Gilberto Hernández Montaño, poblador de San Miguel Tiltepec, en julio de Es claro que el conocimiento que tienen los Zapotecos acerca de la biología de las especies les permite diferenciar entre aquellas que pueden anunciar buenos o malos augurios. Es muy importante considerar que 213

216 no sólo el simple avistamiento de estas aves puede tener un significado, sino también existen patrones de conducta, el lugar, la hora del día, la forma de vuelo, si emite o no algún canto o llamada, así como otros factores que deben tomarse en consideración para lograr descifrar lo que estas aves quieren anunciar a los pobladores. Finalmente en esta agrupación de aves, está un complejo nombrado chenchogodiu, en el cual se encuentran las golondrinas y los vencejos cuya función principal es la de anunciar la lluvia; ya sea de forma repentina o en un lapso de dos a tres horas; a diferencia de los Tinamiformes y Galliformes, que anuncian la lluvia o cualquier cambio climático en lapsos de 12 a 24 horas. Es normal observar que la gente basa sus actividades diarias guiándose por los anuncios de estas aves. IV) LA CATEGORÍA INTERMEDIA RSHBAA: AVES QUE VUELAN Este grupo intermedio incluye, algunos grupos de lo que conocemos como pájaros percheros (Passeriformes) y otras aves no Passeriformes, que pueden encontrarse en el pueblo o en sus alrededores, en las zonas de cultivo, huertos familiares, es decir, en la vecindad del hombre. Entre este grupo de aves se encuentran los cuclillos, loros, palomas, colibríes, trogones, tucanes, carpinteros, trepadores, mosqueros, cotingas, golondrinas, córvidos, páridos, trogloditas, cinclos, mímidos, capulineros, vireos, chipes, reinitas, tangaras, pico gruesos, tordos y bolseros. A continuación se describen los siguientes grupos de aves: 1) El complejo nombrado bdëu, beecha y bechga que incluye a las especies de diversas familias como: Columbidae, Tinamidae, Odontophoridae y Momotidae, todos reconocidos como palomas por los zapotecos. En términos generales el taxón genérico bechga puede tratarse de un idiolecto del término beecha. 2) La categoría kidou, incluye a todas las especies presentes de la familia Fringillidae. 3) El taxón genérico nijá incluye cuatro de las seis especies de troglodítidos de talla menor registradas, aunque este término se designa para reconocer a los pájaros habados como se les conoce localmente en español. También existen para cada especie una serie de sinónimos subscritos bajo el término vigini que son en su mayoría onomatopéyicos y que se mencionan más adelante. 4) El complejo nombrado ighrhiili se refiere a los pericos y loros con los cuales existe una relación contrastante con los habitantes de Teponaxtla pues algunas especies como: Pionus senilis, Pyrilia haematotis y género Aratinga son considerados dañinos para diversos cultivos en tanto que Amazona oratrix es considerada como una ave 214

217 guardiana de su seguridad en el bosque ya que les indica cuando existe un peligro cerca y así mismo lo denota su nombre completo ighrhiili xheen que se puede traducir como loro magnifico. 5) El complejo nombrado bleshe/otila que comprende las especies de córvidos registrados en el lugar, todos ellos conocidos como bleshe u otila. Al cuervo Corvus corax se le nombra exclusivamente bleshe o vigini gatho, no es un otila. 6) El complejo nombrado ratutzi comprende a los colibríes, los cuales tienen un gran simbolismo para esta comunidad ya que son usados como medicina para enfermedades propias de esta cultura tales como el ataque. También se dice que los ratutzi al igual que las aves de presa dependiendo de una serie de características particulares de su encuentro anuncian diferentes noticias a los pobladores, tales como la visita de un familiar lejano o bien contrariedades con otras personas. Se dice que el ratutzi se le conoce como charlatán que en el pasado era como cualquier otro pájaro, sólo que por su necedad de traer chismes a Yabenetzi quién era la diosa adivina de Tiltepec, personificada en una anciana que vivía sola en el bosque, le trozó el pico azotando la puerta cuando este animal intentaba entrar a su casa para traer un chisme nuevo. Yabanetzi se condolió del animal que había perdido el pico tras el golpe colocándole una pajita y condenándolo a comer ceniza y el dulce de las flores por su mal comportamiento, es por eso que se dice que los ratutzi tienen el pico largo como paja. 7) El complejo nombrado radyeko comprende a los tucanes, las tres especies existentes en el país se encuentran en este lugar, estos animales son considerados como medicinales especialmente durante la labor de parto de las mujeres; sus picos también son usados como tocado en las cabezas de los danzantes de Yagila y Josáa, pueblos vecinos de Tiltepec. 8) El complejo nombrado yakjuago-gilaj que incluye a todas las especies de las familias Picidae y Furnariidae. Estos últimos son llamados indistintamente como yakguajo o gilaj, sin embargo el Furnárido Sclerurus mexicanus y todos los carpinteros que son sólo yakjuago nunca gilaj. 9) La categoría brhighi morei comprende sólo a la especie Piaya cayana o conocida también como gallinita morena. 10) En la categoría vidigugu, se incluye a las especies de la familia Turdidae y los géneros Empidonax de la familia Tyraniidae. Al parecer una característica distintiva de estos pájaros es su pecho abultado también conocidos como pájaros rechonchos. 215

218 11) El complejo nombrado chëbete corresponde a un gran número de especies Passeriformes con talla de entre 9 y 27 cm, tales como mosqueros, vireos, chipes, pavitos, tangaras, reinitas, etcétera, aunque es difícil distinguir las fronteras entre la aplicación del taxón genérico chëbete y vigini ya que muchos chëbete también son nombrados vigini. 12) El complejo nombrado vigini que forma un complejo de 106 especies que se ubican en diferentes familias taxonómicas. Es importante mencionar que en la categoría vigini se pueden encontrar diversos tipos de aves tanto Passeriformes y no Passeriformes, entre las aves de talla mayor se encuentran: Ramphastos sulfuratus, Ptilogonys cinereus, Cyanocorax yncas, Cyanocitta stelleri y el Corvus corax así como un gran número de Passeriformes. Las especies Campylorhynchus zonatus y Dives dives son etiquetadas con términos onomatopéyicos. Las aves denominadas vigini yaa son aquellas que tienen un color verde o azul, denominadas aberrantes o grue por Brown (1984) no importando la familia taxonómica a la que pertenecen. Del mismo modo, las aves de color negro son denominadas vigini gatho y las aves rojas, vigini shnaa. La mayoría de aves Passeriformes de este grupo son denominadas vigini win (pájaro chiquito). Las especies de clarines tienen los nombres vigini artaba kia o vigini artaba yadou que se puede traducir al español como pájaros que tocan campanas por el tono que emiten en sus cantos. CONCLUSIONES La mayoría de los taxa genéricos se describen usando términos binomiales en los que predeterminan rasgos físicos similares como color, tamaño y forma, así como también se usan términos metafóricos como paloma mujer y faisán de viento. Se cuantificaron 23 términos onomatopéyicos. Se puede observar que la mayor parte de categorías zapotecas comparten diversos sinónimos, la categoría más compleja desde este punto de vista es vigini, término con fronteras amplias que abarcan tanto a aves Passeriformes, como no Passeriformes. El hecho por el que la categoría vigini no es aceptada como un taxón forma de vida es porque los grupos intermedios descritos aplican no sólo a aves sino a otros animales basándose en contextos como el ecológico o de comportamiento los cuales son contextos básicos e integrales que los zapotecos utilizan para modelar su mundo natural. Así mismo, los límites entre las categorías vigini y chëbete son también muy confusos, a pesar de 216

219 usarse para nombrar aves de talla pequeña, la serie de estas complejidades en la clasificación zapoteca de las aves nos remite a explorar nuevos modelos taxonómicos de clasificación como el modelo multidimensional de etnoclasificación propuesto por Alcántara-Salinas (2003, 2011) y Alcántara-Salinas et al. (2013), especialmente cuando se tiene que ajustar aspectos simbólicos y mundanos, así como diferentes contextos en los que se modifica el comportamiento de clasificación. Es importante mencionar que los estudios de etno-clasificación y etnobiológicos en general son herramientas vitales para entender como la gente piensa y ordena su mundo natural. Por ejemplo, las categorías bugaka y p jia que forman un complejo encubierto para nombrar a las aves rapaces nos muestra que las 10 especies registradas en la zona están agrupadas indistintamente bajo estas categorías mostrando que las relaciones entre ellas es indivisible e igual. Debido a esto, no sería posible que habláramos de la conservación prioritaria para las especies Spizaetus tyrannus o Buteogallus solitarius si la gente en Tiltepec concibe a este grupo como indivisible, por lo que los esfuerzos de conservación en la zona para este grupo relevante por su papel en los ecosistemas, se debe efectuar para todo este complejo de aves, las cuales además guardan una relación simbólica muy importante en la vida cotidiana de los zapotecos. Finalmente, este tipo de trabajos necesitan atención urgente cuando en nuestro país se están dando políticas públicas desatinadas en las que se prohíbe el aprovechamiento tradicional de la flora y la fauna, con una intención de proteger los recursos naturales que no sólo atenta contra ellos mismos, sino con las prácticas, valores y creencias unidas a ciertas especies de animales que la gente ha mantenido por cientos de años y lo cual puede tener efectos negativos muy serios en la riqueza biocultural de nuestro país; un efecto dominó que se proyectará en un principio a nivel local, para pasar al regional, estatal y que inevitablemente afectará a este país reconocido por su riqueza biocultural. AGRADECIMIENTOS Queremos agradecer profundamente a la gente de San Miguel Tiltepec por su colaboración, enseñanza y amistad para la realización de esta investigación. Este trabajo surge de la investigación efectuada por Alcántara-Salinas como parte de su Maestría en Ciencias en la Facultad de Ciencias UNAM y retomada para su programa de Doctorado en la Universidad de Kent Reino Unido. Para realizar dichos estudios la autora recibió apoyo de CONACYT con el número y del Instituto Internacional de Educación en conjunción con la Fundación Ford bajo el 217

220 número de expediente También un enorme agradecimiento a Silvia Salas (SERBO) y Rafael García por todo el apoyo recibido para la realización del trabajo de campo. Agradecemos a Jorge Douglas por las fotos proporcionadas de Crax rubra y Sarcoramphus papa. Finalmente agradecemos al editor por hacernos partícipes de tan importante trabajo. BIBLIOGRAFÍA Alcántara-Salinas, G Las aves según la percepción e importancia actual para los Zapotecos de San Miguel Tiltepec (Distrito de Ixtlán), Oaxaca: Un estudio etnozoológico. Tesis de Maestría. Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México, México. 193 p. Alcántara-Salinas G A comparative study of Cuicatec and Zapotec Ethno-ornithology, with particular reference to contextual variation in a time of environmental and social change in Oaxaca, México. PhD. Dissertation. University of Kent, United Kingdom. 407 p. Alcántara-Salinas G., R. F. Ellen, L. Valiñas-Coalla, J. Caballero y Arturo Argueta-Villamar Alternative ways of representing Zapotec and Cuicatec for classification of birds: a multidimensional model and its implications for culturally-informed conservation in Oaxaca, Mexico. Journal of Ethnobiology and Ethnomedicine 9:81. Berlin, B., D.E. Breedlove and P.H. Raven General principles of classification and nomenclature in folk biology. American Anthropologist 75, Bernard, R. H Research Methods in Anthropology. Qualitative and Quantitative Approaches. USA: Altamira Press. Binford, L.C A distributional survey of the birds of Mexican state of Oaxaca. Ornithological Monographs 43: Ellen, R.F The categorical impulse: essays in the anthropology of classifying behaviour. New York, Oxford: Berghahn Books. Howell, S. N. G. and S. Webb A Guide to the birds of Mexico and Central America. Oxford University Press, New York, EUA. 855 p. Mithen, S Ethnobiology and the evolution of the human mind. Journal of the Royal Anthropological Institute 12 (1): National Geographic Society Field Guide to the Birds of North America. National Geographic Society, Second Edition. Washington, D. C., EUA. 464 p. Navarro S., A.G., E.A. García-Trejo, A.T. Peterson and V. Rodriguez-Contreras Aves. In Biodiversidad de Oaxaca (eds) A.J. García-Mendoza, M.J. Ordóñez and M. Briones-Salas, Mexico: Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México, Fondo Oaxaqueño para la Conservación de la Naturaleza and World Wildlife Foundation. Peterson, R.T and Chalif E Aves de México, guía de campo. Editorial Diana, México D.F. 473 p. 218

221 Ralph, C.J., G.R. Geupel, P. Pyle, T.E. Martin, D.F. De Sante and B. Milá Manual de métodos de campo para el monitoreo de aves terrestres. Albany, C.A.: Gen. Tech. Rep. PSW-GTR-159. Pacific Southwest Research Station and Forest Service, U.S. Department of Agriculture. Rzedowski, J La vegetación de México. Mexico: Limusa. Sillitoe, P Ethnobiology and applied anthropology: rapprochement of the academic with the practical. Journal of the Royal Anthropological Institute 12(1): Winker, K Methodology for a useful and accurate inventary of avian diversity. Washington: National Museum of Natural History, Smithsonian Institution. Anexo 1. Listado de aves de San Miguel Tiltepec, Oaxaca, México ORDEN FAMILIA NOMBRE COMÚN NOMBRE ZAPOTECO 3 ESPECIE 1 TINAMIFORMES Tinamidae Tinamus major robustus Gallineta, perdiz sin cola, paloma perdiz, gallina, bdëu banruko, ptzia ruko, bdëu ngula paloma sin cola, paloma mujer Crypturellus boucardi boucardi Gallineta, perdiz sin cola, paloma perdiz, gallina bdëu banruko, ptzia ruko GALLIFORMES Cracidae Ortalis vetula vetula Chachalaca, gallina jícara bërha rhiga Penelope purpurascens Pava, gritones bërha geko, shibiwe Crax rubra Odontophoridae Dendrortyx macroura oaxacae Odontophorus guttatus Dactylortyx thoracicus Faisán real, pava real, pavo de yerba, faisán de viento, faisán pavo real, pollo, gallina de campo, gallina olla, pollo con pluma rayada, gallina de cambio, gallina amarilla, gallina negra Perdiz pata roja Perdiz pata negra, perdiz sin cola paloma sin cola Perdiz pata blanca, perdiz sin cola, paloma sin cola bërha bke, bërha gishi, blau ratutzi, brhudi gishi, bërha bke gatzi, bërha bke gatho, sangaria, bërha geko, bërha, bërha righa, brhudi ptzia nia shnaa ptzia nia gatho, ptzia ruko, bdëu banruko, bdëu shbangurukuren ptzia nia sgitzi, ptzia ruko, bdëu banruko, bdëu shbangurukuren 219

222 ACCIPITRIFORMES Cathartidae Coragyps atratus brasiliensis Zopilote, zopilote negro tzuti, tzuti iján gatho, chiraba zopilote Cathartes aura Zopilote rojo tzuti, tzuti shlaba, chiraba zopilote Sarcoramphus papa Padrecito brhudi, bërha bdau Accipitridae Accipiter striatus Águila pinta p jia kúda Leucopternis albicollis Águila blanca p jia sgitzi Harpyhaliaetus Águila de río, águila negra p jia yego, p jia gatho solitarius Buteo magnirostris Águila pinta p jia kúda Buteo albonotatus Águila pinta p jia kúda Buteo jamaicensis Águila ratón p jia breen Spizaetus tyrannus Vaquero, águila toro, gritón bugaka, p jia beetzi FALCONIFORMES Falconidae Micrastur ruficollis oaxacae Águila rayada, pinta p jia kúda Micrastur semitorquatus Vaquero, gritón bugaka naso Falco sparverius Águila chiquita p jia win COLUMBIFORMES Columbidae Patagioenas flavirostris Paloma bdëu Patagioenas nigrirostris Paloma bdëu, beecha Zenaida asiatica Paloma gris bdëu shtii, bechga Claravis pretiosa Paloma chiquita bdëu laji, bdëu xhedeu Geotrygon albifacies Paloma roja, paloma bdëu shnaa, bdëu tupa grande, paloma arroyo PSITTACIFORMES Psittacidae Aratinga holochlora Perico grande ighrhiili tupa Aratinga nana Perico mediano ighriili laji Pyrilia haematotis Perico chiquito ighrhiili win Pionus senilis Perico mediano, loro, cotorro ighrhiili tupa Amazona oratrix CUCULIFORMES Cuculidae Piaya cayana thermophila Loro, loro de tierra caliente, loro grande ighrhiili yuba, ighrhiili xheen Gallinita morena, pájaro cú brhighi morei 220

223 Geococcyx velox Corre camino, pájaro pie shibiwe herido STRIGIFORMES Strigidae Ciccaba virgata Tecolote wëlhopa centralis CAPRIMULGIFORMES Caprimulgidae Chordeiles acutipennis Tapacamino, duerme de chghii día Antrostomus vociferus Tapacamino, duerme de chghii día APODIFORMES Apodidae Cypseloides niger Golondrina chenchogodiu Streptoprocne rutila Golondrina chiquita chenchoodiu win Streptoprocne zonaris Golondrina grande, golondrina blanca chenchogodiu tupa, chenchogodiu sgitzi Panyptila cayennensis Golondrina mediana chenchogodiu laji Trochilidae Phaethornis superciliosus Phaethornis striigularis Campylopterus curvipennis curvipennis Campylopterus hemileucurus Abeillia abeillei Hylocharis leucotis Amazilia candida Colibrí rojo, colibrí que anda tierra caliente, chupa rosa, chupamirto Colibrí verde, chupa rosa, chupamirto Colibrí grande, colibrí verde, chuparosa, chupamirto Colibrí verde, chupa rosa, chupamirto Colibrí de monte, chupa rosa, chupamirto Colibrí de monte, chupa rosa, chupamirto Colibrí pecho blanco, chupa rosa, chupamirto Amazilia cyanocephala Colibrí pecho blanco, chupa rosa, chupamirto Amazilia beryllina viola Colibrí verde, chupa rosa, chupamirto Eupherusa eximia Colibrí verde, chupa rosa, chupamirto Lamp*rnis viridipallens Colibrí verde, chupa rosa, chupamirto Lamp*rnis Colibrí pecho rojo, chupa amethystinus rosa, chupamirto ratutzi gatzi, ratutzi shnaa ratutzi yaa ratutzi gatzi, ratutzi yaa ratutzi yaa ratutzi kia ratutzi kia ratutzi sgitzi ratutzi sgitzi ratutzi yaa ratutzi yaa ratutzi yaa ratutzi chu shnaa, ratutzi ladou 221

224 Lamprolaima rhami Colibrí pecho rojo, chupa rosa, chupamirto ratutzi chu shnaa Atthis heloisa Colibrí pecho pinto, chupa ratutzí chu kida rosa, chupamirto Selasphorus platycercus Colibrí pecho pinto, chupa ratutzí chu kida rosa, chupamirto TROGONIFORMES Trogonidae Trogon massena Pájaro pecho rojo vigini chu shnaa Trogon melanocephalus Pájaro verde vigini yaa Trogon violaceus Pájaro de monte vigini kia Trogon mexicanus Pájaro pecho rojo vigini chu shnaa Trogon collaris Pájaro pecho rojo vigini chu shnaa CORACIIFORMES Momotidae Momotus momota PICIFORMES Ramphastidae Aulacorhynchus prasinus Pteroglossus torquatus Ramphastos sulfuratus Picidae Melanerpes formicivorus Melanerpes aurifrons Picoides scalaris Veniliornis fumigatus sanguinolentus Colaptes rubiginosus Dryocopus lineatus Campephilus guatemalensis Paloma cola larga verde, paloma cola larga Pico canoa verde, tucán Pico canoa negro, pico canoa mediano, tucán Pico canoa rojo, pico canoa, pico real, tucán Carpintero mediano, pica palo Carpintero rayado, pica palo Carpintero rayado, pica palo Carpintero chiquito, pica palo Carpintero cabeza roja, pica palo Carpintero cabeza roja, pica palo, carpintero grande Carpintero cabeza roja, pica palo, carpintero grande bërha gishi lajidou, bdëu baantuna, bdëu yaa, radyeko yaa radyeko gatho, radyeko laji radyeko shnaa, vigini color yakjuago laji yakjuago kuda yakjuago kuda yakjuago win yakjuago ya shnaa yakjuago ya shnaa, yakjuago xheen yakjuago ya shnaa, yakjuago xheen PASSERIFORMES Furnariidae Sclerurus mexicanus Carpintero chiquito yakjuajo win 222

225 Dendrocincla anabatina Pájaro que camina en el yakjuago, gilaj árbol Dendrocincla hom*ochroa Pájaro que camina en el árbol yakjuago, gilaj Sittasomus griseicapillus Pájaro que camina en el yakjuago, gilaj árbol Xiphorhynchus Pájaro que camina en el yakjuago, gilaj flavigaster árbol Xiphorhynchus Pájaro que camina en el yakjuago, gilaj erythropygius árbol Lepidocolaptes Pájaro que camina en el yakjuago, gilaj souleyetii árbol Lepidocolaptes affinis Pájaro que camina en el yakjuago gilaj árbol Thamnophilidae Taraba major Pajarito vigini win, chëbete Thamnophilus doliatus Pajarito vigini win, chëbete Formicariidae Formicarius analis Pato que anda en la yerba pato gishi dou Tyrannidae Mionectes oleagineus Pajarito vigini win, chëbete assimilis Rhynchocyclus Pajarito vigini win, chëbete brevirostris Platyrinchus Pajarito vigini win, chëbete cancrominus Myiobius sulphureipygius Pajarito vigini win, vigini chu gatzi Mitrephanes Pajarito vigini win, chëbete phaeocercus Contopus pertinax Pajarito vigini win, chëbete Contopus sordidulus Pajarito vigini win, chëbete Empidonax minimus Pájaro rechoncho vidigugu, vigini chu gatzi Empidonax affinis Pájaro rechoncho vidigugu, vigini chu gatzi Empidonax occidentalis Pájaro rechoncho vidigugu Empidonax flavescens Pájaro rechoncho vidigugu Sayornis nigricans Pajarito vigini win, chëbete Myiarchus tuberculifer Pajarito vigini win, chëbete Myiarchus tyrannulus Pajarito vigini win, chëbete Pitangus sulphuratus Pajarito vigini win, chëbete Megarynchus pitangua Pajarito vigini win, chëbete Myozetetes similis Pajarito vigini win, chëbete Myiodynastes maculatus Pajarito vigini win, chëbete Tyrannus melancholicus Pajarito vigini win, chëbete 223

226 Tyrannus vociferans Pajarito vigini win, chëbete Tyrannus verticalis Pajarito vigini win, chëbete Pachyramphus major Pajarito vigini win, chëbete Pachyramphus aglaiae Pajarito vigini win, chëbete Tytira semifasciata Pajarito vigini win, chëbete Tytira inquisitor Pajarito vigini win, chëbete Cotingidae Cotinga amabilis Pájaro payaso, pájaro azul vigini yaa Pipridae Pipra mentalis Pajarito, pájaro pecho rojo vigini win, vigini chu shnaa Vireonidae Vireo plumbeus Pajarito vigini win, chëbete Vireo cassinii Pajarito vigini win, chëbete Vireo gilvus Pajarito vigini win, chëbete Vireo leucophrys Pajarito vigini win, chëbete Hylophilus decurtatus Pajarito vigini win, chëbete Corvidae Cyanolyca nana Pájaro azul, toca la bleshe, otila campana Cyanolyca pumilo Pájaro azul bleshe, otila Cyanolyca cucullata Pájaro azul bleshe, otila Cyanocorax yncas Pájaro azul vigini yaa, otila yaa Cyanocitta stelleri Pájaro azul bleshe, vigini yaa, otila yaa Aphelocoma bleshe, otila coerulescens Aphelocoma unicolor Pájaro azul, toca la bleshe, otila yaa campana Corvus corax Cuervo, pájaro negro bleshe, vigini gatho Hirundinidae Stelgidopteryx serripennis Petrochelidon pyrrhonota Golondrina, pájaro chiquito Golondrina, pájaro chiquito chenchogodiu, vigini win chenchogodiu, vigini win Aegithalidae Psaltriparus minimus Pájaro pinto chëbete Troglodytidae Campylorhynchus Pájaro que platica mucho vigini shesha zonatus Thryothorus Pajarito vigini win, chëbete maculipectus Thryomanes bewickii Pajarito vigini win, chëbete, vigini rago, vigini beshu, vigini chu sgitzi, nijá 224

227 Troglodytes aedon Pajarito vigini win, chëbete, vigini rago, vigini beshu, vigini chu sgitzi, nijá Troglodytes brunneicollis Pajarito Henicorhina leucosticta Pajarito Henicorhina leucophrys Pajarito Cinclidae Cinclus mexicanus Pájaro de río, pato de charco vigini win, chëbete, vigini rago, vigini beshu, vigini chu sgitzi, nijá vigini win, chëbete, vigini rago, vigini beshu, vigini chu sgitzi, nijá vigini win, chëbete, vigini rago, vigini beshu, vigini chu sgitzi, nijá vigini yego, vigini pato lugún Polioptilidae Polioptila caerulea vigini win Turdidae Myadestes occidentalis Pájaro que toca la campana vigini artaba kia, vigini artaba yadou Myadestes unicolor Pájaro que toca la campana vigini artaba kia, vigini artaba yadou Catharus aurantiirostris Pájaro rechoncho vidigugu Catharus frantzii Pájaro rechoncho vidigugu Catharus mexicanus Pájaro rechoncho vidigugu Catharus fuscescens Pájaro rechoncho vidigugu Catharus guttatus Pájaro rechoncho vidigugu Hylocichla mustelina Pájaro rechoncho vidigugu Turdus grayi Pájaro rechoncho vidigugu Turdus assimilis Pájaro rechoncho vidigugu Mimidae Melanotis caerulescens Pájaro negro vigini gatho Ptilogonatidae Ptilogonys cinereus Pájaro, pájaro pecho amarillo vigini, vigini le gatzi Parulidae Oreothlypis ruficapilla Pajarito vigini win, chëbete Parula pitiayumi Pajarito vigini win, chëbete Dendroica magnolia Pajarito vigini win, chëbete Dendroica virens Pajarito vigini win, chëbete Dendroica townsendi Pajarito vigini win, chëbete Dendroica occidentalis Pajarito vigini win, chëbete Mniotilta varia Pajarito vigini win, chëbete Seiurus aurocapilla Pajarito vigini win, chëbete Parkesia motacilla Pajarito vigini win, chëbete 225

228 226 Oporornis tolmiei Pajarito vigini win, chëbete Wilsonia pusilla Pajarito vigini win, chëbete Ergaticus ruber Pajarito, pájaro rojo vigini win, chëbete shnaa Myioborus pictus Pajarito vigini win, chëbete Myioborus miniatus Pajarito, pecho rojo vigini win, chëbete chu shnaa Euthlypis lachrymosa Pajarito vigini win, chëbete gesho Basileuterus culicivorus Pajarito vigini win, chëbete gesho Basileuterus rufifrons Pajarito vigini win, chëbete gesho Basileuterus belli Pajarito vigini win, chëbete gesho Coereba flaveola Pajarito chëbete Thraupidae Chlorospingus ophthalmicus Pajarito, pájaro pecho blanco vigini win, vigini chu gatzi, chëbete Lanio aurantius Pajarito chëbete Ramphocelus Pajarito, pájaro rojo vigini win, vigini shnaa sanguinolentus Thraupis episcopus Pajarito vigini win, chëbete Thraupis abbas Pajarito vigini win, chëbete Tangara larvata Pajarito chëbete Chlorophanes spiza Pajarito chëbete Cyanerpes cyaneus Pajarito chëbete Saltator coerulescens Pajarito vigini win, chëbete Saltator maximus Pajarito vigini win, chëbete Saltator atriceps Pajarito vigini win, chëbete Emberizidae Volatinia jacarina Pajarito vigini win, chëbete Sporophila americana Pajarito vigini win, chëbete Sporophila torqueola Pajarito vigini win, chëbete Tiaris olivaceus Pajarito vigini win, chëbete Diglossa baritula Pajarito vigini win, chëbete Arremon brunneinucha Pajarito vigini win, chëbete Arremonops rufivirgatus Pajarito vigini win, chëbete Atlapetes albinucha Pajarito vigini win, chëbete Aimophila ruficeps Pajarito vigini win, chëbete Melospiza lincolnii Pajarito vigini win, chëbete Junco phaeonotus Pajarito vigini win, chëbete Cardinalidae Piranga flava Pajarito, pájaro rojo vigini win, chëbete shnaa

229 Piranga leucoptera Pajarito vigini win, chëbete Habia rubica Pajarito vigini win, chëbete Habia fuscicauda Pajarito vigini win, chëbete Caryothraustes Pajarito vigini win, chëbete poliogaster Cyanocompsa Pájaro negro vigini gatho cyanoides Cyanocompsa parellina Pájaro negro vigini gatho Icteridae Dives dives Pájaro negro, pájaro zapote, pájaro cochiú Molothrus aeneus Pájaro negro vigini gatho Molothrus ater Pájaro negro vigini gatho Icterus dominicensis Pájaro dos colores vigini lauude Icterus graduacauda Pájaro dos colores vigini lauude Icterus galbula Pájaro dos colores vigini lauude vigini gatho, vigini cochiú Amblycercus Pájaro pico blanco vigini ro sgitzi holosericeus Fringillidae Euphonia affinis Pajarito chëbete Euphonia hirundinacea Pajarito chëbete Euphonia elegantissima Pajarito chëbete Euphonia gouldi Pajarito lomo verde chëbete, vigini skutzi yaa Chlorophonia occipitalis Pajarito, lomo verde chëbete skutzi yaa Spinus notatus kidou Spinus psaltria kidou Coccothraustes abeillei kidou 1: AOU (2012); 2: Escalante et al. (1996); 3: Alcántara-Salinas (2003) 227

230

231 Camacho Escobar, M.A., M.A. Vásquez Dávila, J.C. Kollas, R.M. Núñez García, E.I. Sánchez Bernal, N.Y. Ávila Serrano y J. Arroyo Ledezma Crax rubra y otras aves silvestres en la Sierra Norte de Oaxaca, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ITVO/ Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p Crax rubra Y OTRAS AVES SILVESTRES EN LA SIERRA NORTE DE OAXACA, MÉXICO marco antonio camacho-escobar, marco antonio vásquez-dávila, janelle c. kollas, rosa maría núñez-garcía, edgar iván sánchez-bernal, narciso ysac ávila-serrano y jaime arroyo-ledezma INTRODUCCIÓN La familia Cracidae, que incluye al género Crax, chachalacas, pavas y pavones, es la familia de aves en mayor peligro de extinción en las selvas y bosques neotropicales (Brooks y Fuller, 2006). Crax rubra y otros Crácidos semejantes con aves de los órdenes Tinamiformes y Galliformes se distribuyen en el estado de Oaxaca, México (Peterson y Chalif, 1989; Howell y Webb, 1995; Navarro et al., 2004). En la Sierra Norte de Oaxaca, han sido citadas cuatro especies de la familia Tinamidae (Tinamus major, Crypturellus boucardi, C. cinnamomeus y C. soui) del orden Tinamiformes; dentro del orden Galliformes, cuatro especies de la familia Cracidae (Ortalis vetula, O. poliocephala, Penelope purpurascens y Crax rubra) y cinco de la familia Odontophoridae (Colinus virginianus, Cyrtonyx montezumae, Dendrortyx macroura, D. barbatus y Odontophorus guttatus). Históricamente, las culturas indígenas han representado a la fauna que tiene algún valor simbólico para ellos. En México, las culturas prehispánicas simbolizaron a Crax rubra con variable intención e importancia. Se le encuentra como figura complementaria en un mural de Teotihuacán (Navarijo, 2000); también se le puede observar en el dintel del Patio A del grupo de la Iglesia en Mitla, Oaxaca, está la forma de dos Crax rubra, los cuales posiblemente estaban asociados con los ancestros (Navarijo, 2002). También, Crax rubra fue simbolizado en los tocados de dioses como Xochipilli (Aguilera, 2004). En la decoración del muro norte de la tumba 15 de Monte Albán, junto al tocado de un personaje masculino, puede observarse una representación de la cabeza de ave con carúncula y cresta, la cual corresponde a Crax rubra (Navarijo, 2001).

232 El nombre común en inglés de Crax rubra L. es Great Curassow (Peterson y Chalif, 1989), en México hocofaisán, faisán real, pajuil, pavo real o cholín (Sutton, 1955) y en el resto de Latinoamérica se le conoce como pavón norteño (Ríos y Muñoz, 2006). Esta especie es una de las aves más grandes de las selvas y bosques neotropicales que en la edad adulta alcanza la talla y peso de un guajolote doméstico (Brooks y Fuller, 2006). Al igual que los guajolotes, pasa la mayor parte del tiempo en el piso y durante la noche duerme en las ramas de los árboles, solos o en grupos familiares no mayores a 15 individuos (Ríos y Muñoz, 2006). Las culturas indígenas del trópico americano aprovechan su carne y plumas; por su buen tamaño, es un ave importante en la cacería de subsistencia (Cfr. Mittermeier, 2006) de grupos como los lacandones de Chiapas y mayas de Quintana Roo y Yucatán (Guerra et al., 2004; Méndez y Montiel, 2007); pero no solamente es buscada y apreciada por los cazadores locales, en el sur de Veracruz es una presa frecuente de los cazadores deportivos e incluso es ofrecido en algunos restaurantes locales como carne de monte (Morales y Villa, 1998). La presencia de Crax rubra L. en los bosques o selvas es un indicador del estado de conservación del hábitat (Eitniear et al., 2000), debido a que esta especie únicamente se ha observado en selvas, no en cultivos o pastizales (Estrada et al., 1997). Constituyen un eslabón importante de las cadenas alimenticias y suelen formar parte de la dieta de grandes depredadores como pumas (Estrada, 2008) y jaguares (Aranda, 1994). El buen estado de conservación que guardan los bosques en la Sierra Norte de Oaxaca permite que especies sensibles a la perturbación grave del hábitat, como Crax rubra, sean todavía reportadas en la fauna local (Binford, 1989; Navarro et al., 2004; Duran et al., 2009). Esta especie es tan sensible a los disturbios en su hábitat que, por efectos del cambio climático, solamente puede experimentar ajustes reduciendo en máximo 10 % sus áreas de distribución potencial (Peterson et al., 2001). Los zapotecos, chinantecos y ayöök (autodenominación del grupo conocido como mixe, término de connotaciones negativas) son grupos étnicos que desde la época prehispánica han convivido y aprendido de la fauna de la Sierra Norte (o Juárez) de Oaxaca. Dado que los aspectos relacionados con la etno-ornitología de Crax rubra y otras especies locales relacionadas con ella están escasamente documentados y que la información se encuentra dispersa, se propuso el objetivo de indagar sobre el conocimiento, uso y manejo que poseen los pueblos indígenas de la Sierra Juárez de Oaxaca sobre Crax rubra y aportar además, breves anotaciones sobre otras especies de los órdenes Tinamiformes y Galliformes. 230

233 ÁREA DE ESTUDIO Se trabajó en 20 municipios de la Sierra Juárez de Oaxaca cuyos pobladores conservan su idioma nativo (ayöök, chinanteco o zapoteco) (Cuadro 1). Cuadro 1. Localidades de estudio GRUPO ÉTNICO MUNICIPIOS VISITADOS Ayöök San Juan Cotzocón Santa María Tlahuitoltepec San Juan Mazatlán Santiago Zacatepec San Miguel Quetzaltepec Tamazulapam del Espíritu Santo San Pedro y San Pablo Ayutla Totontepec Villa de Morelos Santa María Alotepec Zapoteco Capulalpam de Méndez San Melchor Betaza San Andrés Solaga San Miguel Amatlán San Bartolomé Zoogocho Santa María Yalina San Francisco Cajonos Santiago Lalopa San Juan Juquila Vijanos Santiago Laxopa Chinanteco Santiago Comaltepec MÉTODO De febrero a julio de 2011 se realizaron 13 salidas de campo, con duración de dos días cada una. Se solicitó a las autoridades municipales su permiso para trabajar y en algunas ocasiones, se pidió el apoyo de un intérprete-traductor. Se aplicaron 148 entrevistas semiestructuradas y un cuestionario. En cada lugar se buscaron a personas conocedoras del territorio y mayores de edad. Se trabajó con base en un cuestionario-guía de siete reactivos referentes al conocimiento, uso y manejo relacionados con los Galliformes y Tinamiformes. Se compararon dos técnicas para recabar el conocimiento etno-ornitológico local: 1) Se comenzó preguntando si conocían aves del monte que fueran parecidos a los guajolotes o gallinas domésticas y que las describieran con sus propias palabras (enfoque emic, desde el punto de vista de los actores locales). 2) Posteriormente, para determinar con certeza el ave al que se referían los entrevistados, se les mostró la guía de campo de Peterson y Chalif (1989), lo que se conoce como uso de estímulo visual y se registró la información. Además, se realizaron entrevistas a profundidad en aquellas localidades que se supo de la cría en cautiverio de Crax rubra (San Juan Cotzocón, comunidad ayöök; La Esperanza, Comaltepec, chinanteca y Capulalpam de Méndez, zapoteca). 231

234 RESULTADOS Y DISCUSIÓN A continuación se muestra la importancia local de Crax rubra y posteriormente se aborda sucintamente la de otras aves de los órdenes Tinamiformes y Galliformes. Crax rubra L. EN LOCALIDADES INDÍGENAS DE LA SIERRA NORTE DE OAXACA En la sala de reuniones de cabildo del palacio municipal de Alotepec, comunidad ayöök, existe una pintura mural (Figura 1) en donde se encuentra representada la Madre Tierra, de la que surgen los animales domésticos y silvestres, las plantas cultivadas y las del monte. Toda la vida emana de ella: flora, fauna, costumbres y creencias de la comunidad (Figura 1a). Destaca entre la fauna local un macho adulto de pavo de monte o pavo real (Crax rubra) que se identifica por su color negro, cresta de plumas, larga cola y pico amarillo (Figura 1b). a b Figura 1. Pintura mural que se encuentra en la sala de cabildos del palacio municipal de Alotepec, Oaxaca; a) vista parcial, b) acercamiento de la representación de Crax rubra (Fotografías de Janelle C. Kollas). En Cotzocón nombran a Crax rubra como pavo de monte o pavo real y en ayöök lo llaman exka kn. Yuuctsin es el término ayöök recogido en Totontepec por los lingüistas Schoenhals y Schoenhals (1982: 331). En La Esperanza, Comaltepec (pueblo chinanteco), en castellano lo llaman pavo montés; sin embargo, debido a la presencia de biólogos dos años antes en la comunidad, aprendieron que su nombre común es hocofaisán, aunque en idioma chinanteco se les dice tan tinh lianh o bien ta jmmá. Entre los pueblos indígenas de la Sierra Norte de Oaxaca, la presencia de Crax rubra en el bosque se relaciona con el período de cosecha 232

235 del café durante los últimos meses de la época de estiaje. Es cuando se escucha su peculiar grito al amanecer y pueden ser observados en las copas de los árboles. La ausencia y dispersión de los grupos coincide con el inicio de la temporada de lluvias. Durante las salidas al campo, en tres ocasiones se reportó que algún vecino de la comunidad tenía en casa pavo de monte. Las comunidades donde hubo este reporte fueron: Cotzocón (comunidad ayöök), La Esperanza, Comaltepec (comunidad chinanteca) y Capulalpam (comunidad zapoteca). En los dos primeros reportes, fue posible observar ejemplares de Crax rubra: en Cotzocón, una hembra de dos años de edad y en La Esperanza, Comaltepec, dos hembras de seis años de edad (Figura 2). En ambas localidades, se nos informó que los huevos fueron encontrados en el bosque y llevados a empollar por una guajolota doméstica. En el caso de Cotzocón, se obtuvieron un macho y una hembra, sin embargo, el macho ya había sido sacrificado para su consumo en una fiesta. Informaron que el moco amarillo o carúncula del pico estaba poco desarrollado, pero ya tenía un buen tamaño para comerse. Esta información es consistente a lo reportado por Buchholz (1991), quien determina que en los machos de Crax rubra el desarrollo de la carúncula del pico está relacionado positivamente con la edad del ave; en el caso del macho criado y sacrificado como alimento, el poco desarrollo de la carúncula indica que era un ejemplar macho joven. En el caso de la Esperanza, Comaltepec, se encontraron tres huevos que fueron incubados por un ave doméstica y se obtuvieron dos hembras y un macho. Al cabo de aproximadamente tres años el macho había inseminado a las hembras pero no lograron obtener polluelos. Al siguiente año, el macho murió por enfermedad y únicamente quedaron las hema Figura 2. Cría en cautiverio de Crax rubra en a) Cotzocón y b) La Esperanza, Comaltepec, Oaxaca (Fotografías: Janelle C. Kolas y Marco A. Camacho-Escobar) 233

236 bras como se muestran en la Figura 2. La práctica de recolectar los huevos de sus nidos en el bosque y ponerlos a empollar por gallinas u otras aves domésticas, no es exclusivo de Oaxaca, Sutton (1955) lo reporta para La Huasteca del estado de San Luis Potosí y Valencia et al. (2008), en el estado de Hidalgo. Las aves estaban en corrales cerrados, con percha y eran alimentados con brotes tiernos de plantas silvestres, las mismas con las que alimentan a sus guajolotes, también les ofrecen fruta y en ocasiones algunas flores. Reportan que son aves agresivas, por lo que no las consideran domésticas, a pesar de tenerlas por muchos años. Consideran que son más difíciles de criar que los guajolotes, porque son más delicados y que pueden llegar a ser molestos sus gritos en los meses de marzo y mayo, este reporte coincide con la época de apareamiento donde sus gritos se escuchan hasta a 250 m (Baldo y Mennill, 2011). Los entrevistados refirieron con frecuencia que el sabor de la carne de C. rubra es mejor que la del guajolote o de la gallina doméstica y por ello son cazados en la Sierra Norte de Oaxaca. Naranjo et al. (2004) reportan que esta especie es la tercera más perseguida para subsistencia por indígenas lacandones y tseltales, así como por mestizos en la selva de Chiapas. En relación con la estimación que tienen los pueblos indígenas de Mesoamérica por la carne de esta ave, los guatuso de Costa Rica afirman que los pavones (Crax rubra) son uno de los animales preferidos para comer por el dios creador e incluso dicha divinidad llama a los hombres mis pavones (Margery, 1997). Los conocedores locales mencionan que la carne de un adulto de C. rubra rinde igual que la de la hembra de Melleagris gallopavo; anteriormente Berger (1955) describió la composición muscular del ave y es similar a la de algunas especies domésticas criollas como las gallinas o guajolotes. Naranjo et al. (2004) estiman un peso promedio de 3.5 kg por ave cazada. En el poblado ayöök de Mazatlán, se localizó el penacho de un hocofaisán macho adulto que era usado por un niño como juguete, el infante nos relató que hacía unos días su papá había cazado uno para comer y le regaló el copete para jugar (Figura 3). Las plumas también son utilizadas para elaborar disfraces para fiestas populares o juguetes. La importancia de Crax rubra entre las comunidades étnicas de la Sierra Norte de Oaxaca se manifiesta en diversos rubros: a) en cuanto al conocimiento, existe una nomenclatura y etnoetología particular sobre esta ave; b) el conocimiento práctico hace que la empleen como un marcador cultural de algunas actividades agrícolas y como bioindicador; c) en el plano de la cosmovisión, constituye un símbolo de la fauna local; 234

237 Figura 3. Cresta de Crax rubra macho usada como juguete Mazatlán, Oaxaca. (Fotografía: Marco A. Camacho-Escobar; ilustración tomada de Peterson y Chalif, 1989). d) respecto al uso, se consume la carne en contextos festivos, el penacho de los machos puede servir como juguete y las plumas se aprovechan para elaborar disfraces; e) finalmente, el manejo incluye tanto la caza, como la captura de ejemplares, la recolección de los huevos en la naturaleza y su empollamiento por aves domésticas, como la cría incipiente en cautiverio. AVES SILVESTRES SIMILARES A GUAJOLOTES O GALLINAS DOMÉSTICAS EN LA SIERRA JUÁREZ DE OAXACA Cerca de dos terceras partes de los entrevistados manifestaron saber que hay actualmente o hubo aves silvestres similares a guajolotes o gallinas domésticas (Cuadro 2). Cuadro 2. Presencia de avifauna silvestre con tamaño similar a las aves domésticas, en los bosques de la Sierra Juárez de Oaxaca PRESENCIA FRECUENCIA (%) Si hay o hubo 64.3 No hay o nunca hubo 24.7 No sabe 11.0 Esta información es congruente con la presencia de especies de los órdenes Galliformes y Tinamiformes en la Sierra Norte (Binford, 1989; Peterson y Chalif, 1989; Howell y Webb, 1995; Navarro et al., 2004) y con el estado de preservación de sus bosques, los mejor conservados en el país según Duran et al. (2009), por lo que es frecuente encontrar una rica interacción de los pobladores con la fauna silvestre local. 235

238 Después de haber solicitado a los conocedores locales que realizaran una descripción de las aves con sus propios conceptos y palabras (perspectiva emic o interna), nosotros las identificamos con ayuda de la guía de campo y se construyó el Cuadro 3. En Etnobiología, esto último se conoce como etic, es decir, el punto de vista de los observadores externos (Vásquez-Dávila, 1992). Las descripciones emic están basadas en el tamaño del ave, color de las plumas, presencia o ausencia de crestas, copetes o papada, color de los tarsos, su capacidad de vuelo y el sonido que producen. Con frecuencia, al referirse a las aves, los entrevistados abundaban en la información sobre la distribución, color o tamaño de plumas, canto o vocalización, la época del año en que lo escuchan y los lugares donde se les puede localizar. De estas cinco primeras aves descritas, cuatro corresponden al orden Galliformes y una (Crypturellus cinnamomeus similar a las aves de corral según Peterson y Chalif, 1989) pertenece al orden Tinamiformes. Cuadro 3. Avifauna silvestre con tamaño similar a las aves domésticas, en los bosques de la Sierra Juárez de Oaxaca Familia FRECUENCIA DESCRIPCIÓN* Especie (%) Cracidae Penelope purpurascens Medianos, negros o pardos, carúncula 46.1 ( moco ) más corta, cabeza con cresta roja, patas rojas, vuelan, cuello más rojo, muy largos y rápidos, plumas de la cola más grandes y largas. Crax rubra Cafés con cabeza negra, más grandes, 33.5 vuelan, negros, medio plateados, casi iguales, con patas negras, ruido diferente, pico amarillo, con cresta que se levanta, negro con blanco. Ortalis poliocephala Más chicos, pardos, como chachalaca. 7.7 Tinamidae Crypturellus cinnamomeus Phasianidae Meleagris gallopavo Cuerpo y patas más delgados, graznido diferente, como gallina. Igual en tamaño, color y forma que el pavo doméstico. *Características que los conocedores locales revelaron durante las entrevistas. Al emplear en campo el estímulo visual de la guía ilustrada ya mencionada, las personas entrevistadas reconocieron cinco especies del orden Galliformes y tres Tinamiformes (Cuadro 4)

239 Cuadro 4. Aves parecidas a gallinas o guajolotes domésticos identificadas por conocedores locales de la Sierra Juárez de Oaxaca con el uso de la guía de campo NOMBRE COMÚN NOMBRE CIENTÍFICO FRECUENCIA (%) Pava Penelope purpurascens 33.3 Hocofaisán Crax rubra 24.2 Chachalaca 1 Ortalis vetula 12.1 Chachalaca 2 Ortalis poliocephala 9.1 Pavo silvestre Meleagris gallopavo 9.1 Tinamú canelo Crypturellus cinnamomeus 6.1 Tinamú menor Crypturellus soui 3.0 Tinamú mayor Tinamus major 3.0 Con esta sencilla comparación de técnicas para recabar el conocimiento ornitológico local, se afirma que es más productivo el empleo de los estímulos visuales que la sola interacción verbal. NOMENCLATURA LOCAL EN CASTELLANO DE Galliformes Y Tinamiformes El Cuadro 5 muestra las denominaciones en castellano que le dan a las aves que consideran son iguales a los guajolotes o a las gallinas domésticas. Es importante hacer notar que, en todos los casos, los diferentes pueblos indígenas poseen en su lengua materna nombres unívocos para cada especie de aves que identifican, lo que no ocurre en castellano; cuando utilizan este idioma, que con frecuencia es su segunda lengua, el vocabulario que poseen para describir a la ornitofauna local es limitado y denominan de igual forma a diferentes especies de aves; empero, son capaces de diferenciar adecuadamente en sus propias lenguas maternas. En general, el término más frecuentemente utilizado en castellano para este grupo de aves es pavo/pava que describen comparándolo: [son] del tamaño de una pava, iguales a pavos chicos, parecen guajolotas, entre otras descripciones. Todas las especies identificadas por los entrevistados como presentes en las cercanías de sus comunidades están reportadas para la región (Howell y Webb 1995; Navarro et al., 2004; Peterson y Chalif, 1989), excepto M. gallopavo. Navarro et al. (2004) mencionan que M. gallopavo ha sido reportada pero no avistada en la región, por lo que la incluyen entre las aves que probablemente habitan la Sierra Juárez de Oaxaca. Esta información implica que los lugareños conocen bien la avifauna de la región donde habitan, porque corroboran los listados publicados y sus informes son confiables. También sigue dejando abierta la posibilidad de 237

240 que especies como el guajolote silvestre M. gallopavo se encuentre distribuido más allá de los sitios tradicionalmente aceptados y se localice en Oaxaca (Camacho-Escobar et al., 2011). Cuadro 5. Nombre local en castellano de aves silvestres similares a gallinas o pavos domésticos en la Sierra Norte de Oaxaca Especie NOMBRES LOCALES EN CASTELLANO Crax rubra Faisán*, pavo de monte, pavo, pava, pavo real, avestruz Ortalis vetula, O. poliocephala Chachalaca*, gallina Penelope purpurascens Pava*, faisán Meleagris gallopavo Pavo de monte*, pavo Crypturellus spp. y Tinamus major Gallina de monte*, gallina *Denominación más frecuente. Las aves reportadas son conocidas por sus gritos diferentes a los de las gallinas y guajolotes, porque su carne es comestible, pero con sabor y textura diferente a la de las aves domésticas. En ocasiones referían que la carne es más dura, o bien que su sabor es mejor que el de los guajolotes y gallinas domésticas. Los entrevistados indican que estas aves se encuentran en el monte, en donde casi no pasan las personas, en los matorrales cercanos a los ríos, en el dosel del bosque e incluso en los cafetales, lo cual coincide con el reporte de Estrada et al. (1993) sobre la presencia de algunas Galliformes en parches de selva fragmentada entre cultivos de café, cacao o limón. CONCLUSIONES Crax rubra es una ave que tiene una relevancia cultural para los zapotecos, chinantecos y ayöök de la Sierra Norte de Oaxaca debido a que constituye un símbolo de la fauna local, conocen su nomenclatura local y etología, se emplea como un marcador cultural de actividades agrícolas y como bioindicador, se consume la carne en contextos festivos, algunas partes se aprovechan como juguete y para elaborar disfraces, se caza o captura, se recolectan y se empollan sus huevos y se cría incipientemente en cautiverio. Los pueblos indígenas de la Sierra Juárez de Oaxaca conocen e identifican a la ornitofauna de la región, en particular, cinco especies del orden Galliformes y tres Tinamiformes, importantes en la cacería de subsistencia. Destaca la mención por parte de los 238

241 conocedores locales de poblaciones del guajolote silvestre. En el aspecto metodológico, mediante la técnica de uso de estímulo visual (una guía ilustrada de aves) se obtuvieron más registros de especies que con la entrevista convencional. BIBLIOGRAFÍA Aguilera, C Xochipilli dios solar. Estudios de Cultura Náhuatl 35: Aranda, M Importancia de los pecaríes (Tayassu spp.) en la alimentación del jaguar (Panthera onca). Acta Zoológica Mexicana (nueva serie) 62: Baldo, S., y D. J. Mennill Vocal behavior of great curassows, a vulnerable Neotropical bird. J. Field Ornithol. 82 (3): Berger, A. J Notes on the myology of the great curassow. The Wilson Bulletin 67 (2): Binford, L. C. A Distributional Survey of the Birds of the Mexican State of Oaxaca. Ornithological Monographs 43: Brooks, D. M., y R. A. Fuller Biología y conservación de los Crácidos. In: L. Cancino y D. M. Brooks (eds.). Conservando Crácidos: La familia de aves más amenazada de las Américas. Miscellaneous Publications of the Houston Museum of Natural Science 6. EUA. p Buchholz, R Older males have bigger knobs: correlates of ornamentation in two species of curassow. The Auk 108 (1): Camacho-Escobar, M. A., E. Jiménez-Hidalgo, J. Arroyo-Ledezma, E. I. Sánchez-Bernal y E. Pérez-Lara Historia natural, domesticación y distribución del guajolote (Meleagris gallopavo) en México. Universidad y Ciencia 27 (3): Duran, E., J. J. Figel y D. B. Bray Jaguar conservation and community forest protected areas in the Sierra Norte of Oaxaca, Mexico. Memorias XIII World Forestry Congress. Buenos Aires, Argentina. p Eitniear, J. C., A. Aragón, V. González, R. Pedraza y J. T. Baccus New Galliformes for the Mexican state of Queretaro. Cotinga 13: Estrada, A., R. Coates-Estrada y D. Meritt Jr Anthropogenic landscape changes and avian diversity at Los Tuxtlas, Mexico. Biodiversity and Conservation 6: Estrada, A., R. Coates-Estrada, D. Meritt Jr., S. Montiel y D. Curiel Patterns of frugivores species richness and abundance in forest islands and agricultural habitats at los Tuxtlas, Mexico. Vegetatio 107/108: Estrada H., C. G Dieta, uso del hábitat y patrones de actividad del puma (Puma concolor) y el jaguar (Panthera onca) en la selva maya, Centroamericana. Revista Mexicana de Mastozoología 12: Guerra Roa, M. M., E. J. Naranjo Piñera, F. Limón Aguirre y R. Mariaca Méndez Factores que intervienen en la regulación local de la cacería de subsistencia en dos comunidades de la Selva Lacandona, Chiapas. Memorias VI Congreso 239

242 Internacional sobre manejo de Fauna Silvestre en la Amazonia y Latinoamérica. Iquitos, Perú. p Howell, S. N. G., y S. Webb A guide to the birds of Mexico and Northern Central America. Oxford University Press. EUA p. Margery Peña, E Perfiles religiosos de los pueblos indígenas de Costa Rica. Mitológicas 12 (1): Méndez Cabrera, F., y S. Montiel Diagnóstico preliminar de la fauna y flora silvestre utilizada por la población maya de dos comunidades costeras de Campeche, México. Universidad y Ciencia 23 (2): Mittermeier, R Introducción. In: L. Cancino y D. M. Brooks (eds.). Conservando Crácidos: La familia de aves más amenazada de las Américas. Miscellaneous Publications of the Huston Museum of Natural Science 6. EUA. p Morales Mávil, J. E., y J. T. Villa Cañedo Notas sobre el uso de la fauna silvestre en Catemaco, Veracruz, México. Acta Zoológica Mexicana (nueva serie) 73: Naranjo, E. J., M. M. Guerra, R. E. Bodmer y J. E. Baños Subsistence hunting by three ethnic groups of the Lacandon Forest, Mexico. Journal of Ethnobiology 24 (2): Navarijo O., L Arte y ciencia a través de las imágenes de aves en la pintura mural prehispánica. Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas 77: Navarijo O., L Las aves representadas en los recintos funerarios de Oaxaca. La pintura mural prehispánica en México 7 (15): Navarijo O., L Los diseños de aves en los dinteles del Patio A del grupo de la Iglesia, Mitla, Oaxaca. La pintura mural prehispánica en México 8 (17): Navarro S., A. G., E. A. García-Trejo, R. T. Peterson y V. Rodríguez-Contreras Aves. In: A. J. García-Mendoza, M. J. Ordónez y M. Briones-Salas (eds.). Biodiversidad de Oaxaca. UNAM-Fondo Oaxaqueño para la Conservación de la Naturaleza-Word Wildlife Fund. México. p Peterson, R. T., y E. L. Chalif Aves de México, guía de campo. Identificación de todas las especies encontradas en México, Guatemala, Belice y El Salvador. Diana. México. Peterson, R. T., V. Sánchez-Cordero, J. Soberón, J. Bartley, R. W. Buddemeier y A. G. Navarro-Sigüenza Effects of global climate change on geographic distributions of Mexican Cracidae. Ecological Modelling 144 (1): Ríos, M. M., y M. C. Muñoz Pavón norteño (Crax rubra). In: L. Cancino y D. M. Brooks (eds.). Conservando Crácidos: La familia de aves más amenazada de las Américas. Miscellaneous Publications of the Huston Museum of Natural Science 6. EUA. p Schoenhals, A., y L. C. Schoenhals Vocabulario mixe de Totontepec. Instituto Lingüístico de Verano. Vocabularios indígenas 14. México. 353 p. Sutton, G. M Great Curassow. Wilson Bulletin 67 (2):

243 Valencia, H. J., H. R. Valencia y F. Mendoza Quijano Registros adicionales de aves para Hidalgo, México. Acta Zoológica Mexicana (nueva serie) 24 (2): Vásquez-Dávila, M.A Etnoecología para un México Profundo. América Indígena 52 (1-2):

244

245 Jaimes Yescas M.I., G. Gómez Álvarez, N. Pacheco Coronel y S.R. Reyes Gómez Uso y manejo de la avifauna en San Miguel Tzinacapan, municipio de Cuetzalan del Progreso, Puebla, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p USO Y MANEJO DE LA AVIFAUNA EN SAN MIGUEL TZINACAPAN, MUNICIPIO DE CUETZALAN DEL PROGRESO, PUEBLA, MÉXICO mónica ivonne jaimes yescas, graciela gómez álvarez, noé pacheco coronel y sabel rené reyes gómez INTRODUCCIÓN México es reconocido por su riqueza faunística, resultado de sus condiciones geográficas, las cuales han generado una gran variedad de ecosistemas (Challenger, 1998). Particularmente de aves, existen especies descritas (Howell y Webb, 1995), de las cuales al menos 128 son endémicas (Navarro Sigüenza, 2002), y 389 están protegidas por la Norma Oficial Mexicana NOM-059 (SEMARNAT, 2010). Esto último debido, entre otras causas, a las actividades antropogénicas que han provocado que no pocas especies enfrenten una severa disminución de sus poblaciones, siendo los principales factores la destrucción y fragmentación de sus ambientes naturales y, de forma alarmante, la extracción de sus hábitats para su aprovechamiento (Sosa, 2003). Las aves ocupan un lugar especial en la concepción que los humanos tienen de su entorno biológico desde el inicio de las diversas culturas, lo cual se ha visto reflejado en el papel que esta fauna ha jugado en los aspectos: simbólico, mágico-religioso, alimentario, medicinal, artesanal, en la vestimenta y como animales de ornato y compañía; esto se debe principalmente a que las aves son de los grupos animales más conspicuos en las actividades cotidianas de los hombres, además han llamado la atención por su vuelo, la belleza de su plumaje y su canto (Navarro Sigüenza, 2002). No obstante, son escasas las aportaciones que han abordado el aprovechamiento (uso y manejo) de estas especies, particularmente en hábitats con gran riqueza de especies, entre los que sobresale el bosque mesófilo de montaña. En los últimos años, se ha demostrado que áreas con gran diversidad biológica corresponden a zonas donde se encuentran asentadas poblaciones indígenas (Toledo et al., 2002). Por tanto,

246 existe la necesidad de investigar cómo los habitantes de esas áreas utilizan y manejan los recursos, en este caso, las aves de su entorno, con la finalidad de que este conocimiento coadyuve al diseño de planes de aprovechamiento de las especies, encaminados a su conservación y de la práctica cultural que conlleva, en beneficio de la población. Existe un conocimiento limitado acerca del uso de las aves y sus formas de manejo por las comunidades indígenas del centro del país, sin embargo, en algunos poblados de la Sierra Norte de Puebla, asentados en bosques mesófilos de montaña se han registrado algunas aves utilizadas en el aspecto alimentario como: hocofaisán (Crax rubra), chachalaca (Ortalis vetula), pava cojolita (Penelope purpurascens); asimismo, entre los animales de ornato y compañía se han identificado al loro cachete amarillo (Amazona autumnalis), paloma morada (Columba flavirostris), tórtola cola larga (Columbina inca), paloma arroyera (Leptotila verreauxi), perico pechisucio (Aratinga nana) y el tucán pico canoa Ramphastos sulphuratus (Cossio-Bayúgar, 2007). Por tanto, es de esperarse que algunas de estas aves sean aprovechadas en otras comunidades con hábitats semejantes. También es posible que en poblaciones que mantienen viva su lengua, las prácticas tradicionales de uso y manejo de estas especies, observadas en el pasado, de alguna manera se conserven. En consecuencia, es importante realizar estudios que conduzcan a determinar: 1) qué especies de aves silvestres están presentes en el conocimiento de los pobladores indígenas; 2) cuáles son las aves que tienen un uso y 3) cuáles son las formas de manejo de estas especies. Por tal motivo, el presente trabajo tuvo como objetivo describir el uso y manejo de las aves que realizan los pobladores nahuas de San Miguel Tzinacapan, municipio de Cuetzalan del Progreso, Puebla, abordando los objetivos particulares siguientes: (1) el registro de las aves silvestres utilizadas por la comunidad, incluyendo su categoría de protección; (2) el análisis de la utilidad de las especies en las categorías de uso alimentario, artesanal, medicinal, mágico-religioso, y como animal de ornato y compañía, y 3) la descripción de las formas de manejo: colecta y captura de estos organismos. ÁREA DE ESTUDIO El estudio se realizó durante julio de 2010 a abril de 2011 en la comunidad nahua de San Miguel Tzinacapan, municipio de Cuetzalan del Progreso, Puebla. El poblado, cuyo nombre significa fuente de murciélagos, se localiza a latitud norte y latitud oeste, a 8 km de la cabecera municipal y a una altitud de 850 msnm (Figura 1). 244

247 De acuerdo con el censo de población 2010, el número de habitantes de la comunidad es de 2 939, de los cuales 81 % es hablante de lengua náhuatl (INEGI 2010). La mayor parte de la población es bilingüe, el español se aprende por lo regular en las escuelas. La mayoría de las personas monolingües es analfabeta y gran porcentaje de las personas bilingües saben escribir en la lengua autóctona. En cuanto a su vestimenta, 60 %, conformado en su mayoría por los adultos, la sigue conservando, mientras que los jóvenes y niños únicamente la usan de vez en cuando, en ocasiones especiales (Molina et al., 2009). La principal actividad en la localidad es la agricultura, principalmente del café, maíz y frijol; asimismo es importante el comercio de artesanías y, en menor escala, la cacería de monte y ganadería, ésta última poco diversificada, teniendo en algunos casos la producción de ganado vacuno, equino; existen además animales de traspatio como cerdos, gallinas, guajolotes y patos (Noé Pacheco, obs. pers.). En la localidad, existen tres tipos de vegetación: 1) vegetación primaria, compuesta por bosque mesófilo de montaña, ubicada de 823 a 890 msnm, con especies arbóreas, arbustivas y herbáceas que no han sido alteradas por actividades agrícolas o ganaderas; 2) vegetación secundaria, de 825 a 460 msnm, compuesta por áreas modificadas por actividades humanas como cafetal de sombra, milpa y potreros y 3) vegetación rivereña, localizada a 438 msnm, conformada principalmente por especies arbustivas y gramíneas (Mónica Jaimes, obs. pers.). En San Miguel Tzinacapan, se han realizado estudios faunísticos, en particular de vertebrados terrestres. Dichos estudios han registrado especies de anfibios y reptiles, de los cuales sobresalen por su importancia biológica la rana Ecnomiohyla miotympanum; las tortugas Kinosternon integrum y K. herrerai, sujetas a protección especial (SEMARNAT, 2010), así como lagartijas del género Sceloporus, Aspidoscelis y Plestiodon. Existen 12 especies de serpientes, entre las que se encuentran las culebras Drymobius margaritiferus y Drymarchon corais, además de la serpiente de coral Micrurus bernadi (Romina García, com. pers.). Entre los mamíferos, se han registrado 13 especies de murciélagos como Desmodus rotundus, Lophostoma brasiliense y Leptonycteris nivalis, estas dos últimas amenazadas (Flor Hernández, com. pers.); asimismo, 19 especies de mamíferos medianos y grandes, entre los que destacan el oso hormiguero, el jaguarundi, el tigrillo y el venado temazate (David Bahéna, com. pers.) 245

248 Figura 1. Localización del municipio de Cuetzalan del Progreso, en el estado de Puebla; se indica la ubicación de San Miguel Tzinacapan, al noroeste de la cabecera municipal (Imagen tomada de Canseco Márquez y Mayén, 2006) TÉCNICAS UTILIZADAS Se realizaron entrevistas estructuradas (Dos Santos Rodrigues, 2009) a los pobladores de la comunidad, mediante la técnica de muestreo snowball (Goodman, 1961). Durante las entrevistas se utilizaron como estímulo visual imágenes a color de aves, previamente observadas o colectadas por los autores en el campo. Asimismo, se realizaron entrevistas a los artesanos y pajareros del lugar. Con la información obtenida para cada especie, de acuerdo a cada categoría de uso determinada para los propósitos del presente estudio: 1) alimentaria, 2) medicinal, 3) mágico-religioso, 4) artesanal, 5) animal de ornato y compañía, y con base en lo señalado por Cotton (1996) se calcularon los índices de: frecuencia de uso (número de menciones de cada especie utilizada entre el número total de entrevistas), diversidad de uso (número de categorías de uso en los que se mencionó a la especie) 246

249 y valor de uso (suma de las menciones, de cada conocedor local, de una especie en una categoría de uso determinada entre el número total de sabedores locales). También se registraron, mediante observación participante, las diferentes técnicas usadas por los pobladores para cazar o atrapar a las aves. Para verificar la suficiencia de la información obtenida durante las entrevistas, se utilizó el programa EstimateS v 8.2.0, el cual permitió obtener una curva de acumulación de especies mencionadas, tomando como unidades de esfuerzo de muestreo a cada una de las entrevistas. Además de la curva de acumulación, se utilizó el modelo no paramétrico de Chao 2, para determinar si el valor obtenido en el muestreo se aproxima al valor estimado por dicho modelo, al comparar la cercanía de las líneas de los datos observados (las menciones de los entrevistados) y los estimados. RESULTADOS ESPECIES DE AVES UTILIZADAS EN LA COMUNIDAD Se realizaron un total de 25 entrevistas en el periodo comprendido entre julio de 2010 y abril de Los pobladores reconocieron a un total de 131 aves, de las cuales se registró el uso de 91 (Cuadro 1). Cuadro 1. Aves usadas en San Miguel Tzinacapan, Cuetzalan, Puebla. ORDEN CATEGORÍA Familia NOMBRE COMÚN DE USO Especie GALLIFORMES Cracidae Ortalis vetula Chachalaca común Al PELECANIFORMES Ardeidae Bubulcus ibis Garcilla bueyera Al ACCIPITRIFORMES Cathartidae Coragyps atratus Zopilote común Al, M Cathartes aura Zopilote aura Al, M Pandionidae Pandion haliaetus Gavilán pescador Al, Mr, Ar, Ac Accipitridae Circus cyaneus Gavilán rastrero Al, Mr, Ar Accipiter striatus Gavilán pecho-rufo Ar, Ac 247

250 Accipiter cooperii Gavilán de Cooper Al, Mr, Ar Accipiter bicolor Gavilán bicolor Al, Mr, Ar Buteogallus anthracinus Aguililla negra menor Mr, Ar, Ac Buteo magnirostris Aguililla caminera Mr, Ar Buteo nitidus Aguililla gris Mr CHARADRIIFORMES Jacanidae Jacana spinosa Jacana norteña Mr Scolopacidae Calidris pusilla Playero semipalmeado Al COLUMBIFORMES Columbidae Columba livia Paloma doméstica Al Leptotila verreauxi Paloma arroyera Al, Mr, Ar, Ac CUCULIFORMES Cuculidae Piaya cayana Cuclillo canela Al STRIGIFORMES Tytonidae Tyto alba Lechuza del campanario Mr, Ar Strigidae Megascops guatemalae Tecolote vermiculado Mr, Ar, Ac Bubo virginianus Búho cornudo Mr, Ar, Ac Glaucidium brasilianum Tecolote bajeño Mr, Ar Ciccaba virgata Búho café Mr, Ar, Ac APODIFORMES Trochilidae Colibri thalassinus Colibrí oreja violeta Mr, M Eugenes fulgens Colibrí magnífico Mr, M Lamp*rnis amethystinus Colibrí garganta amatista Mr, M Atthis heloisa Zumbador mexicano Mr, M Selasphorus platycercus Zumbador cola ancha Mr, M Selasphorus rufus Zumbador rufo Mr, M Campylopterus curvipennis Fandanguero cola cuña Mr, M Campylopterus hemileucurus Fandanguero morado Mr, M Amazilia candida Colibrí cándido Mr, M Amazilia cyanocephala Colibrí corona azul Mr, M Amazilia beryllina Colibrí berilo Mr, M Amazilia yucatanensis Colibrí yucateco Mr, M Hylocharis eliciae Zafiro garganta azul Mr, M TROGONIFORMES Trogonidae Trogon mexicanus Trogón mexicano Al Trogon collaris Trogón de collar Al 248

251 Trogon violaceus Trogón violáceo Al CORACIIFORMES Momotidae Momotus momota Momoto corona azul Al, Ac PICIFORMES Ramphastidae Aulacorhynchus prasinus Tucaneta verde Al, Ac Picidae Melanerpes aurifrons Carpintero cheje Al Veniliornis fumigatus Carpintero café Al Dryocopus lineatus Carpintero lineado Al PSITTACIFORMES Psittacidae Aratinga nana Perico pecho sucio Al, Mr, M, Ar, Ac Amazona autumnalis Loro cachete amarillo Al, Mr, M, Ar, Ac PASSERIFORMES Furnariidae Lepidocolaptes affinis Trepatroncos corona punteada Al, Mr, Ar Tyrannidae Mionectes oleagineus assimilis Mosquero ocrillo Mr, Ar Empidonax traillii Mosquero saucero Mr, Ar Empidonax difficilis Mosquero californiano Al, Ar Myiozetetes similis Luis gregario Al, Mr, Ar Myiodynastes maculatus Papamoscas rayado Al Tyrannus couchii Tirano silbador Al, Ar Tityra inquisitor Titira pico negro Al Vireonidae Vireo leucophrys Vireo gorra parda Al Corvidae Psilorhinus morio Chara papán Al, Ac Cyanocorax yncas Chara verde Al, Ar, Ac Troglodytidae Campylorhynchus zonatus Matraca tropical Al, Mr Pheugopedius maculipectus Chivirín moteado Al, Mr Henicorhina leucosticta Chivirín pecho blanco Al, Mr Henicorhina leucophrys Chivirín pecho gris Al, Mr Turdidae Myadestes unicolor Clarín unicolor Ac Catharus mexicanus Zorzal corona negra Al, Mr, Ac Turdus grayi Mirlo pardo Al, Ac Turdus assimilis Mirlo garganta blanca Al, Ac 249

252 Mimidae Mimus polyglottos Cenzontle norteño Ac Melanotis caerulescens Mulato azul Al, Ac Ptilogonatidae Ptilogonys cinereus Capulinero gris Al, Ac Parulidae Seiurus aurocapilla Chipe suelero Al, Ac Oreothlypis ruficapilla Chipe de coronilla Al Setophaga dominica Chipe garganta amarilla Al Setophaga virens Chipe dorso verde Al Basileuterus rufifrons Chipe gorra rufa Al, Ac Cardellina canadensis Chipe de collar Al Cardellina pusilla Chipe corona negra Al Thraupidae Thraupis abbas Tángara ala amarilla Al, Ac Genus Incertae Sedis (Saltator) Saltator atriceps Picurero cabeza negra Al Emberizidae Sporophila torqueola morelleti Semillero de collar Al Sporophila torqueola torqueola Semillero de collar Al Tiaris olivaceus Semillero oliváceo Ac Melospiza lincolnii Gorrión de Lincoln Mr Chlorospingus ophthalmicus Chinchinero común Ac Cardinalidae Piranga bidentata Tángara roja Ac Cardinalis cardinalis Cardenal rojo Ac Cyanocompsa parellina Colorín azul-negro Ac Icteridae Dives dives Tordo cantor Al, Mr, M Icterus cucullatus Bolsero encapuchado Al, Ar, Ac Icterus gularis Bolsero de Altamira Al, Ac Psarocolius montezuma Oropéndola de Moctezuma Al, Ar, Ac Fringillidae Euphonia hirundinacea Eufonia garganta amarilla Ac Euphonia elegantissima Eufonia capucha azul Ac Spinus psaltria Jilguero dominico Ac El nombre científico y el orden taxonómico se presentan de acuerdo con la Unión de Ornitólogos Americanos (AOU, 1998) actualizado (Chesser et al., 2013) y los nombres comunes según Escalante et al. (1996). Categorías de uso: Al: alimentaria, M: medicinal, Mr: mágico religiosa, Ar: artesanal, Ac: animal de compañía. En la lista destacan: un colibrí (Atthis heloisa) endémico, dos especies amenazadas (Accipiter bicolor y Myadestes unicolor) y ocho sujetas a pro- 250

253 tección de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-059 (SEMAR- NAT, 2010; véase Cuadro 2). La curva de acumulación de especies mencionadas durante las entrevistas mostró una cercanía con la curva de acumulación estimada por el modelo no paramétrico Chao 2 (Figura 2). Número de Especies Observadas Esperadas Número de entrevistas Figura 2. Curvas de acumulación de especies, de acuerdo a la información proporcionada (especies observadas) por los pobladores de San Miguel Tzinacapan, Cuetzalan del Progreso, Puebla, y las especies estimadas por el modelo no paramétrico Chao 2 USO TRADICIONAL DE LAS AVES La frecuencia de mención de las especies en las diversas categorías de uso fue: alimentaria (60 %), mágico-religiosa (44 %), animal de compañía (31 %), artesanal (26 %) y medicinal (20 %). El grupo de aves con mayor frecuencia y valor de uso fueron los colibríes (13 especies), los cuales se usan como amuletos de bienestar y fortuna, para curar padecimientos cardiacos y contra los ataques epilépticos, siendo necesario comerse el corazón y tomarse la sangre del ave recién cazada. Siguiendo a éstos, se encuentran los búhos, utilizados en prácticas mágico-religiosas y considerados animales agoreros de males e infortunios, entre éstos la muerte; por el contrario, estas aves también suelen ser preparadas en taxidermia, para tenerlas en los hogares con el fin de protegerlos. El zopilote aura, el perico pechisucio y el loro cachete amarillo tuvieron valores intermedios de frecuencia y valor de uso; el primero se usa para curar la rabia, trastornos mentales como la locura, preparando la carne en caldo sin sal e ignorando el paciente lo que está comiendo. De los psitácidos, los cuales se usan de manera diversa, se tiene la creencia de que ayudan a 251

254 los niños que no saben hablar, acercando el pico del animal a la boca del infante. Con menor frecuencia, las aguilillas y los gavilanes son por lo regular atrapados para conservar sus pieles en taxidermia, pues se cree que son aves que traen buena suerte en los negocios; en ocasiones se usan las patas, a las cuales se les coloca una moneda entre los dedos, pues al igual que atrapan a sus presas con las patas y no las sueltan, lo pueden hacer con el dinero. En general, todas las aves de buen tamaño son consideradas por los habitantes para un uso alimentario, destacando el aprovechamiento, con un alta diversidad de uso, de la paloma arroyera (Leptotila verreauxi). Las aves que se consumen se desangran, despluman y se aprovechan las partes carnosas; pudiéndose preparar ahumadas, en ajonjolí y chile. FORMAS DE MANEJO TRADICIONAL DE LAS AVES Las técnicas de captura, la frecuencia de uso, el valor de uso, la residencia y el endemismo así como las categorías de riesgo de las aves usadas en San Miguel Tzinacapan se muestran en el Cuadro Cuadro 2. Técnicas de captura, frecuencia de uso, valor de uso, residencia, endemismo y categorias de riesgo de las aves usadas en San Miguel Tzinacapan, Cuetzalan, Puebla Familia Especie TÉCNICA DE CAPTURA FU VU RESIDENCIA Y ENDEMISMO Cracidae Ortalis vetula R Ardeidae Bubulcus ibis R Cathartidae Coragyps atratus R Cathartes aura R Pandionidae Pandion haliaetus R, Mi Accipitridae Circus cyaneus Mi Accipiter striatus (Pr) R, Mi Accipiter cooperii (Pr) Mi Accipiter bicolor (A) R Buteogallus anthracinus (Pr) R Buteo magnirostris R Buteo nitidus R Jacanidae Jacana spinosa R

255 Scolopacidae Calidris pusilla Mi Columbidae Columba livia 4, R Leptotila verreauxi 1,4, R Cuculidae Piaya cayana 4, R Tytonidae Tyto alba R Strigidae Megascops guatemalae R Bubo virginianus R Glaucidium brasilianum R Ciccaba virgata R Trochilidae Colibri thalassinus R Eugenes fulgens R, Mv, T Lamp*rnis amethystinus R Atthis heloisa R,E Selasphorus platycercus R, Mv Selasphorus rufus Mi, T Campylopterus curvipennis R Campylopterus hemileucurus R Amazilia candida R Amazilia cyanocephala R Amazilia beryllina R Amazilia yucatanensis R Hylocharis eliciae R Trogonidae Trogon mexicanus 5, R Trogon collaris (Pr) 5, R Trogon violaceus 5, R Momotidae Momotus momota 1,5,4, R Ramphastidae Aulacorhynchus prasinus (Pr) 5, R Picidae Melanerpes aurifrons 5, R Veniliornis fumigatus 5, R Dryocopus lineatus 5, R Psittacidae Aratinga nana (Pr) 4, R Amazona autumnalis 4, R 253

256 254 Furnariidae Lepidocolaptes affinis 1,2,3, R Tyrannidae Mionectes oleagineus assimilis 1,2,3, R Empidonax traillii 1,2,3, T, Mi Empidonax difficilis 1,2,3, R, Mv Myiozetetes similis 1,2,3, R Myiodynastes maculatus 1,2,3, Mv Tyrannus couchii 1,2,3, R Tityra inquisitor 1,2,3, R Vireonidae Vireo leucophrys 1,2,3, R Corvidae Psilorhinus morio 1,2,3, R Cyanocorax yncas 1,2,3, R Troglodytidae Campylorhynchus zonatus 1,2,3, R Pheugopedius maculipectus 1,2,3, R Henicorhina leucosticta 1,2,3, R Henicorhina leucophrys 1,2,3, R Turdidae Myadestes unicolor (A) 1,2,3, R Catharus mexicanus (Pr) 1,2,3, R Turdus grayi 1,2,3, R Turdus assimilis 1,2,3, R Mimidae Melanotis caerulescens 1,2,3, R Mimus polyglottos 1,2,3, R Ptilogonatidae Ptilogonys cinereus 1,2,3, R Parulidae Seiurus aurocapilla 1,2,3, Mi Oreothlypis ruficapilla 1,2,3, Mi Setophaga dominica 1,2,3, Mi Setophaga virens 1,2,3, Mi Basileuterus rufifrons 1,2,3, R Cardellina canadensis 1,2,3, T Cardellina pusilla 1,2,3, Mi Thraupidae Thraupis abbas 1,2,3, R Genus Incertae Sedis (Saltator) Saltator atriceps 1,2,3, R

257 Emberizidae Sporophila torqueola morelleti 1,2,3, R Sporophila torqueola torqueola 1,2,3, R Tiaris olivaceus 1,2,3, R Melospiza lincolnii 1,2,3, Mi Chlorospingus ophthalmicus 1,2,3, R Cardinalidae Piranga bidentata 1,2,3, R Cardinalis cardinalis 1,2,3, R Cyanocompsa parellina 1,2,3, R Icteridae Dives dives 1,2,3, R Icterus cucullatus 1,2,3, R Icterus gularis 1,2,3, Mi Psarocolius montezuma (Pr) 1,2,3,4, R Fringillidae Euphonia hirundinacea 1,2,3, R Euphonia elegantissima 1,2,3, R Spinus psaltria 1,2,3, R Técnicas de captura: Huiton (1), Ochpan con cola de caballo (2), Ochpan tipo corral (3), charpe o resortera (4), y arma de fuego (5). FU (Frecuencia de uso), VU (valor de uso). La residencia y endemismo se obtuvo según Howel y Webb (1995): E: especie endémica, Mi: migratoria de invierno, Mv: migratoria de verano, T: transitoria, en migración, R: residente. La categoría de riesgo según la Norma Oficial (SEMARNAT, 2010): Amenazada (a), Sujeta a protección especial (Pr). Los mecanismos de captura y caza tradicional de las aves, de acuerdo a la información obtenida de los entrevistados, entre los que se encuentran los pajareros, se describen a continuación. Huiton: Se usa una vara larga (2 m) de un árbol de madera flexible para elaborar el arco. En un lado debe ser puntiagudo para poder clavarlo al suelo. Del otro lado de la vara, se amarra un hilo (nailon transparente o negro para que no lo vea el ave) al que le deben colgar dos extremos. Al hilo se le amarra de un extremo un pedacito de madera que sirve a manera de palanca y se usa un gancho para sostenerla. Con el otro extremo del hilo, se hace un círculo a manera de bozal y se pone alrededor de la palanca con el gancho. Por debajo de la palanca se coloca un cebo (plátano o naranja). Finalmente, se hace una especie de corral alrededor de todo lo anterior, cortando ramas delgadas de los árboles. Ochpan (trampas con cola de caballo): Se deja madurar una penca de plátano y alrededor de ésta se junta el pelo del caballo o el cabello de la mujer a manera de enredadera. El ave pasa y se atora ahí. 255

258 Ochpan (trampa tipo corral): Se colocan en forma de triángulo dos varas de tamaño similar. De la parte superior del triángulo, se amarra un hilo de cabello negro y se anuda a manera de bozal, dejándose colgar. Se terminan de colocar varias varas con la misma forma triangular antes y después de donde está el bozal a manera de camino. Se coloca la carnada (granos de maíz o pedacitos de fruta) en forma lineal siguiendo el camino que se hizo. Charpe o resortera: Se usa para aves pequeñas y medianas (5-30 cm), para cazar colibríes (para uso medicinal solamente) o pájaros carpintero (uso alimentario). Carabina o escopeta: Para aves grandes (30 cm en adelante), para gavilanes, zopilotes, búhos. Jaula usada por los pajareros: Se elaboran jaulas especiales con varias cámaras, en una de las cuales se encuentra un ave de la especie que se desea atrapar, la cual sirve para atraer a otra con su canto. Al acercarse la otra ave y ver la carnada que hay en una de las cámaras, entra y queda atrapada. Figura 3. Diversos mecanismos para capturar aves en San Miguel Tzinacapan, Cuetzalan, Puebla. 1) Ochpan tipo corral; 2) Jaula; 3) Huiton. 3a: Aspecto general; 3b: Acercamiento (Fotografías: Mónica Jaimes). 256

259 La captura de las aves que se utilizan como alimento, en general, es oportunista y se realiza durante las faenas en el campo. En el caso de las aves de ornato y compañía, los pajareros planifican su cacería, con el propósito de no dañar al animal utilizan una jaula, la cual colocan en los árboles. Asimismo, se programa la cacería de las aves que se utilizan en el aspecto mágico-religioso (e. g., búhos y gavilanes). DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES Los resultados de este trabajo demuestran que los nahuas de la localidad estudiada tienen un vasto conocimiento de las especies de aves que se encuentran en su entorno, ya que reconocieron a gran parte de las aves que habitan en el área. El número de entrevistas realizadas fue suficiente para recabar información sobre 97 % de las especies que se distribuyen en la localidad, de las cuales los habitantes identificaron 70 % con alguna utilidad. La mayor parte de las aves (de mediano a gran tamaño) pueden usarse eventualmente como alimento por los pobladores, aunque existe un número considerable de especies que están vinculadas con aspectos mágico-religiosos y en la medicina tradicional, destacando el valor de uso de los colibríes, los cuales resultaron las aves que se mencionaron con mayor frecuencia. Diversas especies de estas aves se han encontrado como amuletos de protección y para atraer el amor en la mayoría de los establecimientos de algunos mercados tradicionales del centro de México (Gómez Álvarez et al., 2007; Gómez Álvarez y Reyes Gómez, 2010). Este poder benéfico tiene un origen mítico, debido a que ha existido la creencia de que el animal resucita en la época de lluvia, después de estar colgado de su pico en los árboles durante el invierno, otorgándole por este motivo una vigorosa virtud (Hernández, 1959; Sahagún, 1985). Los búhos, psitácidos y el zopilote aura también se usan frecuentemente en la medicina y la magia. Anteriores estudios en Oaxaca y Michoacán han registrado que el zopilote es útil como remedio para la locura y el retraso mental; y los loros sirven como inductores del habla, si se frota la boca del niño con la baba del animal (De María y Campos, 1979). Estos datos coinciden con la información recogida en el presente estudio, lo que permite concluir que esta práctica tradicional se encuentra presente en otras localidades del país. Por otro lado, es importante señalar que es preocupante el uso de estas especies que se encuentran protegidas por la Norma Oficial, en particular del colibrí Atthis eloisa, ave endémica, y el perico pechisucio Aratinga nana, protegida. Ésta última utilizada además como ave de or- 257

260 nato y compañía, y sus plumas en las artesanías. También es de llamar la atención el uso de los gavilanes Accipiter bicolor, A. striatus y A cooperi, y del clarín Myadestes unicolor, los cuales son aprovechados para diversos fines. La información registrada en este estudio muestra que las prácticas para capturar a las aves son aquellas que se han venido utilizando tradicionalmente, elaboradas con recursos de su entorno. La caza de las aves aprovechadas como alimento es oportunista, atrapando el ave con la trampa que elaboran en el momento; las aves de ornato y compañía, y aquellas que se usan para aspectos mágico-religiosos son cazadas selectivamente y de manera planificada, tomando en cuenta los sitios donde se pueden encontrar y los hábitos de las aves. Lo anterior demuestra que los habitantes de la comunidad poseen un conocimiento acertado de la biología de las aves, el cual ponen en práctica para seleccionar los lugares donde capturar a las distintas especies. Finalmente, se puede afirmar que en la comunidad las aves representan un recurso importante, las cuales se aprovechan tradicionalmente debido a la presencia de prácticas culturales, que por la preservación de su lengua, se han mantenido. No obstante, es necesario centrar la atención en especies que tienen un uso y manejo frecuentes, la cuales se ubican en alguna categoría de riesgo, y, por lo tanto, es conveniente estudiar el estado de sus poblaciones para la implementación de planes de manejo para su uso sustentable. BIBLIOGRAFÍA AOU (American Ornithologists Union) Check-list of American Birds. 7 a ed. American Ornithologists Union. Allen Press. Lawrence, Kansas, EUA. 829 p. Canseco-Márquez, L., y M. G. Mayén Herpetofauna del municipio de Cuetzalan del Progreso, Puebla. In: A. Ramírez Bautista, L. Canseco Márquez y F. Mendoza Quijano (eds.). Inventario herpefaunístico de México: Avances en el conocimiento de su biodiversidad. Sociedad Herpetológica Mexicana. México. p Challenger, A Utilización y conservación de los ecosistemas terrestres de México: Pasado, presente y futuro. CONABIO, IB, Sierra Madre. México. Chesser, R. T., R. C. Banks, F. K. Barker, C. Cicero, J. L. Dunn, A. W. Kratter, I. J. Lovette, P. C. Rasmussen, J. V. Remsen, J. D. Rising, D. F. Stotz y K. Winker Fifty-fourth supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 130 (3): Cossío-Bayúgar, A Conocimiento y comparación del uso de la fauna silvestre en dos comunidades ejidales del municipio de Hueytamalco, Puebla, México. Tesis de Maestría, INECOL. Xalapa, Veracruz, México. 187 p. 258

261 Cotton, C. M Ethnobotany: Principles and applications. Wiley and Sons. De María y Campos, T Los animales en la medicina tradicional mesoamericana. Anales de Antropología 16: Dos Santos Rodrigues, A Metodología de la investigación etnozoológica. In: E. Medeiros, D. Santos y M. Vargas (coords.). Manual de Etnozoología. Una guía teórico-práctica para investigar la interconexión del ser humano con los animales. Tundra. Valencia, España. p Escalante, P. A., M. Sada y J. Robles Gil Listado de Nombres comunes de las aves de México. CONABIO. México. 32 p. Gómez Álvarez, G., y S. R. Reyes Gómez Los colibríes comercializados como productos medicinales en el Distrito Federal, México. El canto del Centzontle 1 (1): Gómez Álvarez, G., S. R. Reyes Gómez, C. Teutli Solano y R. Valadez Azúa La medicina tradicional prehispánica, vertebrados terrestres y productos medicinales de tres mercados de Valle de México. Etnobiología 5: Goodman, L Snowball Sampling. Annals of Mathematical Statistics 32: Howell, S. N. G., y S. Webb A guide to the birds of Mexico and Northern Central America. Oxford. Nueva York. 851 p. INEGI XIII Censo general de población y vivienda INEGI, México. Molina González, V., Ma. E. Mendoza Carreto, Ma. T. Salazar Peña, R. Tlalpan Hernández, Ma. A. Marín Chongoya y Ma. L. Ramos Díaz La cultura y salud en San Miguel Tzinacapan. In: Paraninfo Digital Monográficos de Investigación de la Salud. Núm. 7. < Navarro Sigüenza, A. G Atlas de las Aves de México: Fase II. Universidad Nacional Autónoma de México. Facultad de Ciencias. Base de datos SNIB-CONA- BIO. Proyecto No. E018 y A002. México. Sahagún, B Historia general de las cosas de Nueva España. Porrúa. México. SEMARNAT Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT Diario Oficial, 30 de diciembre. Sosa, N Las aves: riqueza, diversidad y patrones de distribución espacial. In: A. Velásquez, A. Torres y G. Bocco (comps.). Las enseñanzas de San Juan: Investigación participativa para el manejo integral de los recursos naturales. Instituto Nacional de Ecología. México. p Toledo, V., P. Alarcón-Chaires, P. Moguel, M. Olivo, A. Cabrera, E. Leyequien y A. Rodríguez-Aldabe Biodiversidad y pueblos indios en México y Centroamérica. Biodiversitas 7 (43):

262

263 González Romo, C.E., H.A. Garza Torres, E. Padrón Serrano, R. Jiménez Ramírez y E. Berrones Benítez Las aves de El Cielo: Etnobiología y observación de la naturaleza para su conservación en un área natural protegida de Tamaulipas, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p LAS AVES DE EL CIELO: ETNOBIOLOGÍA Y OBSERVACIÓN DE LA NATURALEZA PARA SU CONSERVACIÓN EN UNA ÁREA NATURAL PROTEGIDA DE TAMAULIPAS, MÉXICO claudia e. gonzález romo, héctor a. garza torres, eduardo padrón serrano, ricardo jiménez ramírez y esteban berrones benítez INTRODUCCIÓN Aves de El Cielo es un proyecto innovador iniciado a principios de 2003 financiado por el Neotropical Migratory Bird Conservation Act y el Servicio de Caza y Pesca de los Estados Unidos (NMBCA/USFWS) por dos años, que cataliza el proceso de más de 15 años de trabajo en desarrollo comunitario sustentable en la Reserva de la Biosfera El Cielo (RBEC), uniendo este proceso al de conservación de hábitats propicios para la conservación de aves migratorias neotropicales, a través del Programa Organízate! (Organización Comunitaria y Capacitación para la Conservación y la Gestión Ambiental en la Reserva de la Biosfera El Cielo). El Programa Organízate!, actualmente coordinado por Terra Nostra, A. C., ha integrado siete grupos organizados de trabajo (cooperativas campesinas) en cinco comunidades de la Reserva (Medellín y Guerrero, 2005, 2006). El propósito fundamental del proyecto fue aminorar las principales amenazas sobre los hábitats críticos para las aves terrestres migratorias neotropicales de la RBEC al proteger a perpetuidad cerca de ha, a través de una Reserva Campesina (servidumbre ecológica) dentro de la RBEC al integrar a comunidades rurales en la conservación, a través de estrategias de desarrollo sustentable como promoción del aviturismo; el desarrollo de investigación básica y etnobiológica acerca del estado actual de las poblaciones de las aves neotropicales en El Cielo utilizando a las aves para el desarrollo de las comunidades rurales locales, a través de la elaboración del Programa Comunitario de Conservación para Aves Neotropicales en El Cielo (Medellín y Guerrero, 2005; Medellín et al., 2005a, 2005b).

264 La riqueza avifaunística de Tamaulipas se ha dado a conocer principalmente por los trabajos de Richmond (1895, 1900), Argüelles (1910), Eaton y Edwards (1947), Mayfield (1948), Sutton et al. (1950), Saunders (1953), Zimmerman (1957), Sutton (1960), Olson (1978), Hedges (1990), y especialmente para la Reserva de la Biosfera El Cielo resaltan los trabajos de Phillips (1911), Sutton y Pettingill (1942), Webster (1974), Gehlbach et al. (1976), Gram y Faaborg (1997) y Gram (1997). De estos trabajos, los estudios ecológicos de Gram y Faaborg (1997) y Gram (1997) presentan un panorama de la diversidad de aves migratorias con respecto a los diferentes hábitats de la reserva, denotando la gran importancia de El Cielo para la migración y conservación de las aves especialmente en temporada invernal. Por su parte, Garza-Torres (2005) compila la información existente en las publicaciones antes citadas y presenta resultados de su trabajo en diferentes proyectos desde 1995 al 2005, encontrando que la riqueza avifaunística de esta reserva comprende un total de 386 especies de aves. No obstante la existencia de un importante número contribuciones científicas, que denotan y resaltan la importancia biológica de dicha reserva para las aves, no existen trabajos etnobiológicos sobre el estudio del conocimiento local de las aves de El Cielo, por lo cual consideramos que la presente investigación es el primer estudio etno-ornitológico que se lleva a cabo en Tamaulipas y por ende en la RBEC. Este estudio ha permitido detonar la formación de un grupo local campesino capacitado en el aprendizaje de aspectos que reúnen tanto conocimiento local como técnico de nombres locales en español, en inglés y científicos, para la interpretación ambiental y el aviturismo, como instrumento de conservación y difusión de aves neotropicales migratorias. El grupo de guías de aves durante el proceso de capacitación empleó guías en inglés para el proceso de aprendizaje en la observación de aves, del uso de éstas se retomó la taxonomía, los nombres científicos con sus descripciones ornitológicas y los nombres comunes en inglés, excepto con la guía de Peterson y Chaliff (1989) que se encuentra en español. Sin formar parte de los objetivos de Aves de El Cielo, a iniciativa del grupo, se propuso elaborar una guía (con aquellas especies que son más buscadas por los observadores, que les gustaran o que fueran carismáticas), como un producto del nuevo aprendizaje. Este estudio presenta parte de los resultados generados de la investigación ornitológica y etnobiológica, donde la observación de la naturaleza, en este caso el aviturismo y la Etnobiología, coadyuva al servicio de la conservación de las aves residentes y migratorias y sus hábitats en la RBEC. 262

265 MÉTODO La Reserva de la Biosfera El Cielo, decretada en 1985 por gestiones del gobierno del estado de Tamaulipas, forma parte de la Red de Reservas de la Biosfera MAB-UNESCO. Comprende ha, en su mayor parte ejidal, en la ecorregión de la Sierra Madre Oriental. Es una zona reconocida mundialmente por su vasta riqueza biológica, su alto grado de endemismo y por la presencia de distintos ecosistemas entre los que destacan el bosque mesófilo de montaña más norteño del país. El Cielo se localiza en la porción sur de Tamaulipas y abarca varias vertientes de la Sierra Madre Oriental, en la zona conocida como Sierra de Cucharas. Comprende los municipios de Gómez Farías (15 %), Jaumave (56 %), Llera (12 %) y Ocampo (16 %). Sus coordenadas son de latitud norte y de longitud oeste, con altitudes que varían desde 300 hasta msnm (Figura 1). Figura 1. Localización de la Reserva de la Biosfera El Cielo. 263

266 Tanto la orografía, como la altitud y la cercanía del Golfo de México hacen que esta zona sea una barrera natural para los vientos húmedos que llegan del este y del sureste, descargando aquí su humedad en forma de lluvia o niebla. De ahí que la humedad relativa en el bosque mesófilo sea muy elevada todo el año (más de 90 %). Existen por lo menos tres tipos de climas principales. Entre 300 y 800 msnm de altitud existe un clima cálido-subhúmedo con estación seca media (5-6 meses). La temperatura media del mes más frío es mayor de 18 C y la precipitación anual entre y mm (CONABIO, 1995). El Cielo es un inmenso reservorio de riqueza biológica donde además de albergar un gran número de especies actúa como un filtro natural que abastece de agua a las planicies agrícolas del sur de Tamaulipas (Sánchez-Ramos et al., 2005). El Cielo es una reserva de significativa importancia para la conservación de las aves a nivel mundial, regional y subregional. Está ubicado en la línea invisible del Trópico de Cáncer un excelente punto de entrada a la avifauna neotropical del noreste de México por lo que es muy popular para los observadores de aves y ornitólogos. Los gradientes altitudinales varían desde 100 a msnm, albergando bosques templados, bosques de niebla, matorrales, zonas riparias y pastizales. Se utilizaron métodos tanto de enfoque taxonómico como de Etnobiología para llevar a cabo este estudio. Desde la perspectiva taxonómica, con la finalidad de realizar el arreglo filogenético de las especies y sus órdenes jerárquicos se siguieron los criterios del American Ornithologists Union (AOU, 1998, 2000) y en los suplementos de Banks et al. (2002, 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008) y en Chesser et al. (2009, 2010, 2011 y 2013). Desde la perspectiva etnobiológica se trabajó con el grupo de siete guías de aves campesinos e intérpretes ambientales en diferentes épocas (noviembre 2003, marzo-abril 2004, mayo 2009) en las que se realizaron tres talleres etnobiológicos adaptando el método del banco de la memoria oral memory banking (Nazarea, 1998) se socializa (comparte) el conocimiento de las aves, que los expertos locales (guías de aviturismo, hombres, mujeres, adultos y niños) tienen de las aves en su comunidad. Este método tiene tres aspectos: la observación participante y la evaluación participativa, la reconstrucción (historias de vida y tipificación de conocedores locales colaboradores) y la sistematización (jerarquización y verificación) del conocimiento acerca de las aves mediante observación en campo, en listados (checklist), fichas, identificación de fotografías, mapeo de presencia y entrevistas con un enfoque de Etno-ornitología. 264

267 Con el objeto de documentar el conocimiento de los expertos locales se exploró y registró lo siguiente: Con respecto al inventario ornitológico, se utilizaron como referencia los listados previamente elaborados y compilados por Héctor A. Garza (datos personales) y la de los guías de aviturismo. Además de las guías de National Geographic (1987), Howell y Webb (1995) y Peterson y Chalif (1989). Identificado las zonas de distribución de aves por tipos de comunidad vegetal y/o parajes o paisajes, nombres comunes locales, los usos, y las leyendas o historias asociadas a las aves. El procedimiento fue realizado en diferentes etapas, considerando cuatro aspectos como se describe a continuación. OBSERVACIÓN DE ESPECÍMENES ETAPA EN CAMPO En campo se utilizaron redes de captura-recaptura, se empleó una checklist para la verificación e identificación de especímenes en los diferentes hábitats y más tarde se describieron aquellas especies nuevas que el día anterior no se habían registrado o que faltaban de enlistar. ETAPA DE GABINETE EN TALLERES Con el uso de fichas, se le pidió a cada colaborador anotar las especies de aves que conocía identificando diversas características: estadío, sexo, nombre común y en inglés, descripción de colores y características, cómo lo distingue, hábitos, comportamiento, preferencias, hábitats, estacionalidad o épocas cuando se observa, etc. OBSERVACIÓN PARTICIPANTE PRELIMINAR Y EVALUACIÓN RÁPIDA Se trabajaron aspectos acerca de las aves que llegan ( cuándo?, durante qué tiempo se quedan?, cuándo se van?, si siempre regresan?, si las cantidades que perciben cambian?, por qué es así?, qué especies considera para comerse?, para adorno?, para observarlas?). Acerca de la información de la diversidad de aves se manejaron aspectos sobre cómo distinguen las diferencias, agrupan, desagrupan, sonidos y/o cantos, colores, siluetas y vuelo. DIAGRAMACIÓN DESDE LA MEMORIA ORAL (CONOCIMIENTO) En esta etapa, a cada colaborador se le pidió que dibujara e iluminara las aves que conocía y recordaba, además, que las describiera en forma escrita, resaltando sus atributos esenciales (colores, forma de ala y pico, si tiene manchitas y en dónde, etcétera). No se buscaba exactitud, sino 265

268 que los participantes recordaran especies de aves particulares, raras, escasas o migratorias. Para conocer el sistema de clasificación local se mostró a cada participante un catálogo fotográfico con 75 especies de aves neotropicales migratorias y residentes carismáticas, elaborado ex profeso. Con este ejercicio se buscó conocer cómo cada uno de los expertos locales agrupa en diferentes conjuntos las especies. RESULTADOS Y DISCUSIÓN La RBEC representa tan sólo 7 % del territorio tamaulipeco, sin embargo, es un sitio de alta diversidad a nivel estatal y nacional. Alberga 386 especies de aves, lo cual representa 72 % de las especies de aves conocidas para Tamaulipas y más del 36 % de lo registrado para México, siendo el 40 % aves neotropicales migratorias. Bajo este contexto se denota la gran relevancia de dicha reserva (Garza, 2005). Se conformó el Grupo de Guías de Aves de El Cielo e intérpretes ambientales con siete miembros locales prestadores de aviturismo, el cual fue uno de los grupos focales de colaboración. Se elaboró un diagnóstico de la comunidad de Alta Cima en sus aspectos biológicos, ecológicos, histórico-culturales y socioeconómicos, que sirvieron para el fundamento legal de establecimiento de la Reserva Campesina de Alta Cima (Medellín et al., 2005a, 2005b). ETAPA DE GABINETE DE TALLERES El grupo de trabajo desarrolló fichas de identificación de aves, con información de las características de cada especie, de acuerdo al conocimiento local campesino y sus nombres locales. Durante el proceso, fueron identificados y anotados sus nombres científicos en un listado, así como sus nombres en inglés. En la etapa de campo y gabinete de la observación de especímenes, como resultado de las fichas a nivel individual, se compilaron 86 especies de aves, las cuales se agrupan en 14 órdenes y 34 familias (Anexo 1). De este total 60.4 % tuvieron una mención del total de las especies y 39.5 % tuvieron más de una mención. De las nombradas más de una vez, 24.2 % de las especies fueron dos veces mencionadas por los participantes; 7.7 %, tres veces; 5.5 %, cuatro veces y 2.2 % fueron mencionadas por cinco participantes (Figura 2). Durante el desarrollo de los talleres se lograron registrar 35 nuevos nombres locales, asignados a la misma cantidad de especies, los cuales fueron cotejados con los trabajos de Birkenstein y Tomlinson (1981), 266

269 70 60 Especies Proporción PROPORCION DE ESPECIES ESPECIES DE AVES NÚMERO DE MENCIONES 0 Figura 2. Jerarquización de especies de aves de El Cielo, número de menciones por guía campesino de aves, número de especies mencionadas y porcentaje de especies. Escalante y Patten (2000) y Vreugdenhil (1992). Estas 35 especies se agrupan en 11 órdenes y 19 familias (Anexo 2). Respecto a la observación participante preliminar y evaluación rápida, derivada del listado en campo y de las fichas en gabinete, se mencionó expresamente que 28 taxa tenían atributos de uso (Cuadro 1): 28 % son aves migratorias, 18 % son de canto, 14 % para consumo (práctica en desuso), 11 % son de ornato, para observación y aves que avisan el estado del tiempo y el 7% son aves que avisan el peligro. Cuadro 1. Uso de las aves en las localidades de estudio en la Reserva de la Biosfera El Cielo, Tamaulipas Especie NOMBRE ESPAÑOL NOMBRE INGLÉS USO Crypturellus cinnamomeus Boncha Thicket Tinamou Co Ortalis vetula Chachalaca Plain Chachalaca All, Ap Penelope purpuracens Ajol Crested Guan Co Crax rubra Faisán Great Curasaw Co Dactylortyx thoracicus Pollito codorniz Singing Quail Co Columbina inca Conguita Inca Dove Co 267

270 Trogon elegans Coa lomas bajo o Elegant Trogon Ob pájaro bandera Trogon mexicanus Coa o pájaro Mountain Trogon Ob bandera Herpetotheres cachinnans Gavilán vaquero Laughing Falcon Ac Falco sparverius Hielero o titicha American Kestrel Ac, M Contopus virens Copetoncito o Eastern wood M tengo frío Pewee Vireo flavoviridis Pirringa amarilla Yellow-green M vireo Cyclaris gujanensis Cejirrufo Rufous-browed Or Peppershrike Cyanocorax yncas Chara verde Green Jay Ap Myadestes occidentalis Jilguero gris Brown-backed Ca solitaire Turdus grayi Primavera Clay-colored Ca Robin Turdus migratorus Cholona American Robin M Melanotis caerulescens Mulato Blue mockinbird Or Mimus polyglottos Chincho o cenzontle Northern Mockingbird Ca, M, Or Ptilogonys cinereus Capulinero copetón Gray-Silky Flycatcher M Rhodothraupis celaeno Cuellirufo Crimson collared Ca, Ob Grossbeak Dives dives Tordo negro Melodious Ca mediano Blackbird Icterus graduacauda Calandria gritona Audubon s oriole M Euphonia elegantissima Eufonia elegante Elegant euphonia M All: Ac: Avisa cambios de estado de tiempo climático; Ap: Avisa peligro; Ca: Canto; Co: Consumo; M: Migratoria; Ob: Buscada por observadores; Or: Ornato Las aves que avisan el peligro, por ejemplo, cuando detectan una víbora, en el caso de Cyanocorax yncas y Ortalis vetula que suelen estar en grupos. Esta última especie junto con Herpetotheres cachinnans y Falco sparverius son aves que son consideradas que avisan cuando el tiempo va a cambiar, anuncian nortes, frentes fríos, de hecho ésta última es una especie migratoria que llega en octubre. Si vuela el vaquero (Micrastur semitorquatus) y se posa en las montañas, es que va a helar o hará mucho frío; en el caso de la chachalaca, puede tener canto de aviso cuando va a llover, pero también cuando el tiempo se despeja. 268

271 Desde que la reserva se estableció y con la creciente preocupación por conservar a las aves, la mayoría de los habitantes de El Cielo ha dejado de consumirlas. Además, Crax rubra se considera una especie amenazada (SEMARNAT, 2010). La aves de canto hermoso, de ornato y de observación son categorías complementarias, así como las migratorias, especies como Mimus polyglottos y Falco sparverius son dos especies importantes. DIAGRAMACIÓN DESDE LA MEMORIA ORAL (CONOCIMIENTO) El uso del catálogo de 75 especies de aves en fotografía, para hacer identificación de especímenes, se trabajó de forma individual y en pares, llegando a identificarse 16 categorías de clasificación de las especies del catálogo, las cuales fueron consensuadas con la clasificación taxonómica ornitológica. Todas las categorías fueron consistentes con la clasificación, aunque en la categoría Carpinteros y Trepatroncos agruparon a las familias Picidae y Dendrocolaptidae y en la categoría Chipes a las familias Parulidae y Vireonidae (Cuadro 2). Cuadro 2. Clasificación Campesina Consensuada de Aves de la Reserva de la Biosfera El Cielo, Tamaulipas CLASIFICACIÓN LOCAL CONSENSUADA CLASIFICACIÓN ORNITOLÓGICA Rapaces Accipitridae y Falconidae Aves acuáticas Ardeidae Aves nocturnas Strigidae Loros y guacamayas Psittacidae Palomas Columbidae Garrapateros Cuculidae Pájaros banderas Trogonidae Colibrí Trochilidae Carpinteros y trepatroncos Picidae y Dendrocolaptidae Mosqueros Tyrannidae Trogloditas Troglodytidae Zorzales y primaveras Turdidae Chipes Parulidae y Vireonidae Pico gruesos Cardinalidae Gorriones Emberizidae Eufonias Thraupidae 269

272 Derivado de este ejercicio, basado en el conocimiento local previo a los talleres, en nombrar las aves por nombre común y en el proceso de aprendizaje de uso de guías de aves (en inglés), utilizando nombres científicos y nombres en inglés, se identificaron cuatro tipologías de conocimiento (Cuadro 3). Cuadro 3. Tipologías de conocimiento local de los guías campesinos TIPO CARACTERISTICAS 1 Tiene conocimiento técnico ornitológico con manejo de nombres comunes en español e inglés, Conocimiento campesino previo (1 persona) 2 Conocimiento campesino previo, incorporación de algo de conocimiento técnico ornitológico, nombres comunes español e inglés (2 personas) 3 Conocimiento campesino previo a ordenación, incorporación de algo de conocimiento técnico ornitológico, nombres comunes español e inglés. Conocimiento auditivo de las especies, diferenciando el tipo de canto o llamado (2 personas) 4 Únicamente conocimiento campesino previo, con manejo de nombres comunes en español (2 personas) Los guías campesinos durante los distintos talleres mostraron un avance en la incorporación de nuevo conocimiento técnico-científico, al aprender los nombres científicos, los nombres aceptados en inglés y el uso de guías. Donde la necesidad de tener unos cursos muy básicos en inglés ha sido parte fundamental para su desarrollo como guías e intérpretes ambientales en la actividad de observación de aves. Un aspecto que para ellos también es muy importante es aprender el estado de conservación de las aves. Entre las especies que reconocen, Micrastur sermitorquatus, Catharus mexicanus, Myadestes occidentalis, Crypturellus cinnamomeus, Dactylortyx thoracicus, Melanotis caerulescens son especies en protección especial y en peligro de extinción Amazona viridigenalis y Cairina moschata, mientras que Crax rubra, Penelope purpurascens, Pionus senilis y Aratinga holochlora son consideradas especies en estado de amenaza en la NOM-059-SE- MARNAT-2010 (Anexo 1). CONCLUSIONES Los campesinos son menores de 40 años, todos han nacido y habitan permanentemente en las localidades de estudio, son los depositarios 270

273 de un sistema taxonómico y de nombres de por lo menos 82 especies de aves, lo cual les permite identificar (por observación y en un caso por canto) y nombrar en español, inglés y por nombre científico a las aves residentes y migratorias neotropicales; tanto en la interpretación ambiental como en la observación de aves para su conservación y conocimiento local. El conocimiento tradicional y el aprovechamiento sobre la avifauna de los campesinos de la RBEC se han mantenido y actualmente se refuerza y trasmite por medio de las actividades de conservación y aviturismo, dado que las comunidades de dicha reserva han tomado el papel de custodios de la conservación de las aves y su hábitat. Por otra parte, el establecimiento de la Reserva Campesina de Alta Cima ha permitido establecer un área de servidumbre ecológica de ha de protección para la avifauna, al mismo tiempo se lleva a cabo la implementación de estrategias para el aprovechamiento sustentable de sus recursos, como en el caso del ecoturismo. Dicha comunidad es, sin duda, un ejemplo exitoso de conservación y desarrollo comunitario en Tamaulipas. Finalmente, la importancia de revalorizar el conocimiento tradicional de las comunidades e integrar nuevos conocimientos (técnico-científico) han permitido el desarrollo de las comunidades y de nuevas actividades productivas (turismo de naturaleza campesino), las cuales han traspasado la barrera del idioma español, al difundirlo por medio de una Guía del Conocimiento Local de las aves del Cielo. AGRADECIMIENTOS Formó parte del proyecto Aves de El Cielo auspiciado y financiado por el USFWS-NMBCA (United States Fish and Wildlife Service, Neotropical Migratory Conservation Act), Pronatura Noreste, A. C., Instituto de Ecología y Alimentos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Asociación de Promotores Campesino de la Reserva. Otra parte fundamental provino del financiamiento de programa MoSI y The Nature Conservancy. Un agradecimiento especial al Grupo Cooperativa de Mujeres Campesinas La Fe y Grupo Hotel El Pino que facilitaron el desarrollo del trabajo durante nuestra estancia. Asimismo, a la M. C. Tina Lerner y al M. C. Sergio Medellín por la asistencia en uno de los talleres, al Ing. C. A. Rafael Martínez, al Biól. Pedro Luis Muciño, al Biól. Gilberto Herrera Patiño por la asistencia en campo y gabinete. 271

274 BIBLIOGRAFÍA AOU (American Ornithologists Union) Check-list of American Birds. 7 a ed. American Ornithologists Union. Allen Press. Lawrence, Kansas, EUA. 829 p. AOU Forty-second supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 117 (3): Argüelles, A. J Reseña del estado de Tamaulipas. Oficina Tipográfica del Gobierno del Estado. México. p Banks, R. C., C. Cicero, J. L. Dunn, A. W. Kratter, P. C. Rasmussen, J. V. Remsen, J. D. Rising y D. F. Stotz Forty-third supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 119 (3): Banks, R. C., C. Cicero, J. L. Dunn, A. W. Kratter, P. C. Rasmussen, J. V. Remsen, Jr., J. D. Rissing y D. F. Stotz Forty-fourth supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 121 (3): Banks, R. C., C. Cicero, J. L. Dunn, A. W. Kratter, P. C. Rasmussen, J. V. Remsen, Jr., J. D. Rissing y D. F. Stotz Forty-fifth supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 121 (3): Banks, R. C., C. Cicero, J. L. Dunn, A. W. Kratter, P. C. Rasmussen, J. V. Remsen, Jr., J. D. Rissing y D. F. Stotz Forty-sixth supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 122 (3): Banks, R. C., C. Cicero, J. L. Dunn, A. W. Kratter, P. C. Rasmussen, J. V. Remsen, Jr., J. D. Rissing y D. F. Stotz Forty-seventh supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 123 (3): Banks, R. C., R. T. Chesser, C. Cicero, J. L. Dunn, A. W. Kratter, I. J. Lovette, P. C. Rasmussen, J. V. Remsen, Jr., J. D. Rissing y D. F. Stotz Forty-eighth supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 124 (3): Banks, R. C., R. T. Chesser, C. Cicero, J. L. Dunn, A. W. Kratter, I. J. Lovette, P. C. Rasmussen, J. V. Remsen, Jr., J. D. Rising, D. F. Stotz y K. Winker Forty-ninth supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 125 (3): Birkenstein, L. R., y R.E. Tomlinson Native Names of Mexican birds. USFWS. U. S. Department of the Interior. Resource publication p. Chesser, R. T., R. C. Banks, F. K. Barker, C. Cicero, J. L. Dunn, A. W. Kratter, I. J. Lovette, P. C. Rasmussen, J. V. Remsen, J. D. Rising, D. F. Stotz y K. Winker Fiftieth Supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 126 (3): Chesser, R. T., R. C. Banks, F. K. Barker, C. Cicero, J. L. Dunn, A. W. Kratter, I. J. Lovette, P. C. Rasmussen, J. V. Remsen, J. D. Rising, D. F. Stotz y K. Winker Fifty-first supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 127 (3):

275 Chesser, R. T., R. C. Banks, F. K. Barker, C. Cicero, J. L. Dunn, A. W. Kratter, I. J. Lovette, P. C. Rasmussen, J. V. Remsen, J. D. Rising, D. F. Stotz y K. Winker Fifty-second supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 128 (3): Chesser, R. T., R. C. Banks, F. K. Barker, C. Cicero, J. L. Dunn, A. W. Kratter, I. J. Lovette, P. C. Rasmussen, J. V. Remsen, J. D. Rising, D. F. Stotz y K. Winker Fifty-fourth supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 130 (3): CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad) Atlas de Reservas de la Biosfera y otras áreas naturales protegidas. Instituto Nacional de Ecología, SEMARNAP. México. 120 p. Eaton, S. W., y E.P. Edwards The Mangrove Cuckoo in interior Tamaulipas, Mexico. Wilson Bull 59 (2): Escalante, P., y M. A. Patten Listado de nombres comunes de las aves de México. 25 p. [Consulta: 10-enero-2012] < zoo_08/cnav/archivos/ listado.pdf>. Garza Torres, H. A Aves de la Reserva de la Biosfera El Cielo. Biotam Edición Especial: Gehlbach, F. R, D. O. Dillon, H. L. Harrell, S. E. Kennedy y K. R. Wilson Avifauna of the Rio Corona, Tamaulipas, Mexico: northeastern limit of the tropics. The Auk 93 (1): Gram, W. K Winter participation by Neotropical migrant and resident birds in mixed-species flocks in northeastern Mexico. The Condor 100: Gram, W.K., y J. Faaborg The distribution of Neotropical migrant birds wintering in the El Cielo biosphere reserve, Tamaulipas, México. The Condor 99: Hedges, H Gómez Farías, Tamaulipas, México. Amer. Birds 44 (4): Howell, S. N. G., y S. Webb A guide to the birds of Mexico and Northern Central America. Oxford University Press. Nueva York. 851 p. Mayfiel, H. F Boat-billet heron in central Tamaulipas, Mexico. The Condor 50: 228. Medellín, S., C. Reséndiz, C. E. González Romo, H. A. Garza Torres, J. L. Mora L., J. L. Lacaille y O. Herrera. 2005a. Bases para el establecimiento de la Reserva Campesina de Alta Cima, Reserva de la Biosfera El Cielo. Pronatura Noreste, Instituto de Ecología y Alimentos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y Asociación de Promotores Campesinos de la Reserva de la Biosfera El Cielo, Proyecto Aves de El Cielo, apoyado por Neotropical Bird Conservation Act (U.S. Fish & Wildlife Service y The Nature Conservancy). Medellín, S., C. Reséndiz, C. E. González Romo, H. A. Garza Torres y J. L. López Mora. 2005b. Programa de Manejo de la Reserva Campesina de Alta Cima, Reserva de la Biosfera El Cielo. Pronatura Noreste, Instituto de Ecología y Alimentos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y Asociación de Promotores Campesinos de la Reserva de la Biosfera El Cielo, Proyecto Aves de El Cielo, apoyado por Neotropical Bird Conservation Act (U.S. Fish & Wildlife Service y The Nature Conservancy). 273

276 Medellín, S., y E. Guerrero Conservación Endógena Campesina en la Reserva de la Biosfera El Cielo, Tamaulipas, México. Biotam Edición Especial: Medellín, S., y E. Guerrero Conservación campesina en El Cielo. La Jornada Ecológica, edición especial enero. National Geographic Society Field guide to the birds of North America. Nat. Geog. Soc. Washington, D.C. 464 p. Nazarea, V. D Cultural Memory and Biodiversity. University of Arizona Press. Tucson. p Olson, S. L Greater Ani (Crotophaga major) in Mexico. The Auk 95 (4): Peterson, R. T., y E. L. Chalif Aves de México. Guía de campo. Diana. México. Peterson, R. T., y E. L. Chalif A Field guide to Mexican birds. Houghton Mifflin. Boston, USA. 298 p. Phillips, J. C A year s collecting in the state of Tamaulipas. The Auk 28: Richmond, C. W Partial list of birds collected at Altamira, México, by Mr. Frank B. Armstrong. Proc. U.S. Natl. Mus. 18: Richmond, C. W Description of the new bird of the genus Dendrornis. Proc. U.S. Natl. Mus. 22: Sánchez-Ramos, G Reserva de la Biosfera El Cielo, un patrimonio de la humanidad. DUMAC 16 (3): Sánchez Ramos, G., P. Reyes-Castillo y R. Dirzo Historia natural de la reserva de la biosfera El Cielo, Tamaulipas, México. Universidad Autónoma de Tamaulipas. México. Saunders, G. B The Tule Goose (Anser albifrons gambelli), Blue Goose (Chen caerulescens) and Mottle Duck (Anas fulvigula maculosa) added to the list of the birds of Mexico. The Auk 70 (1): SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT Diario Oficial de la Federación, jueves 30 de diciembre. 78 p. Sutton, G. M Semipalmated sandpiper and western sandpiper in Tamaulipas. The Auk 77: 83. Sutton, G. M., R. B. Lea y E. P. Edwards Notes on the ranges and breeding habits of certain Mexican birds. Bird Banding 21 (2): Sutton, G. M., y O. S. Pettingill, Jr Birds of the Gomez Farias region, southwestern Tamaulipas. The Auk 59: Vreugdenhil, D Checklist of Birds of Tamaulipas. Aves de Tamaulipas. World Institute for Conservation and Environment, WICE. [Consulta: 12-enero-2012] < Webster, F. S, Jr Resident birds of the Gomez Farias region, Tamaulipas, México. American birds 28: Zimmerman, D. A Notes on Tamaulipas birds. Wilson Bull 69 (3):

277 Anexo 1. Listado filogenético de aves reconocidas por campesinos de la Reserva de la Biósfera El Cielo, Tamaulipas ESTADO ORDEN NOMBRE EN DE CON- Familia NOMBRE LOCAL INGLÉS SERVA- Especie CIÓN TINAMIFORMES Tinamidae Crypturellus cinnamomeus Tinamu, boncha, gallinita de monte o coquena. Thicket Tinamou ANSERIFORMES Anatidae Cairina moschata Pato negro Muscovy Duck P GALLIFORMES Cracidae Ortalis vetula Chachalaca Plain Chachalaca Penelope purpurascens Ajol Crested Guan A Crax rubra Faisán real Great Curassow A Odontophoridae Dactylortyx thoracicus Pollito codorniz Singing Quail Pr ACCIPITRIFORMES Cathartidae Coragyps atratus Zopilote Black Vulture Cathartes aura Zopilote o aura Turkey Vulture Accipitridae Buteo magnirostris Aguililla gritona Roadside Hawk Buteo nitidus Gavilán gris Gray Hawk COLUMBIFORMES Columbidae Patagioenas flavirostris Paloma morada Red-billed Pigeon Columbina inca Congüita Inca Dove Columbina passerina Tortolita, congita. Common Ground- Dove Leptotila verreauxi Paloma huilota o arrollera White-tipped Dove CUCULIFORMES Cuculidae Piaya cayana Geococcyx californianus Crotophaga sulcirostris Cichalaquillo, pájaro ardilla o chachalaco Correcaminos o faisanito viborero Pijuy o pájaro garrapatero Squirrel Cuckoo Greater Roadrunner Groove-billed Ani Pr 275

278 STRIGIFORMES Strigidae Glaucidium brasilianum Tecolotito Ferruginous Pygmy-Owl Ciccaba virgata Tecolote grande Mottled Owl CAPRIMULGIFORMES Caprimulgidae Antrostomus salvini Cucurrín Tawny-collared Nightjar APODIFORMES Apodidae Chaetura vauxi Golondrina Vaux s Swift Trochilidae Atthis heloisa Avioncito Bumblebee Hummingbird Campylopterus curvipennis Colibrí grande Wedge-tailed Sabrewing Amazilia cyanocephala Amazilia serrana Azure-crowned Hummingbird TROGONIFORMES Trogonidae Trogon elegans Coa de lomas bajo Elegant Trogon Trogon mexicanus Coa o pájaro bandera Mountain Trogon CORACIIFORMES Momotidae Momotus momota 276 Pájaro reloj, pájaro perro o momoto Blue-crowned Motmot Alcedinidae Megaceryle alcyon Martín pescador Belted Kingfisher PICIFORMES Picidae Melanerpes formicivorus Chica Acorn Woodpecker Melanerpes aurifrons Carpintero Golden-fronted Woodpecker Colaptes rubiginosus Carpintero verde Golden-olive Woodpecker Campephilus guatemalensis Pico marfil Pale-billed Woodpecker FALCONIFORMES Falconidae Herpetotheres cachinnans Gavilán vaquero Laughing Falcon Micrastur semitorquatus Vaquero Collared Forest- Falcon Pr Pr

279 Caracara cheriway Carroñero o cara Crested Caracara cara común Falco sparverius Hielero, titichá o American Kestrel gavilancillo Falco rufigularis Gavilán Bat Falcon PSITTACIFORMES Psittacidae Aratinga holochlora Catalina Green Parakeet A Pionus senilis Viejito White-crowned A Parrot Amazona viridigenalis Loro cabeza roja Red-crowned P Parrot Amazona autumnalis Cotorra cachete Red-lored Parrot amarillo PASSERIFORMES Thamnophilidae Thamnophilus doliatus Hormiguero Barred Antshrike Furnariidae Sittasomus griseicapillus Trepador, trepador cafecito o trepador pequeño Olivaceous Woodcreeper Tyrannidae Contopus pertinax Tengo frío Greater Pewee Contopus virens Copetoncito Eastern Wood- Pewee Pyrocephalus rubinus Mosquerito o mosquerito rojo Vermilion Flycatcher Myiarchus tuberculifer Canta triste, canto triste o Luisito canta triste Dusky-capped Flycatcher Pitangus sulphuratus Luises o turrios Great Kiskadee Megarynchus pitangua Luis o turrios Boat-billed Flycatcher Myiozetetes similis Luis o turrios Social Flycatcher Tyrannus couchii Luisito gris Couch s Kingbird Tyrannus vociferans Colmenero o luisito gris Cassin s Kingbird Tityridae Tityra semifasciata Compadres o puerquitos Masked Tityra Vireonidae Vireo flavoviridis Vireo amarillo Yellow-green Vireo Cyclarhis gujanensis Cejirufo Rufous-browed Peppershrike 277

280 Corvidae Psilorhinus morio Papan Brown Jay Cyanocorax yncas Chara verde o Green Jay calandria verde Aphelocoma wollweberi Chuin Mexican Jay Corvus corax Cuervo ronco Common Raven Troglodytidae Catherpes mexicanus Pájaro cuevero, troglodita saltapared o troglodita Canyon Wren Thryothorus ludovicianus Troglodita café Carolina Wren Pheugopedius maculipectus Pajarito matorralero o troglodita matorralero Spot-breasted Wren Regulidae Regulus calendula Chajarita Ruby-crowned Kinglet Turdidae Myadestes occidentalis Jilguero gris Brown-backed Solitaire Catharus mexicanus Tortillita con chile Black-headed Nightingale-Thrush Catharus guttatus Pata seca Hermit Thrush Turdus grayi Primavera Clay-colored Thrush Turdus assimilis Primavera de White-throated montaña Thrush Turdus migratorius Cholona American Robin Mimidae Melanotis caerulescens Mulato o mulato Blue Mockingbird común Toxostoma longirostre Cuitlacoche o Long-billed pitacoche maicero Thrasher Mimus polyglottos Ptilogonatidae Ptilogonys cinereus Chincho o cenzontle Capulinero o capulinero gris Northern Mockingbird Gray Silkyflycatcher Parulidae Mniotilta varia Chipe rayado Black-and-white Warbler Setophaga townsendi Pirringa rayada Townsend's Warbler Setophaga pitiayumi Chipe gritón Tropical Parula Pr 278

281 Basileuterus lachrymosus Pavito roquero Fan-tailed Warbler Cardellina pusilla Chipe pequeño o Wilson s Warbler chipe coroninegro Thraupidae Thraupis abbas Tangara aliamarilla Yellow-winged Tanager Emberizidae Saltator atriceps Pájaro gritón Black-headed Saltator Arremonops rufivirgatus Pajarito café Olive Sparrow Atlapetes pileatus Pedorrito Rufous-capped Brush-Finch Cardinalidae Piranga rubra Tangara roja Summer Tanager Piranga leucoptera Tangara aliblanca White-winged Tanager Rhodothraupis celaeno Cuellirufo o pico grueso Crimson-collared Grosbeak Pheucticus ludovicianus Pájaro bolero Rose-breasted Grosbeak Pheucticus melanocephalus Picogrueso migratorio Black-headed Grosbeak Passerina cyanea Pájaro azul Indigo Bunting Icteridae Dives dives Tordo negro mediano Melodious Blackbird Quiscalus mexicanus Tordo negro grande Great-tailed o zanate mexicano Grackle Molothrus aeneus Tordo negro ojirrojo Bronzed Cowbird Molothrus ater Tordo negro chico Brown-headed Cowbird Icterus gularis Calandria Altamira Oriole Icterus graduacauda Calandria gritona o encapuchada Audubon s Oriole Fringillidae Euphonia affinis Euphonia hirundinacea Yeufonia pecho negro o eufonia negra Yeufonia pecho amarillo Scrub Euphonia Yellow-throated Euphonia Euphonia elegantissima Yeufonia elegante Elegant Euphonia Coccothraustes abeillei Pico grueso Hooded Grosbeak Simbología: Pr = Protección especial, P= Peligro de extinción, A= Amenazada 279

282 ESPECIE Anexo 2. Nuevos registros de nombres comunes de las localidades de estudio de aves de El Cielo, incluyendo los nombres usados en otras regiones del país, y nombres en inglés NOMBRES COMUNES ESCALANTE Y EL CIELO BIRKENSTEIN Y TOMLINSON (1981) 1 PATTEN (2000) Crypturellus cinnamomeus Boncha Perdiz canela, perdiz zarada (Chis.), tinamú canelo, mancola (Yuc.), nom (maya, Yuc.) Piaya cayana Petra, Vaquero, guaco, pájaro bobo (Yuc.), chichalaquillo, chicura, cuapactol-cuapachtotol chichalaco (náhuatl), cipchon, kipcho (maya, Yuc.), piscoy (Chis., Yuc.) Ciccaba virgata Marul, tecolote Mochuelo café, mochuelo rayado (Chis.), mochuelo llanero, lechuza café, búho (Yuc.) Antrostomus salvini Cucurrín Papavientos, cuerporruín, cuacorruín, tapacamino oscuro (Chis.), zumbador, caballero (Yuc.) Athis heloisa Avioncito Chupaflor violada, chupamirto garganta violada Campylopterus curvipennis Chuaparrosa ruidosa Fandanguero gritón, chupaflor gritón (Chis.), colibrí (Yuc.), tzunuum (maya, Yuc.) VREUGDENHIL (1992) INGLÉS Tinamú canelo Thicket tinamou Cuclillo canela Squirrel co*ckoo Búho café Mottled (wood) owl tapacamino ticuer Tawneycollared Nighjar (chip willow) Zumbador Bumblee mexicano (Heloise s) hummingbird Fandanguero cola cuña Wedge -tailed Sabrewing 280

283 Amazilia cyanocephala Amazilia serrana Chupaflor cabeza azul, chupamirto cabeza azul, colibrí Colibrí corona azul Chupaflor coronizul Trogon elegans Pájaro bandera Trogón elegante Trogón elegante Trogón elegante, Coa elegante Trogon mexicanus Pájaro bandera, coa de montaña Trogón mexicano, trogón ocotero, coa (Gto., Mich.), pabellón mexicano, aurora de monte, tresgarantías, pitorreal, cuautotol, teutzinitzcan (náhuatl) Momotus momota Pájaro perro Turco real, pájaro bobo, pájaro león, péndulo de corona (Chis.), tolobojo (Yuc.), jut jut (maya, Yuc.) Melanerpes formicivorus Chica Carpintero de bellota (Yuc.), encinero, chícata (Mich.), picamadero ocotero (Chis.) Campephilus guatemalensis Carpintero grande Picotero, carpintero grande (Yuc.), dos toques carpintero real (Chis.), picamadero pico de marfil (Yuc.), chejé grande (Yuc.), colonté (maya, Yuc.) Micrastur semitorquatus Vaquero Guaquillo collarejo, gavilán selvático grande Falco sparverius Hielero, titicha Cernícalo chitero, gavilán chico (Gto.), gavilán hielero, gavilán pollero, titicha (otomí), gavilán primito, gavilancillo mexicano, gavilancillo enano, halconcillo, aguililla Trogón mexicano Momoto coron azul Carpintero bellotero Carpintero pico plata Carpintero arlequín, Cheje bellotero Azurecrowned Hummingbird Elegant Coppery-tailed trogon Mountain trogon Blue-crowned motmot Acorn Woodpecker Pale-billed Woodpecker Halcón-selvático-barrado Collared-forest falcon Cernícalo American americano kestrel 281

284 Contopus pertinax Copetoncito, tengo frío Myiarchus tuberculifer Canta triste, copetoncito Myiozetetes similis Luisito pequeño cabecita blanca, Luis gallo Tengo frío grande, mosquero grande Pibí tengo frío Greater Pewee Copetón común, copetona, triste, mosquero, xtakay (maya, Yuc.) Chatilla común, justojuez, mosquero de corona anaranjada, xtakay (maya, Yuc.) Tityra semifasciata Compadres Puerquito, cerdito, rechinador, torrejo (Yuc.), verdugo, viuda Papamoscas Dusky capped triste flycatcher Luis gregario Benteveo Social flycatcher Titira enmascarada Vireo flavoviridis Pirringa amarilla Vireo amarillo verdoso, vireo cabecigris Vireo verde amarillo Regulus calendula Chajarita Reyezuelo de rojo, reyezuelo Reyezuelo de cuauhchichil, abadejo (Yuc.), régulo rojo (Yuc.), chispita (Chis.) Catharus mexicanus Tortillita con chile, zorzalito Chepito solitario, zancón cabeza negra (Chis.) Zorzal corona negra Masked tityra Yellow green Vireo Ruby crowned kinglet Black-headed Nightingalethrush Catharus gutatus Pata seca Mirlillo solitario, tordo solitario, tordo Zorzal cola rufa Hermit Thrush pinto Turdus assimilis Primavera Primavera bosquera, Primavera mirlo, Mirlo garganta White throated matorralera o mirlo bosquero (Chis.), petirrojo blanca Thrush montaña garganta blanca (Yuc.) Turdus migratorius Cholona Primavera real, calandria, tordo Mirlo primavera American robin Setophaga townsendi Pirringa rayada Verdín negriamarillo, gorjeador Chipe negro Townsend s negriamarillo, chipe Townsend amarillo warbler 282

285 Cardellina pusilla Chicharritas Pelusilla, chipe Wilson (Yuc.), colmenero (Gto.), laacua Saltator atriceps Pájaro gritón Chorcha, picogordo, saltator de pechera (Chis.), chinchigorrión (Yuc.), tsapin (maya, Yuc.) Arremonops rufivirgatus Rascadorcito Gorrión oliváceo, chiribisquero (Chis.), xpokin (maya, Yuc.) Chipe corona negra Picurero cabeza negra Rascador olivaceo Atlapetes pileatus Pedorrito Saltón hierbero Atlapetes gorra rufa Piranga rubra Tangara roja migratoria Piranga avispera, cardenal avispero, tángara roja, quitrique Pheuticus ludovicianus Pájaro bolero Piquigrueso rosado, piquigrueso degollado (Chis.), picogordo rosado (Yuc.), ahorcado, yollotótl (náhuatl) Pheuticus melanocephalus Picogrueso migratorio Tigrillo, frío Picogordo tigrillo Wilson s warbler Black-headed Saltator Olive Sparrow Rufouscapped Brush- Finch Tángara roja Summer tanager Picogordo Rose-breasted pecho rosa grosbeak Black-headed grosbeak Passerina cyanea Pájaro azul Azulito, gorrión azul (Chis.), ruicito (Yuc.) Colorín azul Indigo bunting Molothrus aeneus Avioncito Tordo ojirojo, tordo mantequero, pájaro vaquero (Yuc.), dziu, xts iu (maya, Yuc.) Tordo ojo rojo Bronzed cowbird 1. Abreviaturas: Chis. = Chiapas; Gto. = Guanajuato; Mich. = Michoacán; Yuc. = Yucatán 283

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287 Morales Vera T. y E. Velarde González Las aves y cantos tradicionales de los comcáac de Sonora, México. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p LAS AVES Y CANTOS TRADICIONALES DE LOS COMCÁAC DE SONORA, MÉXICO 1,2 thor morales vera enriqueta velarde gonzález INTRODUCCIÓN Los grupos indígenas de México tienen un gran acervo de Conocimiento Ecológico Tradicional sobre el medio que habitan puesto que lo han transformado y se han adaptado a él a lo largo de generaciones (Toledo, 2002). La etnia comcáac es un caso especial por haber sido un grupo cazador-recolector. Su conocimiento de la flora y fauna regionales, y en particular de las aves, es vasto y acertado (Moser, 1963, 1976; Felger y Moser, 1985; Rosenberg y Nabhan, 1997). Este grupo está en peligro de ver desaparecer todo ese conjunto de conocimientos, a la par de su misma lengua ante el avance del mestizaje. En los últimos años diversos autores (Luque y Doode, 2003; Luque y Otegui; 2004, Nabhan, 2000; entre otros) han enfatizado la importancia que tiene el conocimiento tradicional para las acciones de conservación y en especial el conocimiento indígena, a lo que se refiere Víctor Toledo como axioma biocultural, dentro del cual no es posible conservar la biodiversidad sin conservar la cultura (Toledo et al., 2002). Considero de suma importancia registrar el papel que juegan las aves en la cultura y cosmovisión comcáac con el fin de preservarlo para ellos y darlo a conocer al resto de la humanidad, aportando a la par información ecológica y de conservación para las especies que forman parte de su acervo ornitológico. ÁREA DE ESTUDIO El territorio actual de la etnia comcáac tiene una superficie total de ha, de las cuales fueron dotadas por la vía ejidal y por vía de dotación comunal (CDI, 2006). El territorio que actualmente está en uso comprende desde Puerto Libertad hasta Bahía de Kino (Figura 1). El territorio comcáac incluye también la Isla 285

288 Tiburón, la más grande del territorio mexicano y que forma parte del Área de Protección de Flora y Fauna Islas del Golfo de California (DOF 02/08/1978) y el Canal del Infiernillo que actualmente es considerado un área de importancia para la conservación de las aves (AICA) en categoría G-1 (SEMARNAT, 2005), un área prioritaria para la conservación de la biodiversidad de México (Toledo, 2002) y un humedal de importancia internacional para la Convención Ramsar. Figura 1. Territorio en uso por la etnia comcáac (tomado de Luque y Doode, 2003). LA GENTE DEL MAR Y DEL DESIERTO: LOS COMCÁAC Hace por lo menos años (Luque y Doode, 2003) llegaron los comcáac a la isla Tahéjöc o Tiburón, como se le conoce actualmente, y a la costa de Sonora, provenientes de la Baja California, para desarrollar una relación íntima con esa naturaleza, con el desierto y con el mar. Los comcáac, a través del tiempo, han desarrollado una cultura adaptada al desierto y al mar; son un grupo humano en proceso de integración al país y al mundo globalizado, lo cual conlleva, de forma más o menos 286

289 intensa, la pérdida o transformación de elementos de su propia cultura. Éstos son dos motivos más que suficientes para interesarse en esta cultura (Nolasco, 1980). El grupo indígena comcáac o seri ha habitado la parte central del desierto, sobre la costa de Sonora, durante cientos, tal vez miles, de años. El conocimiento que tienen de este ecosistema es extremadamente profundo, como lo atestiguan las investigaciones realizadas sobre este tema (Felger y Moser, 1985; Hills, 2004; Moser, 1963). Sería bastante razonable asumir que cualquier sociedad cazadora-recolectora (como los comcáac) ha desarrollado un cuerpo de conocimientos muy elaborado acerca de los animales en su entorno, puesto que tal conocimiento es indispensable para poder encontrar, seguir y cazar (Sugawara, 2001). Esto se ve reflejado en que este grupo identifica y hace uso de la mayoría de los recursos. Los comcáac han dado nombre a más de 425 especies de plantas del desierto e identifican el uso extenso que se puede hacer de ellas. Esto incluye las medicinas derivadas de aproximadamente 106 especies y el consumo de 94 especies como alimento (Moser, 1976). El conocimiento comcáac de la fauna y el papel que juega éste en su cultura es tan extenso como el conocimiento sobre el reino vegetal. Ziix ccam o cosa que está viva es el término para referirse a cualquier animal invertebrado o vertebrado, terrestre o marino (Felger y Moser, 1985). Su conocimiento de las tortugas marinas es más extenso que el que tienen actualmente los biólogos, ya que las clasifican en diversas categorías, dependiendo de su especie, categoría de edad, estatus reproductivo, hábitat, entre otros criterios (Felger y Moser, 1985); su clasificación de los vientos depende de la dirección, intensidad, fluctuaciones y es más precisa que la usada por los mestizos (Hills, 2004). El conocimiento que tiene esta etnia acerca del desierto, y en particular de las aves, constituye un reservorio de información útil para las futuras generaciones, como lo ha sido para las generaciones pasadas y presentes de comcáac, quienes han sobrevivido y desarrollado una cultura en un ambiente aparentemente tan inhóspito como es el desierto sonorense. Únicamente una cultura adaptada totalmente al hábitat del desierto pudo originarse y sobrevivir en él. Esta cultura es obviamente el resultado de procesos de acomodación cultural y ajuste social muy largos, que requieren de centurias de ensayo y error. Según Nolasco (1980), éste es el caso de los comcáac y de su cultura del desierto. Actualmente el grupo étnico comcáac cuenta con alrededor de individuos, de los cuales aproximadamente 500 son hablantes de lengua indígena (INEGI, 2011) y, aunque su población va en recu- 287

290 peración, el rápido proceso de aculturación que sufren los jóvenes pone en riesgo la persistencia de las tradiciones y la transmisión del enorme conocimiento, tanto biológico como cultural. LAS AVES Y SUS NOMBRES De las más de 570 especies de aves reportadas para el estado de Sonora, de acuerdo con Avibase 2013 (Lepage, 2014) y Russell y Monson (1998), la riqueza avifaunística registrada para el territorio comcáac incluye 270 especies. De ese gran número, alrededor de 150 tienen hoy en día uno o varios nombres en cmiique iitom como se le llama a la lengua que habla la etnia comcáac. Seguramente el resto de las aves también tuvo su nombre, pero se borró con el paso de los años y las injusticias cometidas desde el gobierno contra los comcáac y su cultura. En fin, hoy en día la memoria cultural del pueblo comcáac, grabada en las mentes de los y las ancianas, aún recuerda cómo nombrar a más de la mitad de sus ziicalc 3. Algunos ancianos aún recuerdan los casi 150 nombres de aves que han sobrevivido hasta nuestros días, pero son cada vez menos quienes los logran retener en la memoria. Por otra parte, son pocos los jóvenes que se interesan en aprender sobre el conocimiento ecológico local sobre aves, sus nombres, historias y cantos. Los nombres son la base del conocimiento ecológico tradicional y, por tanto, de las manifestaciones culturales como los cantos e historias. El binomio cultura-naturaleza en el caso de los comcáac es difícil de separar y los límites de una y otra son muy sutiles y, a veces, imperceptibles. Esto es evidente con algunos nombres de aves (igualmente de otros animales y plantas, pero este escrito se centra en los pájaros) como xepe czexe que significa el que corta el mar y es el nombre del rayador americano (Rynchops niger) especie que es migratoria en la región. Otro buen ejemplo es el nombre del tecolote llanero (Athene cunicularia) al que se le llama hant ano caama, que se traduce como el que vive en la tierra haciendo alusión al lugar donde esa ave hace sus nidos (cava madrigueras). Revisando, nombre por nombre, se encuentran muchos más detalles, que en ocasiones hacen referencia a hábitos de reproducción como en el caso de las golondrinas 4, otras a su conducta de forrajeo como en el caso rabijunco pico rojo 5, otras veces los términos se relacionan con cuestiones migratorias como en el caso del pato cabeza roja (Aythya americana) que se llama xnoois cacáaso, que en español sería algo así como el que adivina donde está la semilla de trigo marino (Zostera marina). Seguramente le llaman así al pato cabeza roja porque llega cada año a alimentarse del pasto marino, como si supiera 288

291 en qué momento las semillas están listas para comerse. Otros nombres tienen que ver con la forma o color del ave, como el de los charranes (aves del género Sterna, Thalasseus, Hydroprogne y Sternulla), que es ziic ccap cooxp que significa ave blanca que vuela. El del ibis blanco (Eudocimus albus) combina color y conducta, se le llama hantéezj quiiitoj cooxp que traducido sería los que comen barro y son color blanco. A continuación se muestra un listado con nombres en cmiique iitom y su significado literal, modificado de Moser y Marlett (2005) y Felger y Moser (1985) a partir de observaciones de campo. ORDEN Familia Especie Cuadro 1. Algunos nombres de aves en cmiique iitom y su significado literal, Sonora. NOMBRE EN CMIIQUE IITOM SIGNIFICADO LITERAL ANSERIFORMES Anatidae Aythya valisineria Ziic iif captj Pájaro cuyo pico es ancho Aythya americana Xnoois cacáaso El que adivina donde está la semilla de trigo marino (Zoostera marina) Histrionicus histrionicus Xepenoquíisax De xepe ano quiisax: el que respira en el mar Melanitta perspicillata Xepe iti coof El que sisea en el mar Bucephala albeola Tamax capóc El que despega el molusco tamax (Crucibulum spinosum) Ziic xepe iti quiij Pájaro que se sienta en el mar GALLIFORMES Phasianidae Gallus gallus Ihámoc quiya El que conoce la noche (nombre usado por los gigantes) GAVIIFORMES Gaviidae Gavia stellata Xepe iti ccomca El que hace ruido en el mar Gavia immer Yeen copoláacoj Cuya cara es negra y grande PODICIPEDIFORMES Podicipedidae Aechmophorus occidentalis Xatóscö caacoj Zambullidor grande PROCELLARIIFORMES Procellariidae Puffinus spp. Pocóopjc camoz El que se cree ser bobo (Sula spp.) Hydrobatidae Oceanodroma microsoma Xepe iti coquéht El que rebota en el mar 289

292 PHAETHONTIFORMES 290 Phaethontidae Phaethon aethereus Zicázijc De ziic cozáz: ave que clava SULIFORMES Phalacrocoracidae Phalacrocorax auritus Ziic coopol Ave negra PELECANIFORMES Pelecanidae Pelecanus erythrorhynchos Tosníxp Pelícano blanco Pelecanus occidentalis Ziic cozáz Ave que clava Ardeidae Ardea herodias Heeno haquéezi Sleecoj caacoj Sombra en el monte Garza grande Ardea alba Sleecoj caacoj Garza grande blanca cooxp Butorides virescens Botaurus lentiginosus Pnaacoj ano cacáatla El que espanta en el mangle Nycticorax nycticorax Threskiornithidae Eudocimus albus Mayóocö cofícj Mayóocö itziléeco Mayóocö (Nyctanassa violacea) con chaqueta Hantéezj quiiitoj cooxp Plegadis chihi Hantee*zquiitoj Los que comen barro Platalea ajaja Iyataj ano zaaxa Garza en las ramitas ACCIPITRIFORMES Cathartidae Coragyps atratus Accipitridae Elanus leucurus Colquíimeto Colquíimit Los que comen barro y son color blanco De cola quiime: el que tiene casa arriba Colacóohit cooxp De cola coohit: el que come arriba y es blanco Buteo jamaicencis Siipoj cquihjö Águila roja GRUIFORMES Rallidae Rallus spp. Pnaacoj ano Coéesc en el mangle coéesc Fulica americana Ziic hacáatol Pájaro peligroso CHARADRIIFORMES Recurvirostridae Himantopus mexicanus Recurvisrostra americana Hant Ihíin itajíijc Playero de Baja California Charadriidae Pluvialis squatarola Corazón de la tonina (Tursiops Tacj imoz Charadrius vociferus truncatus)

293 Scolopacidae Arenaria spp. Hast capáainj El que rueda la piedra Arenaria interpres Tacj imoz Corazón de la tonina (Tursiops truncatus) Phalaropus fulicarius Xepe caaplim Los que tapan el mar Stercorariidae Stercorarius spp. Ziic caapo Ziic cacáataj Ziic cöcaaitim Pájaro que recoge Pájaro que hace vomitar Pájaro que persigue a otra ave Laridae Chroicocephalus philadelphia Xiime cnoocon Sardina encorvada Larus delawarensis L. californicus Icáapx quiya El que sabe dejar caer (cosas) L. argentatus Larus livens Honcáacoj Gaviota grande Sterna spp. Ziic ccap cooxp Pájaro blanco que vuela Rynchops niger Xepe czexe El que hace una incisión en el mar COLUMBIFORMES Columbidae Columba livia Coyóco caacoj Paloma grande Zenaida asiatica Coyóco Onomatopeya de la vocalización Columbina inca Hayáa quiip El que lleva sus posesiones en la cabeza Columbina passerina Mosnáact De moosni aact: abuela de la caguama STRIGIFORMES Tytonidae Tyto alba Haxáaza imac Mitad de una flecha Strigidae Bubo virginianus Tojquítajc De toox quitajc: el que vomita lejos Glaucidium brasilianum Hehe iiqui tiizc cooxö El que defeca con la cara hacia el árbol Micrathene whitneyi Itáast cajíz Cuyo diente le duele Athene cunicularia Hant ano caama El que vive en la tierra Asio otus Tojquítajc quitáamalca El que vomita lejos y tiene cuernos APODIFORMES Trochilidae Selasphorus rufus Xeenoj cheel Colibrí rojo PICIFORMES Picidae Colaptes spp. Hatnáacoj De hatni aacoj: carpintero grande 291

294 FALCONIFORMES Falconidae Falco sparverius Siimen o siimin Halcón Falco peregrinus Colacóohit De cola coohit: el que come arriba Falco mexicanus Simeníil De siimen -iil: halcón grande PASSERIFORMES Tyrannidae Sayornis nigricans Hahöj ano ziic Pájaro del arbusto frutilla (Lycium spp.) Pyrocephalus rubinus Itoj ipápl quiip El que trae un antifaz o el que trae los ojos como cuentas cosidas a la cabeza Lanidae Lanius ludovicianus Itoj ipápl quiip El que trae un antifaz o el que trae los ojos como cuentas cosidas a la cabeza Corvidae Aphelocoma ultramarina Ziic isoj cooil Pájaro de cuerpo azul Hirundinidae Tachycineta spp. Remizidae Auriparus flaviceps Xaasj an quiimtoj Los que tienen su nido en el cardón Ziic ano yaait cöquiim Pájaro que duerme temprano en la tarde Troglodytidae Salpinctes obsoletus Catherpes mexicanus Acáam ccaa La que busca a su esposo Troglodytes aedon Polioptilidae Polioptila caerulea Conéepisiil Conéepis (Polioptila melanura) azul Mimidae Mimus polyglottos Ptiliogonatidae Phainopepla nitens Ziic eáah coox coccáh Ziic coosixoj Xap quitni Zaah aquéemot Pájaro que hace todos los sonidos Pájaro que incita a pelear El que pica el metate Cuñado del sol Paluridae Cardellina pusilla Icteria virens Ziic cmasol Pájaro amarillo Emberezidae Pipilo chlorurus Hayáa quiip El que lleva sus posesiones en la cabeza 292

295 Peucaea carpalis Yacápnij quihit El que envuelve su comida (semillas) Amphispiza spp De conée ano ziic: pájaro en Coneenozíic Spizella spp. el zacate Zonotrichia leucoprhys Hatoj ipápl quiip El que trae la planta hatoj ipápl (especie indeterminada) en la cabeza Cardinalidae Cardinalis cardinalis Tzicáctoj De ziic cactoj: pájaro rojo Cardinalis sinuatus Tzicáctoj cooscl Pájaro rojo pardo Icteridae Icterus spp. Ziic cmasoláacoj Pájaro amarillo grande Fringillidae Haemorhous mexicanus Coneenozíic De conée ano ziic: pájaro en el zacate Haemorhous mexicanus (variante amarilla) Naz quiimt El que hace su nido con la planta naz (Cordia parvifolia) Passeridae Passer domesticus Ziic coáafpipol Los que brincan y andan en grupo La nomenclatura y taxonomía occidental se presentan de acuerdo con lo propuesto por la Unión de Ornitólogos Americanos (AOU, 1998) actualizado en Chesser et al. (2013) CANTOS TRADICIONALES SOBRE AVES O MÚSICA CON ALAS A partir que supimos de los cantos tradicionales sobre aves, aprovechamos cualquier oportunidad para grabarlos. Desde las primeras visitas, los comcáac identificaron al primer autor como pajarero e incluso se ganó algunos apodos como ziicactoj o cardenal norteño (Cardinalis cardinalis) o siipoj cquihjö, que es el aguililla cola roja (Buteo jamaicensis). Así, poco a poco, la gente lo relacionó con las aves y, en ocasiones, se nos acercaban para decir que querían cantar o que alguien sabía un canto sobre un ave y que sería buena idea ir a grabarlo. A la fecha hemos grabado alrededor de 40 cantos que hablan sobre más de 20 especies de aves, tanto marinas como terrestres, residentes y migratorias. Como bien indica Sugawara (2001) siempre que se busque investigar el conocimiento acerca de los animales en una sociedad cazadora-recolectora, tarde o temprano se obtendrán diversos tipos de discursos, que pueden ir desde observaciones morfológicas o conductuales, hasta cuentos con animales (fábulas) o interpretaciones aparentemente inusuales de los hábitos. En esos cantos se encuentran formas diversas de explicar relaciones ecológicas de las aves con el desierto, mar e incluso con otros animales. El canto sobre los bobos (Sula leucogaster y Sula nebouxii) muestra 293

296 que los comcáac han sido grandes naturalistas y observadores de su ambiente, verdaderos científicos que ejercían la multidisciplina y lograron conjuntar la ciencia con el arte. Este canto es sobre un fenómeno muy peculiar que se presenta en las zonas de alta productividad del Golfo de California, cuando peces, como sardinas y anchovetas, forman grandes cardúmenes y las aves marinas, en este caso los bobos, forman enormes parvadas que giran en círculos sobre los cardúmenes y se lanzan en picada, clavándose en el agua a únicamente unos centímetros unas de otras. Los científicos occidentales llaman a esto frenesí alimentario (feeding frenzy). A estos festines marinos se unen, además de otras aves, ballenas, delfines y lobos marinos. En fin, el canto habla sobre como los bobos vuelan en círculos sobre el mar y se lanzan, clavándose unos a la sombra de los otros, y así la nube de aves se va moviendo con el viento del sur y a la par del cardumen. Desafortunadamente el cantor con quien lo grabamos falleció, llevándose no únicamente éste sino otros cantos en su memoria. Otro canto-historia es sobre dos especies de aves marinas, la gaviota ploma (Larus heermanni) y el pelícano pardo (Pelecanus occidentalis). Estas dos aves son emblemáticas del Golfo de California, pues la primera es cuasiendémica y la segunda tiene una subespecie que anida en las islas del Mar de Cortés. La historia habla sobre un tiempo en que el tosni (pelícano pardo) y la canocni (gaviota ploma) eran humanos y resulta que eran parientes, esto antes del hant haa cöiima. 6 Un día, cuando iban a pescar, el pelícano le pidió el pollero (arpón) a la gaviota ploma, el pelícano dijo: Me puedes prestar un rato tu pollero y la gaviota le dijo: Si te lo puedo prestar, pero regrésamelo pronto, porque me voy a ir. Entonces el pelícano se fue y la gaviota lo buscó y buscó, hasta que logró encontrarlo. Sin embargo, no pudo recuperar su arpón porque vino el hant haa cöiima y, los que antes eran personas se volvieron aves. Por su parte el arpón se convirtió en el pico del pelícano. Así cuenta la historia, por eso la gaviota ploma siempre está junto al pelícano, después que éste se lanza al mar y pesca, reclamándole el pez que sacó con su arpón. Ésta es una forma muy ingeniosa de describir una relación ecológica que se da todos los días en las costas de Sonora. En efecto, las gaviotas plomas (sobre todo juveniles) comúnmente acosan a los pelícanos, buscando arrebatarles un bocado. Esta interacción, en términos técnicos, se llama cleptoparasitismo y se refiere a que una especie dada intenta robarle la presa a otra, se utiliza especialmente cuando se hace referencia a aves marinas que roban presas a otras aves marinas. Como vemos, además de explicar interacciones ecológicas, algunos cantos hablan sobre personas-aves, seres parecidos a los que se conoce 294

297 como nahuales en el centro y sur de la república mexicana. Ese poder o espíritu animal que acompaña a los hombres, los protege y concede capacidades sobrenaturales, propias del animal que los acompaña desde el nacimiento. Entre esos cantos, el del cormorán orejudo (Phalacrocorax auritus) es uno de los más fascinantes. Después de grabarlo, nos dedicamos, amigos y amigas comcáac, a transcribirlo, traducirlo y comprenderlo, en las siguientes líneas está el fruto de ese trabajo. Hiyali Hant Ihiinin nyái coj. Hiyali Hant Ihiinin nyái coj. Queelx imcaaij, queelx isoj. Queelx imcaaij miinoj. Hai yamaaxata jiya xepe iti coom ita. Mi compañero va hacia la Baja 7 Mi compañero va hacia la Baja. Mueve el remo, remo verdadero. El remo zumba. La bruma está sobre el mar. Éste es el canto de un hombre con el poder del cormorán orejudo que iba en su balsa para la península de Baja California. Mientras navegaba una bruma anunciaba que venían vientos fuertes y él no podía ver nada, ni hacia dónde iba. No obstante, él siguió remando y remando, al tiempo que cantaba, hasta que llegó a Baja California, convertido en cormorán. Existen muchos otros cantos 8 que nos abren ventanas a un mundo diverso y atractivo, desafortunadamente el tiempo y los cambios culturales, siempre necesarios, no han decidido continuar guardando, con la fuerza de antaño, esas melodías con plumas, picos y alas. BREVE REFLEXIÓN DEL PRIMER AUTOR A PARTIR DEL TRABAJO ETNO-ORNITOLÓGICO Mientras duró mi formación universitaria como biólogo, en las aulas no se mencionaba nunca la posibilidad que los animales tuvieran un alma, una conciencia y decisión propias. Ni siquiera en un sentido mágico o imaginario, esa posibilidad no existía y, seguramente, no existe aún. En cambio, mi formación como pajarero (como me llamaban los comcáac) fue diferente, con los comcáac como maestros, empecé a ver la realidad y la naturaleza de manera distinta. No es que los animales y plantas se personicen 9, sino al verlos como parte de nuestra realidad y no cómo una naturaleza allá afuera cambia mucho la forma en cómo pensamos, sentimos y nos relacionamos con ese otro mundo, con la naturaleza. Es por esta otra forma de ver a las aves (y la naturaleza) que los cantos e historias me llenaron de curiosidad, de interés en conocerlos, entenderlos y comprender un poco más la visión de los comcáac sobre la naturaleza, sobre el mundo. 295

298 CONSIDERACIONES FINALES Muchos trabajos etnobiológicos tratan el conocimiento indígena acerca de la biodiversidad de manera superficial, solamente registrando los nombres de especies y catalogando sus usos. Tales acercamientos utilitarios y descriptivos nos dicen muy poco acerca de cómo se concibe el mundo natural desde una perspectiva indígena, asumiendo, tal vez, que las sociedades indígenas no se interesan en relaciones interespecíficas o procesos ecológicos, sino solamente en especies útiles (Nabhan, 2000). Cada vez es más evidente que dicho preconcepto está muy lejos de la realidad. La necesidad práctica puede explicar únicamente una parte del conocimiento tradicional, en este caso sobre las aves. Es necesario comenzar a tomar en cuenta la importancia de un conocimiento diferente al científico, un tipo de conocimiento que no relega la naturaleza a ser un simple objeto. Aquel que, como el conocimiento comcáac, da vida y convierte en sujeto a la naturaleza. La importancia de registrar información acerca de las aves y su relación con la cultura y cosmovisión comcáac es que estos datos pueden jugar un papel importante en el campo de la protección y la conservación de la avifauna regional, además de preservar el papel que las aves juegan en la cultura de esta etnia. Respecto a la importancia de esta última dimensión, la Convención de Diversidad Biológica y la Agenda 21, resultado de la Cumbre de Río 1992, subrayan la importancia del conocimiento tradicional indígena y de la conservación tanto biológica como cultural (Rozzi y Feinsinger, 2001, en Aillapán y Rozzi, 2004). AGRADECIMIENTOS Este trabajo se desarrolló durante varios años con apoyo de diferentes programas de gobierno (Vida silvestre sin fronteras-instituto Nacional de Ecología-U.S. Fish & Wildlife Service), fundaciones (The Christensen Fund, Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza y Ocean Revolution), instituciones educativas (Universidad Veracruzana Centro de Ecología y Pesquerías y The Prescott College- Kino Bay Field Station) y organizaciones civiles (Conservación del Territorio Insular Mexicano y Comunidad y Biodiversidad). Por parte de la comunidad comcáac, en las etapas iniciales del proyecto (década de los 1990), tuvimos el valioso apoyo de Don Pedro Romero Astorga, en aquel entonces Gobernador Tradicional, así como de Joel Barnet y Enrique Montaño. A Steve y Cathy Marlett por su invaluable apoyo en cuestiones lingüísticas referentes al cmiique iitom. Agradecemos también a la Dra. Laura Monti porque sin su apoyo en cuestiones logísticas hubiera sido muy complicado realizar el trabajo de campo. A todos y todas los y las comcáac que han colaborado con este proyecto, principalmente a jóvenes y ancianos. A René Montaño y Xavier Moreno por revisar las traducciones de los cantos. A Mariana Báez Ponce por su apoyo incondicional en el trabajo de campo y de escritorio. 296

299 NOTAS 1. Con mucho cariño, dedicamos este trabajo a la memoria de nuestro gran maestro y amigo Alfredo López Blanco, miembro del Consejo de Ancianos de la Comunidad Comcáac, quien nos aportó valiosas enseñanzas de las aves, y un sinfín de conocimientos de la historia natural y mundo supernatural de su cultura y de la región. Su generosidad para compartir sus conocimientos ha enriquecido nuestra cultura planetaria y nos ha dejado un ejemplo de nobleza humana. 2. Una versión preliminar de este trabajo fue publicada en Morales (2012). 3. Ziicalc es el plural de ziic que significa ave o pájaro 4. Tachycineta thalassina y Progne subis son llamadas xaasj am quiimtoj, que significa las que hacen sus nidos en el cardón. 5. El nombre de Phaeton aethereus es zicázijc, que significa ave que se clava, haciendo alusión a la forma en que el rabijunco pesca. 6. Es una expresión que se refiere a una catástrofe similar a un fin del mundo. 7. Se refiere a Baja California. 8. Véase Morales Vera (2006) 9. Personicen, en este sentido, significa que se hagan personas. En realidad, para los comcáac todos los seres vivos alguna vez fueron personas, cuando la forma de vida en el mundo era diferente a la de ahora. BIBLIOGRAFÍA Aillpán, L., y R. Rozzi Una Etno-ornitología Mapuche contemporánea: Veinte poemas alados de los bosques nativos de Chile. Ornitología Neotropical 15 (suppl.): AOU (American Ornithologists Union) Check-list of North American birds, 7 a ed. American Ornithologists Union. Washington, D. C. 829 p. Astorga, M. L., S. Marlett, M. B. Moser y E. Nava In: Z. Estrada, M. Figueroa, G. López y A. Acosta (eds.). Las canciones seris: una visión general. Cuarto Encuentro Internacional de Lingüística en el Noroeste, t. 1, vol. 2. Unison. Hermosillo, Sonora. p CDI (Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas) Seris-Konkaak. Monografías de los Pueblos Indígenas de México. < Chesser, R. T., R. C. Banks, F. K. Barker, C. Cicero, J. L. Dunn, A. W. Kratter, I. J. Lovette, P. C. Rasmussen, J. V. Remsen, J. D. Rising, D. F. Stotz y K. Winker Fifty-fourth supplement to the American Ornithologists Union checklist of North American Birds. The Auk 130 (3): Felger, R. S., y M. B. Moser People of the desert and sea, Ethnobotany of the Seri Indians. University of Arizona Press. Tucson, Arizona. 438 p. Hills, J An introduction to Seri Indian winds: A cultural classification of winds in the Midriff Islands Region of the Gulf of California. Proceedings of the Gulf of California Conference. Tucson, Arizona. 142 p. 297

300 INEGI Censo Nacional de Población y Vivienda INEGI. México. Luque, D Biodiversidad y diálogo de saberes en la comunidad indígena comcáac. Programa de Ecología Política y Desarrollo Sustentable. Dirección de Desarrollo Regional CIAD-Hermosillo, Sonora, México. < ssa1_uba/simposio/agraz_diana_luquez.doc>. Luque, D., y G. Doode Des-cubriendo el orden, la naturaleza y el territorio Comcáac. Gaceta Ecológica 68: Luque, D., y M. Otegui Taheöjc: The Comcáac sacred space Tiburon Island, Sonora, Mexico. IUCN. < Marlett, S. A Sinopsis del idioma Seri. Instituto Lingüístico de Verano. <www. sil.org/mexico/seri/g001-sinopsis-sei.htm>. Morales Vera, T.E Las aves de los comcáac (Sonora, México). Tesis. Universidad Veracruzana. Xalapa, Veracruz. 260 p. Morales Vera, T.E Música con alas: Aves y cantos tradicionales de los comcáac. Biodiversitas 101:1-5. Moser, E Bandas Comcáac. < Moser, E Los Comcáac. < Moser, M., y S. Marlett Seri Dictionary: Sounds & Speech. Work Papers of the Summer Institute of Linguistics vol. 44. University of North Dakota. <www. und.nodak.edu/dept/linguistics/wp/2000moser-marlett.pdf>. Moser, M. B., y S. A. Marlett (comps.) Comcáac Quih Yaza Quih Hant Ihíip Hac (Diccionario seri-español-inglés). Universidad de Sonora, División de Humanidades y Bellas Artes. Hermosillo, Sonora, México. 943 p. Nabhan, G Interespecific relationships affecting endangered species recognized by O Odham and Comcáac cultures. Ecological Applications 10(5): Nabhan, G Singing the Turtles to Sea, the Comcáac (Seri) Art and Science of Reptiles. University of California Press. California, EUA. 350 p. Nolasco, M Presentación. In: J. McGee. Los Seris: Sonora, México. Instituto Nacional Indigenista. México. p. I-XXVI. Rosenberg, J., y G. Nabhan Where ancient stories guide children home. Natural History 106 (9): Russell, S., y G. Monson The birds of Sonora. The University of Arizona Press. Tucson, Arizona. 360 p. Sugawara, K Cognitive space concerning habitual thought and practice toward animals among the central san ( Gui and Gana): Deictic/Indirect cognition and Prospective/Retrospective intention. African Study Monographs 27 (Suppl.): Toledo, V. M., P. Alarcón-Chaires, P. Moguel, M. Olivo, A. Cabrera, E. Leyequien y A. Rodríguez-Aldabe Biodiversidad y pueblos indios en México y Centroamérica. Biodiversitas 43:

301 Martínez Mauri, M La etno-ornitología al servicio de las aves, turistas y habitantes de Guna Yala, Panamá. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p LA ETNO-ORNITOLOGÍA AL SERVICIO DE LAS AVES, TURISTAS Y HABITANTES DE GUNA YALA, PANAMÁ mònica martínez mauri INTRODUCCIÓN es la avifauna de la zona occidental de Guna Cómo Yala1 (Panamá)? Cuántas aves viven en la zona? Qué especies están amenazadas o en peligro de extinción? Qué papel juegan en los rituales gunas? En qué mitos están presentes? De qué manera son clasificadas? Sobre qué aves perviven tabúes que impiden su caza o ingestión? Éstos son solamente algunos de los interrogantes que han guiado la investigación llevada a cabo por antropólogos y ornitólogos en un proyecto de dos años titulado La avifauna en el sector occidental de Guna Yala: Inventario, etnotaxonomía y turismo. En este capítulo, queremos aproximarnos al estudio etno-ornitológico de las aves presentando los orígenes y los primeros resultados de este proyecto. Un proyecto que desde sus inicios ha tenido dos objetivos: por un lado, inventariar la avifauna presente en la zona y, por el otro, documentar el conocimiento, la percepción e interpretación de la ornitología en la cultura guna. Nuestro trabajo se enmarca dentro de lo que recientemente se ha denominado Etno-ornitología (Tidemann y Gosler, 2012; Vásquez-Dávila y Lope-Alzina, 2012), es decir, una aproximación que intenta ir más allá del estudio de las aves en las culturas. Desde este enfoque es posible analizar la relación de las aves con el arte, sus usos, lenguajes, formas de vida, diálogos e interacciones en la vida cotidiana. Se trata de una propuesta teórica y metodológica que se interesa por las relaciones amplias entre aves, humanos y otros seres. El proyecto, además de aportar elementos para la reflexión académica e interdisciplinar desde la Etno-ornitología, también tiene una vocación de servicio. Su finalidad es proveer una herramienta útil para el desarrollo eco-turístico de la comarca de Guna Yala. Estamos conven-

302 cidos que el conocimiento ecológico indígena debe acompañar al científico en los programas de conservación y gestión del medioambiente (Tidemann y Gosler, 2012: 9) y una manera de hacerlo es promocionando prácticas turísticas que tengan un reducido impacto ecológico y promuevan la participación local. Tal y como ha argumentado recientemente Mark Bonta, la Etno-ornitología tiene un gran potencial para promover la conservación de la biodiversidad, pero las políticas conservacionistas todavía no la han integrado en su agenda (Bonta, 2012: 13). Con este proyecto esperamos aportar elementos para que esta colaboración sea no solamente deseable, sino posible. SOBRE LOS INICIOS DEL PROYECTO Durante los años 2007 y 2008 varios proyectos de investigación 2 sobre la cultura y el turismo en la comarca de Guna Yala pusieron en evidencia su gran potencial para la práctica turística de la observación de aves. Además de ser una zona de alto interés paisajístico, la comarca situada en la costa atlántica de Panamá haciendo frontera con Colombia cuenta con inmejorables condiciones para el desarrollo del ecoturismo. En primer lugar, alberga una gran diversidad biológica que no ha sido destruida por sus habitantes. Los ríos, bosques y costas de la comarca continúan siendo los espacios de trabajo y producción tradicional de los gunas. Han sido explotados de forma sostenible: practicando la caza, la recolección, una agricultura de roza y quema con barbechos adecuados y la pesca artesanal. En segundo lugar, la comarca cuenta con una larga historia de autonomía. El pueblo guna controla el acceso y la explotación de los recursos naturales de su territorio. Desde la década de los años 1930 el Estado panameño reconoce los derechos territoriales del pueblo guna sobre una franja costera de unos 200 kilómetros y 400 islas coralinas. En 1938 creó la comarca de San Blas, luego, en 1945 con la aprobación de la Carta Orgánica Panamá reconoció las formas de gobierno indígenas y con la Ley 16 de 1953 confirmó el poder de las autoridades indígenas y estableció los límites territoriales de la comarca. Una de las consecuencias de esta legislación es que la tierra es poseída colectivamente por el pueblo guna y la inversión extranjera (no guna) está prohibida en todo su territorio (Martínez Mauri, 2007 y 2011). Otro factor que hace de Guna Yala una excelente zona para la observación de aves es su condición de área de difícil acceso. Únicamente se puede llegar a su costa y a sus más de 400 islas por una pequeña ca- 300

303 rretera que conecta la ciudad de Panamá con las comunidades del sector de Gardi, por mar desde el puerto de Colón o Colombia y por avioneta si se utilizan las pistas de aterrizaje de algunas de las islas. Este acceso restringido dificulta el desarrollo del turismo de masas y favorece prácticas turísticas alternativas. Por último, es necesario tener en cuenta que a pesar de su relativo aislamiento, las comunidades y las familias gunas están apostando por el desarrollo del turismo (Pereiro y De León Smith, 2007). 3 En el siglo XXI, el número de visitantes a la región ha aumentado significativamente. Si bien desde los años 1960 muchos turistas visitaban regularmente la región a bordo de grandes cruceros entre los meses de noviembre y mayo, en estos momentos también llegan muchos turistas nacionales por tierra (a través de la carretera Llano-Gardi), mochileros extranjeros que cruzan a Colombia navegando por las aguas de Guna Yala, veleros y yates que dan la vuelta al mundo o residen en el Caribe, y turistas internacionales interesados en conocer las famosas islas coralinas de los indígenas panameños. Este relativo boom turístico ha comportado un incremento de la oferta de pequeños hoteles y cabañas gestionados por comunidades, grupos o familias gunas. La proliferación de estos establecimientos facilita el desarrollo de actividades ecoturísticas en la región. Ante este panorama constatamos que las condiciones que ofrece la comarca de Guna Yala para la práctica de la observación de aves son muy buenas, pero no son suficientes. Para su correcta explotación ecoturística es necesario contar con personal local capacitado e información sobre las aves que alberga la región. En este sentido, es necesario mencionar que exceptuando algunos trabajos pioneros (Angehr, Engleman y Engleman, 2006; Paredes y Sucre, 1990; Blake y Hall, 1984; Marcus y Roldan, 1984, y Griscom, 1932), las fuentes documentales sobre las aves de Guna Yala son escasas y, para algunas zonas, completamente inexistentes. Ante esta aparente falta de publicaciones se contactó con los biólogos Gwen Keller y George Angehr y con los guías naturalistas Igua Jiménez y Euclides Campos con el objetivo de averiguar si existían otros estudios o inventarios etnozoológicos sobre el área. Todos los especialistas coincidieron en afirmar que a pesar del gran potencial que ofrece la región para la observación de aves, hacían falta datos científicos y guías para poder desarrollar tal actividad. Durante el año 2008 y 2009 se comentó la posibilidad de lanzar un proyecto sobre observación de aves en Guna Yala con el Congreso General Guna, la Secretaría de Turismo del CGK, el Instituto Guna Yala (entidad técnica-investigativa del CGK) y la Asociación Gardi Sugdup. 301

304 Todas las organizaciones gunas vieron positivamente la formulación de un proyecto por parte de antropólogos y ornitólogos que estudiara las aves de la comarca y se mostraron dispuestas a colaborar en cualquier momento. A partir de estos encuentros y de la necesidad de crear conocimientos para desarrollar el turismo naturalista en Guna Yala nació la primera propuesta que presentamos a la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) en el año Esta primera propuesta que llevaba por título La avifauna del sector occidental de Guna Yala: Inventario, etnotaxonomía y ecoturismo fue financiada por la convocatoria Ciencia Contra la Pobreza de SENA- CYT (proyecto CCP09-15). Gracias a este apoyo, durante el período realizamos un inventario de aves en el sector occidental de Guna Yala, documentamos la representación de las aves en la cultura guna y formamos a un grupo de 10 jóvenes en observación de aves para que pudieran convertirse en guías locales. En estos momentos, este proyecto se está convirtiendo en una herramienta muy útil para el desarrollo eco-turístico en la comarca y la promoción de investigadores locales. Los jóvenes que estamos formando se han constituido en el grupo Wag Ibler. Aunque todavía es temprano para valorar el éxito de esta iniciativa, los jóvenes siguen muy interesados en impulsar la observación de aves para fines turísticos, conservacionistas y científicos en la región. BREVE NOTA METODOLÓGICA En el marco del proyecto los métodos empleados por los investigadores han sido los tradicionalmente utilizados por la etnografía y la ornitología. Mònica Martínez Mauri ha compilado historias míticas de las aves y ha recogido los nombres de éstas en dulegaya (lengua guna), trabajando con conocedores locales clave, es decir, con expertos botánicos y rituales, intérpretes de la tradición guna y autoridades locales. Durante los meses de enero y febrero de 2010 realizó una serie de entrevistas en profundidad a: Leónidas Valdés (Saila de Gardi y excacique general) (q.e.p.d.), padre Ibelele Davies (intérprete de la tradición guna, sacerdote católico) (q.e.p.d.), argar Inaiduli de Myria Ubigandup, argar Alberto Vázquez (Ailidup), argar Rafael Harris de Myria Ubigandup, botánico Rubén Tejada de Myria Ubigandup, Kandur Dummat (Myria Ubigandup), Tito López (saila de Gardi Sugdup), Claudio López, Avelino Pérez, Delfino Davies y Vicente González (comuneros de Gardi Sugdup). Estas entrevistas fueron realizadas en cuatro giras efectuadas durante los períodos: de enero, de enero, 30 enero, 31 enero-3 febrero En dos posteriores giras (30 julio al 4 de agosto 2010, 302

305 24 septiembre al 4 de octubre 2010) Mònica Martínez se dedicó a revisar las transcripciones y traducciones con los entrevistados y corregir las listas provisionales que recogían los nombres de las aves en dulegaya (lengua guna). Durante este proceso se contó con la inestimable ayuda de Evelio López, el encargado de ayudar a transcribir y traducir las entrevistas para su posterior análisis. George Angehr, Gwen Keller, Igua Jiménez y Euclides Campos en 2010 realizaron giras ornitológicas en Nusagandi, Diur Di, Pingandí, Mandinga y zonas aledañas a la carretera Llano-Gardi. Estas giras se realizaron durante los períodos: enero en proyecto de Diur Di, 30 enero en Nusagandi; 31 enero a 3 febrero en Gardi; 19 al 26 de mayo en Nusagandi; 1-6 junio en Pingandí; junio en Mandinga. Las aves fueron identificadas utilizando los siguientes materiales: reproductor de audio digital con los cantos de aves con sus respectivas bocinas, binoculares, libro guía y check-list. En ningún momento, se utilizaron redes para capturar especímenes. En 2011, durante la segunda fase del proyecto dedicada a la formación de jóvenes y al retorno de la información obtenida, elaboramos materiales didácticos y realizamos dos talleres de observación de aves. Además de ofrecer guías de aves ilustradas (Ridgely y Gwynne, 1992) y prismáticos a los jóvenes, éstos también recibieron los materiales que preparamos nosotros: una guía de observación de aves (check-list) en formato digital y en papel para el sector occidental de Guna Yala y un disco compacto (CD) que incluía una guía multimedia en formato MS Powerpoint con imágenes e informaciones varias sobre las aves de la región. EL INVENTARIO DE AVES Tras las giras y observaciones de campo pudimos corroborar que los bosques gunas siguen siendo un bullir de vida. Durante la primera investigación ornitológica que se realizó en el sector de Gardi, gracias al proyecto SENACYT CCP09-15 ( ) el ornitólogo George Angehr y los guías Euclides Campos e Igua Jiménez contabilizaron 378 especies de aves. Sobre muchas de estas especies que han sido reportadas en el área existen escasos datos acerca de sus hábitos en Panamá. Algunas de ellas, como la guacamaya verde (Ara ambiguus) o el batará moteado (Xenornis setifrons) se encuentran en peligro de extinción, otras como el gavilán plomizo (Cryptoleucopteryx plumbea), el águila crestada (Morphnus guianensis) o el pavón grande (Crax rubra) se encuentran amenazadas por la desaparición de su hábitat y otras, como la tángara de monte de 303

306 Tacarcuna (Chlorospingus tacarcuna), son endémicas del área (Angehr y Dean, 2010). LA REPRESENTACIÓN DE LAS AVES EN LA CULTURA GUNA En esta investigación, a diferencia de los proyectos que intentan imponer el punto de vista occidental, intentamos documentar la manera en que son percibidas y categorizadas las semejanzas y diferencias entre las distintas especies, los principios que estructuran la nomenclatura y la taxonomía de la avifauna. Reconstruyendo las etnotaxonomías gunas en relación a la avifauna, recopilando los nombres de las aves en dulegaya y prestando atención a su presencia en la vida ritual y mitológica hemos acumulado una serie de informaciones que nos permiten reflexionar sobre la relación entre humanos y no humanos en las sociedades amerindias. Al documentar el significado que tienen los pájaros en los cantos, su utilización como alimento, amuleto, mascota o medicina, o al observar los distintos roles de las aves en la vida en el monte como compañeros protectores de los humanos y propiciadores de la caza, mensajeros de alegrías, infortunios, epidemias y muerte, hemos constatado que entre los gunas las fronteras entre naturaleza y cultura se perfilan bajo las premisas del animismo (Descola, 2005). A modo general constatamos que las aves en el mundo de los gunas suelen presentarse como protectores de los humanos, tienen un papel protagónico tanto en los mitos de creación del mundo como en el Pab Igar (los mitos que recogen la cosmovisión guna), y están vinculadas a un buen número de tabúes sobre su consumo que deben ser observados para vivir en equilibrio con los no humanos: un rasgo típicamente animista. FORMACIÓN DE JÓVENES EN OBSERVACIÓN DE AVES Durante la fase de formación, los dos talleres que organizamos para garantizar el retorno de información a las comunidades y estimular el ecoturismo tuvieron lugar durante el año El primero se desarrolló del 17 al 23 de marzo en la estación biológica Nusagandi y el segundo del 28 de julio al 2 de agosto en la zona del río Gardi y en el Golfo de San Blas. En los dos, participaron 10 jóvenes de las comunidades de Gardi y destacados expertos provenientes del mundo de la investigación, conservación y cultura tradicional guna. El principal objetivo de los talleres era realizar observaciones de campo con material adecuado para fomen- 304

307 tar la co-investigación, transmitir el estilo occidental de identificación de aves y valorar los conocimientos tradicionales del pueblo guna. MIRANDO AL FUTURO El modo en que los gunas clasifican a los no humanos que conviven con ellos sigue siendo un campo poco explorado por la etnografía panameña y la biología tropical. Hasta la formulación del presente proyecto en Panamá no existía un inventario completo de la avifauna de Guna Yala ni un estudio sistemático que vislumbrase las formas indígenas de clasificación de las aves y la ornitología guna. Después de dos años de trabajos en el sector occidental de Guna Yala hemos aportado datos relevantes para las ciencias naturales y documentado el conocimiento ornitológico de la población guna contemporánea relacionándolo con su cosmovisión, los medios de subsistencia tradicionales y el manejo de los recursos naturales. Además de su relevancia científica, esta investigación también ha tenido en cuenta el potencial del conocimiento etnográfico y ornitológico para el desarrollo endógeno de la comarca. Por este motivo, durante el año 2011, se han organizado dos extensos talleres para asegurar el retorno del conocimiento a la comunidad local y formar a un grupo de jóvenes en observación de aves. Aunque los avances realizados son notables, somos conscientes que nos queda mucho camino por recorrer: todavía no tenemos un inventario completo de la avifauna del sector oriental de Guna Yala y los jóvenes necesitan un poco más de entrenamiento para poder guiar a grupos de turistas y naturalistas con suficiente seguridad. El proyecto todavía no ha concluido. Durante el período , gracias a un nuevo financiamiento de la SENACYT, 4 damos continuidad al proyecto estudiando el conocimiento indígena sobre las aves junto al grupo Wag Ibler y promoviendo el ecoturismo en las comunidades del Golfo de San Blas. Con la colaboración del grupo de jóvenes de Gardi seguiremos formando grupos locales de observadores de aves. En esta ocasión, ellos mismos serán los encargados de practicar las habilidades y conocimientos adquiridos con giras de campo, colaborando con los científicos y observadores de aves que visiten la región con el apoyo del proyecto, y de transmitir sus conocimientos a otros jóvenes. Los investigadores trabajarán conjuntamente con el grupo Wag Ibler y en estrecha colaboración con autoridades y asociaciones indígenas, emprendedores locales, asociaciones para la protección y observa- 305

308 ción de aves e instituciones científicas. Gracias a esta colaboración está previsto establecer un círculo en el sector de Gardi para el conteo anual de aves organizado por la Sociedad Audbon a nivel mundial. 5 Confiamos en que todas estas acciones nos permitirán conocer de forma holística los diálogos e intercambios que existen entre las aves y los habitantes de Guna Yala. Es muy probable que si no se pierden estas relaciones basadas en el equilibrio y el respeto, la vida sea mucho más placentera para todos los seres de la comarca. AGRADECIMIENTOS Nuestros agradecimientos van dirigidos a los comuneros de Gardi Sugdup, el Congreso General Guna, la Secretaría de Turismo del Congreso General Guna, el Instituto de Investigaciones y Desarrollo Integral de Guna Yala (IIDIGY) la biblioteca del Smithsonian Tropical Research Institute, Sociedad Audubon, Leónidas Valdés (q.e.p.d.), padre Ibelele Davies (q.e.p.d.), argar Inaiduli, Alberto Vázquez, Rafael Harris, Rubén Tejada, Gandur Dummad (Myria Ubigandup), Tito López (Gardi Sugdup), Claudio López (Gardi Sugdup), Chani Morris (Coibita), Evelio López, Avelino Pérez, Delfino Davies y Vicente González (Gardi Sugdup). Esta investigación ha sido posible gracias al proyecto La avifauna del sector occidental de Kuna Yala: Inventario, etnotaxonomía y turismo responsable (CCP09-15) financiado por la SENACYT. NOTAS 1 Hasta 1998 la región era oficialmente conocida como San Blas, luego pasó a ser conocida como Kuna Yala. En marzo de 2011, el Congreso General Guna modificó nuevamente el topónimo y desde ese entonces se conoce como Guna Yala. 2 Proyecto Culture and tourism in Guna Yala-Panama financiado por National Geographic Society (grant number ) y gestionado desde el CETRAD (Centro de Estudios Trandisciplinares Para o Desenvolvimento) (Portugal). Proyecto Estudio Estratégico del Turismo en Kuna Yala (SENACYT, CID07-009). 3 Sobre el desarrollo reciente del turismo en la comarca de Guna Yala se puede consultar el informe del Proyecto Estudio Estratégico del Turismo en Kuna Yala, [] en el siguiente enlace: GUNA_YALA_PROYECTO_SENACYT_ _ 306

309 4 En marzo de 2013 iniciamos la primera fase del proyecto Fortalecimiento a guías en observación de aves en Guna Yala (CVP11-03) dentro de la Convocatoria Pública de Ciencia contra la Pobreza. El proyecto está coordinado por la Dra. Martínez Mauri y cuenta con la participación de: Georges Angehr, Euclides Campos, Igua Jiménez, Yadixa del Valle y Grupo Wag Ibler. 5 Pueden seguir los avances del proyecto siguiendo el blog: blogs.uab.cat/aves/ BIBLIOGRAFÍA Angehr, G. R., D. Engleman y L. Engleman Where to find birds in Panama: A site guide for birders. Panama Audubon Society. Panama. Angehr, G., y R. Dean The birds of Panama: A field guide. Cornell Univ. EUA. Blake, J. G., y B. Hall Preliminary survey of the birds of San Blas (Comarca de Kuna Yala). Proyecto PEMASKY, manuscrito, 64 p. Bonta, M Ethno-ornithology and biological conservation. In: S. C. Tidemann y A. Gosler (eds.). Ethno-ornithology: Birds, indigenous peoples, culture and society. Earthscan Publications. Londres. p Descola, P Par-delà nature et culture. Gallimard. París. Griscom, L The ornithology of the Caribbean Coast of Extreme Eastern Panama. Bulletin of the Museum of Comparative Zoology 72 (9): Marcus, J. M., y J. Roldan Informe sobre la fauna de la reserva Kuna Yala, Proyecto de Estudio y Manejo de las Áreas Silvestres de Kuna Yala, manuscrito, 56 p. Martínez Mauri, M De Tule Nega a Kuna Yala. Mediación, territorio y ecología en Panamá, Tesis de doctorado, Universidad Autònoma de Barcelona-École des Hautes Études en Sciences Sociales. Barcelona-París. Martínez Mauri, M La autonomía indígena en Panamá: la experiencia del pueblo kuna (siglos XVI-XXI). SENACYT-Abya Yala. Panamá-Quito, Ecuador. Montañez, D., y G. R. Angehr Important bird areas of the neotropics: Panama. Neotropical Birding 2: Paredes, R., y L. Sucre Fauna de Kuna Yala. Programa de investigación monitoreo y cooperación científica. Proyecto de Estudio para el Manejo de las Áreas Silvestres de Guna Yala (PEMASKY). Panamá. mimeo. Pereiro Pérez, X., y C. De León Smith Inawinapi Los impactos del turismo en Kuna Yala (Panamá). Turismo y cultura entre los guna de Panamá. Universitaria Ramón Areces y Fitur. Madrid. Ridgely, R. S., y J. A. Gwynne A guide to the birds of Panama with Costa Rica, Nicaragua, and Honduras. Princeton paperbacks. EUA. 307

310 Tidemann, S. C., y A. Gosler (eds.) Ethno-ornithology: Birds, indigenous peoples, culture and society. Earthscan Publications. Londres. Vásquez-Dávila, M. A., y D. G. Lope-Alzina (eds.) Aves y huertos de México. Carteles editores. Oaxaca, México. 308

311 Pino Benítez, N Cosmovisión y aprovechamiento de las aves en el noroccidente de Colombia. En: Vásquez Dávila, M. A. (Ed.): Aves, personas y culturas. Estudios de Etno ornitología 1. CONACYT/ITVO/Carteles Editores/UTCH. Oaxaca, México. p COSMOVISIÓN Y APROVECHAMIENTO DE LAS AVES EN EL NOROCCIDENTE DE COLOMBIA nayive pino benítez INTRODUCCIÓN Los estudios etnozoológicos que se han realizado en el Pacífico colombiano y, en particular, en el departamento del Chocó son escasos: Ulloa et al. (1998), IIAP y SENA (1998), Mosquera (2001), Moreno y Toral (2001), Rivas et al. (2003), Cuesta-Ríos et al. (2007), Jiménez-Ortega et al. (2007), Palacios-Mosquera et al. (2008) y Asprilla y Perea (2011); en otra escala, la del Neotrópico, podemos citar a Ojasti (1993, 2000). En ese sentido y con una visión nativa, se parte de la necesidad de continuar identificando los valores patrimoniales sobre la flora y fauna, así como los procesos y productos asociados a la restauración de la memoria biocultural de las comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes. Este tipo de trabajos motiva a la permanencia de diversas prácticas para conservar sus tierras ancestrales y mantener su autonomía cultural, ya que, con la recuperación de la vida silvestre, se preserva parte de su herencia cultural y natural. El presente estudio etnobiológico se enmarca en la propuesta de investigación Valoración del conocimiento, uso, manejo y prácticas de conservación de la diversidad de recursos forestales no maderables en diferentes ambientes socioculturales de la Región del Pacífico Colombiano, apoyado en su financiación por COLCIENCIAS, la gobernación del Departamento del Chocó y el Observatorio del Pacífico Colombiano. En este trabajo, se muestra la cosmovisión enfocada a la relación humano-fauna silvestre, principalmente sobre el tratamiento zoo-terapéutico de algunas enfermedades locales percibidas como más frecuentes. Muchos de estos remedios se cree que actúan de forma mágica y requieren para su efectividad el empleo de técnicas que ejercen fuerzas ocultas o ritos de invocación de espíritus, las cuales pueden, en un momento dado, favorecer o dañar el acto de curar. Se documenta además el

312 uso de 12 aves en cuatro categorías: como mascota, alimento, medicina y en expresiones populares. ÁREA DE ESTUDIO En la esquina noroccidental de Suramérica se encuentra Colombia y en ella el departamento del Chocó, región de importancia a nivel mundial por albergar una de las zonas con reservas biológicas más grandes y complejas del planeta. El Pacífico colombiano cuenta con alrededor de km de costa. De acuerdo con el IGAC (2006) la costa en el departamento del Chocó se divide en dos zonas muy distintas desde el punto de vista morfológico: de Cabo Corrientes al sur son litorales planos con extensos manglares y ríos caudalosos; de Cabo Corrientes al norte nace la serranía del Baudó, que corre paralelamente a la costa, por lo que es un área más accidentada con rocas y acantilados que alternan con playas, bahías y numerosos ríos. El departamento del Chocó se caracteriza por una alta pluviosidad. Su parte central está catalogada como el segundo lugar más lluvioso del planeta, después de Cherrapunji en la India. Sus altos niveles de humedad favorecen el desarrollo de una abundante vegetación selvática, lo que a su vez favorece la riqueza de la fauna en la región. Las comunidades afrocolombianas se encuentran asentadas especialmente en las riberas de los tres ríos más grandes del departamento del Chocó: río Atrato (segundo río más caudaloso del mundo, después del Amazonas), el cual lleva sus aguas al océano Atlántico; ríos San Juan y Baudó, que llevan sus aguas al océano Pacífico. Se trabajó en 15 comunidades pertenecientes a cinco municipios: siete localidades del municipio de Quibdó (Pacurita, Guyabal, Cabí, La Troje, Tutunendo, Ichó y zona urbana de Quibdó); dos en el municipio de Unión Panamericana (San Rafael el Dos y Raspadura); dos en el municipio de Itsmina (Primera y Segunda Mojarra); dos en el municipio del Atrato (Samurindó y Doña Josefa) así como en las comunidades de Partadó y Termales pertenecientes al municipio de Nuquí (Figura 1). MÉTODO Se realizó la previa concertación con los consejos comunitarios mayores, locales y organismos gubernamentales. Hubo observaciones directas en campo. Se efectuaron charlas y entrevistas abiertas con el conjunto familiar y semiestructuradas con los sabedores, ya sean cazadores, curan- 310

313 Figura 1. Pobladores de Partadó, municipio de Nuquí, Colombia, una de las comunidades donde se desarrolló el trabajo etno-ornitológico (Fotografía: Nayive Pino Benítez). deros, chamanes o brujos, con el propósito de conocer cómo realizaban sus faenas diarias con respecto al uso de la fauna silvestre. Se formalizaron 15 entrevistas por cada comunidad, con adultos entre 35 y 93 años de edad. Para la contextualización de este trabajo se recopiló además la información de curanderos obtenida a través de la experiencia en campo de más de 15 años en este tipo de trabajos de investigación ( ). RESULTADOS Y DISCUSIÓN En este apartado se muestran resultados sobre dos temas: la cosmovisión y la relación humano-aves. APUNTES SOBRE LA COSMOVISIÓN El recién nacido (niña o niño) puede nacer sano o enfermo, lo que se denomina mal de nacimiento, que puede ser de tres tipos: a) Mal de ombligo, el cual debe ser curado en los primeros 8 días de nacido el niño, o éste se desangra y muere, por ello es conocido también como mal de los 7 días; b) Mal de baba, el cual debe ser curado máximo a los 14 días después del nacimiento, por ello se le conoce también como el mal de los 13 días; en este caso el recién nacido no muere pero se cree que a la edad de la pubertad entre los 13 y 18 años puede iniciar a presentar ataques de epilepsia; c) El mal de los 40 días, se tienen los 40 días de la dieta para curar al recién nacido, de lo contrario a partir de los 40 años empezará a sufrir las enfermedades que no fueron prevenidas en su momento. Este tipo de enfermedades se pueden adquirir si la mujer embarazada se mantiene alterada permanentemente (estrés) y/o come la carne de cierto tipo de animales de monte, que generalmente hacen parte de 311

314 sus dietas. Aseguran que comer el oso hormiguero (Tamandua mexicana) y el puerco de monte (Tayassu pecari) puede causar la pérdida de la criatura (aborto); del mismo modo, no deben consumir la carne del mico (Alouatta palliata), armadillo (Dasypus novemcinctus), venado (Mazama americana) ni tortuga (Kinosternon scorpioides) ya que pueden causar males de nacimiento en el niño y dificultades en el parto. Igualmente, después de nacido el bebé, no se debe comer durante los tres primeros días carne de gallina (Gallus gallus) de plumaje negro, porque pueden causar hemorragia en la mujer y en el ombligo del bebé. Hasta no pasar los 40 días de la dieta, no se debe ingerir lo que consideran la carne irritante de guagua (Agouti paca), conejo de monte también conocido como guatín o ñeque (Dasyprocta punctata), cerdo (Sus scrofa), tatabro (Tayassu tajacu), ni de los peces: dentón (Leporinus muyscorum) y quicharo (Hoplias malabaricus), ya que pueden retrasar el proceso de recuperación de la matriz en la mujer, y en el niño retardan la sanación del ombligo (Figura 2). Figura 2. Animales cuya carne es tabú durante el embarazo o puerperio: a) tortuga (Kinosternon scorpioides) y b) guagua, Agouti paca (Fotografías: Nayive Pino Benítez). Al nacer los niños se realiza un ritual de curación de su ombligo (los ombligan ), para que cuando crezcan se conviertan en hombres fuertes, ágiles, ricos o que nunca se espinen al comer pescado, entre muchos otros atributos. Se emplean, según el caso, ciertas partes de animales: uña de la gran bestia (Tapirus bairdii) para ser fuertes; anguila para ser ágiles y escurridizos; con espina de pescado para que nunca se lastimen al comerlos. También se pueden ombligar con oro para que sean ricos. Las enfermedades más comunes son siete: ahogo (asma o asfixia), impotencia sexual o frío en la cintura, parto distócico, de la matriz, mal de ojo, mal de nacimiento y hechicerías (tramas, cogida del rastro, tamborito). Para su tratamiento se emplea a la fauna silvestre. 312

315 Los indígenas y afrodescendientes del Pacífico colombiano son personas íntimamente ligadas con su entorno natural esto es, bosques y selvas y con todo lo que en él se contiene. Gran parte de su economía depende de los recursos naturales que se encuentran en bosques, selvas, ríos y costas y, a su vez, son parte activa de sus hábitats. Estas personas son creyentes y practican la religión católica; al salir a sus faenas diarias (caza, pesca, agricultura, minería, entre otros) acostumbran encomendarse a los santos de su devoción o a las ánimas (espíritus buenos) para la protección del cuerpo, pues opinan que siempre el mal está al acecho. El monte (forma de llamar al bosque o selvas) es un lugar sagrado donde habitan espíritus buenos y malos representados muchas veces por los animales que lo habitan. Consideran al perro cazador como un amigo inseparable; al salir de sus casas a realizar alguna faena, como la caza, jamás entran al monte sin el perro de su confianza. Según la mayoría de los cazadores, a los perros se les puede arreglar, es decir, especializarlos para cazar cierto tipo de animal. Por ejemplo, los perros guagüeros se especializan en cazar guaguas (Agouti paca), los tatabreros en capturar tatabros (Tayassu tajacu) y los guatineros en cazar guatín (Dasyprocta punctata). Para ello se les enseña a seguir los rastros o huellas y se le da a comer el extremo exterior de la lengua del animal a cazar con el objetivo de que coja el humor y aprenda a olfatearlo, al igual que otras técnicas no presentadas aquí (Figura 3). Antes de entrar al monte, procuran beber un trago de balsámica especial, que es un macerado de plantas y animales en viche (aguardiente artesanal), conservado en botellas oscuras, usado para prevenir y/o curar enfermedades generadas por la mordedura de especies venenosas como las serpientes, las hormigas congas (Paraponera clavata) u otras. Figura 3. Aspectos relacionados con la cacería tradicional y los perros: a) Señor Manuel Perea con su perro cazador; b) Tony, afamado perro de caza (Fotografías: Nayive Pino Benítez). 313

316 LA RELACIÓN HUMANO-AVE Es notable la influencia animal sobre el ambiente cultural de la población. Para el caso de las aves, en el Cuadro 1 se muestran doce especies que se empelan como mascota, alimento, en la medicina o forman parte de las expresiones populares. Cuadro 1. Nombres comunes y uso de la ornitofauna silvestre en comunidades del noroccidente colombiano ORDEN Familia NOMBRE COMÚN USO Especie GALLIFORMES Cracidae Penelope purpurascens Wagler, 1830 Pava A Crax rubra Linneo, 1758 Pavón A ACCIPITRIFORMES Cathartidae Coragyps atratus Bechstein, 1793 Gallinazo Me, Ep APODIFORMES Trochilidae Glaucis hirsutus Gmelin, 1788 Colibrí, chupaflor Ma CORACIIFORMES Alcedinidae Megaceryle torquata Linneo, 1766 Martín pescador Ma PICIFORMES Ramphastidae Ramphastos swainsonii Gould, 1833 Paletón A, Ma PSITTACIFORMES Psittacidae Amazona farinosa Boddaert, 1783 Lora A, Ma PASSERIFORMES Thamnophilidae Neoctantes niger Pelzeln, 1859 Chamón Me Tyrannidae Tyrannus melancholicus Vieillot, 1819 Sirirí, titiribi Ma, Ep Thraupidae Ramphocelus dimidiatus Lafresnaye, 1837 Cardenal Ma Thraupis episcopus Linneo, 1766 Azulejo Ma Emberezidae Chlorospingus semifuscus Sclater & Salvin, 1873 Tangara de monte Ma Convenciones: A =alimento; Me= medicina; Ma= mascota; Ep= Expresión popular 314

317 El gallinazo (Coragyps atratus) es usado cuando a las personas se les diagnostica cáncer. Se caza un gallinazo, se le extrae el hígado y se echa en una botella de color ámbar a la cual se le adiciona viche (licor de caña extraído artesanalmente). Se toma media copita (aproximadamente media onza), de las que se utilizan para tomar aguardiente, una vez por la mañana durante un buen tiempo. Cuando se agota el viche, se le agrega nuevamente. Algunas personas, además de lo anterior, acostumbran consumir el caldo de la carne de esta ave. El chamón (Neoctantes niger) se utiliza cuando una persona presenta crisis asmática, a esta ave la capturan, le quitan el plumaje y las tripas, le sacan la grasa y la sofríen con poleo, lo anterior se administra solo o acompañado con jugo de naranja en cucharaditas cafeteras para los niños y cucharas grandes para los adultos, durante tres a cinco días según sean niños o adultos. En tiempos de no crisis asmática, la persona para la cura de la enfermedad debe repetir esta fórmula (tres días seguidos por mes), durante tres a seis meses. Con el resto del ave se realizan cocimientos con especias y un puntico de sal a manera de consomé para los niños con debilidad. Igualmente, la grasa de la gallina criolla (Gallus gallus), preferiblemente de plumaje negro, se utiliza para curar el asma, la preparación es similar a la usada con el chamón descrita anteriormente. Por lo general, si en el lugar no tienen gallinas criollas se caza el chamón (Figura 4). Figura 4. Aves usadas en la medicina tradicional: a) chamón (Neoctantes niger); b) gallina criolla (Gallus gallus) de plumaje negro (Fotografías: Nayive Pino Benítez). Las cuatro aves comestibles se usan generalmente cuando la mujer está de parto, ya que se cree que únicamente esta carne es muy buena para la recuperación total de la parturienta, el pollo que se vende congelado no se utiliza por que se cree que le genera fríos a la mujer, causándole pasmo (enfermedad que genera prurito o rasquiña en el cuerpo). Se preparan generalmente en sancochos (sopas a base de plátano y papa, con verduras y hierbas de monte como el cimarrón). 315

318 Las ocho aves usadas como mascotas, generalmente, las cazan los indígenas y las venden en el mercado local. Esto lo hacen según la oportunidad presentada, es decir, no salen a cazarlas al monte, sino que si entran al bohío o casas, se aprovecha la oportunidad, las cogen y las venden (Figura 5). Figura 5. Aves usadas como mascota: a) Colibrí (Glaucis hirsutus); b) Martín pescador, Megaceryle torquata (Fotografías: Yimi Moya). Además de los usos materiales, las aves juegan un papel en las expresiones populares, por ejemplo, si un hombre es muy mujeriego se dice que es muy gallinazo (ya que a todo le cae ); si una persona es muy parlanchina se emplea la frase este fulano se me ha convertido en un sirirí, pues esta ave canta mucho y cansa con su algarabía (Figura 6). Figura 6. Aves usadas en expresiones populares: a) gallinazo (Coragys atratus); b) sirirí, Tyrannus melancholicus (Fotografías: Nayive Pino Benítez). CONCLUSIONES En cuanto a las características de la zona de estudio, en términos culturales se puede decir que son comunidades donde se aprecia una relación 316

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